906 Primera Línea Parte 4.

Entre la multiplicidad de caminos que existían para obtener la divinidad, Karl Campbell eligió uno de ellos. Aunque él no lo sabía en ese momento, había elegido el método cuando sacrificó todas las ciudades de Estados Unidos.

Y apenas envió a sus amigos y conocidos importantes lejos, inició su plan.

Karl y sus invocaciones instalaron miles de círculos mágicos por todo el planeta, conformando una gigantesca matriz que al iniciar absorbió las almas de todos los seres vivos del planeta. Asesinando a los millones de sobrevivientes que habían resistido la invasión y absorbiendo la vitalidad del planeta.

Esta vez él no era un simple humano que no había despertado. Desde que despertó usando las almas de inocentes para fortalecerse, se había convertido en un semidiós. Un semidiós que avanzó en múltiples magias, incluyendo la magia espiritual, y ahora con conocimiento y fuerza, absorbió las almas del planeta.

Aquellos seres humanos que se dieron cuenta de quién era el culpable se levantaron para luchar en su contra, pero fracasaron. Karl, entre sus múltiples magias, era experto en magia de invocación y había llegado hasta el punto de invocar calamidades e incluso semidioses de otros planetas, raptándolos y esclavizándolos para sus objetivos.

Aquellos que trataron de detenerlo, simplemente murieron. Y luego también murieron las calamidades y semidioses que él había logrado invocar. Y cuando cada ser vivo murió, aquel que destruyó Londres descendió.

******

Karl flotó a varios kilómetros en el cielo, observando a lo lejos la tierra seca y muerta. No sintió penas o ninguna emoción por aquellos que murieron.

Para él fue suficiente que las personas que conocía se salvaran, y en cuanto a los demás, nunca importaron. Así que los utilizó a todos, sacrificándolos para su apoteosis, y finalmente ascendió, lográndolo.

Ascendió y se convirtió en un dios.

Y justo cuando terminó de ascender, como si se tratara de alguna clase de historia, su objetivo descendió por su cuenta al planeta, dando inicio a la batalla final que duró días y que destruyó gran parte del planeta, hasta el punto de que el mundo se fracturaba.

Él había elegido un camino de ascenso de destrucción y magia espiritual, lo que llevó a que, cuando ascendió, su magia fuera extremadamente destructiva y alcanzara etapas que antes apenas había logrado.

La batalla al recién ascender normalmente hubiera sido difícil y probablemente luchar contra un dios de miles de años terminaría en la derrota, pero...

"Oh, me muero. ¡Qué cruel destino!", exclamó un gigantesco demonio de piel roja con dos cuernos gigantescos y cuatro brazos, mientras se llevaba la mano al corazón.

De vez en cuando, tosía creando ríos de sangre y soltaba algunas oraciones que ni los peores guiones de películas de tercera categoría tendrían. Sin embargo, ahí estaba Salveroth, el Dios de la Ira y la Locura, actuando su derrota y 'muerte'.

Actuando... Para Karl, era la única forma en que podía definirlo.

El demonio llevaba más de cinco minutos gritando que estaba muriendo y no había duda de que su cuerpo estaba muriendo, pero todo era una actuación. La razón era simple. Durante la batalla, Salveroth luchó, pero siempre con la intención de estabilizar la fuerza y el ascenso de él, ayudándolo más que intentando asesinarlo.

Soportó su ira y rencor, recibiéndolo directamente, y si bien le ayudó a perfeccionar su magia y técnicas, siempre fue con el objetivo de ayudar, no de matarlo.

También actuó de esa manera con la mentalidad de soportar su ira, como si quisiera ser perdonado por sus acciones.

Perdón... Karl miró al cielo rojo y cerró los ojos por un segundo. Fue él quien asesinó a sus padres, de eso no había duda, pero lo hizo por ella. "¿No es hora de que aparezcas?", murmuró en voz baja.

El calor aumentó en todo el planeta y el sol brilló con mayor fuerza, y desde el cielo ella apareció. Llevaba un vestido rojo que de vez en cuando ardía. El cabello rubio se había convertido en llamas y los ojos rojos ardían con un fuego que amenazaba quemar la existencia misma. Los cuernos de color negro estaban agrietados y las líneas revelaban un color rojizo ardiente, y sin importar los cambios, ella le sonrió. Una sonrisa que disfrutaba cada uno de sus pensamientos y dolor, pero también mostraba cierta pena y revelaba un sentimiento de arrepentimiento.

"Si lo hubiera sabido, no lo hubiera hecho..."

Karl escuchó esas palabras en su oído.

Era lo más cercano a una disculpa de un ser que podía hacerlo todo. Si ella hubiera sabido que se enamoraría, no hubiera asesinado a sus padres.

Karl, al mirarla, no sintió ira ni rencor.

Para él, su familia era una de las pocas cosas importantes en su vida, aparte de sus únicos amigos.

Le resultaba difícil relacionarse con otros, y por esa razón valoraba las pocas conexiones que tenía.

Así que perderlos fue un duro golpe, pero habían pasado años desde que sucedió y, aún más importante, Karl, al mirar a la demoníaca mujer, lo sabía. No podía odiarla y, por más que lo intentara, la amaba.

¿Ella le había hecho algo? Quizás lo había hecho, pero no importaba.

Él ya tenía un plan y un objetivo, y este era el comienzo.

******

La batalla volvió a iniciar y esta vez dos amantes luchaban no por rencor, sino por sus propios objetivos. Ella deseaba ayudarlo y él quería causar la mayor destrucción posible. El objetivo era fortalecerse y convertirse en alguien lo suficientemente poderoso como para estar a su lado.

Y ella lo sabía, así que llevaron su batalla a diferentes mundos. Un mundo donde existían los goblins, donde una raza de tortugas humanoides habitaba, un mundo de naturaleza. Esos mundos, que habían sido conquistados o habían logrado repeler la invasión demoníaca, se enfrentaron a un nuevo desafío.

Los mundos cayeron y los dioses murieron. Sin detenerse uno por uno, y si bien en algunos mundos se enfrentaron directamente, en otros lo hicieron lentamente, estando juntos. Sin embargo, al estar juntos, magnificaron la destrucción de los mundos, y él fue creciendo más y más.

Cada planeta con vida fue destruido y absorbido por él. Y cuando ambos terminaron con la vida del universo, pasaron a otro y a otro, y luego a otro. Llegó un punto en el que él ni siquiera se movió, sino que utilizó a cientos de miles de subordinados y sus propios clones para extender su dominio y causar muerte.

Llevando a que innumerables universos perecieran y aquellos que trataron de detenerlo murieron o se tuvieron que enfrentar a él y a la Primordial que lo protegía. Hasta que, luego de cientos de miles de años de la Tierra, ellos se aburrieron.

Y en ese momento ambos pudieron estar juntos como pareja.

******

La visión de Aurora pasó de los incontables universos pereciendo a centrarse por completo, y ella volvió a la sala y a su asiento sin saber cómo reaccionar. Su mente trató de asumir lo que ella acababa de ver.

El mundo post-apocalíptico que vio en la Tierra, la destrucción posterior y la muerte. Aurora era incapaz de entender la magnitud de que universos perecieran, pero lo vio. Se trataba de incontables vidas y universos sumamente poblados, pero todos ellos perecieron por causa de su hermano. Él no quería convertirse en el dueño o controlarlo, simplemente usaba las almas para fortalecerse a sí mismo, forzando que su concepto mejorara y su divinidad creciera. Llegó al punto en el que, en algún momento, él llegó a destruir las almas para usarlas para su objetivo.

Un dios de la destrucción, muerte y almas. Un dios cuya magia no tenía fronteras y si antes, como un mortal y sin ayuda, fue un genio, como un dios y con una Primordial, su conocimiento superó por completo cualquier mente.

"Esa visión la vi algunos miles de años antes de que finalmente apareciera", dijo la entidad que estaba sentada al frente de ella, y cuando Aurora lo miró, detalló: "Tomé mi tiempo para debilitar la barrera dimensional con el permiso de los dioses guardianes de la Tierra".

Lo primero que vino a la mente de Aurora al escuchar esa información fueron las historias de leyendas de la Tierra relacionadas con la magia, e inmediatamente pensó en la calamidad no-muerta y la verdadera historia detrás.

Fue el Dios del Tiempo y el Espacio quien debilitó la barrera dimensional, y algunos atravesaron creando leyendas o dejando amenazas como la calamidad no-muerta.

"Me tomé mi tiempo para evitar que ellos dos tuvieran un mal inicio e ideé mi plan", dijo la figura.

"Terra nova", murmuró Aurora al entender.

"Sí, para conectar a ambos necesitaba un método", respondió Aión y señaló a su costado, proyectando un escenario. "Y funcionó".

El escenario no era simplemente una proyección, sino que transmitía información, y Aurora observó en silencio.

Aión creó la máquina de realidad virtual llamada Terra nova y, para diseñar la conexión entre ambos mundos y darle 'inmortalidad' a los jugadores, pidió la ayuda de su sobrina. La Emperatriz del Infierno estuvo aburrida durante cientos de años y sus adoradores buscaban métodos para sacarla de su aburrimiento, pero cuando su tío se presentó con la propuesta, ella se intrigó y ayudó.

Fue atraída por la cultura de la Tierra, especialmente las historietas y los libros que ella obtenía gracias a su tío, y luego, cuando la máquina se activó y los primeros jugadores llegaron, ella estuvo emocionada.

Aurora parpadeó al mirar la proyección.

Un día, la diosa, al estar aburrida luego de leer una de esas historias, tuvo la idea de recrear la historia de una niña en peligro, y así lo hizo. Se convirtió en una niña pequeña y apareció en un bosque donde los jugadores solían subir de nivel. Invocó a un lobo y se convirtió en una niña atemorizada en peligro, esperando a su salvador. Y quien apareció allí fue Karl Campbell, quien como jugador tenía el nombre de Karzhal.

Él vio a la niña en peligro junto al lobo y simplemente se fue, sintiendo la extrañeza de la situación. ¿Un lobo que no atacaba a la niña sin importar lo que sucediera y que solo ladraba? Él se fue y ella, al darse cuenta, se puso de mal humor.

"Tío, deja de mirar", dijo la pequeña.

La niña observó al jugador durante un tiempo y, tras pensarlo, se acercó y... La visión se desintegró cuando la niña los miró directamente, quemando la visión.

Aurora parpadeó y volvió a mirar a Aión.

"Hice que su encuentro sucediera. Y cuando ella lo encontró, se acercó. Esta vez no existía venganza, no había razones por las cuales él ascendiera y obtuviera fuerza, así que tu hermano se interesó por la magia y el conocimiento prohibido. Ella era la fuente de ese conocimiento", dijo Aión y, en calma, murmuró: "El objetivo pasó de matar dioses a crear uno".

El murmullo fue extraño para Aurora, ya que ella no sintió ningún alivio en él, y cuando miró las proyecciones de lo que sucedió en Terra nova, se dio cuenta de la razón.

Su hermano se propuso un objetivo 'imposible' y lo hizo porque mientras más imposible fuera el objetivo, más necesitaría a Jezabel y más estaría con ella. Para crear un dios, tuvo que matar dioses y también mató a millones de personas.

Todo se convirtió en materiales para su objetivo y finalmente lo logró.

"Cuando él terminó, ella se llevó a tu hermano y sus creaciones, y aquellos que lo conocían fueron con él", dijo Aión y, mirándola, reveló: "Cambiar la línea de tiempo trae sorpresas y consecuencias".

Cuando él mencionó "sorpresa", Aurora sintió que la mirada sobre ella se intensificaba.

Ella, al igual que millones de personas, era alguien que no hubiera nacido si Aión no hubiera intervenido.

No, no se trataba de millones, sino de incontables vidas y universos. Aión, al intervenir, cambió por completo el destino de incontables vidas, pero cada acción tenía sus consecuencias.

"Así que la puerta la creaste tú", murmuró Aurora al darse cuenta.

La consecuencia de la Tierra no fue la energía mágica que entraba ni las mazmorras, sino la "puerta". Su madre mencionó que la Tierra era la "puerta" del universo, y en cierta forma no estaba equivocada.

La puerta no era algo natural, sino una creación artificial de un dios que, para evitar un futuro, decidió crear una puerta que conectara la Tierra con Terra nova, y esa puerta en la actualidad era la entrada por la cual podían pasar todos aquellos dioses interesados en la Tierra.

"Sí", respondió él y, mirándola, añadió: "Y ya la cerré durante Terra nova. No obstante, aquellos que miraron vieron la Tierra y ya están conectados a ella".

La máquina de realidad virtual que conectaba ambos mundos ya no estaba y, por ende, la conexión desapareció, pero aquellos que tuvieron la oportunidad de mirar, estaban conectados a la Tierra.

Los dioses, como Ketzula, eran ejemplos de seres que se conectaron a la Tierra y buscaban descender para tomar el control.

Ellos eran quienes se mostraban, pero... ¿existían otros seres que todavía permanecían ocultos? Incluso si no lo existieran, había muchas personas que buscaban ascender a la divinidad.

Y el punto era que una vez que alguien ascendiera, podía extender su influencia a otros planetas y eventualmente controlar el universo desde adentro.

"¿Los Portales Abismales qué son?", preguntó Aurora con curiosidad.

"No es algo que haya hecho yo", dijo Aión agitando la cabeza y, en calma, explicó: "Orden ya perdió el interés por este universo, pero en vez de irse, dejó que uno de los suyos diera una enseñanza mientras se trataba de equilibrar mis acciones".

Aión solamente pensó en la Tierra... Aurora, al darse cuenta, lanzó una mirada extraña y esa figura simplemente miró hacia otro lado.

Como él se centró en la Tierra e ignoró todos los otros planetas, únicamente la Tierra tuvo todas las herramientas para sobrevivir. Al menos la experiencia de Terra nova fue considerada como un par de herramientas que ayudaron a la humanidad a detener a los monstruos.

Otros planetas no tuvieron tal experiencia y, en la actualidad, los portales eran tanto una enseñanza como también un equilibrio en donde se salvaban diferentes razas.

"Una prueba", murmuró Aurora al pensar en la Diosa del Orden.

¿La Diosa abandonó este mundo? ¿La Iglesia del Orden podía contactarla? ¿O simplemente usaban su poder? De igual manera, los portales eran una prueba. Una donde se enseñaba a los terrícolas las consecuencias de la falta de necesidad y en donde se les daba la posibilidad de hacer las cosas correctamente.

Quizás ella estaba pensando demasiado, pero al mirar al ser que estaba frente a ella, Aurora sabía que no obtendría respuesta.

Aión parecía ignorante de todo... No, él parecía alguien que no estaba interesado en los demás y los ignoraba por completo.

"¿Por qué sigues aquí?", preguntó Aurora al mirar fijamente a la figura.

Los rostros cambiaron con mayor velocidad, como si él no quisiera que ella viera su expresión o cualquier rastro.

¿Por qué Aión, que ya había terminado su objetivo, permaneció en la Tierra? Él parecía que no le importaban las consecuencias de sus acciones. No, él confiaba en que sus decisiones fueron correctas y al evitar tanta destrucción lo fueron.

"Jezabel me pidió que cuidara de tus padres", dijo Aión y, al mirarla, simplemente se quedó en silencio.

¿Fue ella? ¿Ella fue la razón por la cual él permaneció en la Tierra? ¿Vio algo que lo hizo quedarse? ¿O simplemente estaba aburrido? Aurora, al quedarse mirando fijamente a la figura por segundos, sintió que veía los ojos reales y...

"Bien", murmuró dejando salir un suspiro y, al abrir sus ojos, se levantó. "Gracias por estar a mi lado y cuidarme".

Fue honesta y seria, lo que llevó a que la figura se relajara y...

"También gracias por mantener mi privacidad. Ahora entiendo por qué eras tan estricto en ese punto, tenías una reputación que mantener", murmuró Aurora y, viendo que la figura se congelaba como si se hubiera convertido en piedra, sonrió y comentó: "Mis maestros son de Terra nova, ¿no? Diles que si tengo la oportunidad los visitaré".

¿Quiénes eran sus maestros? Tal pregunta era una incógnita, pero ella estaba segura de que en el futuro lo descubriría y les agradecería personalmente cuando los viera.

"No esperaba una historia de amor, pero... Bueno. Dicen que el amor es una emoción poderosa para aquellos que jamás lo han sentido", murmuró Aurora.

Se había preparado tanto para venir a esta reunión, pero nada había salido como ella esperaba. Ni siquiera la información que obtuvo fue como esperaba.

Hubiera esperado miles de situaciones y razones de la máquina de Terra nova, pero al final fue porque el Primordial del Tiempo y el Espacio quiso convertirse en Cupido y emparejar a un mortal y a una Primordial de una manera más agradable que la original.

Aurora, que estaba por irse, se detuvo y volvió a observar a la figura y...

"¿Me devuelves mis pertenencias en mi inventario?", preguntó en calma y la figura parpadeó aturdida y simplemente asintió, haciendo que su anillo espacial brillara.

Aurora simplemente se rió al ver que su sistema seguía incómodo por su burla anterior y simplemente se despidió con una sonrisa.

Extrañamente, su humor mejoró en gran medida por su broma y, al salir y caminar por el pasillo, ella se preguntó si debería volver a hablar con su hermana, pero en vez de ello sacó su reloj holográfico.

"El amor es una emoción poderosa", murmuró, enviando un mensaje a su novio para organizar una cita.

Ella aceptaba el plan de Alice, pero antes de que empezara el plan, ella quería dejar algunas cosas claras.

Su relación con su novio era una de ellas.

******

En la sala iluminada que actualmente estaba una figura cabizbaja cambió cuando una llamarada apareció y una niña se reveló.

"Ella es bastante graciosa, ¿no?" preguntó la niña y, al sentarse en el sofá, sonrió malvadamente. "No le has dicho toda la verdad".

La figura levantó la cabeza y Jezabel se rió a carcajadas al sentir la presencia del primordial más antiguo y viejo de todos. El ser que nació tercero en la existencia misma y aquel que daba forma al espacio y al tiempo.

"¿No me vas a decir qué viste luego de que yo dejé de intervenir?" preguntó Jezabel y, viendo que volvía a convertirse en piedra al ignorarla, murmuró: "Viejo pervertido".

Ella se rió a carcajadas cuando el espacio trató de presionarla y simplemente desapareció, dejando una risa malvada detrás.

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