Capítulo 11: Entrenamiento

Kazuya pasó un tiempo charlando con su grupo. Luego, Harribel hizo una seña para que la siguieran. Pronto salieron de la cueva estrecha, que había sido demasiado pequeña para que todos se sintieran cómodos. Él prefería de esta manera ya que también ayudaba a que Mila Rose y Sung-Sun se acostumbraran lentamente a su presencia y a la de Apacci.

Harribel se dio la vuelta para irse. "Te avisaré cuando nos vayamos. Hasta entonces..."

Él extendió la mano y la agarró. "Tengo una petición. ¿Puedes ayudarme con mi entrenamiento?"

"¿Entrenamiento?" Harribel preguntó de inmediato. "¿Qué tipo de entrenamiento?"

"¿Qué habilidades necesito en Hueco Mundo?"

Los ojos de Harribel se suavizaron. "¿Pelear... ahora mismo?"

"Te lo pediré más tarde."

Primero tenía que abordar las preocupaciones de Apacci. Tan pronto como Harribel se fue, Apacci lo miró con furia por razones obvias. La había puesto en un dilema y la había hecho mentir. Ahora era el momento de recompensarla.

"¡Me obligaste—gahh!"

Apacci casi se ahogó cuando Kazuya la abrazó del cuello, apretando al ciervo por su vida.

"Gracias por cubrirme las espaldas."

No esperando palabras de gratitud, Apacci se quedó allí como una idiota hasta que él se apartó de ella.

"¿Rompiste sus máscaras para transformarlos en Arrancar?"

"Lo hice, y los resultados fueron tal como esperaba. Además, no te sientas mal por ellos. Vinieron a matarnos, ¿recuerdas?"

Los tres Hollows terminaron quemando sus almas, mostrando temporalmente un Reiatsu de Clase Vasto Lorde. Tuvo una idea repentina. Los NPCs sin nombre no podían soportar el proceso exigente de Arrancarización, pero Apacci era de otro tipo. Ella era un personaje con nombre con su propio papel en la gran guerra causada por Aizen.

Las posibilidades de que Apacci tuviera éxito eran enormes.

Apacci se estremeció cuando su 'intención' se enfocó en ella. "¿Qué estás pensando ahora?!"

"Tengo hambre. ¿Puedo asar tu pierna?"

"¡No!"

Decidió abandonar la idea arriesgada. La probabilidad de uno por ciento de que Apacci muriera o sufriera amnesia como Neliel simplemente no era aceptable.

'Me estoy obsesionando demasiado con esta mierda de Arrancar.'

Sacudió la cabeza y decidió relajarse por el día.

***

Algún tiempo después.

Kazuya caminaba por el terreno rocoso de Hueco Mundo hasta encontrarse con Harribel. En el acantilado a lo lejos estaban Mila Rose, Sung-Sun y Apacci, sus sombras alargándose en el cielo crepuscular.

Los tres Adjuchas observaban, fascinados, mientras los dos Vasto Lorde se estudiaban en silencio.

Harribel hizo contacto visual con él. "Antes de empezar, déjame preguntarte algo. ¿Por qué quieres volverte fuerte? ...¿Por qué quieres pelear?"

Todos necesitaban una razón para buscar la fuerza, ya fuera por supervivencia, un sentido de logro, o simplemente para tiranizar a los débiles. Harribel estaba decidida a tener fuerza por un propósito significativo: evitar peleas sin sentido. Quería volverse fuerte en cuerpo y espíritu, ganando control sobre sus propios deseos animales.

Ella tenía otro sueño, uno que no podía cumplirse en un futuro cercano.

Kazuya sonrió ante su pregunta. "Para mi supervivencia y para proteger a Apacci... Eso es todo lo que tengo en mente ahora."

No estaba obsesionado con pelear, ni necesitaba volverse poderoso para matar sin sentido. Su único deseo era una vida libre de control. Este entrenamiento era un paso necesario para asegurar su libertad y supervivencia.

Harribel le dio un breve asentimiento, encontrando su razón apropiada para un Hollow de su edad. "Te pondré a prueba primero."

"Lo haré realmente mal." Hizo una elegante reverencia, mostrando los modales inculcados por su abuelo. "Por favor, cuídame."

Nunca se había metido en ninguna pelea. Su experiencia más cercana a una pelea había sido durante las lecciones de autodefensa. Este sería su primer rodeo. Decir que no estaba un poco nervioso sería una mentira.

"Está bien."

Harribel asintió una sola vez y su poderoso Reiatsu salió disparado, envolviéndolo con un agarre invisible. Era más afilado que una espada, dándole una sensación de peligro. En un instante, ella desapareció, reemplazada por un destello plateado y el distante zumbido de su Sonido. Luego, ella estaba frente a él, su brazo espada cortando el aire.

Su piel se cubrió de sudor frío y su corazón se aceleró en su pecho. En un instante, cambió su peso corporal y utilizó la técnica del Sonido. Su cuerpo desapareció con un fuerte zumbido seguido de una gran nube de arena cuando la espada de ella falló su objetivo y se estrelló contra el suelo, enviando la arena en cascada hacia afuera en círculos concéntricos.

El ataque podría haberlo partido por la mitad —la realización lo hizo tragar saliva. "Esto no es entrenamiento, Harribel. Estás tratando de matarme."

"Solo rasguñará tus huesos gruesos," dijo Harribel en un tono neutral. "Las heridas físicas sin Reiatsu sanan más rápido en el Reishi rico de Hueco Mundo."

Él miró las consecuencias de su ataque. "Sí, claro. Te creo totalmente. ¿Podemos hacerlo sin infligir heridas?"

No estaba listo para probar su habilidad de regeneración tan pronto. Especialmente no siendo aplastado por su espada.

Harribel negó con la cabeza. "Tienes que enseñar a tu cuerpo... de lo contrario, no estará listo cuando llegue el momento."

Mientras que el miedo a la muerte era necesario para empujarlo a sus límites, el miedo podría trabajar en su contra en situaciones peligrosas. Podría abandonar a aquellos que deseaba proteger.

"Harribel-sama, ¡él es inexperto!" Sung-Sun gritó. "Deberías comenzar con cosas básicas como cuándo defenderse y cuándo atacar." Sung-Sun dio direcciones a Harribel para ayudar a Kazuya con el comportamiento inflexible de Harribel. "Un Vasto Lorde que no puede pelear adecuadamente. Es una vista bastante adorable."

"Incluso yo puedo noquearlo," dijo Mila Rose, pero nadie le prestó atención. "Malditos."

"Hahahaha." Apacci no fue tan considerada. Tirando la cabeza hacia atrás, soltó una risa despreocupada. "Su cara es tan hilarante."

Su risa era lo suficientemente fuerte como para llegar a él, lo que lo hizo mirarla con furia en respuesta.

'Me ocuparé de ella después.'

"N-No, ¡estaba bromeando!"

Apacci se estremeció y se calmó. Sung-Sun y Mila Rose se rieron de su respuesta tímida.

Harribel frunció el ceño. "Ganar experiencia a través de batallas es el mejor entrenamiento para ti."

Kazuya conocía la importancia de su consejo. Podía forzar a los Hollows más débiles con su Reiatsu solamente; el mismo método no funcionaría con otro Vasto Lorde o con oponentes más fuertes. Un novato como él necesitaba invertir tanto tiempo como esfuerzo para mejorar.

Si perdía contra otro Vasto Lorde, sería debido a su falta de habilidades.

"Problema de habilidad, maldita sea." Se dio una palmada en las mejillas y apretó los puños. "Sin dolor, no hay ganancia. Ven. Empecemos."

Harribel se abalanzó sobre él sin dudarlo. El sonido del aire desgarrándose llegó a sus oídos: su brazo espada volvía a caer sobre él. Ella era rápida, pero él también era un Vasto Lorde, tanto en cuerpo como en sentidos. Apartándose del ataque, vio su vulnerabilidad tras su ataque amplio.

'Encontré una apertura.'

Levantó la pierna para patear su costado indefenso. De repente, la piel se le puso de gallina, señalando peligro. Otro ataque venía. Una patada frontal a su sección media a tremenda velocidad.

"¡Hap!"

Saltó en el aire sin pensarlo. Swish. La patada de Harribel rasgó el aire; esquivó una patada fatal en el pecho y aterrizó en una roca. La pura adrenalina lo invadió, una oleada de energía recorriéndolo en ondas.

El entrenamiento apenas había comenzado, pero ya sentía su intensidad.

Harribel lo alcanzó instantáneamente con Sonido y balanceó su brazo con fuerza bruta. Apenas se agachó para esquivar. Sin embargo, su brazo cambió de rumbo y lo derribó de rodillas. Lo siguiente que supo fue que estaba besando la arena ceniza.

"Mantén los ojos abiertos y agudos," dijo Harribel con calma mientras se arrodillaba ante él y le despeinaba el cabello. "No esperes que tu enemigo luche con honor... el sobreviviente es el ganador. Es la ley no escrita de Hueco Mundo."

Kazuya se levantó y escupió la arena. A pesar del impacto ridículo, el dolor era inexistente. Miró hacia arriba a Harribel. Su mirada suave carecía de cualquier arrogancia o emociones negativas. Parecía una maestra totalmente comprometida en entrenarlo hasta el final. No, sentía que su mirada era más parecida a la de una madre enseñando a un recién nacido. Ella irradiaba ese tipo de aura.

"Me vas a volver loco."

Harribel casi se sintió obligada a dejarlo solo y feliz. Sacudió la cabeza firmemente, resistiendo sus impulsos.

'No puedo. No puedo detenerme... carezco de la fuerza para protegerlo de Baraggan. Ambos tenemos que crecer.'

Apretando los puños, le dijo que descansara brevemente antes de continuar con el entrenamiento. No usó fuerza letal después de eso, y él pudo seguir en su mayoría el aluvión de ataques de ella. Continuó intercambiando golpes con ella, adaptando su cuerpo a sus movimientos y ampliando su conocimiento de combate.

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