El viernes llegó y Kain y Naomi se levantaron temprano. Naomi iba a demorarse en el baño, así que él fue a otra habitación.
En estos momentos Kain se miraba en el espejo de cuerpo completo de una habitación de invitados. En el reflejo del espejo se veía Kain, con el cabello blanco y largo hasta la mitad de la espalda ordenado en una coleta. Tenía el rostro cuadrado, la piel clara y los ojos azules con un brillo frio. Una nariz simétrica y una boca grande con labios gruesos.
Por otro lado, vestía una camisa blanca y un traje gris compuesto por una chaquetilla sin mangas, un veston y un pantalón de tela. Era la nueva moda que trataba de imponer Naomi y Akane, tratando de sacar ideas de cómo se vestían por lo usual los civiles. Era un mundo aparte en aspecto y tradición. Los únicos remanentes de cultura en los que coincidían eran los nobles que acostumbraban a vestir con kimonos y haoris como los shinobis. El poder llama al poder, y qué cosa podría ser más poderosa en este mundo que los shinobis.
Kain se volteó a la derecha y vio su reflejo de perfil. Después al otro lado y sonrió al ver su aspecto. Alguien llamo a la puerta un par de veces y Kain respondió —pase—
—Permiso, Kain-sama— dijo Rei, quien abrió la puerta y entró. Ella llevaba puesto un kimono fucsia y un haori purpura encima.
Kain miró el reflejo en el espejo. Rei tenía el rostro ovalado, el cabello castaño y ordenado en un moño con un mechón de cabello cayendo al lado derecho de su rostro. Los ojos grandes, azules, una nariz fina y una boca bonita. Se veía tierna con esa mirada amigable y destacaba en su cuerpo un pequeño bulto en su estómago.
—Veo que no aguantaste la otra ropa a pesar de que se veía cómoda— dijo Kain, se volteó y camino hacia ella.
Rei ladeo su rostro y se mordió el labio inferior —sí, es la fuerza de la costumbre. Me gusta más esta ropa—
Kain llegó delante de Rei y le sujeto las manos. Él era un cabeza más alto que Rei, así que ella tuvo que levantar su rostro para mirarlo a los ojos.
Rei retiro sus manos y las llevo al cuello de Kain para arreglarle la camisa —está ordenado— dijo —pero este tipo de ropa me parece sofocante—
—No has visto nada, todavía me falta la corbata— dijo Kain
—¿Qué es eso?— preguntó Rei mientras detenía sus manos
Kain se apartó, fue a un mueble y tomo un listón de tela azul que combinaba con sus ojos. Se levantó el cuello de la camisa, llevo el listón al cuello y lo comenzó a dar vueltas hasta que formo un nudo. Entonces abotono el último botón de la camisa y tiro de una punta del listón para que quedara ajustado al cuello.
Rei frunció el ceño, ningún kimono o ropa era tan incomodo como esta ropa nueva. Ella se preguntaba que le encontraban de bueno Naomi y Akane. Aunque claro, al ver a Kain abotonarse la chaqueta y verse elegante y ordenado, no le pareció un mal resultado. Era como si hubieran envuelto a Kain para regalo. Rei se largó a reír y se cubrió la boca.
—¿Qué pasa?— preguntó Kain con una sonrisa en los labios mientras levantaba sus brazos a los lados —¿No te gusta?—
—No es eso, Kain-sama— dijo Rei, ella camino hasta Kain y le tomo las manos. Levantó su rostro y lo miró a los ojos.
—¿Rei-chan va a descansar o quieres que te lleve a Konoha antes del gran evento?— preguntó Kain
—Bueno, Naomi me entrego una gran cantidad de documentación para que aprenda el negocio. Por ahora lo tomare como lectura básica. Así que pretendo quedarme aquí un par de días. Si quiero volver a Konoha llamare a Kain-sama—
—Me parece bien, no es como si fuera un gran esfuerzo—
—No— susurro Rei con una amplia sonrisa —no lo es— era un tanto divertido hablar sobre esto. Ya que la distancia entre Keishi, capital de la nación del fuego y Konoha era de cientos de kilómetros. Incluso si los shinobis tenían el milagro del chakra, seguía siendo un viaje de un par de días. Sin embargo, ellos podían ir y venir cuando quisieran. Rei se paró de puntillas y Kain se agacho para besarla en los labios. Fue un beso pequeño y tierno. Rei apartó sus labios y le dijo —Kain-sama, con respecto a volar—
—¿Sí?— preguntó Kain curvando la comisura derecha de su boca hacia arriba
—Me gustaría intentarlo, aunque, apreciaría si puede ser un poco más despacio que la otra vez, y no tan alto—
—Claro, estuve pensando en una solución a eso. No te preocupes, estoy diseñando algo especial para Rei-chan—
—Gracias— dijo Rei y se paró de nuevo de puntillas para besarlo en los labios. Kain la beso, apartaron sus bocas y se quedaron mirando. Rei sonrió y le dijo —bueno, tengo que irme. Si me quedó mucho tiempo, Kain-sama puede olvidarse de sus deberes—
—Sé cuáles son mis deberes— respondió Kain y llevo su mano derecha al estómago de Rei. La rencarnación del sabio rey mono estaba ahí, con energía natural equivalente al chakra de uno de los kages. Muy poderoso para ser un bebé que ni siquiera ha soltado su primer llanto en este mundo.
—Sí, lo sé— respondió Rei, ella se apartó, dio la vuelta y camino a la puerta. Rei abrió la puerta, miró hacia atrás y sonrió. Después salió por la puerta y la cerró.
Kain espero hasta que Rei cerrara la puerta y volvió al espejo a comprobar su apariencia. Una de las cosas que siempre le inculco su abuela era cuidar de su imagen. Por otro lado, esta ropa no era nada extraña para Kain. Se parecía mucho a la ropa que ocupaban los nobles en el mundo de Orario y en el mundo del dios dragon Orsted. Aunque claro, esta chaqueta solo llegaba a la cintura y las costuras se veían más sutiles y cuidadas.
De nuevo alguien llamo a la puerta y Kain respondió —adelante—
La puerta se abrió y entro Naomi y Kasumi. Ambas llevaban hermosos vestidos de una pieza con un aspecto elegante. Naomi parecía un hermoso lirio blanco y Kasumi un lirio purpura. Por alguna razón, el vestido de Naomi no tenía manga y dejaba ver sus delicados hombros. Eso hacia ver el vestido como si fuera un chitón griego.
Kain vio a Naomi entrar a la habitación. Ella llevaba su cabello rubio trenzado y enrollado en la parte superior de la nuca como si fuera un moño. El rostro con forma de corazón, los hermosos ojos verdes, la sonrisa amigable. Ella miraba a Kain como si esperara que él dijera algo especial. Sin embargo, Kain solo pudo ver la apariencia de alguien, pero que no era ese alguien al que él conocía. Para empezar, le faltaba la corona de laureles hecha de oro, los ojos con un brillo celestial y unas pecas a la altura de la nariz. Deberían ser pequeñas manchas que eran parte de su aspecto distintivo. Por último, el cuerpo de Naomi era curvilíneo en comparación con la persona a la que Kain conocía.
—Hola— dijo Naomi, su sonrisa disminuyo ante la actitud contemplativa de Kain. Sin embargo, ella forzó la comisura de sus labios a subir y formar una sonrisa. Aunque sus ojos no sonreían y en su lugar, emitían un brillo acuoso y melancólico. Ella se acercó a Kain, miró su ropa y se la plancho con la mano. La tela era suave y elegante. La corbata azul combinaba con los ojos de Kain —te ves guapo— susurro ella
Al mismo tiempo, Kasumi se acercó, pero permaneció a un metro mirando como ellos conversaban. Aunque no le faltaban ganas de acercarse a Kain y tocarlo con la familiaridad que lo hacía Naomi.
—Te ves bien, me gusta tu estilo ¿Cosa de Akane?— preguntó Kain admirando ese rostro con la piel clara, grandes ojos verdes y una nariz fina.
—Algo así— respondió Naomi al escuchar a Kain, ella sonrió de forma tranquila y continuo —te ves bien, perfecto para la ocasión. Sin embargo, antes de que empiece el evento, yo te quisiera pedir un favor—
—¿Qué sería? Dijimos que no haríamos nada especial por nuestros futuros clientes. Les mostraríamos lo que tenemos y ellos nos pedirían ser parte de nuestros proyectos—
—Sí, pero con Kasumi evaluamos una situación en especial—
Kain miró a Kasumi, con su largo cabello oscuro hasta la espalda y los ojos con el iris rojo. Se veía bonita y elegante con ese vestido con forma de lirio purpura. Sin embargo, a diferencia de Naomi, el vestido de Kasumi tenía mangas hasta los codos.
Kasumi asintió con tranquilidad y Kain volvió a mirar a Naomi.
—Hay un comerciante, un civil— dijo Naomi —es el que produce los vehículos llamados automóviles—
—Veo ¿Quieres que lo vaya a buscar?—
—No, a su hijo. Parece tener un par de años más que nosotros, pero es inteligente y ayuda a su padre en la confección de los vehículos. Tengo entendido que le gusta la velocidad y si hay alguien que puede mostrarle lo que es la velocidad, ese eres tú—
—¿Qué quieres de mí? Se directa—
—Que te ganes su favor. Kasumi intento hablar con él, pero es un intelectual que solo le gustan dos cosas. Construir vehículos y la velocidad—
Kain volvió a mirar a Kasumi y curvo la comisura derecha del labio en una sonrisa burlona. Era raro que alguien como Kasumi que sabia manejar tan bien las relaciones sociales, fuera incapaz de acercarse a alguien. Kain miró a Naomi y respondió —¿Qué buscamos en especial?—
—No prometas nada, no preguntes por nada— dijo Naomi con una expresión seria —solo buscamos ganarnos su buena voluntad. Eso nos acercara a su padre y él es el que puede ayudarnos—
Kain miró hacia otro lado —mmm— dijo como si pensara en algo, después miró a Kasumi, la observo con detenimiento. Ella era hermosa, de la alta nobleza, su físico era bonito y bien proporcionado. Era una belleza con un físico delicado, parecido al de una mujer Uchiha. Después Kain lo pensó otro poco y miró a Naomi —tu enfoque es muy cuidadoso, lo haré a mi modo— dijo
—No, no lo hagas— dijo Naomi un tanto preocupada
Kain chasqueo sus dedos y de una repisa con libros, salió el diamante gris con el ojo que emitía una luz roja. Naomi y Kasumi lo miraron. Kain miró al diamante y preguntó —Vástago ¿Dime la ubicación y muéstrame un mapa?—
—¿De quién, señor?— preguntó Vástago con voz joven, fría y sofisticada.
—Cierto— dijo Kain con una sonrisa burlona, miró a Naomi y le preguntó —¿Cómo se llama nuestro amigo?—
—¿Qué es eso, Kain?— preguntó Kasumi
Kain la miró a los ojos, mostro una pequeña sonrisa y respondió —mi nuevo juguete—. Después miró a Naomi y le preguntó —ahora ¿Cómo se llama nuestro amigo?—
—Ryoichi Takahashi— respondió Naomi
Kain miró a Vástago y le dijo —ya oíste, Ryoichi Takahashi—
La luz roja del ojo de Vástago se encendió un poco y después volvió a la normalidad —proyectando zona residencial de la familia Takahashi— respondió con voz joven, fría y sofisticada
Kain miró el mapa que aparecía en su mente y miró a la izquierda, como si su visión pudiera atravesar las paredes.
—Kain, espera— dijo Naomi asustada con eso de "hacerlo a su manera", le tomo la mano a Kain y él la miró. Ella lo miró a los ojos y le preguntó —¿A qué te refieres?—
—Tranquila, tengo una idea de lo que tengo que hacer. Si es como tú dices, no necesitamos a su padre, lo necesitamos a él. Solo hay que hacer las cosas de una manera— dijo Kain, sonrió y continuo —la mía. A todo esto ¿Puedo traer a una persona?—
—Puedes, pero ¿Quién es?—
—Shishio Nara— respondió Kain mirándola a los ojos mientras sonreía.