Décimo año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, lugar: Ciudad montaña del trueno , mes de Julio.
En una ciudad derruida y plagada de miseria. Kain y Rose viajaban por las calles viendo el estado en que la dejaron los nobles. Al parecer el teniente no fue tan inteligente y pensó que podía escapar. Tontearías, vino aquí, comunico la demanda y los nobles salieron arrancando. Por supuesto, por su fidelidad a los nobles, recibió un pago. Lo decapitaron. Kain se sintió fastidiado cuando entro su cabeza en la plaza de la ciudad. Después de quemar con fuego la cabeza del pobre imbécil. Siguió caminando por las calles de la ciudad. Ahora iban como a mitad de la avenida principal. Venían de hacer el recorrido a pie, desde el ayuntamiento (ahora cuartel general) y esperaban poder llegar al final de la ciudad.
(Después de la rendición y adición de uno de las cinco reinos sin nombre, entramos a la "capital" con todos los soldados. El lugar era un asco, ¡malditos nobles! huyeron con el oro, los soldados y algunos esclavos, dejando una tierra sin ley y orden).
(Cuando paseaba por las calles con Rose, vi muchas cosas que debían ser arregladas; calles a medio construir, casas derruidas donde trataban a los soldados heridos, unos calabozos que se parecían a las cárceles del infierno, muchas tiendas de manjares y delicias, pero muy pocas de suministros básicos. También había un exceso de prostitutas y huérfanos, pocos ancianos y ninguna ley que los ampare).
(Seguí pensando en el estado de la infraestructura y sentí dos pequeñas presencias. Por alguna razón estas dos niñas nos seguían, pero no se cercaban. Son Elen y Lim, estas pequeñas se han convertido en nuestras sombras, muy curiosas por todo lo que hago) -¡Elen!- dijo Kain en un fuerte tono, se escucho por toda la calle -es de mala educación espiar a la gente, puedes venir y traer a tu pequeña cómplice contigo, vamos a pasear-
Elen que fue pillada infraganti se puso rígida, pero al siguiente instante tenia una gran sonrisa y corrió hacia dónde estaba Kain -¿qué estas mirando Kain? esta ciudad esta toda derruida-.
Kain le acaricio la cabeza -viendo que puedo arreglar- dijo -por ahora ya tomamos control de la ciudad y no tenemos mayor resistencia, ¡maldición!...la gente vivía tan mal que nos agradecen estar aquí (suspiro), estúpidos nobles-.
-¿Tú no apruebas a los nobles?-
-Apruebo a todo aquel que en su calidad de regla es capaz de tomar la responsabilidad de lo que hace- los nobles irresponsables le recordaban a los dioses. Inventando fábulas para que los mortales giraran en sus palmas esperando un cielo o una recompensa que jamás llegara. El elder god también lo hizo, le mintió a Raziel y le hizo pensar que lo había creado. ¡Desvergonzado! No pudo comer su alma y al verse incapaz, lo manipulo.
-¿Tú creciste diferente de los otros nobles?-
Kain pensó en sus vida y dijo -por supuesto Elen. Yo debo decir que desde pequeño siempre me exigí para ser fuerte y capaz, pero también está la educación que me dio mi padre. A diferencia de los otros niños nobles, que crecen creyendo que el mundo les pertenece por ser nobles. Yo crecí bajo la estricta tutela de mi padre, Iván y María. Aunque todos en Lemuria piensan que el príncipe vive en reclusión, jugando todo el día hasta que haga su debut en la alta sociedad. Padre nunca me a malcriado y siempre me a corregido, bueno…hasta el día de hoy me sigue corrigiendo. Cuando le pedí que me permitiera entrenar con la espada, solo tenía cuatro años y ante mi solicitud, él dijo que me pondría bajo la tutela de Iván. Yo tendría un régimen de entrenamiento y horarios que cumplir. Si fallaba, no se hablaría más del tema hasta que fuera lo suficiente maduro. Por supuesto padre me iba a ver de vez en cuando; a veces me desmayaba del cansancio. Entonces, él me cargaba y me llevaba a mi habitación. Tampoco te puedo decir que el fue un ogro. Me regalaba dulces, me compraba juguetes y libros. Esa era su forma de mimarme, pero el resto del tiempo él era exigente-
Kain pensó en su niñez y quiso ayudar a las niñas -Elen mírame, Lim también, te daré el mismo consejo que me dio mi padre cuando era niño- Lim y Ellen se pusieron rígidas al ver la expresión de Kain -"No importa qué, nunca dejes de mejorar, tanto por tu propia seguridad como por la de todo lo que amas en este mundo. Si quieres proteger algo, tienes que ser fuerte". Bueno, padre también adhería que a veces uno no puede cambiar el destino, lo más probable es que pensaba en mi difunta madre- después de compartir esas palabras, Kain volvió a sonreír y siguió su camino.
Las niñas también siguieron y pensaron en las palabras que les dio el joven príncipe.
Kain solo les dio una mirada de soslayo y viendo su seriedad, quiso recompensarlas por su madures. Camino a una tienda, una de las pocas que seguían funcionando y entro. Ahí solo encontró a un anciano -señor por favor deme esto- dijo Kain apuntando a unas especies de caramelos -esto y esto. Cuatro de cada uno por favor-
-Muchas gracias señor, espere un momento. Son 12 monedas de cobre-
Kain suspiro algo avergonzado y se dirigió a Rose -¿tienes monedas de cobre?, solo ando con una plata-
-No te preocupes- dijo Rose -pero para la próxima trae monedas de cobre. A Justina le molesta que andes por ahí regalando el dinero-. Regaño a Kain ya que tiene la mala tendencia de regalar el cambio. Justina un día casi lo golpea por regalar 40 cobres.
-Lo siento Rose-.
-Todo bien, vamos…estos son míos y de las niñas, ¿cierto?-
-Rose, mi diosa de los dulces, acuérdate de tu marido y déjale unos cuantos, por favor-
Ellen y Lim los miraron sorprendidas y gritaron -¡¿ya están casados?!-
-Jajaja- soltó Rose una melodiosa risa y dijo -no le crean niñas, este tipo ya lo quisiera- Rose siguió caminando con una sonrisa en su cara y las mejillas rojas.
-Vamos chicas, antes de que se los coma todos- así Kain siguió caminando por las calles. Reviso la seguridad y el estado de la ciudad.
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lugar: Ciudad montaña del trueno - Cuarteles del ejercito de Lemuria, mes de Agosto.
-Tu gusto para los nombres es terrible y poco creativo- dijo el general Patrick. No estaba conforme con el nombre que le había dado a la ciudad, pero era el príncipe quien lo eligió y a menos que hubiera una orden del rey, el nombre no podría ser cambiado.
-El nombre tiene concordancia con la zona- dijo Kain sin darle la mayor importancia -ahora déjate de hablar tonteras viejo fósil, dime ¿Cuáles son mis siguientes ordenes?-
-Toma esta carta y no te preocupes por el contenido. En la ciudad solo queda restablecer las carreteras y colocar funcionarios para organizar la ciudad-
-¡Shi!, anciano mal agradecido, me echas ahora que ya está todo montado y listo para descansar-
-¿Como puedes ser tan irrespetuoso con tus mayores? (suspiro) lo que sea. ¡Ve! y cumple con tu deber príncipe de Lemuria- dijo el general y salió de la sala de reuniones.
Rose que estuvo todo el tiempo en silencio, abrazo a Kain por detrás y le pregunto -¿qué dice?-
-Padre dice que necesitan espadas en el norte. También elogia mi victoria. Dice que hasta el momento es la victoria más impecable que ha tenido el reino. También menciona que en el norte las cosas no pintan bien. Cada día con o sin haber combate, aparecen cientos de cadáveres de soldados descuartizados. Según dicen las fuentes, son emboscadas. Me dice que me cuide-
-No vamos a ir solo nosotros ¿cierto?-
-No, mi padre quiere que tome quinientos soldados de Lemuria y pida la asistencia de Silver Gale. Parece que vamos a estar en compañía de las niñas por mas tiempo-
Rose y Kain sonrieron e hicieron su camino a el campamento de Silver Gale.
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Campamento de mercenarios de Silver Gale.
Elen que estaba acarreando leña a las afueras del campamento. A lo lejos, en la entrada del campamento, divisó a Kain y a Rose. Como acto reflejo dejo la boto la leña y fue corriendo hasta donde estaban sus amigos. Ella se paro intrépida delante de Kain, saco su casi inexistente pecho y levanto el mentón en una acción desafiante -¡Hola Kain!- dijo - ¿Qué te trae por acá?-
-Vengo a ver a Vissarion- respondió Kain con una sonrisa. La encontró divertida -tengo algunos asuntos que tratar con él-
Elen se preocupo de inmediato y con una cara de mascota desamparada pregunto -¿es malo?¿nos vamos a separar?-
Kain viendo esto, sonrío y se acercó para acariciarle la cabeza -no te preocupes, no nos vamos a separar. Al contrario, creo que nos vamos a ver por un buen tiempo-
Elen con una sonrisa, salto de emoción y corrió a llamar a Vissarion. Al escuchar el escándalo que hizo Elen, un montón de gente se juntó. Vissarion salió de su carpa preocupado. Le pregunto a Elen que le pasaba y después de escuchar la razón, golpeo a Elen en la cabeza por no tener ningún filtro. La pobre Elen se agarraba la cabeza, pero nunca se intimido. Le saco la lengua y arranco gritándole que era un tonto.
Vissarion camino hasta donde estaba Kain y le pregunto -¿qué necesita él príncipe de Lemuria?-
Kain al ver la seriedad de Vissarion solo sonrió y contesto con calma -nada complicado, tu campamento como siempre es muy vivido-.
Vissarion un poco avergonzado por la pequeña alborotadora se rasco la cabeza y dijo -tener niños le da otro aire a este lugar-.
-Así parece, bueno, vamos al punto. Mi padre mando una carta y pide la cooperación de Silver Gale ¿Qué dices? ¿te unes?-
-La pregunta sobra Kain. Somos mercenarios. Mientras haya suficiente oro estamos siempre listos para el combate. Debemos pasar por los pueblos en el camino para abastecernos, pero no hay problema con la solicitud-
-Cuando estemos en el campamento del norte, te ayudare a negociar la tarifa para ti y para tú gente. Al igual que aquí, la comida en el campamento de Lemuria será provista por nosotros-
-¿Qué puedo decir? ¡muchas gracias!-
-No hay problema, hasta el momento tu gente a cumplido, así que no tengo nada de que quejarme-
Kain y Vissarion estrecharon sus manos, después de eso cada uno siguió haciendo su trabajo y se prepararon para salir en una semana.
Kain llevaría 500 soldados del reino consigo mas 500 soldados de Silver Gale. Eso, más la terrible fuerza de Kain deberían garantizar la victoria en el norte. Que a unos pocos meses de empezar la guerra, era junto con la tierra de la costa, los únicos que aun ponían resistencia. Los otros tres países que habían empezado la guerra habían sido los primeros en caer.
El norte era difícil de vencer por temas de terreno y las constantes emboscadas, pero nunca al nivel de la costa. Si no hubieran existido las emboscadas ese país también habría caído. Ahora Kain se preguntó ¿Cómo es que ocurren estas emboscadas?¿porque es que cuando lee lo que ocurre en esas tierras piensa en un animal alimentándose?.
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Décimo año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles del ejercito de Lemuria , mes de Octubre.
En la carpa del general de Lemuria se lleva a cabo una reunión en estos momentos. Ayer llego el príncipe. Un muchacho frio que mando a llamar al general y a sus principales seguidores. Como era un niño el general desestimo reunirse el día de ayer. No por un tema de consideración al cansancio. Según el general, tenía cosas más importantes en que pensar. Hoy, no obstante, fue arrastrado de un pie fuera de su tienda. Eran las nueve de la noche pero la reunión nunca se llevo acabo. Por ende, el príncipe tomo medidas extremas. Kain encaro al general y lo obligo a hacer la reunión. El general lo hizo de mala gana, pero al fin y al cabo, igual la hizo. El ambiente era tenso. Muchos habían tomado la misma actitud del general, pero ahora que estaban frente al futuro monarca. No sabían quién era el que mandaba. Al menos sabían que ellos no tenían la ultima palabra.
-Buen día General Higus, vengo por orden de mi padre con refuerzos- dijo Kain mientras miraba a todos los presente.
La cara del general Higus era todo menos amigable, su gran ego y la frustración alcanzo su punto máximo dejando a un hombre que no se preocupa de modales ni de las personas -parece que tu padre no me tiene en consideración- respondió -me envía un niño, junto a mercenarios y un pequeño grupo de soldados del reino-
-Dime General, ¿te gusta tu cabeza donde esta? Si no, me dices y podría removerla por ti-
La mano derecha del general no tolero la presencia del príncipe y al verlo insultar a su señor salto en su defensa -¡Mocoso insolente! ¿Cómo te atreves a hablarle así al general?-
-¡Silencio! gusano rastrero- grito Kain -no corto sus cabezas solo porque mi padre tiene alguna opinión de ustedes. Su habilidad para comandar un ejército les permite seguir respirando. Si no crees en mi habilidad entonces pruébame, pero más te vale estar preparado para morir-
Nadie más hablo, parece que todos entienden la habilidad del príncipe, pero tratan de poner un frente fuerte para no ser removidos de sus cargos. Kain estaba decepcionado -háblame si necesitas mi ayuda, de lo contrario no malgaste mi tiempo. Los soldados fueron elegidos por mi padre, pero los mercenarios están fuera de tu alcance, ¿entendido?-
Todos movieron la cabeza en entendimiento, no se dijo nada más; Kain se dio media vuelta y se retiró dejando una sala con un silencio sepulcral.
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Lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles de Silver Gale, carpa del príncipe.
De vuelta en su carpa. Kain miraba el fuego meditando en la situación. Esta gente había malgastado recursos y se había dado la gran vida. Circulaban rumores de que el general Higus no salía al campo de batalla. En cambio mandaba al tipo que salió en su defensa a comandar a los soldados. Kain a lo mejor podría entender que tenga miedo de las emboscadas, pero lo que no entiende, es que como todos los nobles. No respete a su padre ni su propio estado de príncipe. Rose que estaba calentando comida vio como Kain miraba el fuego lleno de molestia.
-No sé qué habrán logrado en la vida estos tipos- dijo Kain -que tienen las agallas para ofenderme en mi cara. Parece que es cierto qué todo el mundo piensa que soy un recluso y que me la paso todo el día jugando-
-No seas así Kain- dijo Rose en un tono reconciliador -todos están alterados por las muertes y constantes emboscadas. Nadie se las puede explicar y el miedo a perforado en sus corazón. Yo también estaría así, sino te tuviera a ti-. Rose se acerco y se sentó en las piernas de Kain. Le acaricio el pelo como si se lo estuviera peinando hacia atrás y lo besaba -calma tu mente, ok. Ya es tarde, durmamos; mañana será otro día y podemos ver qué hacer, ¿ok?-
Kain suspiro y abrazo el cuerpo de Rose -bueno- dijo en un tono de cansancio -gracias por ayudarme en estos momentos-
Rose respondió con un poco de seducción en su voz -no hay problema, solo recompénsame ¿ok?-
-Si pudiéramos estar en un lugar tranquilo, lo haría-
-¿Cómo recompensas a Ann y Justina? Dime…¿Por qué has evitado comerme? así lo llamas tú ¿no?-
-Creo que deberíamos dormir, mañana es otro día-
-No puedes escapar Kain ¡responde!- dijo Rose mientras se aferró a Kain con brazos y piernas.
Kain suspiro y viendo el rostro de Rose, supo que tenía que dar una buena explicación -Bien, primero que todo; ese nombre se lo puso Ann. Segundo, solo se dieron las cosas así, no te preocupes también te comeré, pero no aquí. No quiero que alguien nos vea ni nos oiga. Sería demasiado molesto tener a toda esa gente mirándonos ¿te gusta mi respuesta?-
-Te perdonare por ahora- respondió Rose magnánima -pero seguro te pones al día conmigo y Lucy-.
-Que generosa de tu parte, preocupándote por tu rival-
Rose con una sonrisa cariñosa dijo -no es mi rival, es mi hermana y la extraño mucho. Desde que nos conocimos nunca hemos estado tanto tiempo separadas, la extraño incluso más que a mamá-
Kain se acercó a Rose y la beso -mi cuerpo ya casi esta listo, solo uno o dos años mas y cumpliré mi promesa con ustedes-
Rose se ruborizo -espero que ese día llegue pronto- dijo y beso a Kain en los labio. Después se fueron juntos a la cama. Sin embargo Rose insistió en dormir desnudos, piel con piel, de esa manera se sienten más íntimos. Además de que no siente que esté perdiendo contra Ann y Justina, al menos, eso explica ella.
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Lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles del ejercito de Lemuria
-¿Qué piensa el rey mandándome a su hijo y a unos miles de guerreros? ¡esto no soluciona las emboscadas!- dijo el general. Cualquiera que hubiera pasado por fuera de su tienda lo hubiera escuchado.
-General ¿Qué piensa que deberíamos hacer?- pregunto su segundo al mando. Un tipo de baja procedencia, que lo a seguido con la promesa de volverse noble -todo esto se está saliendo de las manos. Una campaña que debería haber sido de unos meses, pronto se prolongara a medio año. Quedaremos en el escrutinio público como incompetentes-
-Si eso sucede, siempre hay formas de solucionarlo. El rey a sido mezquino con los soldados y los alimentos, podemos incitar a algunos soldados a esparcir comentarios en el reino y culpar al rey-
-Espero que esto lo solucione, pero aun no puedo estar tranquilo pensando en las constantes emboscadas. No es normal-
-Solo tenemos un combate más antes de que llegue el invierno y se pare la guerra. Si no lo logramos será nuestra completa derrota y de todo el reino -dijo el general pensando que él era el gran victorioso o el gran perdedor que decidiría el destino del reino. Su subordinado pensó que la falta de sueño y la paranoia estaban afectando su cerebro. Lo único que podría afectar al reino en ese grado sería la muerte del propio rey o del príncipe. Con las batallas por delante solo queda buscar la victoria y dejar al joven príncipe afuera de todo esto. Si llegara a morir, nadie los salvaría.
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Lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles de Silver Gale, carpa del príncipe, noviembre.
El general Higus, perdió su posibilidad de ganar la batalla. Sus pésimas estrategias y delirios de grandeza le costaron un brazo y una pierna. El frente del pantano junto con la costa donde el rey luchaba, pospusieron la guerra por motivos del invierno. Ahora están esperando nuevas órdenes ya que el general no puede seguir en la campaña en su estado actual. Su subordinado tampoco puede dirigir el ejército, ¿porque? porque murió en el mismo combate en que el general perdió un brazo y una pierna.
Kain que estaba sentando frente a una hoguera que crepitaba a cada momento por la madera húmeda -me pregunto- dijo -¿Qué dirá mi padre sobre esta patética actuación?-
Rose que estaba cubierta con una manta. Trato de cubrir parte del cuerpo de Kain -deja de preocuparte tanto Kain- dijo -tú no tienes la culpa, cuando te digan que te hagas cargo del ejército será tu momento de actuar-
-Mm, lo sé, pero ahora estamos varados hasta marzo- suspiro -me pregunto ¿Qué está haciendo Ariel?, ¿Qué estará haciendo mi madre? ¿Qué estarán haciendo las chicas?-
-Mis hermanas deben estar trabajando. Espero verlas pronto. Ahora ven, se está poniendo helado y me falta calor- así se fueron los dos a la cama.
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Lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles de Silver Gale, carpa del príncipe, diciembre.
Kain que estaba parado en frente de alguien que no esperaba volver a ver (por lo menos en esta campaña), pero está aquí -¿Cómo está el General justiciero (Patrick)?- pregunto -pensé que dejarías el ejército y te volverías magistrado de justicia-
-¡Buen chiste mocoso!- respondió Patrick. Vestía como un general, pero llevaba un gorro de lana para apalear el frio en su calva -ya le envié una carta a tu padre y me dijo que no podía hacerte nada, que estabas blindado contra su autoridad. Sin embargo, también me dijo que si buscaba justicia tenía que hablar con tu madre; ten esta carta, la venganza es un plato que se sirve frío, mocoso-
Kain se puso pálido al escucharlo, pero no le dio la alegría de verlo preocupado y solo continuo con su actitud usual -entonces dime…¿Cuáles son las ordenes del general para este príncipe?-
-Mantente entrenando, en marzo retomamos esta guerra, limpiamos el campo de batalla y cazamos esa cosa que soltaron esos malditos. Debe ser una especie de oso o león que a sido educado para ser tan brutal-
-También pienso que debe ser un animal, pero por su comportamiento tan violento y poco alimenticio me da la impresión de que es humano-
-Dios nos salve si encontramos un humano que pueda hacer tal desastre sin ser visto- dijo Patrick con miedo -tengo entendido que desde que llego el invierno no han habido más ataques ¿cierto?-
-Así es, por alguna razón no ha seguido cazando a nuestros soldados-
-Mocoso, necesito también que me entregues a los mercenarios para poder unirlos al ejército. Le hemos pagado la tarifa mínima, pero eso no quiere decir que tengamos que perder nuestro dinero. Faltan unos meses para el combate, pero hay que empezar a integrarlos al ejército regular-
-Está bien general, nunca he tenido problemas con entregar el mando de los mercenarios. Era solo que el General Higus se le había subido a la cabeza su puesto y lo más probable es que los utilizaría como sacrificio-
-Tan irreflexivo como siempre ¡la gente se cansa Kain! no todos pueden lidiar con el estrés de las vidas que comandan. Trata de ser mas indulgente con tus subordinados-
-No son mi subordinados, Patrick-
-Algún día lo serán y cuando ese día llegue por favor se mas empático con ellos-
-Viejo, suenas como mi padre cuando habla de no ser un tirano-
-Es una cosa importante, por favor tenlo en mente-
-Lo pensare, hablamos de nuevo cuando sea la hora de luchar- dijo Kain y salió de la carpa. Era una conversación que quería evitar. Después de todo, ya llevo una vez el destino del mundo a sus espaldas, y no salió bien.
-o-
Décimo primer año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, Lugar: camino hacia el pantanal - campo de batalla, marzo.
Kain y Rose estaban sobre sus caballos, en la segunda columna de la sexta fila del ejercito de Lemuria. Por su condición de príncipe, Kain no puedo estar en la vanguardia, al menos eso es lo que dijo Patrick. El general lo puso atrás sabiendo sus habilidades, en un principio quería colocar a Kain con un escuadrón de elite de su ejército, pero él se negó. A lo que el general contesto mandándolo a la segunda columna.
Rose que estaba preparada en su caballo, le dio una mirada burlesca -¿todavía estas molesto? no te preocupes, por la escala de esta lucha no podremos evitar el combate-
-Ten cuidado Rose- dijo Kain tomando su mano la miro a los ojos con preocupación -sobre todo con las flechas, tienes que volver conmigo ¿ok?-
Rose se ruborizo un poco, pero después puso un rostro serió y se sacudió la mano -¡te preocupas demasiado!- dijo ella que paso del amor a la indignación -mi camino de la espada no es menos peligroso que el tuyo. Como guerrera, si muero ¡será por la espada! y no en una cama, senil y vieja-
Ambos se miraron por un momento, hasta que Kain suspiro y asintió a sus palabras. Él sabía que no ganaría nada tratando de persuadir a la princesa de la espada, he hizo una nota mental de revisar su condición cada vez que pueda.
Crash, Crash, Crash, sonaron los instrumentos de guerra que señalaban el preámbulo de la guerra durante 10 minutos, después de eso vino un silencio de un minuto.
General Patrick: ¡Preparados!
FUUUUMMMMM, FUUUMMMMM, sonaron los cuernos que daban comienzo a la guerra.
Todos los altos mandos gritaron y sus soldados los acompañaron con euforia. A su vez, toda la primera columna se colocó en orden y se apresuraron para empezar su ataque con caballos. Por otro lado, el general había mandado a varios arqueros a subirse a los arboles cercanos al campo de batalla. De esa manera podrían disparar al ejercito enemigo. Detrás de los caballos avanzaban otros arqueros junto con la segunda columna de acorazados. Avanzaba por los flancos con escudos de torre como parapetos móviles, ganando distancia y refugio a su vez. Cada unidad estaba conformada por 10 arqueros y 5 guerreros. Esto reducía la movilidad, pero les daba seguridad a los arqueros que podían disparar sin temer el alcance de las flechas enemigas. Lo cual se estaba dejando ver. Las flechas rebotaban y solo dos de cada quince, era alcanzado por las flechas. Poco a poco empezó a atacar la infantería y gracias a eso llego el turno de Kain.
Redujeron durante toda la mañana al ejercito enemigo y cuando el enemigo veía la guerra perdida, se escucharon nuevamente los cuernos de guerra.
FUMMMM, FUMMMM, FUMMMM
Muchos soldados enemigos se retiraron y los soldados de Lemuria pensaron en que el enemigo se rendía; para alguien que resistió hasta este punto era un comportamiento extraño. No obstante, de repente se escucharon gritos de agonía al Este del campo de batalla. Desde el punto de vista de Kain parecía que un oso los estaba atacando. Así que corrió en esa dirección. Rose lo alcanzo en su caballo, estaba toda sucia, sin su casco y con algunos moretones en su rostro, pero todo bien. Por lo menos no parecía tener ninguna herida seria.
-Quédate aquí y respalda a nuestros hombres- grito Kain -esa cosa es fuerte, puede que mas fuerte que tu padre, y si te tengo a mi lado puedo desconcentrarme. Lo siento Rose, por esta vez escucha mi egoísmo-
-Solo por esta vez- grito Rose algo molesta
-Lo prometo-
-Fú-
Kain corrió hasta donde estaba la batalla contra el enemigo. Era un cosa que no debería estar aquí. Ni siquiera debería existir en este plano existencial. Kain solo dijo una palabra -Hylden-
De repente toda lucha ceso y el monstruo gesticulo con su una demoniaca sonrisa -¿quién eres pequeño? Nunca- dijo -durante todos mis siglos de vida, me llamaron por nombre tan sagrado-
Kain que vio como actúa la bestia y grito a sus soldados -TODOS LOS SOLDADOS, ESTA ES UNA ORDEN DEL PRINCIPE, TOMA A LOS HERIDOS Y LLEVALOS AL CAMPAMENTO, LOS QUE PUEDAN SEGUIR PELEANDO VAYAN A REFORZAR EL FRENTE Y LA ZONA ORIENTAL DEL CAMPO DE BATALLA, ESTE MONSTRUO DEJENMELO A MI-
Un Soldado que seguía a Kain para protegerlo, le pregunto con seriedad -¿esta seguro príncipe?-
-Sí, ahora váyanse, están en mi camino-
Todos corrieron siguiendo sus órdenes y cuando ya estaban solos, Kain le dirigió unas palabras a su ancestral enemigo -ahora podemos hablar-
-Él nombre de este es Ganelon, ¿Cuál seria el estimado nombre de mi presa?-
-KAIN, ahora dime ¿Qué hace alguien como tu aquí?-
-No lo necesitas saber, tu nombre es blasfemo y por eso te daré una muerte dolorosa. Según mis ancianos nuestro ancestral enemigo se llamaba igual-
-Si no quieres hablar. Entonces muere-