"A semanas del asalto a la República de África Occidental, cientos de periodistas viajan para descubrir lo sucedido. Muchas noticias aparecen sobre el bienestar y la seguridad de los habitantes de la república, pero corren rumores de que, para lograr tal hazaña, Zerzura tuvo que crear ríos de sangre. Quizás pronto encontremos la respuesta en la investigación que realizará el gigante del norte".
Aurora, que estaba mirando el noticiero a través de una vidriera, sintió una mirada a su lado y cómo alguien tomaba su mano.
Al girarse, notó a su novio a su lado. Kairos era guapo, joven y a veces parecía delicado, pero cuando usaba ropa formal, se volvía un hombre muy atractivo y encantador.
En este momento, sus ojos zafiros estaban puestos en ella y le sonreían como si la tranquilizaran.
"Perdón, perdón. Es culpa mía", dijo Aurora y, dándole un beso, añadió: "Soy muy adicta al trabajo".
Ella se rió por su honestidad y Kairos también le sonrió, dándole un beso ligero.
"Lo sé", respondió Kairos y sonriendo, agregó: "Me gusta tu dedicación".
¿Le gustaba? Aurora no paraba de trabajar en lo sucedido en la república y las repercusiones.
Llegó al punto de que la cita que había planeado tuvo que retrasarla hasta el día de hoy... Era el primer día de diciembre y ella seguía trabajando sin parar.
Aun así, estaba bien. Ya había resuelto la mayoría de las situaciones problemáticas y antes de que Alice se moviera, solo quedaba una única tarea.
"¿Pasa algo?", preguntó Kairos con curiosidad honesta.
Aurora miró a su novio y sonrió cuando él inclinó la cabeza, preguntándole qué sucedía.
"Eres demasiado guapo para mí", respondió Aurora y, al ver que él se sonrojaba sutilmente, le tomó la mano e instó: "Vamos, tenemos que llegar antes de que cierren".
Ambos volvieron a caminar por las calles de la Ciudad de Roma en Italia y Aurora disfrutó la caminata con su novio.
"¿Esta es la primera vez que haces turismo?", preguntó Kairos con curiosidad.
"¿Cuenta si he hecho turismo gastronómico?", preguntó Aurora y, al ver que él agitaba la cabeza, ella sonrió y murmuró: "Entonces es la primera vez".
Aunque fuera la primera vez en turismo, ella había estado investigando y tenía los horarios planeados desde la mañana hasta la noche y más allá... Ella planificó una cita perfecta que pudiera recordar durante toda su vida.
Quizás ella no era la mujer más romántica, pero era dedicada en los objetivos que se ponía y le gustaba lograr lo que quería.
"Ven, vamos. Estoy segura de que hoy es tu primera vez haciendo turismo", dijo Aurora guiándolo de la mano y sonriendo, comentó: "Hoy será una cita inolvidable".
¿Fue su sonrisa? ¿O su mirada tan intensa? Kairos levantó la ceja cuestionando su comentario, pero luego dio una sonrisa y se dejó llevar.
******
Algunas veces las cosas no iban como ella esperaba... Tal idea vino a la mente de Aurora al ver que la tormenta cubría el cielo de Roma, dejando caer una intensa lluvia mientras ella caminaba por las calles.
No estaba bajo la lluvia, ya que ella utilizó su aura celeste para crear un paraguas que evitaba que se mojara. Ella tenía barreras y probablemente no se enfermaría si se mojaba, pero... ¿cómo podía ignorar la oportunidad de caminar bajo la lluvia con su novio?
Aurora miró de reojo a su novio que iba en traje y notó que él la miraba de vez en cuando, especialmente a sus pies.
Ella llevaba un elegante vestido rojo que destacaba con facilidad. La abertura en la pierna revelaba su piel blanca y también tenía un escote en 'V'. Si bien ella no era tan voluptuosa como su madre o hermana, tenía sus atributos.
Y, aun así, él seguía mirando sus pies y la razón no era que él tuviera ese tipo de gusto, sino que...
"¿Estás bien caminando con tacones?" preguntó Kairos levantando la cabeza para mirarla preocupado.
Ella era una espadachina de rango SS y una luchadora de rango S. Soportaría golpes que podrían destruir edificios enteros, y aun así su novio estaba preocupado por sus tacones.
"¿Me veo tan mal caminando?" preguntó Aurora levantando la ceja como si cuestionara.
"No, para nada. Te ves perfecta", respondió Kairos mirándola a los ojos y, con media sonrisa, murmuró: "Pero parece que estás muy concentrada en ellos".
¡Fue descubierta!
Los tacones que llevaba eran los más altos que había usado en su vida, y como ella no era de ir a fiestas, no tenía necesidad de usar tacones, y mucho menos tan altos como los que llevaba.
Ella estaba agradecida de ser una espadachina muy versátil y de tener buen equilibrio, ya que si fuera una persona normal, probablemente tropezaría. También estaba agradecida de que sus tacones estuvieran diseñados para usuarios de habilidades, y caminaba con la confianza de que no se romperían fácilmente.
Sin embargo, ¿cómo mostraría tal debilidad?
"¡Me subestimas!" exclamó Aurora y sonriendo, añadió: "Si quieres, incluso podemos bailar".
Podía luchar incluso con tacones, pero no había duda de que tendría que concentrarse para evitar accidentes.
Kairos se rió de su confianza y ella hizo un pequeño puchero al ver que él no le creía. La lluvia seguía cayendo a su alrededor y, como era una lluvia más intensa de lo normal, no había muchas personas en las calles.
"Me gustaría aceptar la invitación, pero no quiero que te mojes", dijo Kairos y se quitó el saco para ponérselo a ella alrededor de los hombros, murmurando: "Te ves muy hermosa en este momento".
Él se acercó a ella y Aurora, al recibir su mirada, se quedó perdida en sus ojos. El brillo de sus ojos de color zafiro era intenso y la mirada mostraba cierta pasión y cariño que era imposible de ocultar.
Aurora, al recibir su mirada, dejó de usar su aura celeste y permitió que la lluvia los mojara a ambos, y en respuesta, Kairos le dirigió una mirada intensa durante un segundo antes de abrazarla para protegerla de la lluvia.
Rápidamente, él la llevó al hotel y cuando entraron, él acomodó su saco para que cubriera su vestido.
"Lo siento, todavía no controlo mi aura", dijo Aurora con un tono honesto y débil.
Kairos la observó durante unos segundos con cierta extrañeza sin creerle, pero luego negó con la cabeza y la besó.
"Está bien, no me importa disfrutar de la lluvia", respondió, y utilizó un artefacto para secarla a ella y luego a sí mismo.
Esto hizo que Aurora sintiera cierta pena por no poder ver la camisa húmeda pegada al cuerpo de él. ¿Kairos entrenaba? Aurora sabía que él tenía un físico bien entrenado.
Ella era de rango SS, pero a veces esa fuerza le causaba problemas... En este tipo de cita, ella tendría que actuar débil para ser protegida.
"Ven, te llevaré a tu habitación", dijo Kairos tomándola de la mano.
Kairos no intentó en ningún momento mirar su vestido anteriormente mojado y Aurora, al sostener su mano, lo siguió hasta el ascensor y ambos subieron.
Ella podía sentir su respiración, la calma del edificio y del ascensor mientras subían a su piso, y notó cómo él se controlaba.
"Estaré en mi habitación..."
Ambos caminaron hasta su habitación y Kairos, al dejarla, trató de irse, pero Aurora lo siguió sosteniendo de la mano sin dejarlo ir.
Él se giró para preguntarle qué necesitaba, pero ella ya se había quitado el saco y, aunque su ropa estaba seca, lo miró intensamente.
Kairos se puso rojo y trató de desviar la mirada de su escote, forzándose a mirarla a los ojos.
"No estoy haciendo esto por lo que hablamos antes", dijo Aurora y, sintiéndose tímida, murmuró: "Es algo que quiero hacer".
Ella pudo sentir sus mejillas calientes, pero su mirada no se apartó de él, queriendo expresar tanto su deseo como su determinación.
Aurora había hablado con él sobre lo que sucedería y lo que ocurriría si las cosas iban como Alice planeaba. Ella iba a dejar este mundo, pero el modo causaría dolor a muchos, y aunque su hermana insistió en que debía ser así, ella no quería perder lo que tanto le había costado lograr.
"Puedo esperar", dijo Kairos, esperando a que todo se calmara, a que no hubiera problemas ni enemigos, esperando a que pudieran hablar cómodamente de sus vidas, sus secretos y sus deseos. Hablar sobre cuán lejos querían llegar en esta relación y quizás preguntarse si querían casarse o cuántos hijos querían tener. Él podría esperar hasta que ella no tuviera nada más con lo que lidiar.
"Yo no", respondió Aurora, atrayéndolo hacia su lado.
Aurora pegó su cuerpo al pecho del hombre y vio cómo él dejaba de resistirse y controlarse, mirándola con deseo que probablemente había estado ocultando desde hace tiempo.
Ella ya no quería esperar. No importaba si tenía miles de pensamientos en su mente o si tenía decisiones difíciles que tomar. Lo único que le importaba cuando estaba a su lado era amarlo, y ahora ella quería amarlo por completo.
Ambos se miraron y fue ella quien lo besó intensamente, y él la empujó al interior de la habitacion del hotel, cerrando la puerta mientras se abrazaban.
Un beso apasionado e intenso mientras ambos se dirigían a la habitación en sincronía.
"Hm..."
Ella soltó un sonido vergonzoso cuando él besó su cuello y un cosquilleo se extendió por todo su cuerpo, pero la vergüenza duró solo un par de segundos. En este momento, la pasión era mayor que cualquier sentido de vergüenza y ella movió sus manos sin restricciones.
Acarició la espalda, el torso musculoso y sintió las caricias de él, explorando, conociendo y disfrutando.
El placer, la pasión y la lujuria crecieron sin control, pero ambos lo aceptaron y lo disfrutaron mientras se dirigian al dormitorio.
Aurora, al sentir los besos en su cuello y las manos de él por su cuerpo, respiró pesadamente y, al mirarlo, lo empujó hacia la cama, dejando que él se sentara.
Ella pudo sentir la mirada de él en su cuerpo, el deseo y la pasión, y dejó caer su vestido, luego subió a la cama y lo besó.
La pasión aumentó en ambos y ella disfrutó de las caricias, pero buscó quitarle la camisa y ayudarlo a desvestirse. A pesar de que rompió más botones de lo que le gustaría, ambos simplemente sonrieron y volvieron a besarse.
La desnudez incrementó la lujuria y el contacto piel con piel hizo que ambos exploraran con más entusiasmo. Sin vergüenza ni timidez, ambos querían conocer el cuerpo del otro y satisfacer a su pareja.
Estaban aventurándose juntos en un nuevo mundo donde la confianza lo era todo, y ambos disfrutaron del otro.
El contacto, los besos, las caricias y el contacto piel con piel. Los gemidos aparecieron y se elevaron a medida que aprendían más el uno del otro y se dejaban llevar.
Pararon unos segundos cuando ella recordó las constantes bromas de su hermana sobre la "protección", y luego ambos se miraron.
"..."
Ambos sintieron la pasión del otro, el amor y el cariño, al igual que la respiración intensa y la desnudez del cuerpo del otro, y ambos volvieron a besarse, convirtiéndose en uno.
Y los gemidos continuaron.
******
Aurora se vistió luego de salir del baño y se secó el cabello mientras tarareaba.
Al entrar a la habitación, vio las sábanas desordenadas y a su novio todavía durmiendo, y ella sonrió al acercarse.
"Me iré por un tiempo", dijo ella al besarlo y despertarlo.
Kairos recibió el beso y se despertó todavía somnoliento y cansado de la apasionada noche. Aurora se puso un poco roja, pero agradeció haber ascendido de rango antes de realizar su cometido.
La resistencia física de un espadachín y de una luchadora fue valiosa... Extremadamente valiosa, y ella se preguntó qué pasaría cuando ascendiera de rango como luchadora.
"¿El plan?", preguntó Kairos, sacándola de sus pensamientos.
"Sí", respondió Aurora y, viendo que él la miraba sin preguntar nada más, sonrió. "De verdad me gustas mucho y por eso quería hacerlo. Si me hubiera dado cuenta de que era tan bueno, yo lo hubiera hecho antes."
Ante sus últimas palabras, ella se dio cuenta de que Kairos se volvía rojo, pero no se ocultó y lo siguió mirando.
Aurora se rió a carcajadas y se dio cuenta. Quizás ella no sacó la frialdad de su madre, ni el cuerpazo de esa mujer, pero sí heredó la pasión y sí que estaba agradecida.
"Anoche no parecías tan tímido", bromeó Aurora, sonriendo al ver que él se sonrojaba aún más, y luego, al mirarlo, su expresión cambió un poco. "No sé si el plan de Alice sea correcto o no, pero esto es algo que tengo que hacer."
Kairos se levantó y acariciando su mejilla, le dio un beso que ella disfrutó.
"Lo sé. Si crees que tienes que hacerlo, hazlo", respondió Kairos y, con una sonrisa, murmuró. "Te estaré esperando."
Aurora se puso tímida al darse cuenta de que él entendió por qué ella quiso una noche apasionada. Una de sus mayores preocupaciones era que él siguiera con su vida y no la esperara, y ella perdería todo el duro trabajo que había hecho hasta ahora.
No todos los días aparecía un hombre guapo que no solo le agradaba, sino que también le gustaba, y como suponía que Kairos era único, prefirió hacer todo lo posible para mantenerlo a su lado. Después de todo, tenía múltiples objetivos de vida y en algunos de ellos, le gustaría que él estuviera por mucho tiempo.
"Más te vale. Soy una mujer muy vengativa", dijo Aurora con un tono amenazante falso. Era una mujer vengativa, pero no estaba segura si era celosa o si su lado vengativo aparecería cuando se tratara de relaciones personales.
Kairos se rió y Aurora se puso ligeramente roja.
"No te preocupes. Estuve esperando mucho tiempo por ti. Puedo seguir esperando mucho más", dijo Kairos en un tono serio y honesto y...
"Ohh, eres todo un galán!" exclamó Aurora de sorpresa falsa, y viendo que él se quedaba tieso y luego se ponía rojo de vergüenza, ella se rió, lo besó y se levantó. "Recordaré tus palabras."
Aurora, al ver a su hombre tan rojo, se lamió los labios y...
"Creo que tengo unas horas de más libres", murmuró Aurora, y Kairos primero no supo qué decir, pero luego se sonrojó aún más y le dio un lugar en la cama.
Aurora, al sentir su cuerpo lleno de energía, sonrió. A ella le encantaba ser un rango SS.
¡Espero que hayan disfrutado el capitulo! Este es el penúltimo capítulo de la historia principal. Luego seguirán varios capítulos de la historia paralela para terminar esa parte de la historia. Quizás a algunos no le guste esperar por capítulos de la historia paralela, pero no tengo intenciones de cambiar ahora. Dicho todo esto hasta la proxima semana!