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Hechicero supremo en hogwarts

Tras morir de la manera más cliché posible, atropellado por un camión, nuestro protagonista despierta en un nuevo mundo: el universo cinematográfico de Marvel (MCU). Renace como Stephen Strange, un niño que más tarde se convertirá en el icónico Doctor Strange. Armado con el conocimiento de los eventos futuros, decide tomar el control de su destino, salvando a su familia, estudiando incansablemente, y eventualmente ingresando al Kamar-Taj mucho antes de lo que debería, todo para prepararse para las amenazas que sabe que vendrán. Con el tiempo, Strange no solo se convierte en el Hechicero Supremo, sino que también establece lazos inesperados con los Vengadores, participa en épicas batallas, y manipula el tiempo y la realidad para evitar alteraciones críticas en la línea temporal. Sin embargo, a pesar de su poder y sabiduría, su vida se ve constantemente interrumpida por el deber, sin tiempo para disfrutar de la juventud que tanto anhela. Pero justo cuando piensa que ha alcanzado el control total, su sacrificio en la batalla contra una poderosa variante de Wanda Maximoff lo lleva a otra reencarnación, esta vez en el mundo de Harry Potter, donde renace como Stephen Flamel, el nieto adoptivo de los legendarios Nicolas y Perenelle Flamel. Ahora, con una segunda oportunidad para disfrutar de su infancia, Stephen comienza una nueva aventura en un mundo lleno de magia, donde sus conocimientos y habilidades lo llevarán a explorar los límites de lo posible, mientras intenta descubrir el propósito detrás de su inusual destino.

YoDarki · Película
Sin suficientes valoraciones
65 Chs

"Deseos Reflejados"

Como tuve que viajar 4 horas. Con un internet intermitente tuve tiempo para 2 capítulos más aqui se los dejo. Gracias por las piedras de poder.

(1/2)

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En el café donde Stephen llevó a Fleur, se percibía un ambiente bastante curioso.

Al parecer, muchos fans de Fleur frecuentaban este café, ya que todos miraban a Stephen como si fuera el enemigo final. Como si esperaran que fuera un villano que había secuestrado a la princesa, haciéndola sufrir, y soñando con ser ellos quienes la rescataran para ganarse su amor. Y no estaban tan equivocados en cuanto al hecho de que la "princesa" había sido secuestrada, pero, a diferencia de sus sueños, esta princesa parecía más que contenta con su supuesto secuestro.

"¿Por qué estás tan contenta ahora?" preguntó Stephen, ya que cuando la vio por primera vez ese día, estaba hecha una fiera.

"¡Tos! No estoy feliz. ¿Entonces, qué quieres hablar? Si es para disculparte, no me interesa", dijo Fleur, con las mejillas aún rojas.

"*Suspiro*. En serio me vuelves loco. No, ya no me voy a disculpar. No tengo ganas de discutir con una niña mimada", dijo Stephen, cansado.

"¿¡Mimada!? Si no te vas a disculpar, ¿entonces para qué estás aquí?", preguntó una Fleur enojada.

"Ya lo dije. Voy a ser un poco más contundente. Así que, primero, si me vuelves a ignorar durante un mes y no contestas mis llamadas, no será tan fácil que solo sean unas palmadas, ¿entendido?", dijo mientras le daba una sonrisa malévola a Fleur. Algo que, en vez de asustarla, hizo que se pusiera aún más roja.

"Sí", respondió suavemente, mientras se preguntaba por qué su corazón se agitaba tanto.

"Bien. Para Navidad, ven a visitar a la abuela, que te extraña. Y para el torneo del próximo año, vamos a inscribirnos en el duelo en parejas. Eso es todo", dijo Stephen mientras tomaba el café que había pedido. Luego de dar un sorbo, puso una cara de asco, ya que no estaba acostumbrado, pero se lo aguantó para seguir pareciendo genial.

De hecho, en su mayoría fue actuación, ya que había seguido el consejo de un libro muggle que una de sus compañeras le había enviado, sin saber que esta "personalidad" sería la que más apoyarían las chicas. Incluso algunos chicos pensarían que era genial, pero eso es para después.

"¿P-parejas?", preguntó Fleur, tan roja que parecía un tomate.

"Sí. ¿Algún problema?", preguntó Stephen, observando hasta qué punto alguien podía ponerse rojo.

"No. Está bien, vamos al duelo en parejas", dijo Fleur, alegre por cómo sonaba la palabra. Aunque no sabía que Stephen pensaba que por eso estaba molesta. Si lo supiera, ni su actuación genial lo salvaría de una buena paliza.

"Bueno, vámonos, los chicos nos esperan", dijo Stephen mientras pagaba la cuenta y comenzaba a caminar. Fleur se levantó rápidamente y lo siguió con pasos pequeños, mientras todos en el café morían de envidia, algo que Stephen notó pero ignoró con gracia.

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Pasaron unos días jugando con sus amigos y visitando casas durante la Navidad, incluso la de Fleur, donde el padre de Fleur lo miraba con una mezcla de ira y compasión, algo que confundió a Stephen hasta el final de las fiestas.

Luego, Stephen y los gemelos volvieron a Hogwarts, esta vez con menos equipaje y sus monederos más llenos.

"La verdad, no sé por qué siguen haciendo esto si ya tienen dinero", dijo Stephen, mirando a los gemelos que contaban moneda por moneda.

"Bueno, el problema es mamá", "sí, ella no nos permite tener una tienda de bromas", respondieron los gemelos.

"Ella prefiere que sigamos trabajando contigo cuando terminemos la escuela", "cree que tendremos más futuro contigo", hablaron los gemelos con una seriedad poco común en ellos.

"¿Entonces les confiscó el dinero?", preguntó Stephen.

"No, ni siquiera nuestra madre es tan cruel", respondió rápidamente Fred.

"Es nuestra manera de demostrar que somos serios en esto", comentó George.

"Vaya, ¿pueden ser serios?", se burló Stephen mientras entraban al castillo, seguido por los gemelos que se quejaban hasta cansarlo cuando llegaron a su habitación.

"Ahora que volvimos, ¿por qué no damos un recorrido para recuperar territorio?", "eso estaba pensando, ¿te unes, jefe?", dijeron los gemelos cuando llegaron a la sala común de Gryffindor.

"Claro, pero vamos por caminos separados, ustedes son ruidosos. Tengo sobredosis de ustedes por toda la semana", respondió Stephen mientras salía de nuevo.

"Bueno, solemos causar esa sensación", "cierto, jaja", dijeron ambos mientras también salían de la sala.

Mientras Stephen caminaba sin un destino particular, llegó a la habitación donde se suponía que estaba el espejo de Erised.

"Cierto, el espejo. Nunca me he fijado cuál podría ser mi deseo más profundo. Es un buen momento", dijo Stephen mientras entraba a la habitacion.

Tienes razón, ¡aquí está el resto del capítulo corregido!

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Cuando entró, lo primero que vio fue al pequeño Harry sentado como si estuviera hipnotizado, mirando el espejo mientras se sentaba.

Después de casi una hora, mientras examinaba el espejo tratando de descubrir sus secretos, Stephen finalmente le habló a Harry.

"Sabes que si no duermes bien, no crecerás lo suficiente, ¿verdad?", dijo Stephen, sorprendiendo a Harry, que pensó que había aparecido de la nada.

"¿J-jefe Stephen, cuándo llegó?", preguntó Harry, saliendo de su sorpresa.

"A Hogwarts hoy. Y aquí hace unos 57 minutos. Interesante espejo, ¿verdad?", dijo Stephen acercándose al marco del espejo.

"Es bonita. ¿Es tu madre?", preguntó Stephen a un Harry confundido.

"¿Cómo puedes…?"

"¿Verla?", terminó la pregunta mientras Harry asentía lentamente. "Cuando quise que Ron lo viera, no pudo. Él vio otra cosa."

"Jaja, después de todo, es el espejo del deseo, y si alguien no puede controlar su deseo, no podrá ver el deseo de otra persona. No te preocupes, es normal", dijo Stephen con una sonrisa.

"¿Entonces tú puedes controlar tu deseo?", preguntó Harry con algo de admiración.

"Nop. Simplemente deseé ver tu deseo más profundo", respondió Stephen burlonamente.

"(¿Y eso no es controlar tu deseo?)", pensó Harry, y aunque Stephen no sabía leer mentes, Harry lo demostró con toda su cara.

"Él tiene cara de mal estudiante", dijo Stephen mientras miraba al hombre en el espejo. "Justo igual que tú. Lástima que te pareces a él y no a tu madre; si no, serías más popular de lo que ya eres. Aunque, ahora que lo pienso, ¿dónde dejaste estacionado tu dragón?", se burló Stephen, recordando los cuentos que circulaban en el mundo mágico sobre Harry.

"¡No tengo una montura!", dijo Harry, algo harto al recordar cuando se unió a Hogwarts y descubrió todos los cuentos que existían sobre él.

"Lástima que no existe el derecho de copyright en el mundo mágico, si no, te harías súper millonario con juicios", le dijo Stephen a Harry.

Cuando terminó de reírse de él, Stephen de repente se puso serio y habló suavemente.

"Harry, soy algo así como tu maestro, así que lo diré por tu bien", dijo Stephen, sorprendiendo a Harry por la seriedad en sus palabras.

"Cuando pierdes tu mundo, a veces intentas volver con todas tus fuerzas, pero eso te hace más daño del que crees. Aunque no te des cuenta, solo harás sufrir a tus amigos y seres queridos."

"¿M-mundo?", preguntó Harry.

"Tu mundo", dijo Stephen señalando al espejo, donde estaban los padres de Harry.

"Mucha gente se ha perdido en su deseo. Es algo muy peligroso. Sería mejor que no volvieras. Si quieres, puedes pedirle a Hagrid que te ayude a conseguir una foto de ellos. Es mejor solo recordarlos que perderte. Por lo menos tienes esa posibilidad", dijo Stephen con una tristeza raramente vista.

"Jefe Stephen, ¿está bien si le pregunto si usted pasó por algo similar?", preguntó Harry, intentando ser lo más suave posible.

"Sí. Como tú, yo perdí mi mundo dos veces. O tal vez ellos me perdieron a mí. Depende de la perspectiva...", respondió Stephen suavemente. Viendo que el ambiente se había vuelto demasiado deprimente, habló con energía. "Bueno, pequeño Harry, es hora de volver", dijo con una sonrisa mientras empezaba a echar a Harry.

Cuando Harry se fue, Stephen miró hacia el espejo y vio a todos sus antiguos amigos y familiares de los dos mundos anteriores que lo saludaban como despedida.

"*Suspiro*. Aunque ya no soy ninguno de los dos, supongo que el deseo de despedirse de ellos quedó en mí", dijo mientras veía cómo, poco a poco, la claridad de las personas iba desapareciendo hasta quedar un espejo completamente limpio.

"Viejo, espero que no estés mirando mis deseos más profundos. Eso te convertiría en un pervertido, ¿sabes?", dijo Stephen a una de las columnas, mientras salía Dumbledore.

"No te preocupes. Respeto la privacidad de todos mis alumnos. Solo me llamó la atención tu encuentro con el pequeño Harry", respondió Dumbledore, ignorando el suave insulto.

"¿Mmm?", miró Stephen con sospecha a Dumbledore.

"Perdón por eso. Justo llegué para escuchar su conversación. Espero me disculpes", dijo Dumbledore.

"Está bien, no es algo que quiera ocultar", dijo Stephen mientras empezaba a marcharse.

"Aunque debo decir que tu analogía de nombrar 'mundo' a lo que perdemos es perfectamente correcta", dijo Dumbledore mientras miraba a Stephen marcharse.

Deteniéndose un instante, Stephen respondió suavemente: "Sí... analogía. Nos vemos, viejo", y se marchó.

Mientras que dumbledore quedó unos segundos mirando hacia el espejo pero sin acercarse...

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*Correjido por chatgpt*