El día prometido se acerca

Tanto Vegeta como él volaron, sabiendo que tenían muchas cosas por hacer.

¿Las habían encontrado? Sí, eso era correcto.

Ellos habían localizado a cada una de las siete esferas del Dragón, buscándolas por lo ancho y alto de este planeta, para que al encontrarlas las tuvieran todas frente a ellos.

Las mismas que revivieron a la gente en tantas ocasiones en la serie original.

Finalmente estaban frente a sus ojos.

Ellos se habían ubicado cerca del templo de Kami conscientemente de lo que esto significaba.

Viéndolas, las esferas cabían perfectamente en sus manos, mientras que en las de Vegeta eran más pequeñas, eso demostraba su diferencia de tamaños.

—¿Preparado, mocoso?

Me pregunta Vegeta, a lo que yo le sonrío.

—¿Tú que crees, gran patán?

Este último bufó al oír cómo lo llamaba, así que extendí mis brazos frente a las esferas en el suelo.

Ambos se encontraban en una llanura, alejados de la civilización, el lugar perfecto en donde podrían utilizar todo el poder de las esferas.

—¡SAL DE AHÍ, SHENLONG Y CUMPLE MÍ DESEO!

Y como por arte de magia, la luz brotó de las esferas en un rayo que iba directo al cielo.

Un agujero se formó en los cielos, y rayos cayeron a los alrededores.

El viento se arremolinó por unos segundos y cuando la luz se apagó fue que ahí estaba.

La imponente criatura a la que tanto le piden cosas.

—¿Cuál es tú deseo?

Sí no estaba mal, este Shenlong tenía dos deseos, así que podía pedir específicamente lo que quería.

—Quiero que elimines el límite de usos de la Habitación del Tiempo.

Sí bien tenía varias ideas, sabía que sí querían realizarlas necesitaban tiempo, por esta misma razón requería de que Vegeta entrenara con él todo el tiempo necesario.

—Bien, deseo concedido.

A un lado mío, Vegeta asintió entendiendo que este deseo era totalmente válido, yo por mí parte levanté mis hombros y me preparé para pedir el siguiente deseo.

Bueno.. eso fue fácil, bastante.

De todos modos, su segundo deseo lo consideraba mejor que el primero.

—¡Quiero que desbloquees mí potencial!

El dragón flotante se mantuvo quieto antes de hacer un sonido de afirmación, es decir, pronto sintió como sí su cuerpo se sintiera más energético, una luz lo cubrió y el dragón cumplió su segundo deseo.

De este modo obtuvo todo lo que tenía por planes.

—Ahora.. las esferas deberían dispersarse una vez más, y con el rastreador sería pan comido ir a por ellas después de la batalla.

Esos fueron sus pensamientos mientras veía irse al dragón tan imponente frente a él, alejándose de su vista.

Las luces volaron al cielo, y las esferas se alejaron.

—¿Listo, mocoso?—Me pregunta Vegeta y yo asiento sin mirarlo, elevandome del suelo con el único objetivo de realizar mí entrenamiento—. Andando, no tenemos mucho tiempo.

Pese a ser una mentira, no quería desperdiciar ningún segundo aquí afuera cuando podía aprovecharlos entrenando en la Habitación del Tiempo.

Después de estas palabras nos dirigimos directo a la Torre de Kami, el lugar ideal para lo que tanto deseaba.

—¿Tienes miedo, mocoso?

Me pregunta Vegeta en nuestro trayecto, a lo que asiento, pero no sin antes responder.

—No me gustaría morir, pero, sí la Tierra depende de mí muerte para sobrevivir entonces gustoso voy a dejarme la vida por mí familia.

Pronto terminamos llegando a la torre, pasamos por arriba de una aldea, luego volamos aún más hacia arriba pasando por la torre de Karin y otra vez rebasamos nuestro límite llegando hasta la Torre de Kami, es decir, el Dios de la Tierra.

—Bienvenidos, señor Vegeta, y tú eres.. bastante similar a..

Asentí rápidamente hacia la figura, confirmando su sospecha.

—¿Estás hablando del Trunks del Futuro? Sí, me presento, mí nombre es Trunks, puede referirse a mí como Present Trunks sí así lo prefiere, Kami-sama—Esto era verdad, la figura aquí enfrente suyo no era ni más ni menos que el actual dios de la tierra, el Namekiano conocido por..

—Llámame Dende, Trunks, y el gusto es mío—Me saluda Dende a lo que yo asiento, luego este me mira de arriba a abajo y mientras inclina ligeramente la cabeza dice lo siguiente—. Eres.. bastante respetuoso, veo que tienes eso parecido a tú versión del futuro, aunque aún no sé de dónde lo sacaste.

Vegeta bufa mirando hacia a un lado, y yo sólo puedo asentir nuevamente.

—Esa es la etiqueta módica, y además, usted es el Dios de la Tierra, sería un insulto sí simplemente ignoro los rangos—Dije con sumo respeto haciendo reír a Dende algo avergonzado mientras se rasca la cabeza, después de esto decido cambiar de tema—. Creo que sabe por qué vinimos, seguramente ha visto que ya hemos usado las esferas del dragón, así que sólo queda...

—La habitación del Tiempo—Se sorprende Dendé al llegar a dicha conclusión, luego de esto el namekiano pregunta lo siguiente—. ¿La tierra está en peligro?

Asentí y procedí a explicar la situación.

—Androides, aún restan un par, me amenazaron para enfrentarme a ellos por mí cuenta, bueno, sólo pelearé contra su líder, así que necesito avanzar, y muy rápido. Y mí nivel de poder según Vegeta aún es muy bajo, así que por eso requerimos de su habitación del Tiempo.

Decidí hacer algo que iría en contra de mi orgullo creciente como Saiyajin, pero, soy humano de nacimiento, así que ignoré ese sentimiento y me arrodillé en el suelo y puse mi cabeza en el suelo.

—Se lo pido por favor, Señor Dendé, ¡Requerimos de su habitación del tiempo!

Vegeta posiblemente esté decepcionado de mí por esto, pero que él se acuerde que lloró como gallina antes de obtener el SSJ, no es digno para hablar.

De repente, siento una mano en mí hombro, y levanto mí cabeza para ver a Dende sonriendo.

—Por supuesto que les prestaré la Habitación del Tiempo, Trunks, aún le debo un favor a tú versión del futuro, así que esto puede contar como una devolución por lo que él hizo por nosotros. Como también, esto nos concierne a todos, la Tierra debe ser protegida a toda costa, ¿No lo crees así?

Maldita sea, te quiero mucho Dendé, por algo me encantó tú versión de Dragon Ball C.

—¡Sí!

Respondo afirmativamente tomando la mano amiga que me ofrece el namekiano, levantándome del suelo.

—Ahora, creo que tú padre puede llevarte, imagino que al ser hijo de tú madre, trajiste comida en cápsulas, ¿O sí?—Me pregunta Dendé y asiento, ya que esta había sido mí idea desde el principio.

Vegeta entonces empieza a caminar pasando de todo, yo lo sigo ya que no recordaba con exactitud en qué parte de la torre de Kami se encontraba la habitación del Tiempo, es así que en un punto llegamos a una puerta y es como lo recuerdo.

—Aquí está, mocoso. ¿Estás listo?

Me pregunta Vegeta tratando de ver sí me siento asustado o algo por el estilo, pero decido ignorarlo mientras abro la puerta y ambos pasamos adentro.

—¡Les deseo suerte, Trunks, Señor Vegeta!—Dice Dendé antes de que las puertas detrás de nosotros se cierren.

Veo que lo primero al entrar son unas camas, así que le hago una seña con mí mano para dejar las cosas sobre una de las camas, este lo hace sin quejarse y yo decido cambiarme de ropa, quedando con la misma ropa que usaba siempre Trunks, es decir, ropa de color negro, shorts y una camisa del mismo color, nada más ni nada menos.

—Andando, Vegeta.

Ordené a lo que el Saiyajin mayor bufó como de costumbre siguiéndome hacia donde se encontraba el vacío infinito de la habitación del Tiempo.

El tiempo aquí era distinto, recordaba haberlo leído tanto en el manga como en la wiki, por esto, esta habitación era la mejor oportunidad que tenían.

—¡Bien, empecemos!

×××××

Mientras tanto, en otro lado...

—Ahora, inténtalo de nuevo, Gohan.

Aconseja una voz a lo que un chico de cabello rubio asiente, tratando de mantener una esfera de Ki y a su vez, manipularla a voluntad con sus dedos, resultando complicado ya que esta suele desvanecerse al querer hacer lo que desea.

—Esto es muy complicado, Yamcha. ¿Cómo se supone qué tú lo haces?

Ahora el renombrado Yamcha ríe mientras se rasca la cabeza y se encuentra incapaz de decirle al hijo de Goku que él tardó unos 5 años en lograr perfeccionar su técnica hasta la maestría que tiene hoy en día.

—Bien, déjalo ahí, Gohan. Ahora, practiquemos el Kienzan.

La razón por la cual de este entrenamiento raro era que Krillin había recomendado que Gohan aprendiera todas sus técnicas y en caso de ellos estar inhabilitados, él pudiera usarlas contra los androides.

—¡Sí!—Asiente Gohan mientras se levanta del suelo dónde estaba sentado practicando.

Lejos de ellos, se encontraban tanto Temshinhan como Piccoro peleando entre ellos para tratar de aumentar sus poderes sí es que eso se podía.

—Oigan chicos, ¿Alguno de ustedes sabe usar el Kaioken?

Pregunta Gohan de repente, haciendo que la mayoría se rasque la cabeza, es ahí que Yamcha asiente sorprendiendo a todos.

—¿Qué? ¿Qué acaso ustedes no saben cómo usar el Kaioken? Fue lo primero que me enseñó Kaio-sama al morir, pero incluso con el Kaioken no podría haberlos ayudado, así que nunca le vi utilidad—Dice Yamcha haciendo que Gohan le haga una leve reverencia preguntando lo siguiente—. Por favor, enséñame el Kaioken, Yamcha.

Sí lo usaban correctamente, Gohan podría aumentar su poder del SSJ1 o el SSJ2 hasta niveles nunca antes vistos, esto también hizo que a Gohan se le prendiera un foco y mirara a Piccoro fijamente, este rápidamente vio la mirada en Gohan y también entendió su punto.

—¿Así que ustedes quieren aprender el Kaioken? Bueno, tenemos algo de tiempo, pero será complicado, así que.. ¡Prepárense para el entrenamiento del Poderosisimo Yamcha!—Explica el humano haciendo que todos asientan, y de repente, saliendo de los árboles en los que se encontraban también sale otra figura.

Todos al instante la reconocen, poniendo una pose de pelea, es ahí que Krillin se pone en medio de sus amigos y la figura mientras mueve sus manos de un lado a otro.

—¡E-esperen, muchachos! ¡Él está de nuestro lado!—Exclama Krillin a lo que la figura asiente y se presenta—. Mí nombre es Lapis, pero sí les parece, pueden seguir llamándome Seventeen.

—Cuando Krillin y mí hermana me explicaron la situación decidí prestarles mí bosque para su entrenamiento con la única condición de que me dejaran participar también. Sí estos androides vienen a por mí sobrina y a por la naturaleza, se las verán conmigo.

Explica el ex-androide haciendo que todos tengan reacciones propias, Gohan mira con un rostro complicado la situación, Piccoro se encuentra de brazos cruzados, Tenshinhan mira serio a Seventeen y es Yamcha quién decide romper el hielo.

—Bien, creo que tú energía infinita sería una gran ventaja en contra de estos sujetos, así que acércate y ponte junto al resto, sólo no me interrumpas, ¿Quieres?—Dice Yamcha haciendo que ahora sí todos se sorprendan, después de todo, Yamcha casi moría por culpa del Dr Maki Gero, lo más normal, sería el odio contra sus creaciones, pero parecía todo lo contrario en la realidad—. ¿Y ustedes que me ven? ¡Andando, no tenemos tiempo qué perder! Ese niño depende de que nosotros hagamos nuestra parte. ¡No es así, Gohan!

El rubio abre los ojos y reacciona, asintiendo mientras todos se mueven a una parte más abierta y libre de árboles para entrenar, puesto qué, se encuentran en la reserva natural de Seventeen, prestada por este último a los guerreros Z para entrenar.

×××××

Arriba de una torre, se encuentran tres figuras, la noche llegó y ahora sólo los acompañan las luces junto al viento frío.

—¿Cuánto tiempo falta?—Pregunta el reconocible Thirteen, a lo que a uno de sus hermanos, específicamente el de color gris responde—. Aún no es 1 de Junio, Thirteen.

El más enano de los tres asiente y dice con una sonrisita.

—¿Y por qué no te relajas y tomas algo de beber, Thirteen? Los humanos son bastante buenos haciendo bebidad alcohólicas y esta en específico es un manjar.

Thirteen ignora a Fiveteen y sigue observando a la ciudad como tal, a su lado, Fourteen suspira y Fiveteen bufa regresando a su bebida.

—Espero ver con ansias que tanto puede lograr un híbrido Saiyajin..

Es lo único que dice Thirteen en una declaración simple y concisa.

Dejando así la incógnita de lo que sucederá en poco tiempo.