—Yu Qi, ¿qué estás haciendo? —Xin Rin vio a Yu Qi revisando unos documentos.
También se percató de que a veces Yu Qi hacía algunos papeleos que no estaban relacionados con su trabajo.
—Oh, estoy leyendo unos informes —dijo Yu Qi.
—¿Informes sobre qué? —Xin Rin echó un vistazo al documento.
—¿Espera? ¿Esto es sobre el cuidado de la piel de la Marca Qi Qi? —Xin Rin dijo emocionada.
—¿Sabes? —preguntó Yu Qi.
—Por supuesto, sé. Es una marca recién establecida. Pero está extendiendo su influencia a gran velocidad. Me encanta —Xin Rin elogió el Cuidado de la Piel Qi Qi.
Yu Qi sonrió y le agradeció.
—¿Por qué me estás dando las gracias? —Los ojos de Xin Rin se agrandaron de repente—. No me digas, que...
—Es exactamente lo que piensas, Senior Rin —Yu Qi asintió.
—¿Qué... Qué? ¿Tú eres la dueña? —La boca de Xin Rin se abrió de par en par.
—Me alegra oír que a alguien le guste mi marca —Yu Qi se rió.
—Oh, Yu Qi, eres mi diosa —Xin Rin abrazó a Yu Qi.
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