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La Reina de los Mercenarios

Samantha se embarcá en un intenso viaje buscando su lugar en el mundo sin saber que se ha vuelto un peón para otros. Una mujer que se alzara a la grandeza, pero también oculta un secreto. …. Mientras Sam caminaba por la calle, vio como un destello robo su visión, lo siguiente que supo es que una diosa le ofrece un trato. Puedes reencarnar o morir. Sin otra opción Sam elige reencarnar, pero no esperaba que su cuerpo cambiara y fuera en una mujer, peor aún, ni siquiera es humana. Siendo lanzado a un país en guerra, vive la aventura de Sam desde una esclava, hasta una Reina. Nota. La imagen de portada no me pertenece, puedo retirarla si el autor lo desea, uno de los personajes, esta basado en el del autor de Death March.

Likan · Fantasía
Sin suficientes valoraciones
96 Chs

Capitulo 8 - En la Oscuridad acecha el peligro

¡¡¡¡Nooooo!!!! grite en mi mente al recordar mi vergonzosa actuación en el baño, no podía creer lo que había hecho o mejor dicho lo que había dejado que me hiciera.

No hay dudas de que Claire es hermosa, pero no esperaba que mi relación con ella avanzara a ese nivel, no en este momento y menos aún en el baño.

Saliendo de mi estupor mire la ropa que había preparado Trish para mí, Claire estaba limpiando el baño y me dejo salir antes, siendo sincera eso me ayudo un poco a reducir la incomodidad, por otro lado, la ropa en mis manos era inusualmente atrevida, me preguntaba a quién había pertenecido.

Al final mi atuendo consistía en una blusa sin mangas negra que mostraba mi abdomen, una pequeña falda de color azul que mostraba la mayor parte de mis muslos, zapatos negros con tacón de 5 centímetros y un abrigo largo de color blanco.

La ropa era reveladora, sin embargo, por algún motivo al combinarse con el abrigo daba cierto sentimiento de armonía.

"La moda es un misterio..." - sintiendo que había tenido una revelación, camine hacia la entrada del edificio donde esperaba encontrar a Trish.

"Mmm, sin duda eres bastante bella Samantha..." - Las palabras de Trish me recibieron al salir, no pude evitar encogerme un poco ante su intensa mirada.

"Tranquila no te comeré, pero creo que tu ropa actual será un buen modelo." -examino mi atuendo con la piel de serpiente en sus manos.

Por sus acciones parecía estar midiendo las cuatro partes de piel, pero admitiré que me sentía sorprendida ya que parecía bastante hábil en su tarea.

"Creí que eras una Herrera..." - expresé viendo los objetos a mi alrededor, pero si bien había algunas armaduras, no había ropa por ningún lugar.

"Mmm, en realidad es un error, yo tengo una subclase la cual es [Creadora Mágica] esta es una clase avanzada especializada en la creación de artefactos mágicos desde armas, armaduras, accesorios o ropa." - Expreso con orgullo en su rostro, aunque jamás había escuchado sobre Subclases.

"¿Que es una Sub-Clase?" - pregunte con curiosidad, si bien tenía una idea por el nombre, quería saber más a fondo al respecto.

"Es una segunda Clase, generalmente se obtiene cumpliendo ciertos requisitos o llegando al nivel 40, en mi caso tuve suerte y logré obtenerla hace un tiempo." - me sorprendió un poco escuchar los requisitos, así que decidí evaluarla.

[Trish Berserker de Sangre Nv 32]

Su nivel era alto, la verdad me sorprendió que alguien tan fuerte eligiera trabajar creando cosas en lugar de salir, pero lo cierto es que no conocía sus circunstancias y podría ser un error mío.

"¿Tienes algún pedido especial?" - Trish me pregunto levantando la piel, dando a entender que se refería a la ropa.

Después de pensar un momento se me ocurrió lo que sería un objeto esencial, un cinturón de castidad, la piel de serpiente era increíblemente fuerte pero suave al tacto, por eso el Orco no logro quitármela fácilmente.

Cuando le comenté mi idea, me dijo que era razonable y resulto ser un pedido común entre aventureras o nobles, naturalmente mi pedido no era el [Cinturón Erótico] que muchos pedían sino algo más conservador. Aparte de ello pedí un sostén, ya que no podía acostumbrarme totalmente a mi busto.

"Trish, ¿Cuánto costara esto?" - siendo sincera me preocupaba el precio, ya que no era necesario decir que estábamos en quiebra.

"Mmm, será caro, pero podemos anular el pago si me regalas lo que sobre del material." - dijo con una mirada astuta en su rostro.

"Gracias." - Agradecí en voz baja, y continuamos charlando, así pasamos lo que fue un tranquilo momento.

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"Mira Sam, este es el Gremio." - Exclamo Claire quien tomaba mi mano para suprimir el nerviosismo.

"Vamos, estoy contigo." - la alenté aumentando la fuerza en mi mano.

Con una expresión resuelta entramos al Gremio de Aventureros, este era un edificio con las mismas dimensiones que el de Comercio, pero no tan ostentoso.

Al entrar ignoramos las miradas de sorpresa, parecía que Claire decía la verdad ya que todos los que nos topamos tenían expresiones de incredulidad al verla, parece que nadie esperaba verla con vida.

Al llegar a la recepción nos separamos por un momento, ella siguió a una recepcionista para dar su reporte y yo por mi lado fui a pagar nuestras "multas".

"Bienvenida, ¿hay algo en lo que pueda ayudarla?" - Me pregunto de manera cortes, pero lanzaba miradas ocasionales en dirección a Claire quien fue al fondo del edificio.

"Me gustaría hacer un registro y pagar dos multas." - dije de manera concisa.

Saque con rapidez las dos tarjetas de madera y las coloque sobre el escritorio, la joven reviso los detalles antes de sacar una pequeña esfera blanca.

"Las monedas por favor." - sus movimientos eran rápidos, como si fuera algo común.

De la parte interna del abrigo tome dos monedas de plata que nos dio Trish y las coloque frente a la mujer.

Ella las tomó y reviso un momento antes de guardarlas, después de eso me pidió que colocará mi mano sobre la esfera.

"Muy bien, esto anula ambas deudas, si quiere puedo registrarla y de esa forma no tendrá que pagar cuando entre a la ciudad." - con un tono ensayado me explico las ventajas de unirme al gremio, la verdad es que sentía que le quitaba la alegría a la vida al hablar.

"¡¡¡Púdrete!!!, informaré todo al templo." - un grito resonante interrumpió el monólogo de la mujer.

Por la puerta que dirigía al fondo del gremio, vi como salía Claire con una expresión furiosa.

"Sam, vámonos" - tomando mi mano tiro de mi hacia la salida del gremio.

Apenas habíamos salido cuando otro hombre nos alcanzó y detuvo el avance de Claire.

"Espera, podemos llegar a un acuerdo, no necesitas hacer algo de lo que te arrepentirás." - el desconocido trato de convencer a Claire, pero esto parecía hacerla enojar más.

"¡No me interesa que sea tu hijo! ¡Mato a Sally!." - sus palabras impactaron a la multitud circundante, el hombre por su parte retrocedió un paso.

"No harás lo que te plazca niña." - con esas palabras regreso al Gremio.

Sin decir nada, Claire tiro de mi en dirección al taller de Trish, pero podía ver como sus hombros temblaban por la ira.

Al llegar soltó mi mano y fue al fondo de la tienda, quise seguirla, pero Trish me detuvo.

"Necesita estar sola un momento, en lo que se calma bien podrías ayudarme." - con esas palabras sello mi destino y me hizo pasar todo el día cuidando el mostrador.

No hubo ningún cliente.

Por la noche sin embargo me mostró la primera de las prendas que terminó.

[Armadura de Doncella]

[Unas pequeñas bragas que no ocultan el esplendor de tu cuerpo, han sido creados con el propósito de protegerte, pero no te interrumpirán cuando llegue el momento.

Rango D

Sin Vincular

Encanto +5

Auto limpieza

Auto reparación ...]

Cuando leí su descripción me sorprendí un poco, por la explicación que me dio Trish en el momento que me las ponga se vinculará a mí.

Eso significa que a menos que yo me las quite nadie podrá quitarlas, o hacerlas a un lado, sin duda era el llamado cinturón de castidad.

El problema es que eran pequeñas, y apenas cubrían lo esencial, aunque evitarían que fuera violada, no parecían muy decentes.

Gracias al material del que estaba hecho, no podría ser destruido más que por un arma de alto nivel o una persona sobre el nivel 45 y en caso de ser dañada se reparaba absorbiendo pequeñas porciones de mi Mp.

¡¡Incluso se limpia solo!!

Todo sonaba genial pero la última función que me contó Trish me dejó sin palabras.

"Cuando estés teniendo relaciones se volverá transparente, intangible y no obstruirá el sexo." - tenía una brillante sonrisa en su rostro cuando lo dijo, por mi parte sentí como mi cabeza dolía al escucharla.

"Sigh. Me tomo toda mi energía y habilidad para hacer uno, tardaré más en hacer lo demás." - parecía agotada, así que permitiéndole descansar comencé a cerrar la tienda y me dirigí a preparar la cena.

Parecía que por primera vez desde que me separe de Liza, podría dormir cómodamente.

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PV: Trish

"Salgan, sé que están ahí." - mis palabras sonaron en el oscuro callejón.

Poco después vi como 5 hombres aparecían desde la oscuridad, no necesitaba investigar quienes eran ya que su reputación era bastante famosa en la ciudad.

"Apártate Trish, si lo haces haremos la vista gorda, o bien podrías ser la primera." - me amenazó un joven apuesto, tenía 20 años y su nombre era Ryker, conocido por ser el hijo del maestro del gremio de aventureros.

"Yo opino diferente, si se van ahora no romper sus piernas" - le respondí sin emoción al Bastardo que mató a mi niña.

Levantaron sus armas en alto como respuesta a mis palabras, y así se lanzaron contra mí.

El primero en llegar fue un asesino, uso un par de dagas dirigidas a mi espalda, esquive fácilmente con un paso lateral y antes de que recuperará su postura lance un tajo contra su cabeza.

Mi espada estaba en su vaina, por lo tanto, mi golpe solo lo envió volando y dejó inconsciente en el frío piso.

El segundo aprovecho el momento y aventó una esfera en mi dirección, esta explotó en el aire liberando una cortina de gas negro.

No pude evitar alabarlo al ver como uso lo que se supone es un medio para huir, ya que obstruyo mi vista y podía atacar desde cualquier punto.

Pero me subestimo.

Dando un salto hacia atrás esquive una lanza que se dirigía a mi corazón, una vez toque tierra tome aire en mis pulmones y solté un grito al aire.

"¡Aaa!" - una pequeña onda de choque golpeo todo frente a mí.

"Agh."

"Maldición."

Quejidos salieron desde el frente y el gas comenzó a dispersarse, en poco tiempo la escena ante mi había cambiado.

Dos hombres yacían al otro lado del callejón, mi grito los envío contra la pared y no podían pararse.

Los últimos 2 mostraban caras pálidas.

"¿Aún quieren pelear?" - Pregunté con burla en mi tono.

"Perra, se suponía que estabas retirada." - Ryker se veía sorprendido, como si creyera que retirarme me quitaría mi fuerza.

"Última oportunidad, te vas por tu cuenta o no volverás a pararte." - mis palabras lo hicieron temblar, y se retiró paso a paso.

En poco tiempo solo quedaban los 3 hombres que había dejado inconscientes, pero no había razón para que me preocupara por ellos por lo tanto di la vuelta y camine hacia casa.

No tarde mucho en llegar frente a mi pequeño taller, para mi sorpresa me tope con Claire en la entrada, ella llevaba una de mis pijamas y exponía su voluptuoso cuerpo.

"No uses mi ropa, o acaso quieres seducir a alguien." - dije de manera burlona, ya que era obvio que Claire estaba tras Samantha.

Después de todo me había estado preguntando por cierto objeto mágico, si no pudiera adivinar con eso solo significaría que tengo retraso mental.

" Trish, ¿Dónde está Sam?" - con una mirada preocupada me preguntó. "la estuve buscando, pero no la encontré."

Me sorprendí por sus palabras, fue entonces cuando recordé que Samantha me preguntó la ubicación del templo y parecía querer visitarlo.

"Pudo haber ido al templo, ve a cambiarte y la buscaremos" - deb�� decirle que no saliera cuando fui a enfrentar a Ryker.

Calmando mi mente espere a que saliera Claire antes de dirigirnos hacia el Templo por la ruta más corta, la hora era cerca de la media noche, pero este era uno de los pocos lugares que siempre se mantenía abierto.

Al llegar preguntamos por ella y doncella nos dijo que sólo dio un rápido vistazo antes de irse, hace casi una hora.

Creyendo que algo pudo pasarle, regresamos por un camino diferente, y recorrimos algunos callejones, pero no encontramos ninguna señal de ella, nuestra preocupación había crecido, así que decidimos regresar a casa por nuestro equipo en caso de que algún enemigo la hubiera capturado.

La figura de Ryker llego a mi mente cuando pensé en un posible perpetrador, así que decidí ponerlo como mi primer objetivo, sin embargo, cuando entramos a mi casa nos sorprendimos al verla salir de la cocina con un vaso de agua, se había cambiado y parecía lista para dormir.

"¿Paso algo?" - Nos preguntó con evidente sorpresa en su rostro.

"Te fuimos a buscar, ¿porque no avisaste que saldrías?" - Claire bramo con evidente enojo en su rostro, aunque parecía más la pelea de una esposa que atrapo a su marido siendo infiel.

"L-lo siento, estabas dormida y Trish había salido, no se escribir así que no pude dejar una nota." - sus palabras fueron claras, y estaban llenas de lógica o eso pudo parecer.

La cara de Claire se volvió rojo brillante al notar sus propias acciones, al final sin decir nada salió corriendo y se encerró de nuevo, aunque esta vez por un diferente motivo.

Eso nos dejó a las dos solas en la habitación, el silencio cayo entre ambas, su mirada estaba dirigida en dirección a Claire y después de unos minutos al notar que no volvería dirigió su vista en mi dirección, esto nos llevó a un pequeño concurso de miradas.

"¿Los mataste?" - fui quien termino por romper el silencio cuando le pregunte de manera abrupta.

No respondió a mis preguntas y solo me miro en silencio, no la conocía lo suficiente para poder saber si estaba afirmando o negando la situación, pero tampoco podía hacer nada al respecto.

"Sigh. vamos a dormir." - con mis palabras la dirigí hacia mi habitación, esta noche ella dormiría conmigo o Claire podría notarlo.

"¿Como lo supiste?" - me pregunto cuando entramos en mi habitación.

"El olor en tus manos, después de tantos años en campos de batalla es fácil reconocerlo." - mis palabras parecieron darle una pequeña epifanía.

De esta forma me acosté en la cama y la jalé a mi lado, al menos sus enormes pechos servirían como mi almohada esta noche.

"¿Lo hiciste por Claire?" - pregunte mientras respiraba su aroma.

Ella no respondió, pero coloco su mano sobre mi cabeza y me acaricio suavemente.

Así pronto la fatiga lleno mi cuerpo y caí en un profundo sueño, me preguntaba como lidiaría con los problemas la mañana siguiente.

La oscuridad es realmente peligrosa. Niñas tontas.