—¡Aaah! Déjenme en paz...
—¡Déjenme en paz!
Varios gritos estridentes resonaron detrás de ellos, enviando escalofríos por sus espinas mientras sus piernas se sentían pesadas; al mirar hacia atrás, esa escena espeluznante hizo que sus pequeños corazones latieran con fuerza mientras perdían varios latidos.
¡Aceleraron, corriendo lo más rápido que podían! Ese lobo ya había atrapado a un humano y lo estaba estrangulando en el suelo. No se atrevieron a ver quién era, esta vez, era cuestión de sus piernas y la distancia.
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com