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Capítulo 14

Aurora, Freya y Lili se dirigieron a la sala donde se encontraba Ardin para exigirle explicaciones sobre sus acciones y motivos. Sin más preámbulos, Ardin ordenó a los soldados que cerraran la puerta y les prohibieran el paso. Por otro lado, Amadeo y Kai hablaron con los profesores, incluyendo al director, sobre lo sucedido con Ardin. Mientras tanto, Ash, sin ingresar al lugar, se puso a investigar y a hablar con los encargados de los tableros de los duelos, pero estos, temerosos, evadieron sus preguntas y se negaron a responder. El héroe Ezra, aprovechando que estaba en la misma sala que el príncipe Ardin, lo vigilaba sin que este sospechara de él. Kenjiro, por su parte, comenzó a hablar con otros estudiantes, quienes asintieron y corrieron hacia fuera del estadio.

—Todo lo bueno no dura para siempre, dicen por ahí, ¡y es por eso que hoy es el último día, porque veremos a los ganadores que nos van a representar! —gritó el comentarista—. ¡Y el primer combate de hoy es nada más y nada menos que Ash Starwind contra Ryuji Takashi! —anunció con emoción.

—Veamos qué es lo que tramas, bastardo —pensó Ash, mirando a Ardin, quien sonreía.

Mientras Ryuji se acercaba al cuadrilátero, recordó lo que el príncipe Ardin le había dicho horas antes...

—¿Y bueno, qué harás hoy? —preguntó Ryuji con una sonrisa.

—Me aseguré de que la batalla fuera contra Ash. Si puedes derrotarlo, adelante —respondió Ardin con una expresión maligna—. Si no es el caso, solo haz tiempo y yo me encargaré del resto.

—¿Mmmh? Así que te aseguraste de que el primer combate sea contra Ash, ¿eh? ¿Usaste los contactos de tu padre para hacerlo? —dijo Ryuji.

—No, los amenacé con expulsarlos de por vida si no hacían lo que les decía. Tengo a la academia en la palma de mi mano. No te preocupes por eso, ¿qué te importa? Tú quieres ganar y yo quiero ver perder a esos tipos, sin más —dijo Ardin.

—Está bien. ¿Ganar tiempo, eh? Veamos —dijo Ryuji.

En el presente, el comentarista se alejó del ring, dando paso al inicio de la batalla.

—Ayer me demostraste el poder que tienes —dijo Ryuji con una expresión de felicidad—. Acabar con ese sujeto de un solo golpe, siendo uno de los estudiantes más fuertes de quinto, me dejó muy sorprendido, Ash. Y como reconocimiento a eso, iré con todo —exclamó con alegría.

—Ven y demuéstrame lo fuerte que eres, Ryuji... —respondió Ash con una expresión de enojo y determinación.

Ash sacó la espada y lo lanzó fuera del ring. Todos los que estaban gritando se callaron al ver lo que había hecho Ash.

—¿Eh? —fue la reacción general de los estudiantes y profesores, incluyendo a sus amigos y hermano.

Ash combinó dos elementos, agua y fuego, para el combate, al igual que Ryuji con agua y rayo. Este combate era una lucha cuerpo a cuerpo sin ningún tipo de armas, o eso creía cada uno. Se acercaron lentamente, y Ryuji le dio dos golpes en el rostro, pero Ash los detuvo con facilidad. Imitó el movimiento, pero con la diferencia de que Ryuji retrocedió por el impacto, dándose cuenta de que los golpes de Ash eran muy fuertes. Para Ash, los golpes de Ryuji eran veloces pero no letales.

Ash lanzó una patada que Ryuji esquivó con facilidad y contraatacó con un golpe en el pecho y otro en el rostro. Ash, al recibir los golpes, intentó agarrarlo, pero la velocidad de Ryuji lo impidió. En el intento fallido, Ash cerró los ojos, inhaló lentamente y exhaló. Cuando Ryuji quiso aprovechar eso y corrió velozmente para golpearlo, Ash abrió los ojos, lo esquivó, le golpeó en el estómago y el rostro, y le dio un codazo en la cabeza con mucha velocidad, mandándolo a volar hacia atrás.

—¿Qué demonios acaba de pasar? —exclamó Ryuji, sorprendido, no entendió lo que había pasado.

—Fácil, también poseo el elemento electro en mi... La pelea apenas acaba de comenzar—Ash, con alegría, le respondió.

Ryuji se levantó sorprendido, y no solo él, sino todo el público, al ver por primera vez a un usuario poseer más de dos elementos. Ezra, más que sorprendido, comenzó a reírse, mientras Ardin se mostraba enojado y frustrado. Por otro lado, los amigos de Ash estaban asombrados, con los ojos brillando, diciendo que Ash era sorprendente.

Ryuji pegó un grito de felicidad al ver a alguien tan fuerte y ambos chocaron puños con gran velocidad, impactando todo el ring y creando rayos alrededor.

—¡Eso es, Ash! ¡Vamos! —gritó Ryuji.

Poco a poco aumentaron la velocidad de los golpes y los movimientos hasta tal punto que no se los podía ver, solo los impactos en la plataforma y los rayos causados por las ondas de choque. En cuanto a resistencia, estaban igualados gracias al elemento agua que ambos poseían, curándose de los golpes letales y recuperando energía. En cuanto a golpes, Ash causaba más daño al activar el elemento fuego, lo que dificultaba que Ryuji se curara por completo y recuperara energía.

—Eres bastante fuerte, Ash. Dime algo, ¿por qué ocultar lo fuerte que eres? —preguntó Ryuji mientras se levantaba del suelo.

—Por capricho... pero viendo las circunstancias de lo que están haciendo con el príncipe, me veo en la obligación de poner orden —respondió Ash.

—¿Orden? ¿Eres el oficial de este reino? ¿El futuro rey? Jajaja, eres gracioso. Pero dime algo, ¿qué se siente ser tan fuerte y perder ante mí? —dijo Ryuji.

—¿Perder? No me veo perdiendo, menos ante alguien débil como tú. Esta humillación la llevarás a tu tumba, tenlo por seguro, Ryuji —dijo Ash confiado.

—¡Maldito! —gritó Ryuji acercándose a Ash.

Cuando de pronto, el rey detuvo el combate.

—Ash Starwind, se te acusa de hacer trampa en este combate. ¿Cómo te declaras? —preguntó el Rey Kami con seriedad.

—¿Eh? —dijo Kai, sorprendido.

—¿Qué? —respondió Ash, incrédulo.

—¿¡Qué!? —exclamaron sus amigos al unísono, perplejos.

—¿Qué demonios...? —murmuró Ezra, confundido.

En eso, el príncipe Ardin Flamoria se levanta y menciona:

—Se te acusa de usar a uno de tus compañeros como potenciador —dijo Ardin.

—¿Y qué carajos significa eso? —gritó Ash.

En ese momento, Hiroshi entra al ring arrastrando a un estudiante de primero.

—Hemos detectado magia en él, su señoría —dijo Hiroshi mientras se inclinaba—. Y esa magia de elemento agua tenía un ducto invisible hacia el joven Ash —mencionó.

—¿Pero de qué mierda están hablando? —gritó Ash muy enojado.

—Los otros estudiantes también declararon que usted los amenazó y cambió el tablero para manipular los combates a su antojo, ¿eso también es mentira? —preguntó el rey Kami.

—Por supuesto que sí. El único que hizo todo eso fue el príncipe Ardin —respondió Ash, señalando a Ardin con enojo.

—¿Yo? ¿Cómo osas mentir delante de mí? Mereces ser castigado —gritó Ardin.

—Rey, por favor, tenlo en cuenta, esto puede ser un malentendido —dijo Ezra.

—No hay nada más que hablar. Los que fueron amenazados por Ash ya hablaron. Y dime, alumno, ¿es verdad que estuviste potenciando a Ash? —preguntó el rey Kami.

—¡Así es! Pero fue porque me amenazó con asesinarme. No tuve más remedio que hacerlo. Por favor, les ruego que me perdonen, su señoría —respondió el estudiante mientras se agachaba llorando.

—¡Eres un maldito! ¿Ese fue tu plan? ¡Qué plan más patético hiciste! —dijo Ash mientras se acercaba con malas intenciones hacia el príncipe Ardin.

En eso, los soldados se preparan para lo peor, y Ryuji y Hiroshi detienen a Ash, dejándolo inmóvil.

—No des un paso más o este será tu fin, amigo... —murmuró Ryuji con una sonrisa.

—¿En serio no tengo voz ni voto? ¡Jódanse! —dijo Ash.

—Chiquillo insolente, primero amenazas a estudiantes de esta prestigiosa academia, luego culpas a mi hijo de tus actos e insultas. ¿Quién te has creído que eres? En honor a tus padres, Ragnar y Morgana Starwind, no serás sentenciado a muerte, pero serás expulsado de esta academia por un año. Pasado este tiempo, podrás volver a estudiar. Espero que esto te haga recapacitar —mencionó el rey Kami.

En ese momento, salen su hermano y los demás del cuarto de espera, al igual que los profesores.

—¡No es justo! ¡Todo fue planeado por su hijo Ardin! —gritó Kai.

—Por favor, rey, una expulsión es demasiado —dijo Aurora.

—Muchas gracias por perdonarle la vida, rey —dijeron Freya y Lili.

—Lo siento, muchacho, pero esto está fuera de nuestro alcance —murmuró el director Elian, mientras los profesores escuchaban sin poder hacer nada.

—El castigo ya está decidido. Nadie podrá cambiarlo ni desobedecer lo que dice su rey —mencionó el rey Kami.

—Pero... —dijo Aurora, siendo interrumpida por Ash.

—Está bien, no hay nada más que hacer, al menos me perdonó la vida —dijo Ash con una expresión deprimente.

Todo quedó en silencio, sin que nadie pudiera hacer nada. Ardin se reía por dentro, satisfecho de haberse salido con la suya. Hiroshi y Kenjiro también estaban felices al saber que no habría obstáculo alguno para ganar el torneo y representar a la academia. El héroe Ezra miraba decepcionado, mientras apretaba la mano de su esposa Liana. Ash fue descalificado y se retiró del lugar, dirigiéndose a su dormitorio para alistar sus cosas y abandonar la academia. Estaba enojado por lo sucedido y comprendía que allí no tenía voz ni voto. Sus amigos intentaron animarlo, diciéndole que no se fuera y que podían hablar con el rey y el director, pero Ash simplemente no escuchó y se retiró sin saber que su hermano lo seguía. El combate continuó, y los amigos de Ash solo pudieron acompañar a los hermanos hasta la puerta de salida y despedirse muy tristes, sin más que decir, se retiraron.

—El expulsado soy yo, Kai... ¿qué rayos haces aquí? —dijo Ash, triste.

—Sigo a mi hermano para cumplir nuestro sueño de ser los más fuertes y superar al héroe Ezra —respondió Kai.

—Aún puedes volverte fuerte en la academia, Kai. Entrena mucho y yo regresaré en un año —dijo Ash.

—No, hermano, a donde vayas, yo iré. Juntos somos imparables, ¿recuerdas? Tal vez la expulsión fue una oportunidad para salir de esta cárcel y volvernos más fuertes —dijo Kai.

—Mmmh... muchas gracias, hermano, pero en serio, no tienes que hacer esto —dijo Ash.

— Entonces hermano a donde iremos?—dijo Kai.

—No lo sé... déjame pensar un rato mientras caminamos —respondió Ash.

Por otro lado, en el estadio, en el interior de la academia:

—Este patético plan sí funcionó y me salí con la mía. Maldito, hahaha, espero no volver a ver tu repugnante sonrisa —pensó Ardin.

—Amor... ¿no harás nada al respecto? Se notaba en los ojos que ese muchacho no lo hizo —dijo Liana, mirando a Ezra con enojo y con los cachetes inflados.

—Trataré de ver lo que realmente sucedió, tranquila, lo haré por ti —respondió Ezra con una sonrisa.