El corazón de Justin latía con fuerza. No esperaba que la respuesta de Nora fuera «sí». Pero aun así dijo: —De acuerdo, lo traeré a ver.
—No, yo iré a ti.
Cuando Nora terminó de hablar, colgó el teléfono. Justin no sabía si reír o llorar. Al mismo tiempo, inexplicablemente empezó a sentirse inquieto.
Él, que siempre se mostraba tranquilo y sereno, tuvo un pensamiento aterrador en ese momento. ¿Y si ese niño no era suyo y de Nora, sino que realmente era de él y de otra mujer? ¿Por qué Nora no dijo antes unas palabras más para hacérselo saber?
Mientras pensaba, se giró y vio a Xander mirándole con curiosidad.
Los ojos del niño eran puros como una hoja de papel. Sin embargo, cuando se asomó, Xander puso deliberadamente una expresión tranquila y compuesta.
El pequeño hombre tenía su propio orgullo, pero la inocencia que de vez en cuando se filtraba hacía que Justin frunciera los labios.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com