La reunión había concluido y todos estaban de vuelta en la nave. Los demás pensaban que era bastante obvio lo que había que hacer, esperar más información.
Quinn no sabía si Vorden estaba realmente en problemas o no. No había ninguna imagen de él, solo compartieron una sola llamada telefónica. Existía la posibilidad de que ni siquiera estuviera en la residencia de los Blades, que las coordenadas que Owen había dado fueran una trampa.
Potencialmente podría estar yendo al lugar más peligroso de la Tierra y por ninguna razón. Simplemente había demasiados detalles que debían aclararse antes de tomar una decisión sólida.
Todo el grupo estaba sentado en la mesa redonda, siguiendo la orden de Quinn de una reunión.
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