Capítulo 3: ¡Uzumaki Naruto!

Solo la sombra de un monstruo, así es como todos lo miraban. El zorro de las nueve colas, la gran bestia legendaria que estuvo a punto de destruir Konohagakure hace cinco años se encontraba sellada en su interior, pero tristemente, ni siquiera él sabía lo que se escondía dentro de sí mismo.

Un niño de cabello dorado, ojos azules como el cielo y bigotes como los de un gato, caminaba con la mirada en el suelo, intentando no hacer contacto visual con nadie. Incluso si no había hecho nada para molestar a los habitantes de la aldea, algunos lo miraban con desprecio, otros lo miraban con miedo y los que quedaban preferían no involucrarse, ignorando al niño por completo.

Él se sentía solo entre la multitud, no tenía padre, tampoco madre y mucho menos hermanos, solo era un niño desafortunado al que le tocó vivir en soledad.

Sus pasos eran lentos, llenos de desánimo. No podía pensar en nada que no sea ser despreciado por todos, no podía dejar de pensar en las miradas de odio que recibía de todos a su alrededor. Para él, el mundo entero estaba en su contra, no importa como lo viese, no había nadie a su alrededor que lo tratase bien. Y mientras trataba de no mirar a nadie a los ojos, su mirada se quedó absorta en un lugar, una tienda de máscaras.

Había diferentes tipos de máscaras, algunas eran de conejo, otras tenían la cara de un dragón, pero la que se robó la atención del niño era una máscara de zorro. La máscara era de un color blanco con detalles en color rosa, tenía orejas en forma de triangulo con puntas redondas y bigotes perfectamente pintados.

El niño miro la máscara con una pequeña sonrisa, quería esa máscara, pero no tenía el dinero suficiente para comprarla, lo único que pudo hacer era mirar en silencio, pero quedarse frente a la tienda mirando sin decir nada hizo que el dueño de la tienda saliera.

"¡Mocoso! ¡Lárgate de aquí! ¡Haces que pierda clientes!"

El niño no supo que hacer, solo se quedó viendo como el dueño de la tienda intentaba hacer que se vaya. Los gritos del hombre hacían que el niño tuviera miedo de estar ahí, pero ese miedo hizo que no pueda mover sus piernas para irse.

"¿Quieres esto? ¡Pues tómala y lárgate!"

El hombre tomó la máscara de zorro del estante y la lanzó a la cara del niño. El niño cubrió su rostro con sus brazos para que la máscara no lastime su cara, al hacer esto la máscara cayó al suelo, y la gente comenzó a acumularse alrededor.

"¿Ese no es... Naruto?"

"Ese mocoso"

"Deberían encerrarlo para que no cause problemas a los demás"

La gente comenzó a hablar, haciendo que Naruto se sintiera intimidado. Él sólo miro al suelo, esperando que la gente se vaya, pero, aunque hayan pasado algunos minutos nadie se fue. Todos seguían lanzado palabras de desprecio hacia Naruto, palabras que herían cada vez más sus sentimientos.

Pero eso se acabó cuando alguien recogió la máscara del suelo. Tenía el cabello negro, brillantes ojos grises, una bufanda roja y una cara de ojos adormecidos. Apenas era un niño, posiblemente de la misma edad que Naruto, por lo que esta acción hizo que todos se quedaran en silencio.

"¿Cuánto por la máscara?"

El niño de ojos grises miró al dueño de la tienda mientras preguntaba. El dueño simplemente se quedó callado, sin saber que responder.

"Pagare el doble, solo dime el precio"

El niño insistió en comprar la máscara. Su expresión era tan neutral que era difícil saber en lo que estaba pensando, eso fue algo que dificultó la decisión del vendedor, simplemente no sabía porque ese niño quería comprar algo que prácticamente iba a tirar a la basura.

"La máscara cuesta cien ryo"

El vendedor se dio por vencido y mencionó el precio. Obviamente cien ryo era demasiado para un niño de seis años, el simple hecho de mencionar el precio haría que cualquier niño se quedara con la mandíbula en el suelo.

"Entonces serán doscientos ryo"

Dijo el niño de ojos grises mientras intentaba sacar unos billetes y monedas de su bolsillo. Se detuvo unos segundos a contar el dinero y luego de eso se lo lanzó en la cara al vendedor. El dueño de la tienda cubrió su rostro con sus brazos para que las monedas no le hagan daño.

"¡¿Que mierda crees que haces, mocoso?!

El niño miró a los ojos del vendedor y respondió.

"Lo mismo que hiciste con él"

El niño miró a Naruto, quien aún seguía congelado en el mismo lugar. Podría decirse que el vendedor no pudo contestar ante los argumentos del niño de ojos grises, así que mejor guardo silencio y regreso a su tienda.

"Aquí tienes"

El niño de ojos grises extendió su mano en la cual tenía la máscara y se la entregó a Naruto. Ante esto el niño con bigotes se quedó sorprendido, nunca antes había recibido algo de alguien, es más, pensó que nunca recibiría algo de alguna persona.

"Pero... tú la compraste. Esto es tuyo"

El niño de ojos grises se quedó callado por unos segundos, estaba pensando en unas buenas palabras para responder, pero no se le ocurrió nada, ya que normalmente no hablaba con nadie, por lo que sus habilidades sociales eran un desastre.

"Ahora es tuya"

"¿Que? ¿De veras?"

El niño vio la felicidad reflejada en la cara de Naruto, el simple hecho de haber regalado doscientos ryo lo hacía sentir un poco incomodo, es más, ni siquiera sabía porque había comprado la máscara, y mucho menos por qué la regaló. Pudo haber sido uno de sus caprichos momentáneos, o simplemente porque sintió lástima por Naruto, pero a pesar de todos esos pensamientos el niño de ojos grises mantuvo su decisión.

"Entonces me voy, tengo cosas que hacer"

Naruto miró al niño alejándose del lugar, y pudo darse cuenta que en la espalda del suéter del niño de ojos grises había un extraño estampado que se asemejaba a la figura del sol saliendo por el horizonte.

"¿Donde he visto ese emblema antes?"

Naruto trató de recordar el lugar en el que había visto el emblema del sol que estaba en el suéter del niño de ojos grises, pero lastimosamente no puedo recordar nada.

"En serio, que niño tan raro"

-Shi no Mori [Bosque de la muerte]-

En las profundidades del bosque de la muerte situado a las afueras de Konohagakure, en una cabaña muy mal construida se encontraba él, Asahi Toru. Estaba completamente rodeado de pergaminos y piezas metálicas.

"Si conecto estos circuitos..."

Toru tomó un cable de color rojo en sus manos y lo observó detenidamente, el cable parecía estar un poco gastado por el uso continuo que ha tenido.

"Tendré que comprar más..."

Toru miró al techo de la cabaña, tenía una que otra gotera y algunas marcas de quemadura, parecía ser que la cabaña había resistido muchos de los experimentos de los que Toru solía hacer. Algo impresionante era que la cabaña había logrado resistir las fuertes explosiones que eran provocadas por las pruebas con electricidad y armas caseras que el mismo Toru diseñaba.

También se podía ver las vendas que Toru tenía en los brazos, algo que demostraba que a pesar de tomar las medidas de seguridad necesarias podía salir herido.

"¿Hola? ¿Hay alguien ahí?"

Una voz se escuchó a las afueras de la cabaña. Toru escucho la voz claramente, pero no hizo nada, solo mantuvo silencio y espero.

Unos cuantos segundos pasaron, cuando Toru pudo ver a un niño de cabello rubio entrar a la cabaña, Toru pudo reconocer los bigotes y los ojos azules del niño con solo verlos un segundo.

"¿Por qué estás aquí?"

Toru preguntó con una voz relajada, algo que asustó al niño de cabello rubio.

"¿Eh...? Yo... bueno... yo... yo solo quería devolverte esto"

El niño sostuvo una máscara de zorro en sus manos, algo que hizo que Toru recordara el nombre del niño. Así que, saliendo de su escondite y mostrándose ante el niño Toru dijo:

"¿Eras Naruto, no es así? Creo que dije claramente que no era necesario devolverme la máscara o el dinero. Ahora te pertenece, si no la quieres solo tirarla a la basura"

Naruto miró a Toru con una cara de decepción, el esperaba poder hablar con él, quería preguntarle porqué fue tan amable, y por qué no lo trató con desprecio. Desde el fondo de su corazón sentía que debía pagar la amabilidad que se le fue concedida, por lo que no pudo evitar buscar a Toru.

"Pero no puedo aceptar la máscara, gastaste mucho dinero en ella, no quiero deberle nada a nadie"

"Ya te lo dije antes, no me debes nada. Así que, es mejor que te vayas a casa, tus padres deben estar preocupados"

Toru miró a Naruto a los ojos, intentó ser amable para que Naruto se vaya de la cabaña, pero no funciono.

"Yo... no tengo padres. Vivo solo, así que nadie está esperándome, nadie estará preocupado por mi"

Toru observo la cara de tristeza que se reflejaba en Naruto, el no podía entender por qué sentía tanta empatía por el niño de cabello rubio. No sabía si era un capricho, o si realmente sienta lástima por Naruto, incluso el hecho de sentirse identificado con él hacía que Toru se sintiese incómodo. Así que una idea surgió en su cabeza, una idea que beneficiaría a los dos.

"Entonces, si quieres pagar la máscara tendrás que ayudarme con mi investigación. Será una semana, doscientos ryo es mucho, después de todo"

Toru observo como la tristeza en el rostro de Naruto se desvanecía al instante, podría decirse que era demasiado fácil controlarlo, pero esto le venía de maravilla a Toru, después de todo se había conseguido un asistente que lo ayude durante una semana.

"¿En serio puedo ayudarte?"

Naruto parecía no creer lo que le habían propuesto, siempre lo veían como una molestia, y el hecho de ser necesitado por alguien hacía que la alegría brotará en su corazón.

"Solo será por una semana, así que has tu mejor esfuerzo. Si veo que eres un inútil te sacaré a patadas de mi laboratorio"

Naruto escuchó las palabras de Toru con una sonrisa en la boca, así que, con una felicidad notable en su voz, Naruto dijo:

"Entonces, espero que podamos llevarnos bien. Pero... ¿Laboratorio? Esto es solo una cabaña vieja"

"Lo es, pero también es mi laboratorio. Aquí hago mis investigaciones con respecto a mecanismos eléctricos. En un futuro no muy lejano pienso diseñar un arma que pueda usar cuando me convierta en shinobi"

"Eh... lo siento. No pude entender la mitad de lo que dijiste, pero... ¿También quieres ser shinobi?"

"¿También? ¿Aspiras a ser shinobi?"

"Si, algún día... me convertiré en Hokage y haré que todos me respeten. Es una meta que pienso alcanzar"

Toru por un momento se vio interesado por los ideales de Naruto, pero su interés se perdió cuando se dio cuenta que todos los niños de la aldea quieren ser Hokage o shinobi reconocidos. Pero la razón de su interés momentáneo fue la forma en la que Naruto dijo que será Hokage, sus ojos decían que estaba seguro que algún día alcanzaría su sueño.

"Hokage, eh"

"Y tú, ¿No tienes algún sueño que quieras cumplir?"

"¿Un sueño...?"

Toru miró los pergaminos en el suelo mientras intentaba pensar en algo, no estaba seguro de lo que sería su vida en el futuro, pero si tuviera que elegir...

"Mi sueño sería descubrir algo impresionante, algo que nadie más haya visto"

La mirada neutral en los ojos de Toru le dio a Naruto una sensación de peligro, una extraña sensación de inferioridad que surgía desde lo más profundo de su corazón.

-Una semana después-

Los días pasaron rápido en Konohagakure, tanto que pareciera que una semana pasó en tan solo un segundo. En esa semana la investigación de Toru no avanzó nada, ya que Naruto era un impedimento en el avance de la investigación.

Cada vez que Toru lograba un pequeño avance Naruto terminaba arruinando todo de una u otra manera. Pero a pesar de todo Toru no expulso a Naruto de su laboratorio, es más, cada vez que su investigación era arruinada sentía emoción por saber que pasara en el siguiente intento.

"Ha cambiado mucho"

Toru observó a Naruto desde las sombras. Para el tiempo que había pasado, la forma de ser de Naruto había cambiado drásticamente. Se había vuelto más revoltoso, decía lo que pensaba sin importarle lo que digan los demás, e ignoraba cualquier persona que lo miraba con desprecio.

"A pesar de no tener padres ha logrado sobrevivir. Es impresionante, pero aun así... solo es un niño que busca la atención que nunca recibió de los padres que nunca tuvo"

Toru observó a Naruto, quien en ese momento estaba huyendo de un shinobi que lo estaba persiguiendo por pintar garabatos en las paredes de la casa del Hokage.

"Algún día... espero poder ver cómo te conviertes en Hokage, pero algo como eso nunca podrá pasar, porque los sueños siempre serán eso, solo sueños"