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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente) Vol. 7 : NieR:Automata (Próximamente)

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238 Chs

Capítulo 2: Asahi Toru

El llanto de un recién nacido se escuchó en aquella habitación, donde una mujer respiraba con dificultad. Fácilmente se podía observar a las diferentes kunoichi médico atendiendo con cuidado a la mujer.

"Es un niño..."

Una leve sonrisa se mostró en los labios de la mujer al sostener a su hijo entre sus brazos. La felicidad inundaba su corazón, sentía que esos difíciles nueve meses habían valido la pena. Sin importar como, quería ver crecer a aquel niño que sostenía en sus brazos, quería verlo sonreír y vivir la vida de un niño normal. Aquella mujer quería que su hijo sea feliz, alejado de las prácticas de su clan.

"Hemos terminado por hoy, le sugerimos que descanse durante una semana. Después de ese lapso de tiempo puede volver a moverse libremente"

La mujer respondió con un ligero movimiento de cabeza, a lo que las kunoichi simplemente hicieron una reverencia y salieron de la habitación, dejando a la mujer junto a su hijo.

"Eres más pequeño de lo que pensé. Tan lindo, mi pequeño Toru... mi pequeño Asahi Toru"

La mujer miró a los ojos del niño, aquellos ojos parecidos a los de un gato, ojos de un extraño color gris, aunque la pupila no era como la de un gato, obviamente.

"Tus ojos... no sé parecen a los míos ni a los de tu padre. Que extraño"

La mujer miró los ojos del recién nacido con curiosidad. Después de todo nadie en el clan Asahi tenia ojos como los de Toru, es más, nunca había visto a una persona con ese tipo de color de ojos.

"Unos ojos tan lindos que no muchos tienen. De algún modo me siento orgullosa"

La mujer mantuvo la sonrisa en su rostro mientras sostenía la pequeña mano del recién nacido. La fuerza que ejercía el niño era un poco débil, pero para ser un recién nacido era mucho.

"Kyoko..."

Un hombre irrumpió en la habitación, tenía la misma cara que el niño que estaba con la mujer, o más bien, el niño tenía la misma cara que el hombre que entró en la habitación.

"Kenji..."

La mujer reconoció al hombre al instante, después de todo era su esposo y padre de Toru.

"Lo siento por no haber venido antes, tenía algunas cosas que hacer junto al líder del clan Uchiha"

"Vaya, te importa más tu trabajo que tu propio hijo"

Kyoko sostuvo a Toru en sus brazos y le dio una mirada furtiva a Kenji. Estaba molesta con el hombre por no haber estado presente en el nacimiento de su propio hijo.

"En serio lo siento"

Kenji se disculpó, pero una disculpa tan vacía como esa no bastaría para complacer a Kyoko.

"¿Qué voy a hacer contigo...? Si tanto lo sientes pídele una disculpa a Toru"

Al escuchar el nombre del niño la cara de Kenji cambió de una expresión de culpa a una de incertidumbre.

"¿Toru? Yo quería llamarlo Haruto, ¿por qué lo decidiste sin preguntarme?

"Porque quiero y porque puedo"

"En serio. Al menos aún se puede cambiar en el registro"

Al escuchar eso una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de Kyoko, después de todo ella ya lo había planeado todo.

"Jajaja, muy tarde. Ya esta registrado como Asahi Toru"

"¡¿Que?! ¡¿Por qué?!"

"Tranquilo, podremos ponerle el nombre que tu quieras al siguiente"

"Al siguiente... entonces eso significa que..."

Un rubor apareció en la cara de Kenji al darse cuenta de lo que pasaría en el futuro, así que, dándose la vuelta para que su esposa no viese la cara que estaba poniendo Kenji dijo:

"Bueno, creo que puedo dejarlo pasar por esta vez"

(Siempre fue fácil convencerlo. ¿No es así, Toru?)

Kyoko miró a su hijo, el cual dormía plácidamente, como si ninguna preocupación lo molestara, después de todo es un niño, y los niños no tienen preocupaciones, ¿o si?

-Cinco años después-

Con una gran velocidad aquel niño se movilizaba entre los árboles. Cada vez que tocaba una rama con sus pies algunas hojas se desprendían. En su cuello se podía ver una bufanda de color rojo sangre, y en una de sus orejas un pendiente con forma de garra.

"Pájaro, dragón, tigre, mono, buey, jabalí, dragón, pájaro, dragón, mono..."

Mientras saltaba de árbol en árbol, el niño practicaba los sellos manuales, conocidos por canalizar el chakra suficiente como para poder controlar los elementos.

"Tigre, mono, jabalí, pájaro..."

Una y otra vez, el niño repetía en voz alta los sellos que sus manos mostraban. Aunque era un poco lento, sus manos replicaban a la perfección los sellos que había encontrado en un viejo libro de su padre.

"Liebre, dragón, mono, tigre, buey..."

La velocidad en la que usaba los sellos iba aumentando entre más tiempo los estuviese practicando. La dedicación que el niño mostraba era admirable, mantenía una mirada neutral mientras practicaba los sellos. Así pasaron algunos minutos hasta que...

"Shakuton: Moeru Yona Kaze no ha [Liberación de Quemar: Cuchilla de viento llameante]"

Al decir eso, una pequeña llama de dos centímetros de diámetro apareció, fue lo suficientemente fuerte como para mantenerse dos segundos encendida antes de desaparecer por completo. El niño vio esta llama con una expresión neutral antes de que un suspiro se escapara de sus labios.

"Esto tomará más tiempo, aún no es suficiente. Al menos debería poder crear una llama que se mantenga estable"

El niño hizo su observación, al parecer su control del chakra se limitaba a su temprana edad. Ya que es un niño de cinco años obviamente iba a tener dificultades al manejar el chakra de su cuerpo, al menos el de sus manos y pies, los cuales tienen los puntos de chakra más fáciles de controlar.

"Lo intentaré más tarde..."

Después de decir eso el niño optó por volver a casa, si su madre se daba cuenta de que su querido hijo había desaparecido haría un gran alboroto, algo que el niño quiere evitar a toda costa.

-Clan Asahi-

En un instante, el niño apareció. Traía una gran bolsa de papel en sus manos, llena de lo que parecía ser diferentes piezas metálicas.

Sus ojos miraron a distintos lugares, para cerciorarse de que no hubiese nadie de su clan buscándolo. Si este era encontrado sería encerrado y regañado por su madre durante más de dos horas, y eso sería una pérdida de tiempo que el niño no podía dejar pasar.

"Oh, Toru"

Mientras el niño, cuyo nombre es Toru, pasaba por una de las puertas con vista al jardín un niño de cabello negro y ropa de color negro lo llamó. Toru reconoció al niño al momento de verlo, después de todo los dos crecieron juntos.

"Sasuke..."

"En serio. Tu mamá ha estado buscándote ¿Dónde has estado?"

"En el bosque... entrenado. También salí a comprar unas cosas"

Con una expresión neutral en su rostro, Toru le muestra la bolsa de papel que tenía en las manos. Sasuke se acercó para ver el contenido, y lo que pudo ver fueron diferentes piezas metálicas, algunas tenían forma de cubo, otras eran esféricas y las que quedaban eran tornillos y tuercas.

"¿Qué piensas hacer esta vez? La última vez que hiciste algo tu habitación explotó"

"Eso lo sabrás cuando esté terminado. Por ahora quiero dejar estas cosas en mi habitación, además quiero esperar a Itachi para que me siga enseñando a manejar los sellos"

"Los sellos... ¿aún sigues con eso? Cuando vayamos a la Academia Ninja podremos practicarlos"

Ante las palabras de Sasuke, Toru mantiene un largo silencio de cinco segundos antes de responder.

"Solo quiero adelantarme un poco, así ya estaré preparado"

Sasuke miró a Toru con curiosidad, él siempre pensó que Toru era un niño raro que siempre se mantenía callado, no hablaba con nadie y siempre hacía cosas extrañas de científicos, pero eso no evitó que puedan llevarse bien.

"Esta bien, entonces te espero en mi casa. Nii-san esta hablando con papá, así que ven rápido antes de que se vaya"

"Si, eso haré"

Después de aquella charla el pequeño Sasuke regresó a casa, dejando a Toru solo, mirando al cielo con una cara de póker.

"Uchiha Sasuke..."

El clan Uchiha, del que proviene Sasuke, es considerado uno de los clanes más poderosos de Konohagakure. El Sharingan y el Mangekyo Sharingan es la técnica de línea sucesoria que les caracteriza, además de poseer un gran control del chakra que les permite usar los elementos del fuego y rayo casi a la perfección.

Por otro lado, el clan Asahi, al que pertenece Toru, tiene relaciones estrechas con el clan Uchiha, es considerado uno de los más poderosos por debajo de los Uchiha. Son reconocidos por poseer la extraña técnica de imbuir objetos en chakra, haciendo que los mismos objetos adopten la naturaleza del chakra, convirtiendo cualquier objeto en un arma mortal. Esta técnica de imbuir chakra en objetos supera por completo a cualquier técnica que use el flujo de chakra, siendo que pueden imbuir chakra a casi cualquier objeto inanimado. Además, son expertos shinobi especializados en sigilo, investigación científica y fabricantes de armas.

En pocas palabras, el clan Asahi es un clan lleno de shinobi prodigio que aporta una gran parte de fuerza militar a Konohagakure. Por lo que son indispensables en caso de una guerra, de no ser por el clan Asahi y Uchiha, Konohagakure habría sido destruida hace mucho tiempo.

"Debería darme prisa, Itachi siempre está muy ocupado, así que no debo desperdiciar el tiempo"

Toru continuó de camino a su habitación, de la que minutos después salió. Para un niño de la edad de Toru ser un shinobi se ha convertido en un sueño que está dispuesto a cumplir. Desde que tiene memoria, Toru ha querido ser igual de habilidoso que Uchiha Itachi, esa es la razón por la que se escapa de casa para entrenar el manejo de armas y el ninjutsu.

-Clan Uchiha-

Las hojas de los árboles lentamente se desprendieron de las ramas del árbol frente a él, parecía ser que aquel chico sentado en la entrada de su casa estaba esperando a alguien. Tenia el cabello negro al igual que sus ojos, y aparentaba tener entre doce y catorce años.

"Aún me faltan algunas cosas por preparar, así que tardaré algunas semanas, ¿Estarán bien ustedes dos hasta que regrese?"

El chico miró a su lado, donde se encontraba un niño muy parecido a él.

"Si, eso creo. Toru no ha hecho explotar su propia casa, así que estaremos bien"

Recordando la forma de ser de Toru, el niño respondió. De alguna forma él conocía a Toru como la palma de su mano, bueno, después de todo él lo conoce desde que tiene memoria.

"Entiendo..."

"Por cierto, Nii-san. ¿Qué es lo que tienes que preparar?"

Ante la pregunta, la expresión del chico cambió a una sonrisa incómoda, pero eso no le evitó responder la pregunta de su pequeño hermano.

"Oh, nada importante. Investigaciones y eso, nada de lo que preocuparse"

Con una sonrisa falsa, Uchiha Itachi responde. A él, como hermano mayor, le dolía mucho tener que ocultarle cosas a su hermano menor. Incluso si esos secretos eran todo menos agradables, estaba dispuesto a proteger la vida de su hermano.

Sin nada más que responder, Itachi pone su mirada en el cielo, de un color azul intenso y con nubes de diferentes formas, hicieron que los nervios de Itachi se calmen al instante.

"Disculpen la tardanza"

Una voz se escuchó de repente, algo que hizo que Itachi regresase su mirada al frente, donde pudo ver a un niño de cabello negro y ojos grises. Este t3nia una bufanda roja y un pendiente con forma de garras.

"Al fin llegas, Toru. ¿Cuánto tiempo puedes tardar en dejar tus juguetes en tu habitación?"

"No son juguetes, Sasuke"

Las miradas de Sasuke y Toru se conectaron por un extraño rayo invisible, algo que hizo que Itachi interfiera para que Toru no derrita el cerebro de Sasuke con hechos científicos.

"Esperen. Toru, ¿Ya olvidaste porque estas aquí?"

Itachi interfiere entre los dos niños, recordándole a Toru el porqué se reunía con él todos los días que podía.

"Ah... si, lo siento. Estuve practicando los sellos manuales, pero solo logré provocar una pequeña llama que no llegaba ni a los dos centímetros de diámetro"

Con una cara inexpresiva y haciendo señas con las manos, Toru le explica a Itachi como fue que práctico los sellos manuales. En si podría decirse que era una escena cómica, ya que los gestos de las manos de Toru contrastaban demasiado con la expresión de su rostro.

"Te equivocaste en esta parte, no es pájaro, es: Dragón, jabalí, pájaro, tigre..."

Mientras Itachi explicaba los sellos manuales, Sasuke y Toru prestaban mucha atención a los gestos de las manos. Los dos querían aprender el arte del ninjutsu, por lo que cada enseñanza de Itachi valía más que mil ryo.

"Y cuando llegas a este sello debes colocar tus manos de tal forma que..."

A la lejanía, mientras Itachi impartía su clase de ninjutsu, podía verse a una mujer de largo cabello negro y ojos oscuros. Tenía una sonrisa triste en su rostro, después de todo su hijo, Toru, quería seguir el camino de los shinobi, algo que le causaba una tristeza inmensa.

A lo largo de su vida, había visto a muchos de sus seres queridos morir frente a sus ojos, todo porque eligieron el camino del shinobi. Ella siempre quiso la felicidad, pero al final, esa felicidad siempre terminó desvaneciéndose entre sus manos.

"No puedo obligarlo, el tiene el derecho a elegir quien quiere ser..."

-Horas después-

La sombra de Toru se podía ver entre la maleza de Konohagakure. Después de haber tenido unas clases intensivas de sellos manuales estaba dispuesto a poner en práctica lo que aprendió. Así que en este momento se encontraba en busca de un buen lugar donde pueda usar jutsu de fuego.

Pero su búsqueda no iba tan bien, ya que hace algunos días por accidente destruyó el lugar en el que solía entrenar y experimentar con sus artefactos caseros, por lo que buscar otro lugar de entrenamiento era difícil, teniendo en cuenta la gran cantidad de bosque que hay, había la posibilidad de fallar a la hora de hacer jutsu e incendiar la aldea por error.

"Esto es molesto"

Toru siguió saltando de árbol en árbol durante más de treinta minutos, pero por desgracia no logró encontrar un buen lugar. Parecía que su búsqueda sería eterna, pero las voces de unos niños hicieron que Toru deje de lado lo que estaba haciendo.

"Que miedo, sus ojos..."

"Que asco, esos ojos son feos"

"Parece un demonio, ¿es un demonio?"

"Tiene los ojos de un monstruo"

La crueles palabras de los niños dirigidos a alguien en específico hicieron que Toru se mantenga observando en silencio. Desde el lugar en el que se encontraba no podía ver muy bien a quien estaban molestando por lo que Toru se vio obligado a acercarse.

Con un salto silencioso Toru se escondió en uno de los arbustos cercanos y pudo ver a una hermosa niña de ojos blancos, se veía callada y tenía lágrimas en sus mejillas. la primera impresión que Toru recibió de aquella niña era la de un gatito asustado en medio de una lluvia torrencial.

"Que ojos tan asquerosos"

"No te queremos aquí, lárgate"

Los niños agarraron piedras del suelo y comenzaron a lanzarlas a la niña de ojos blancos. El sonido de la piedras golpeando a la niña hizo que Toru tenga una idea.

(Ya que ellos están golpeándola no hay problema en que yo los golpeé a ellos. Así podré poner a prueba el Jutsu de clonación que aprendí de Itachi)

En un abrir y cerrar de ojos Toru apareció frente a la niña de ojos blancos, algo que sorprendió por completo a los niños presentes.

"¿Quién eres?"

Toru mantuvo el silencio con el que llegó junto a la mirada fría que lo caracteriza. Observo por unos segundos el alrededor antes de hablar.

"¿Quieren ayudarme a entrenar?"

Los niños se vieron desconcertados ante la propuesta de Toru, por lo que respondieron de manera negativa.

"¿Estas defendiendo a ese demonio?

"¿Quieres que te demos una paliza?"

(En serio, espere más de lo que pude recibir. Tan solo usaré esto y me iré a casa"

"Técnica shinobi: Clonación"

Efectuando los sellos manuales Toru invoco una réplica exacta de si mismo, algo que hizo que los niños salgan corriendo asustados mientras gritaban 'Es un shinobi, corran"

"Tu... tu... ¿Por qué?"

La niña de ojos blancos habló, su voz era temblorosa, además de que estaba temblando de miedo por lo que paso hace unos segundos.

"Tienes más fuerza que esos niños, ¿Por qué no te defendiste?"

"Yo... yo... yo solo..."

"Tus ojos podrían haber servido mucho, pero aún así no hiciste nada al respecto"

"Mis ojos... mis ojos dan miedo, mis ojos son malos, todos lo dicen, dicen que mis ojos son aterradores"

La niña de ojos blancos calló de rodillas y comenzó a llorar. Para este momento Toru no sabía como responder a esto, así que dijo lo primero que se le vino a la mente.

"Yo desearía tener unos ojos como los tuyos"

Toru miró a los ojos de la niña, ojos blancos como dos perlas brillantes.

(Los ojos de la línea hereditaria del clan Hyuga, uno de los tres Dojutsu más poderosos)

"¿Qué... qué fue lo que...?"

Toru miró al cielo, y se dio cuenta de que se estaba haciendo tarde, por lo que no podía mantenerse más tiempo en el bosque.

"Lo siento, tengo que irme"

Tan rápido como terminó de hablar, Toru desapareció, dejando desconcertada a aquella niña de ojos peculiares.