En lo alto del cielo estaba la Cardenal Najjar recibiendo los disparos de los drones con tentáculos y al mismo tiempo siendo atacada por los drones láseres.
El ataque era intenso y la posición que atacaba daba la sensación de que la Cardenal Najjar no podía escapar a ningún lugar.
La estaban presionando de forma estratégica apuntando a diferentes lugares a su alrededor y manteniendo su ataque concentrado, para que ella no pudiera retirarse o actuar.
El espacio se seguía retorciendo alrededor y algunas veces se deformaba desviando los ataques láseres a quienes lo lanzaron, otras veces se retorcía haciendo desaparecer por completo los ataques y algunas veces, solo lo repelía.
La nave de carga seguía manteniéndose en lo alto y esa mujer volvió a agitar su mano.
El espacio volvió a retorcerse alrededor de algunos drones láseres que intentaron huir, pero terminaron convirtiéndose en chatarra con una forma distorsionada.
Algunos robots trataban de atacar a la nave de carga, tal vez intentando destruirla, pero la Cardenal Najjar la mantuvo protegida para evitar que fuera golpeada.
El número de robot era muy alto y estaba claro que la otra parte estaba jugando su carta para detenerla.
Sí, era detenerla.
La fuerza de la otra parte era mayor, pero ahora dio la sensación de que solo eran capaces de detenerla y no de derrotarla.
Si una persona que la había visto luchar con todo estuviera presente, entendería que el poder que usaba era superficial comparado con lo que era capaz.
Ante un enemigo desconocido había que tomar un riesgo para verificar la fuerza del oponente… Era peligroso, ya que tal vez un ataque podría ser mortal, aun así, era necesario.
Y su plan fue bastante bien.
Dos nuevos robots aparecieron desde lejos y se movieron en esta dirección.
La forma de los robots, era como un toro humanoide de metal que media alrededor de tres metros de alto.
Sus patas metálicas lo afirmaban en el suelo y sus brazos, eran dos cañones largos que daba la sensación de tener una enorme potencia.
La Cardenal Najjar no pudo evitar sentirse algo impresionada por tales máquinas y si fuera sincera, también sintió que este universo era demasiado grande.
En comparación, los humanos se sentían pequeños y en ese mismo sentimiento, ella volvió a agradecer a su señor.
No importaba lo que se dijera o las críticas que rondaran, para ella era innegable que el apoyo de su señor, llevo a la tierra a la posición en la que estaba hoy en día.
Si no fuera de esa forma, entonces serian como uno de estos mundos… Abandonados y luchando por su cuenta para sobrevivir.
Del mismo modo entendió que esa gran deidad actuaba al ayudarlos a ellos, pero no a otros y si bien algunos buscarían un propósito tras tales acciones, la Cardenal Najjar simplemente actuó y siguió la voluntad de esa poderosa deidad.
*BOOM*
Sus pensamientos fueron alejados cuando los robots que claramente estaban dedicados a la guerra dispararon sus cañones-brazos.
El ataque fue muy rápido y la Cardenal Najjar pudo ver los proyectiles volar a alta velocidad, impactando en la nave de carga.
¿Estaba tratando de destruir la nave de carga? ¿O estaba deseando que ella fortaleciera la barrera de la nave de carga?
El impacto, la velocidad y la destrucción de esos disparos era al nivel de un ataque de rango S.
Algo que ni el tanque coloso de la tierra pudo lograr por completo.
En vez de preocuparse, la Cardenal Najjar reforzó la nave de carga mientras destruía a otros robots que la rodeaban.
¿La otra parte era ingenua o era su primera vez que luchaba en contra alguien de rango SS?
Tratando de contenerla de esa forma, queriendo que se quedara en esa posición, pensando que estaba en el límite sin darse cuenta de que, en realidad, no le estaba ocurriendo nada.
Era posible que Kairos, Aurora y Lennart actuaran en su posición designada completando su tarea y afectando a su enemigo con el virus y por tal razón era que su oponente ahora parecía ingenuo.
Cuando estuvo por revisar su reloj holográfico, ella sintió un peligro y miró a lo lejos.
Un enorme rayo láser de color dorado se acercó y con una velocidad extremadamente alta golpeó la figura de la Cardenal Najjar.
Envolviéndola en el color dorado, el láser continuo hacia atrás y luego golpeó unas montañas cercanas, destruyéndola por completo.
*BOOM*
La explosión fue nada más que impresionante y la fuerza expansiva alcanzó su posición, enviando a volar los drones y destruyendo a los restantes que estaban cerca.
Esa arma estaba a un nivel extremadamente destructivo hasta el punto de que era demasiado aterrador.
La Cardenal Najjar vio cómo su figura en el cielo fue despedazada por el láser y asintió para sí misma.
Si ese nivel de ataque golpeaba directamente a cualquier miembro de la expedición significaría una muerte segura.
Era hasta tal punto que ella tenía que tener cierta precaución al momento de recibirlo, pero eso fue todo.
Volviendo a generar la figura en el cielo como si en realidad estuviera presente en ese lugar en vez de estar en la tierra mirando desde lejos, la Cardenal Najjar dio una sonrisa.
Estaba claro que la otra parte estaba tratando de detenerla para que no se moviera y no era muy difícil pensar que tenía algo planeado.
Ver que era lo que le daba confianza era vital para prepararse mejor y fue por tal razón que la Cardenal Najjar solo dejo una imagen remanente en el espacio con su figura.
El 'espacio' y el 'tiempo' no eran conceptos simples y ocultaban demasiado poder, pero había que tener precaución.
Era posible tratar de crear un clon utilizando el 'tiempo', pero si no entendía el efecto y la consecuencia, era mejor no meterse con esos asuntos.
Lo básico era retroceder, detener o acelerar el tiempo y si bien daba la sensación de 'simplicidad' con respecto a la multiplicidad que ofrecía el 'tiempo', no resultaba peligroso.
Ahora utilizó la aceleración en sí misma y le permitió moverse a una mayor velocidad, viendo todo más lento a su alrededor.
Con tal efecto revisó su reloj holográfico y al ver que Aurora y Kairos estaban bien, dio una mirada a la señal de Alice y tras verificar que seguía activa, distorsionó el espacio a su alrededor.
Al momento siguiente llegó a donde estaba Andrea y su grupo, pudiendo ver la batalla en contra el demonio luchador de rango S.
El demonio era feroz y luchaba a muerte, pero el grupo lo deseaba capturar y por tal razón atacaron con la idea de subyugarlo.
Sin ir con todo, dificultó la batalla y su captura, alargando el combate demasiado y tomando algunos riesgos.
La Cardenal Najjar sintiendo los alrededores para verificar si había otro peligro, se dio cuenta de que solo quedaba el demonio.
Sin dudarlo agitó su mano y alrededor del demonio que respiraba pesadamente creó un bucle sin fin.
El demonio respiraba una y otra vez sin darse cuenta de que lo que estaba haciendo.
Ni siquiera pudo resistirse debido a que estaba muy debilitado y en guardia en contra del grupo y no ella.
"¿Cómo ha ido todo?" Preguntó Andrea al ver que la batalla termina.
"Bien. He descubierto un arma aterradora de la cual hay que tener cuidado." Respondió la Cardenal Najjar con un tono serio.
Esa arma láser venía de muy lejos y era casi imposible descubrir la ubicación por su cuenta, debido a que una vez que dejara de disparar el láser se detendría.
Sin embargo, era muy preocupante no tal vez para ella, sino que para todos los demás.
¿Qué pasaría si esa arma era disparada al campamento? ¿Las barreras resistirían?
Por tal razón se debía eliminar tal arma o no podrían descansar de forma cómoda.
La Cardenal Najjar estaba decidida a llevar a cabo esa tarea.
******
En el sótano de un búnker abandonado Elinarah frunció el ceño al ver por algunos robots que grababan, como su compañero era capturado.
Sylez era un demonio puro de rango S y era un fuerte luchador, pero también era leal.
Ella pudo escapar y la arquera termino muriendo, ahora solo le quedaban el líder y vice líder del gremio Tower, que apenas eran rango A.
"Haha… ¿No te lo dije? Te iba a destruir bastardo."
Mirando las pantallas Elinarah volvió a fruncir el ceño cuando esos paneles parpadearon dejando ver palabras sin sentido al mismo tiempo que escuchaba la voz de un humano.
"¡Maldición! ¡Maldición! ¡¿Los malditos bárbaros como se atreven a hacerme esto?!"
El rugido de esa voz que controlaba la tecnología fue escuchado y Elinarah ocultó su menosprecio.
"¿Qué sucede?" Preguntó con una voz amable y calmada que dio la sensación de preocupación por aquel que escuchaba.
Su voz hizo que la otra parte se quedara en silencio y era posible que lo calmara de forma superficial.
"Ellos… Ellos han puesto un virus en mi sistema. No sé en qué parte esta, de donde viene o como se oculta y en este momento solo puedo retrasarlo." Declaró la voz y con un toque de pánico, anunció. "Si no lo detenemos. Cada función del sistema será inhabilitada y todo elemento tecnológico será desactivado, llevándome a la muerte."
Elinarah entendió la razón por la cual la otra parte estaba alterada y con esa respuesta, también pudo comprender la 'forma de vida' de esa voz.
¿Era un miembro de la raza de este mundo ocultándose y usando la tecnología como su arma? ¿O era lo que los humanos llamaban una Inteligencia Artificial?
Lo que estaba segura era de que dependía de la tecnología para su supervivencia.
"¡Vamos! ¿Eso es todo lo que tienes? Deberías poner más esfuerzo, no me aburras."
La voz humana volvió a ser escuchada por los paneles cuando uno de ellos, literalmente se apagó.
Elinarah no podía reconocer la voz humana, pero la arrogancia, el orgullo y ese tono de diversión como si todo fuera un juego para su disfrute, dejo en claro que era algún tipo arrogante de alta capacidad.
La tecnología de este mundo era maravillosa y sus armas junto a la capacidad ofensiva era mayor de lo que había visto durante la guerra europea-demoniaca.
Al menos a nivel tecnológico, pero en ese mismo punto carecía de muchas cualidades de terrícolas.
"Como es posible que unos simples bárbaros avancen tanto…" Gruñó la voz con una irritación y preocupación notable.
Bárbaros… Eso fue como ella fue llamada cuando llego a este mundo.
No habían traído tanto elementos tecnológicos y lo poco que trajeron, fue analizado como tecnología básica y 'bárbara'.
Estuvo bien cuando llegaron, ya que necesitaba que esa voz bajara su guardia en contra de su grupo, pero en este momento era imprudente seguir llamando a los humanos, 'bárbaros'.
"Subestimas la capacidad humana y su tecnología." Señaló Elinarah.
Le gustaría decirle sobre el peligro que representaba que los humanos tuvieran un 'Sabio' de una deidad que se denominaba 'Dios de la Tecnología'.
Tal vez esa deidad no actuaba muy a menudo, pero él dio a su 'Sabio' un abrumador conocimiento que, si bien estaba en manos de una sola empresa, era aterrador.
Después de todo, esa empresa estaba en este lugar con uno de sus miembros.
"Si esto continua… Si continúa… Todo acabará." Murmuró la voz con pánico.
Seguramente en este momento estaba teniendo un conflicto virtual con la otra parte y era posible que estuviera perdiendo.
Que los paneles dejaran ver señales de amenaza y que otros se apagasen era la prueba de ello.
"¿Qué sucede? ¿Cansado? ¿Con temor? ¡Pronto todo dejará de funcionar y ese mundo volverá a ser primitivo!" La voz humana volvió a sonar y también vino con una risa malvada
Elinarah estaba segura de que esa voz humana estaba enfureciendo a la voz de este lado y para ella, eso fue bueno.
Solo cuando estuviera desesperado podría estar en una posición de igualdad y ella podría tratar de sacar algunos beneficios o escapar.
"¡Esto te sucede por atacar a mi pequeña niña!"
Con tales palabras finales, todos los paneles de donde Elinarah se encontraba volvieron a apagarse y ella sacó el artefacto de comunicación privado que le dio la voz.
"Tengo un plan, que requerirá que gastes bastante." Dijo Elinarah por el sistema de comunicación.
"¿De qué se trata?" Respondió la voz tras unos segundos.
Su tono sonaba preocupado y algo desesperado, muy cerca de estar en el límite.
¿El virus era tan peligroso?
Tal pregunta no tuvo importancia para Elinarah y se rio suavemente de forma encantadora.
"¿Puedes disparar otro gran láser?" Preguntó sin ocultar su gran sonrisa.
Solo necesitaba moverse bien… Y todos caerían a sus pies.