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Capítulo 7: Propósito y disciplina, mente, cuerpo y... kintamas!

[17:00 del 4° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 3 días, 7 horas, 0 minutos.]

Uzziel pronto cayó en la idea que había pasado más tiempo de la cuenta, aunque adolorido, siguió trotando fiel a la orden que le habían instruido minutos antes. La marea mental que lo colmaba encontró calma tras el fatigante accionar en que se había envuelto en las últimas horas, tener un propósito claro le traía paz...

Su mapa seguía sin funcionar correctamente aunque las áreas del lugar comenzaban a despejarse mientras más recorría, ello lo impulso a tomarse más minutos de la cuenta en retornar para aprovechar de recorrer el solitario y desolado lugar.

No encontró más que innumerables cabañas en condiciones similares a las que en su momento. Corrió por 40 kilómetros en una dirección medianamente recta hasta dar con una cosa que llamó su atención.

A la lejanía observo un gran arco rojo en medio de una baja muralla de piedra gris que no superaba el metro veinte de altura, en el centro de aquella roja estructura parecía distorsionarse el espacio.

Lo observo un minuto al acercarse pero pronto se sumió en la necesidad de volver, aunque tuviera la idea de partir hacia lo desconocido, tras su leve experiencia con Musashi sólo deseaba exprimir el conocimiento del viejo espadachín que en algún minuto creyó admirar a la altura de un Dios.

[19:40 del 4° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 3 días, 4 horas, 20 minutos.]

-Te tomaste tu tiempo... Dijo con la espalda hacia el recién llegado el anciano mientras elaboraba cierta liquida preparación en una mesa.

-Para ser joven tienes demasiada resistencia. No sólo horas de entrenamiento con la espada sino que bastante tiempo de cardio tras de ello... cada vez me es más difícil verte cómo un candidato "normal".

-Así puede estar seguro que tendrá un gran discípulo Sensei. -Dijo Uzziel con orgullo.

Un recipiente de greda voló desde donde se encontraba Musashi dibujando un arco en el aire. Rápidamente Uzziel la atrapó con ambas manos, un poco de líquido se derramó.

-Mierd-!... -Exclamó con dolor el muchacho.

-[suspiro] Eso aún está por verse, -dijo con seriedad el anciano- de momento bebe eso, te ayudará con el dolor de mañana.

El joven asintió, sopló y bebió lentamente el contenido del vaso. El mismo tenía un sabor amargo pero confió en las palabras del anciano

Acompáñame, te llevaré al baño, dejé algo de ropa para que te cambies. 

Ambos salieron en dirección al patio, luego hacia una pequeña cabaña.

-Es estupendo cómo la tecnología avanza. -Expresó el anciano con las manos sobre su espalda y la mirada fija en la cabaña.-

-En mis tiempos sólo teníamos el río y los pozos, al menos los que teníamos orígenes más humildes... [suspiro].

El pálido muchacho escuchó atentamente al viejo que observaba con la mente fija en un pasado distante en un mundo ya extinto. El viejo prontamente se reincorporó y carraspeó seriamente antes de hablar nuevamente.

-Primero aséate con la regadera antes de ingresar al Ofuro trata que no sean más de 20 minutos o podrías sentirte mareado. Yo de momento volveré dentro. Que lo disfrutes. -Expresó antes de volver.

Al ingresar el aroma de cedro y el abrazo del cálido vapor lo recibieron infundiendo serenidad hasta su alma. Se encontró a sí en un interior rustico y simple con suelo de castañas baldosas. Una regadera simple se encontraba a escasos metros de una gran bañera rectangular de unos 60 centímetros cuadrados bellamente adornada con grabados a su alrededor de la cual brotaba el relajante aroma de la fragante madera y el vapor que cubría el interior.

El muchacho, tal cómo se le ordenó tomó un baño.

[20:05 del 4° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 3 días, 3 horas, 55 minutos.]

Al terminar su momento de relajo, Uzziel se fijó en una canasta de mimbre a un costado de la entrada, la misma contenía una...

-"Yukata!".

Una parte de Uzziel se alegró de la vestimenta dejada por Sensei.

[Integridad del alma: 84,78%]

Una calidez se expandió desde su interior. Aquella larga pero cómoda vestimenta de tonos azules con un grabado en la parte trasera de dos figuras ovaladas convexas cruzándose en dos puntos, tanto en la parte superior e inferior, le quedaba perfectamente.

Un par de sandalias de madera y blancas calcetas gruesas acompañaban la vestimenta, aunque algo enrevesado, instintivamente supo colocarse el calzado.

Si bien ya estaba algo acostumbrado a su particular facilidad de lograr y hacer cosas sin conocer a cabalidad su uso, no dejaba de sentirse ajeno a sí mismo. Tales particularidades hacían surgir eventualmente conocimiento e imágenes encerradas en lo profundo de su trastocada memoria.

Sin perderse de más en sus cavilaciones, salió rumbo a la casa principal junto al canasto en sus nuevos ropajes.

Al llegar se encontró a Mushashi nuevamente ocupado, esta vez un gran lienzo de la altura del anciano esta dispuesto verticalmente frente a él. Uzziel se detuvo a un costado observando al viejo hombre quien sostenía un largo pincel con una mano cual espada mientras observaba fijamente la blancura frente a sí. 

Cinco movimientos.

En tan solo cinco fugaces y versátiles movimientos que apenas pudo observar a cabalidad un ave sobre una rama apareció en el lienzo en una escala de negros con mayor o menor intensidad en su trazo.

Terminada su acción el anciano grácilmente asumió una postura Seiza dejando el pincel a un costado para observar punzantemente su obra. 

En eso Uzziel dejó el canasto a un costado y se acercó absorto en la pintura.

-Sumi-e, Shonen. Ese es el estilo que te ha cautivado.- Dijo Musashi con una expresión alegre cual Buda y una leve risa.

-Es increíble, si no lo hubiera visto no podría creer la continuidad de las pinceladas, Señor Miyamoto. Esta técnica... no puedo creer que algo así se pueda conseguir.- Expresó atónico el joven mientras seguía la fluidez de los trazos en la tinta con sus blanquecinos ojos que brillaban cual perlas.

-La espada no fluye sólo para tomar vidas, el arte de la espada es infinito, el límite está en quien la empuña y para qué. Propósito y disciplina, mente, cuerpo y... kintamas!.- Expresó el viejo espadachín con seriedad.

El joven atentamente escuchó al viejo hombre y trató de grabar a fuego las palabras en lo más profundo de su cerebro cómo si tuviera temor de algún día olvidarlas.

-Te queda bastante bien esa yukata, tuve una similar cuando era más joven. -Elogió el viejo dirigiéndole una mirada al joven aún parado en dirección a la negra obra.

De inmediato Uzziel asumió un Seiza pasando a un Dogeza golpeando fuertemente su frente en el piso de madera.

-Sensei, Kokoro kara kansha shiteimasu!- Escapó con gran efusividad de su voz mientras su rostro expresaba asombro (y dolor) ante la espontánea reacción de su cuerpo.

-Tienes idea de lo que dices?- Preguntó el viejo frotando su barbilla con una expresión complicada.

-Sólo sé que le quería agradecer de corazón. -Dijo con resignación el joven mientras se reincorporaba a la vez que un chichón se formaba en su pálida sien.

-Mmmh... algo... así... fué, pfff!- Expresó el hombre tratando de contener la risa por ante la imagen ante sí.

-Se que en este mundo no existe el hambre pero... ¿te gustaría algo de té?

-Por supuesto!- contestó el chico con una sonrisa.

Bebieron alegremente mientras Musashi le contaba algunas historias de su tiempo en vida. Transcurridas algunas horas el viejo espadachín llevó a pelinegro joven a una habitación para descansar hasta la siguiente y pesada jornada.

[05:00 del 5° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 2 días, 19 horas, 0 minutos.]

Temprano en la mañana el entrenamiento comenzó con 90 minutos de trote alrededor del bosque. Seguido de 200 sentadillas haciendo suburi , luego 100 push-ups y más practica con los Shinnai. Para ese momento Uzziel se encontraba bastante cansado más no tan notoriamente por el brebaje que le había sido dado el día anterior aunque sus sudor caía a raudales.

A eso de las 10 pararon a tomar el té mientras Musashi le daba recomendaciones sobre técnica, postura, respiración y ritmo. 

Luego continuaron por 4 horas más con técnicas de espada hasta que Uzziel simplemente se desplomó tras golpear el aire con fuerza.

[18:00 del 5° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 2 días, 6 horas, 0 minutos.]

El joven comenzó a abrir sus ojos lentamente.

El aire fluía suavemente y los sonidos de grillos y diversos animales resonaba apaciblemente en el bosque.

Sentía su cabeza apoyada en un duro almohadón, por un momento pensó estar tendido con la cabeza en una roca, al observar bien pudo ver el yukata gris y las barbas de un anciano sobre sí bajo la sombra de un árbol.

-Mmh... creo que me excedí con el menú del día- Dijo Musashi con resignación mientras acariciaba su barba en una postura de Seiza con Uzziel acostado en el suelo y la cabeza apoyada sobre sus piernas.

El joven con notoria sorpresa giró bruscamente cayendo su cara en el césped para luego pararse rápidamente.

-Bien, parece que te recuperas rápido.- Dijo el anciano.

Uzziel dio una ligera reverencia con una expresión complicada en su rostro mientras acariciaba su nuca.

-Dejémoslo hasta aquí de momento, creo que fue demasiado para un sólo día, ve a bañarte, nos vemos en un rato.- Expresó el maestro antes de pararse para dirigirse al interior de sus dominios.

El pálido muchacho tal como le fue ordenado se dirigió al lugar designado.

[18:40 del 5° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 2 días, 5 horas, 20 minutos.]

Luego de renovar sus energías, Uzziel retornó al interior de la casa, vio al maestro sentado meditando frente a la mesa usual en su puesto usual. Enseguida se acercó para tomar asiento.

-He... pensado bastante y te he visto esforzarte.- Dijo el anciano cuando sintió al joven sentarse.

-Por mucho tiempo... no desee tomar cualquier discípulo, eso me llevo a un estado deplorable, aún para un Dios...

Uzziel miró seriamente al anciano frente a sí, un escalofrío recorrió su espalda y sus puños instintivamente se apretaron.

-Este lugar es conocido como el Bosque de los Ascetas, pocos cómo yo que no desean la banalidad de la lucha de poder en el Panteón escapan a recluirse en este lugar, ajeno de los poderes mayores y sus intrusivos ojos.

Uzziel por fin cayó en la idea de que no se había sentido observado desde que llegó al lugar.

-Conforme aquello, quienes estamos aquí somos visitados rara vez por candidatos, la mayoría suele ser seducido por las grandes Casas antes de acceder a los interiores del Panteón.

-Los Dioses viven de la adoración y de sus seguidores, cuando no tienen lo uno y lo otros...- El anciano abrió el pecho de su yukata dejando ver una fractura cual la de una vasija atravesando su pecho momentáneamente.

-... se mueren.- Dijo con la voz algo quebrada.

Uzziel miró atónito alternando su mirada entre el rostro del anciano y el pecho del mismo.

Musashi cerro el yukata antes de continuar.

-Hace ya mucho que acepté mi destino... pensaba que mi karma me llevaría a algo cómo el infierno pero extrañamente este lugar ha sido lo más cercano al Nirvana.- Dijo con melancolía y una leve sonrisa dirigida a la nada.

-Más ahora que siento mi fin último acercarse veo en este peculiar discípulo las ganas de observar y vivir el mundo un poco más, también por circunstancias que no te puedo mencionar.

Enseguida el hombre procedió a sacar una curiosa botella y dos cuencos donde procedió a servir el transparente líquido en su interior.

Mientras el hombre preparaba y servía el brebaje varias preguntas se agolpaba en la garganta del muchacho las cuales no se había atrevido a pronunciar, tanto por miedo a su condición y por su calidad de recién llegado.

-Uzziel, este viejo es poco lo que te puede ofrecer salvo su técnica y filosofía... ¿Deseas a pesar de ello convertirte en mi discípulo?- Dijo el hombre acercando uno de los cuencos con gran solemnidad.

-Musashi-sensei humildemente solicito ser oficialmente su discípulo y practicante de su escuela.- Dijo mientras recibía el recipiente con una reverencia.

-Que así sea, shonnen...- dijo alegremente el anciano mientras chocaba su recipiente con el del joven.-

Ambos sonrieron mientras bebían sake.

[Integridad de alma: 88%]

Algunos aviso saltaron en la cabeza de Uzziel.

-(sonido de notificación) Título adquirido: "Discípulo del Mesías de la Espada" / Arte de espada original adquirido: [Niten Ichi Ryu]/ Pasiva desbloqueada: [El verdadero camino de la Espada]-

Pese a su sorpresa decidió postergar su revisión para más tarde.

Pasados unos escasos minutos y un poco más de licor, Musashi recordó:

-(Glup) Antes de continuar, párate un momento y descubre tu espalda hasta tu cintura.

El joven obedientemente siguió la instrucción.

Enseguida el maestro espadachín se levantó fue a buscar algo de tinta y volvió hacia el joven.

-La verdad nunca tuve un discípulo así que jamás llegué a hacer esto.- Expresó con un ligero rubor el viejo hombre.

Uzziel se preocupó un poco pero confió en su nuevo maestro.

Enseguida Musashi manchó ambos índices con tinta y procedió a efectuar hábilmente un dibujo en la espalda del joven. Dos bellos peces Koi se dibujaron y brillaron levemente en su región lumbar.

Musashi se limpió y rápidamente trajo un espejo para que el joven los pudiera ver.

Uzziel observó feliz aquel tatuaje.

-¿Te gustan?¿Quizás preferías unos gatitos? Ahora mismo no son impresionante pero que no te quepa duda que con disciplina estos pequeños serán intimidantes dragones cómo su portador.1

El anciano tiró el espejo, a lo lejos el romper del cristal se pudo escuchar. Luego procedió a sentarse, Uzziel lo siguió.

-Bien, concluidas las formalidades ¿Algo que quieras preguntar?

Ahora, con más confianza en la figura de su deseado maestro, formó coraje para comenzar a formular aquellas dudas que remecían en su interior.

-Sensei... ¿usted sabe quien soy?¿De dónde vengo?- Dijo el muchacho con seriedad.

El viejo hombre seriamente sirvió sake en ambos cuencos. Luego le dirigió una atenta mirada, la que parecía penetrar hacia sus adentros, antes de hablar...

-Aún ermitaño, soy un Kami por ello, aún en mi reclusión, tengo la obligación de asistir a ciertos eventos así como acceso a la información relevante de este mundo. 

El chico escuchaba atento a cada palabra que el espadachín soltaba.

-... sé que no eres: un candidato normal. Tu naturaleza es un mar, la tormenta lo azota cada tanto pero también la calma, tu barco hasta hace poco carecía de propósito y disciplina, navegaba sin rumbo por sus aguas y sé que estuvo pronto a naufragar de no ser por cierta ayuda y los juegos de Destino.

[Una risita resuena en algún lugar del Panteón]

El hombre suspiró antes de continuar mientas cerraba brevemente sus ojos.

-Este lugar me da cierta... libertad... pero igualmente hay ataduras de las que no me puedo librar por mi condición. El lugar del que vienes lamentablemente ya... no está...

[Una fuerte sensación remece el fuero interno... (estabilizando...) Integridad de alma: 81.05%]

Uzziel dirigió una mano hacia su pecho mientras seguía atentamente las palabras del viejo Dios.

-...tal cómo el mío, somos vagabundos. Pero aún un vagabundo puede encontrar hogar en la gente, en el viaje, en el cultivo de un arte o eventualmente en otro lugar. Propósito y disciplina deberían ser tus aliados, en todo momento, probablemente cuando reencarnes pierdas parte de tus memorias de este lugar o del anterior, tal vez no por tu particularidad, pero grábate a fuego esas palabras y empléate a fondo. Rezo porque en algún punto descubras y hagas tuya tu particular naturaleza.- Expresó el anciano apoyando su puño en el pecho de Uzziel mientras le dirigía una amable sonrisa con ambos ojos cerrados.

El joven estaba por formular la siguiente pregunta cuando fue súbitamente interrumpido por el anciano.

-(bostezo) Creo que es buen momento para dejar aquí la plática. Nos queda poco tiempo así que mañana te daré unos últimos consejos antes de partir al Sorteo de Mundos.

El joven asintió antes de dar una reverencia y dirigirse a su habitación.

[20:00 del 5° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 2 días, 4 horas, 0 minutos.]

Ya en la soledad de la su alcoba el joven no podía conciliar el sueño, la emoción superaba al doler de su cuerpo y deseaba prontamente la llegada del alba para entrenar oficialmente como discípulo del espadachín.

Su mente estaba en paz salvo una parte que deseaba ansiosamente empuñar la espada, por su espada un ligero picor le molestaba en la zona del tatuaje.

Respiró profundamente, una y otra vez, hasta que finalmente pudo conciliar el sueño.

-¡Seré...la hoja más brillante... (estática).-

-¡Ser el mejor Kenshi!... (estática).-

-Tetsu...- La voz de una hombre llamaba.

-Tetsu...

-¡Uzziel!-

[05:00 del 6° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 1 días, 19 horas, 0 minutos.]

Despertó ahogado, tratando de recobrar el aliento. Inmediatamente se incorporó y miró a su costado en dirección a su maestro que se asomaba tras la puerta de madera que separaba la habitación del pasillo.

-Lo lamento shonnen, pero te escuché hablar, me asomé porque se escuchaba cual pesadilla.

-¿Tetsu... Ese nombre te dice algo?

-(respirando con dificultad) El me inspiró... no sé bien quien es pero.. gracias a él me entusiasmó el dominio de la espada.

-Mmm... ya veo. Bien, tomate unos minutos y ve a trotar 1 hora, la jornada de hoy será menor pero algo más intensa.- Dijo Musashi antes de retirarse silbando por el corredor.

En pocos minutos el joven se levantó y dirigió a efectuar su cardio matutino, terminado su recorrido, volvió a la zona de entrenamiento.

Allí Musashi estaba parado en medio de improvisado dojo esperando al joven con un shinnai  enfundado en el cinturón de su cadera junto a otra espada de madera de unos 60 cm.

-A esta altura ya te habrás dado cuenta que la postura y mentalidad son factores fundamentales, hay que templar el cuerpo y tener la mente en el centro exacto, así también debes ser capaz de tener tus ojos al centro y ver ambos lados.

El joven asintió y se dirigió frente al viejo espadachín por fuera del dojo.

-No tenemos mucho tiempo así que no me perderé en tanta filosofía. Para empezar a dominar el Niten Ichi Ryu debes dominar 6 posturas y sus variaciones, un total de 12: Chūdan, Gedan, Jodan, Waki, Hasso e Iaido. Esta última implica el golpe al desenvainar. Te daré una demostración.

Uzziel tragó saliva con el sólo pensar en el tiempo que tendría que practicar...

-Iaido.- Musashi efectuó un movimiento con tal velocidad que Uzziel no pudo observar a cabalidad el golpe.

-Chudan no kamae.- Efectuó una postura media donde el puño izquierdo se ubica a un puño de separación del ombligo. Dirigió la punta del shinnai a la altura de la garganta de Uzziel quien observaba desde fuera del dojo. El pie izquierdo lo retrasó con el talón levantado y a un puño de distancia del pie derecho. Sus manos dibujaban una «V» al sostener la espada.

-Gedan no kamae.- Desde misma postura bajó la punta del shinai hasta la altura de la rodilla, sin mover los pies de la posición. El shinai permaneció en la línea de centro con el puño izquierdo a un puño de separación del ombligo.

-Jodan no kamae.- El puño izquierdo levantó el shinai a un puño de separación de la cabeza, sosteniéndolo en un ángulo de 45° como si fuera una extensión del brazo izquierdo. El pie izquierdo lo adelantó al derecho, haciendo un cambio en el peso corporal, levantando así el talón del pie derecho.

Uzziel pensó que de tal postura un golpe sumamente poderoso podría provenir.

-Waki no kamae.- Musashi volvió a Chudan, retrasó el pie izquierdo junto con la espada. Su cuerpo quedó de medio lado. Ubicó el shinai justo detrás del cuerpo, ocultándolo de la vista de Uzziel.

-Y Hasoo no kamae.- Ubicó el pie izquierdo al frente alternando su postura, a la vez subió los brazos colocando el tsuba al lado de los labios y el puño izquierdo en el centro de la línea media. La espada quedó a unos 45 grados pasando por encima del hombro. la parte correspondiente al filo de la espada apuntó a Uzziel. La expresión de Musashi se tornó sombría y una pesada sed de sangre se proyectó al pálido pelinegro momentáneamente.

-Esas serían las posturas básicas viéndolo desde un punto diestro. Debes practicar estas y su reflejo con la mano izquierda adelante. Solo así podrás desarrollar la destreza con ambas manos y eventualmente desarrollar el Niten Ichi Ryu. Sé que puede sonar pesado y dificultoso pero eventualmente traerá sus frutos.- Dijo con orgullo el anciano.

-Sensei... al haberme nombrado su discípulo me volví ambidiestro....- Dijo Uzziel cortando la inspiración del espadachín.

-Ah...- expresó el viejo con sorpresa.

Luego de un notorio e incomodo silencio prosiguió.

- [suspiro] Entonces pasemos a las técnicas.- Dijo finalmente.

Una a una Musashi mostró las bases del Niten Ichi Ryu a Uzziel le sorprendió la versatilidad del estilo de esgrima en la aplicación práctica. Varias horas pasaron durante la practica de Maestro y discípulo, si bien no era posible que Uzziel desarrollara el poder de las técnicas por las reglas del Panteón si podía grabar a fuego en su alma las enseñanzas de su Sensei.

[13:15 del 6° día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 1 días, 10 horas, 45 minutos.]

-Mierda, se nos pasó el tiempo de nuevo. Exclamó Musashi.

-Hoy no me siento tan cansado Miyamoto-sensei.- expresó con felicidad y tapado en sudor el joven discípulo.

-Uzziel-seito, con esto me fue posible mostrarte el alcance de mi estilo, ahora solo queda en ti que lo puedas aplicar cabalmente en tu nueva vida.- expresó el maestro con orgullo mientras limpiaba el sudor de su frente y se dirigía a una bolsa a un costado del dojo.

Allí se hincó y procedió a sacar unas toallas.

-Ahora, ve a ducharte. Mientras, prepararé todo para nuestro viaje.- Dijo el viejo mientras lanzaba una de las toallas.

-¿Usted también irá al sorteo?- preguntó con notoria sorpresa el joven al recibir la toalla y comenzar a secar el sudor.

-¡Por supuesto! ¿Piensas que dejaría sólo a mi único discípulo ante esos infelices y charlatanes?. El gran Musashi Miyamoto, El Mesías de la Espada se pondrá rumbo al sorteo!- Dijo con gran vehemencia mientras apretaba un puño. Su mirada ardía en el deseo de ver cómo sería su aparición y la expresión del resto ante aquel que tomó por discípulo.