Gerald estaba triste, había leido mas a fondo la carta de Hogwarts y se había dado cuenta que no podría llevar a Nivy junto con el a Hogwarts. Aunque solo le faltaban los materiales de pociones y un telescopio, se había tomado un tiempo libre para estudiar los libros que había conseguido.
En ellos mencionaron la restriccion de mascostas en Hogwarts, lo que implicaba que Nivy estaba prohibida y llevarla no sería una opción.
"¿Quieres ir a Africa?" cuestionó Gerald, tampoco podía dejarla ir en cualquier lugar, podria morir o la podrían capturar. Tampoco podia regresarla a la tienda, despues de todo el tendero parecia tenerle mucho miedo. "No sé si pueda llevarte a Africa"
Gerald contemplo a Nivy que lo miraba con esperanza, el mayor anhelo de la serpiente era su libertad, desde que nacio, solo habia conocido la esclavitud, y Gerald podia congeniar con ese sentimiento.
"Tal vez si le pido de favor al director Dumbledore" Gerald mucito pensando, no sabia como reaccionaria Albus si se enteraba que hablaba parcel, por lo que habia leido, era una señal de algun parentezco con Salazar Slitherin.
Despues de pensarlo por unos minutos se decidió, le enviaria una carta a Albus pidiendo su ayuda para poder llevar a Nivy, pero primero necesitaria una lechuza y estaba seguro que el tendero de la tienda de mascotas no estaria feliz de verlo.
Entonces penso que podria encontrar otra tienda de mascotas mas profundamente en el callejon, despues de todo ¿no podia ser la unica? ¿o si?
"Esperame aqui Nivy, ire en busca de una lechuza" Tomando un puñado de galeones, Gerald salio del caldero chorreante, ya estaba oscureciendo, queria darse prisa, aunque aun tenia un par de meses hasta entrar en Hogwarts, queria asegurar el futuro de Nivy cuanto antes.
La noche estaba bastante fría, el viento de Junio se acercaba y la tempuratura descendia en concecuencia. Pero a Gerald no le pudo importar menos, simplemente tenia una meta en mente.
Cuando las luces se encendieron magicamente, pudo ver con maravillados ojos todo el explendor que el callejon Diagon tenia para ofrecer. Incluso hubo luces en las puertas de Grinwotts.
"Luce increible" susurro Gerald admirando todo, las personas caminaban mas realajadas, como si las luces fueran una especie de calmante.
Con mas resolucion siguio adentrandose al callejon, aunque mas pronto que tarde se encontro solo caminando en un callejon poco iluminado.
"¿Donde estan todos?" se pregunto a si mismo mientras echaba un vistazo a todo el callejon, ahora parecia que todas las tiendas habian cerrado, excepto una.
Acercandose a la unica tienda que parecia abierta, miro un viejo letrero que parecia estar a punto de caerse. Tenia manchas de moho y estaba roto de una de sus esquinas. "Tienda de artilugios magicos Haney"
Con algo de curiosidad, ya que era la unica tienda con luz visible, se acerco y empujo la puerta que hizo un horrible rechinido cuando se abrio. Sintiendose un poco perturbado, trago saliva y se adentro en la tienda ¿quien sabe? podria encontrar algo interesante.
La tienda estaba casi vacia, solo mantenia unos estantes llenos con objetos pequeños bastante extraños, Gerald supuso que se trataba de objetos magicos, asi que curioso se acerco.
Una especie de ojo mecanico lo miro cuando de acerco al estante, eso hizo que un escalofrio recorriera su espalda, despues de todo un ojo que se movia solo no era buena señal.
Unos pasos se escucharon viniendo rapidamente de un pasillo bastante oscuro de lo que Gerald supuso era el mostrador qur al igual que casi toda la tienda, estaba vacio.
"¡Aja! carne fresca" Una voz gruesa y perturbadora hablo con regocijo desde el mostrador, Gerald lo miro bastante asustado.
El anciano que estaba frente a el era muy espeluznante, tenia el pelo largo y alborotado, bestante sucio, parecia que no se habia bañado por años. Sus ojos parecian estar locos, uno de ellos parecia moverse por voluntad propia. La nariz del anciano era retorcida y tenia una gran berruga que resaltaba su apariencia nada estetica.
Gerald observo una gran joroba detras de su cuello, luego el hombre parecio sonreir al sentir la mirada del niño. Unos horribles y muy mal cuidados dientes amarillentos le sonrieron de una manera que herizo cada uno de los pelos en la nuca de Gerald.
"Me encanta la carne fresca" El anciano volvio hablar mientras se acariciaba el pelo con sus largas y horripilantes uñas amarillentas. La vista completa hizo que Gerald se quedara inmobil, nunca habia pensado en la posibilidad de que se topara un ser tan espeluznante por querer comprar una lechuza.
"Y-yo... so-solo que-queria un bu-buho" tartamudeo Gerald mientras con el rabillo de su ojo derecho buscaba desesperado la puerta, para su mala fortuna estaba cerrada.
"Justo estaba preparando una pocion" el hombre sonrio aun mas cuando el tono palido de la piel de Gerald se aclaro mas llegando al blanco. "Podrias unirte a mi"
"Te-tengo algo qu-que hacer" volvio a tartarmudear Gerald mientras daba un paso atras, el espeluznante anciano parecia muy emocionado por su estado.
"¡No digas tonterias!" El hombre grito mientras sacaba una varita y apuntaba a Gerald que automaticamente se quedo en blanco, aunque tenia su propia varita en su bolsillo, solo habia leido la teoria magica para principiantes y la historia de Hogwarts, no habia nada que pudiera hacer contra un mago anciano.
"¡Acercate muchacho!" Volvio a gritar el hombre mientras apuntaba a la cabeza de Gerald, este miro con terror al anciano. Pero lentamente se obligo a si mismo a arrastrar sus pies pesadamente.
Cuando estaba por dar otro paso, la puerta se abrio de improvisto, Gerald miro la puerta con renovada esperanza, esperaba que fuera alguien con buenas intenciones y pudiera sacarlo de ahi.
El anciano rapidamente bajo la varita y miro la puerta con enfado, habia estado muy cerca, si no hubiese jugado con el chico lo habria logrado.
"Sal de aqui muchacho" una voz susurrante hablo detras de la puerta, Gerald no dudo ni un segundo cuando corrio por la puerta como si un angel lo habia venido a salvar.
Dando un vistazo a su salvador, Gerald miro a un hombre en su mediana edad, su nariz estaba torcida y el hombre en general parecia muy tetrico. El hombre miro con una cara extraña al chico que acababa de ver entrar a la tienda.
Cuando lo miro vagando por las calles tan noche penso que se trataba de algun hijo de algun mercader del callejon Knockturn. Luego lo miro caminar por una de las partes mas solitarias y verlo caminar con duda a la unica tienda que parecia abierta.
¡Grave error! Esa tienda le pertenecia a un viejo loco que usaba a las personas como experimento para sus posiciones. Inmediatamente se llevo a si mismo a salvar al niño. No esperaba que fuera el nuevo alumno que le habia mencionado Dumbledore.
"Otra vez tu... Severus..." la voz del anciano gruño. Severus lo miro por un segundo y se dio la vuelta haciendo que sus tunicas revolotearan en su espalda.
Gerald miro al hombre que lo tomo por el hombro y sin decir una palabra lo condujo fuera del callejon.
"¿Tienes idea... de lo estupido que fue entrar al callejon Knockturn, solo a estas horas?" Regaño el hombre mirando incredulo al niño, si dumbledore se enteraba...
"Y-yo lo siento" tartamudeo Gerald mirando al suelo, no habia pensado que habria personas asi en el mundo magico, aunque Dumbledore se lo advirtio, no le dio mucha importancia a sus palabras. "Gracias..." susurro con una pequeña sonrisa.
Severus lo noto y fruncio los labios, luego se dio la vuelta y sin decir nada mas se adentro nuevamente en el callejon oscuro, no sin antes dar una ultima mirada al chico que ya se habia ido.