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Numb |MIKE SHINODA|

Las amistades verdaderas son inquebrantables. No importa cuánto tiempo pase, o cuanta distancia los separe, la amistad seguirá existiendo. Ese tipo de amistad tenían Hannah Donovan y Chester Bennington. Tras muchos años sin verse, deciden reencontrarse, y rápidamente Hannah se verá envuelta de regreso en la vida de Chester, y todos quienes lo rodean. Entre esas personas está Mike Shinoda, compañero de banda y prácticamente hermano de Chester. Hannah tiene metas definidas para su vida, pero estas se verán cada vez más inalcanzables a medida que el tiempo avanza, y ella se ve involucrada en la vida de Mike, quien no lleva una vida fácil.

xlildixonx · Adolescente
Sin suficientes valoraciones
44 Chs

26.

(NOTA: el siguiente capítulo tiene contenido sobre la muerte de Chester, por lo cual les pido que si es un tema que les pone sensible, no lo lean. #MAKECHESTERPROUD.)

Ya había pasado un año y dos meses desde que comencé mi relación con Mike, y sincerándome, jamás había estado tan satisfecha con mi vida. Me había mudado definitivamente a casa de Mike, mejoré notablemente en Adkins Inc., y destacaba en mis estudios, mientras que Mike estaba a punto de comenzar una gira junto a los chicos, promocionando su nuevo álbum, One More Light.

Me encontraba preparando unos cafés para Mike y para los chicos, cuando oí a alguien caminar detrás mío.

- Hannah.- habló Mike, a lo que yo volteé con una sonrisa, la cual desapareció instantáneamente al ver el rostro de Mike. Yo fruncí el ceño y me acerqué rápidamente a él.

- ¿qué sucede?- pregunté preocupada.

- Debemos hablar, ¿por qué no vienes a la sala?- sugirió. Yo asentí y lo seguí hasta la sala de estar. Allí, los chicos se encontraban sentados, todos con caras pesadas. Yo los observé, para luego devolver mi vista a Mike.

- ¿qué está sucediendo?- pregunté, con la preocupación creciendo dentro de mi.

- Chester...- intentó hablar Mike, pero su voz se cortó.- Chester falleció.- habló finalmente. La expresión en mi rostro desapareció, siendo reemplazada por incredulidad. Por un segundo, pensé que se trataba de una broma de mal gusto.

- Es broma, ¿verdad?- pregunté, a lo que Mike simplemente negó con la cabeza. Intercambié mi mirada varias veces entre los chicos y Mike, quien se encontraba de pie frente a mi. De un momento a otro, como si me despertara de un sueño, reaccioné, sintiendo cómo las lagrimas en mis ojos se agolpaban. Intenté con todas mis fuerzas retenerlas, ya que sabía que si las soltaba no podría parar, pero mi intento fue inútil; las lágrimas ganaron y yo cedí, rompiendo en llanto. Me cubrí el rostro con ambas manos, llorando desconsoladamente, mientras sentía mi respiración agitarse al punto de no llegar a mis pulmones. Sentí cómo mis piernas me dejaban caer, y no me molesté en tratar de mantenerme en pie, pero sentí a Mike sujetarme.

- Hey, hey, tranquila.- me rodeó con sus brazos, y yo me sujeté de sus hombros, llorando sin cesar. Intenté hablar pero las palabras no salían; mi mente no podía formular ninguna frase, y mi garganta estaba totalmente cerrada. Tomé aire agitadamente pero parecía no alcanzar. Me sentía ahogada, tanto por la falta de aire como por el mar de emociones que me daban vueltas. No podía respirar, lo cual Mike notó.

- Tranquila Hannah, tranquila.- habló en un tono suave.

- Dime que no es real, Mike, dime que no es real.- pedí con la voz entrecortada. Él acarició mi cabello, y apoyó su mentón sobre mi cabeza, sujetándome con fuerza para no dejarme caer.

- Hannah, cálmate por favor.- pidió. Yo no respondí; no podía reaccionar, no podía hacer nada más que llorar.- mírame.- habló Mike. Yo negué con la cabeza, a lo que él tomó mi mentón y me obligó a levantar la vista.- todo va a estar bien. Sé que ahora no se siente así, pero te prometo que todo va a estar bien.- dijo. Yo lo miré a los ojos, y pude notar que recurría a toda su fuerza para no quebrarse, por lo cual yo también reuní todas las fuerzas que podía llegar a tener en ese momento para calmarme. Mike necesitaba de mi tanto como yo de él.