El voto del enemigo

—Estás jugando conmigo —dijo Bo Wen, todavía mirando su teléfono con el ceño fruncido.

June suspiró, bajando la voz para transmitir su seriedad.

—No lo estoy. ¿Por qué te mentiría sobre algo así?

—No lo sé —dijo Bo Wen con una risa amarga—. Quizás porque me mataste en tu vida pasada. Ahora, estás obteniendo tu venganza diciéndome que mi esposa está actualmente en un cementerio.

—Sabes que no haría eso —dijo June, recordándole sutilmente que él había sido el mejor amigo entre los dos.

Bo Wen apretó los labios. En el fondo, también sabía lo buen amigo que Jun-hao había sido para él. Por el contrario, él había sido un amigo de mierda para Jun-hao, pero este nunca lo abandonó.

—¿Entonces por qué está ella aquí? —preguntó Bo Wen con un tono vulnerable.

—Se convirtió en cuidadora del cementerio —dijo June sarcásticamente—. ¿Qué crees que hace la gente en los cementerios?

June sabía que no debería manejar la situación de manera tan sarcástica, pero no pudo evitarlo.