Xavier salió del coche. De inmediato, los flashes de las cámaras lo rodearon, mientras los sonidos de los obturadores casi creaban un terremoto.
Al verlo en la entrega de premios, algunos fanáticos y la prensa ya sabían a quién iba a abrirle la puerta del coche.
Prepararon sus cámaras, anticipando la belleza que bajaría del coche.
Primero, los blancos y brillantes tacones de Selene tocaron el suelo, marcando su entrada con elegancia. Xavier extendió su mano, que ella aceptó con gracia mientras emergía del coche, su rostro angelical iluminando las cámaras con su radiante encanto.
Selene apenas tuvo tiempo de parpadear antes de que los flashes de las cámaras los envolvieran a ambos. Su presencia era cautivadora, con su vestido rojo exudando una mezcla de seducción y elegancia regia. Mantuvo un look minimalista, y desde la distancia, uno podría asumir que no llevaba maquillaje alguno.
—¿Quién crees que va a ganar la categoría de mejor actriz? —preguntó un reportero.
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