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Llegar a tiempo

El corazón de Tauriel estaba agitado, como si Smaug se hubiera desplomado en el mar de sus sentimientos. Por una parte, Legolas la aleja de donde su corazón quería estar y, por otra parte, no sabía por qué había reprimido sus acciones delante del enano que había entrado en su vida para cambiarlo todo. Cuando regresa a dar noticias decide buscar al enano y comprar tiempo para hablar...

EscritorDeFics · Película
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12 Chs

Cerrando los ojos

Encontrarse cara a cara con Bolgo no era para nada agradable. Era sin duda uno de esos eventos desagradables que te propones no se vuelvan a repetir nunca más. Una solitaria gota de sudor surco el rostro de la doncella elfo de cabellos rojizos, decir que no sentía cierto temor era engañarse a sí misma. Pero sabía con certeza que no era miedo tanto por ella misma, sino por lo que podía dejar atrás si es que las cosas no salían bien. Había enfrentado en más de una oportunidad a los orcos y a los de su especie, pero esta vez un pequeño escalofrío recorría su cuerpo, un presagio tal vez, tal vez no volvería a ver los hermosos ojos de su enano, el solo ponerlo de manera posesiva hacia su corazón palpitar sin un ritmo determinado y un extraño calor enrojeciera sus mejillas. Era más alto que la mayoría de enanos y era una diferencia notable, no tenía la barba crecida como los demás compañeros de viaje, solo una suave barba que solo había tenido la ocasión de rozar una sola vez.

Su mente viajó hacia posibles lugares en la montaña donde podría estar Kili ahora mismo, suspiró pesadamente cuando en su mente sopesaba las opciones, correr no era una opción porque esos monstruos iban a por Kili, Fili y Thorin y ella no podía asumir ese riesgo, más aún sabiendo sobre la lealtad a muerte que Kili le profesaba a su familia, además, estaba el hecho de que si fallaba jamás podría decirle lo que tenía planeado y eso solo lo dejaría en la oscuridad total y el dolor. Ella no podía permitirse fallar, ella simplemente no podía dejar que eso sucediera, no podía dejar en la incertidumbre a Kili, quería gritarle a la cara su respuesta, quería simplemente que él viera sus labios, pronunciar sus palabras y deleitarse con las reacciones en su rostro.

Avanzó sin frenar hacia Bolgo quien esperaba con una sonrisa despreciable y su respiración era ruidosa, Tauriel empezó a mirarlo fijamente mientras cada vez estaba más cerca de Bolgo y su martillo con final estilo espada, muy peligroso como para ignorarlo, así que Tauriel hizo una nota mental de no distraerse con los segundos golpes porque pueden ser más fatales de lo que pensaba.

—Kili, mantente a salvo —suspiró en voz alta, solo para oír la risa burlesca y diabólica de Bolgo, mientras murmuraba más cosas nefastas en su maldito idioma.

—De nada servirá, igualmente mataremos ¡a toda la línea de Durin! —la ira crecía dentro de Tauriel cuando el maldito monstruo se ufanaba de que iba a llevar a cabo dicha amenaza.

—Maldito —susurró temblando de ira la pelirroja de mirada penetrante.

Entonces la batalla empezó.

Mientras que blandía sus dagas contra la mortal arma de Bolgo no podía dejar de palpitar en su mente una sola palabra, dolorosa, pero a la vez que le daba fuerza, Amrâlimê. Cuando la escuchó simplemente no sabía qué decir, porque no la entendió. Al menos no inmediatamente, pero cuando vio los ojos de aquel enano de cabellos oscuros y mirada penetrante, pero a la vez tierna y desesperada por decir algo que Legolas no pudiera entender, entendió lo que había querido decir y aunque la negación había sido lo primero, ahora mismo no podía negar lo que le había hecho sentir. Una debilidad, un dolor profundo, un miedo, una decepción.

Una debilidad, porque se sintió desvanecer y estuvo a punto de cerrar la distancia que había entre ellos. Un dolor profundo de ver la mirada de decepción en Kili cuando se frenó en sus intenciones. Miedo de lo que pudiera ocurrir cuando se separaran, o si alguna vez volverían a encontrarse, si esa chispa se perdería, si esta pasión que percibía en Kili moriría con la distancia. Miedo de que tal vez su enano se sintiera rechazado y no hubiera otra oportunidad. Y decepción de sí misma por no seguir su corazón, el tiempo le daría la razón que fue en vano quedarse, ya que luego se enteró de que fue desterrada, pero era demasiado tarde.

Amrâlimê

No sabía exactamente qué significaba. Khuzdul era una lengua secreta entre los enanos, que ella haya podido escuchar esa palabra era más que especial, eso ya era todo, pero el significado emocional de lo que Kili había pronunciado había constreñido su corazón.

Ella tenía una respuesta a esa palabra en su idioma, en sindarin, que, aunque no era una lengua secreta, si tenía un significado más intenso que el lenguaje común. Decirlo era atar su corazón, era atar su destino y unirlo al de la persona que recibía esas palabras. Amin mela lle (Trad.: Yo Te amo). Ya no había temor de decirlo, algo había caído en su corazón, tal vez una barrera autolevantada para no dejar entrar a nadie, la pérdida de su familia había sido de lo más doloroso que le había tocado vivir y ella simplemente no soportaría que más gente amada le fuera arrancada y fue por eso que nunca los vínculos llegaron a ser tan profundo como pronunciar esas palabras que de solo pensar en decírselas calentaban su corazón con un fuego que le permitía pensar que todo era posible, aún vencer a Bolgo y vivir para encontrarse con su amado.

Cada golpe era menos preciso, el cansancio estaba haciendo un poco de efectos en ella, por el contrario, Bolgo sonreía con la maldad reflejada en sus ojos. Tauriel trataba de cortar por donde quiera que pudiera encontrar un lugar, pero siempre se encontraba con armadura resistente a sus dagas. En estos momentos anhelaba haber tenido más armas a su disposición. Bolgo podía combatir manteniendo la distancia, mientras ella tenía que estar muy cerca para pensar en hacerle daño. No podía rendirse a pesar de que sus ataques parecieran no hacer nada. Hasta que finalmente logro abrir una brecha y clavar una de sus dagas en el muslo de Bolgo. El gruñido de dolor fue música para los oídos de Tauriel, pero lo que siguió a continuación simplemente la hizo perder toda la esperanza. Bolgo la despojó de la daga que ella había clavado en su muslo, la tomo por los dos brazos haciendo que ella se retorciera por la fricción y acto seguido un fuerte golpe impacto en su pecho enviándola al suelo sin darle lugar a que pudiera respirar.

Oh Kili, parece que nuestro encuentro tendrá que esperar.

Pensaba con pesar mientras trataba de encontrar aire para respirar, pero solamente se encontró con el brazo de Bolgo sobre su cuello levantándola. El aire escaseaba más y más y su visión se volvía borrosa. Entonces recurrió a un último recurso, lo pateo allí donde el sol no brilla, El monstruo se retorció ligeramente soltándola y ella trató de salir de su agarre completamente, pero falló, Bolgo la tomó fuertemente y la lanzó hacia la pared de roca. Tauriel sentía que su cuerpo no respondía más a sus deseos, el impacto había sido un poco devastador para ella. No sabía que más hacer. Solo podía cerrar los ojos mientras veía que Bolgo se acercaba con su arma dispuesta a tomar su vida. Solamente pensaba en la misma palabra que le acompaño en este combate: Amrâlimê

Creation is hard, cheer me up!

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