—Sabes, a veces me pregunto si fuimos creados por el mismo ser superior —dijo Akira—. ¿Cómo es que tú tienes buen aspecto, buenos talentos y también una buena mente?
—No te menosprecies, Akira —dijo Jisung—. Aunque, él tiene razón. ¿Qué te daban de comer tus padres mientras crecías?
—Clavos —respondió June, haciendo que los dos se miraran confundidos.
Luego, June chasqueó la lengua. —En fin, estaré aquí un rato más, así que más vale que duerman un poco.
Jisung negó con la cabeza, queriendo apoyar a June hasta el final.
—Dijiste antes que esto tiene un millón de combinaciones posibles —dijo Jisung—. ¿Cuántas has probado hasta ahora?
June hojeó su cuaderno y suspiró frustrado.
—354 —respondió.
Akira silbó. —Bueno, eso es mucho, pero aún te falta mucho por hacer.
June suspiró. ¿Podría hacerlo hasta el final del mes?
—Espera —dijo Akira, percibiendo la determinación de June—. No me digas que vas a intentar un millón de combinaciones solo para abrir el maletín.
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