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Reborn as Trunks Briefs (SPA)

La voluntad del ser humano es voluble al destino. Y solo los dioses deciden el destino. ¿Pueden converger ambas voluntades en una sola? Esta es la historia de un mortal que nunca perdió la fe en la humanidad, incluso si se perdió a sí mismo en el camino. La historia del Kaioshin Supremo que todo lo entiende, que todo lo ve, que todo lo defiende. Porque esa es la voluntad humano-divina que Trunks Briefs tiene.

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Entrenamiento con el maestro Karin

Luego de mucho volar, finalmente habían llegado, la Torre de Kami-sama, o bueno, más bien a la parte en donde encontraba el Maestro Karin.

Trunks sabía desde el inicio que esto iba  a ser algo complicado que digamos.

—Bien, sólo tenemos que subir hasta el hogar de Karin.

Dijo el chico de cabello lila llamado Trunks mientras renaudaba su vuelo seguido por Vegeta, quién no había dicho nada durante todo su viaje hasta aquí.

Sinceramente, la idea de volar siempre fue algo que Trunks había deseado experimentar, y ahora que podía simplemente podía decir..

Que era algo fantástico.

Aunque bueno, eso no es lo importante.

Al llegar ahí fue que Trunks pudo ver a un gato meditando sobre un palo de madera en plena tranquilidad.

—¿Quién eres tú?

Vegeta se quedó en silencio y Trunks tocó el suelo de la plataforma en medio de la nada mientras extendía sus brazos y hablaba.

—Mí nombre es Trunks—Se presentó el híbrido sintiendo el viento correr por su rostro—. Normalmente habría escalado la torre de aquí, pero tardaría mucho, y no tenemos mucho tiempo. Así que volé hasta este lugar para obtener su entrenamiento especial, maestro Karin.

Se inclinó respetuosamente el pequeño con la única intención de obtener la aprobación del gato Karin.

—¿Por qué un Saiyajin quiere mí entrenamiento? Se supone que Cell ha sido eliminado, así que no veo porqué tomar discípulos.

Reacio actúa el animal parlante, a lo que Trunks deja de inclinarse y mira a los ojos al animal.

—Ahora.. dime, ¿Para qué quieres mí entrenamiento?

Fue en este preciso instante en el que Trunks soltó su mochila llena de capsulas y procedió a explicar lo que sucedía.

—Necesito ser más fuerte, tres androides destruirán el mundo sí es que no soy lo suficientemente fuerte para derrotar a su líder en un duelo uno contra uno. Por eso quiero tener el mismo entrenamiento que le dio al Sr. Goku. . .

Karin sabía lo que quería el chico y declaró en un tono serio, abriendo los ojos por primera vez en mucho tiempo.

—Quieres el Agua Ultradivina, ¿No es así?

Trunks viendo que lo habían descubierto asintió, poniéndose en una pose clásica para suplicar en la cultura japonesa.

—¡Se lo imploro, ayúdeme a ser más fuerte! ¡Necesito derrotar al Androide 13, y el primer paso es este!

Muy directo y con intenciones ocultas que por el momento no diría, esa es la descripción de Karin sobre este chico híbrido que se encontraba en el suelo suplicando por su ayuda.

Pero viendo al Saiyajin rehabilitado por Goku aquí, Karin sabía que tenía verdad en sus palabras, así que suspiró mientras dejaba su bastón y caía sobre sus dos patas.

—Bien. Te entrenaré, y sí superas mí entrenamiento te daré el Agua Ultradivina.

Trunks levantó la cabeza con la intención de agradecer, pero cuando estaba por hablar lo primero que recibió fue una patada que lo mandó a volar al infinito espacio entre ellos y el suelo.

Vegeta al ver que su hijo había sido pateado de esta forma puso una sonrisa, y se acostó en un extremo de esta torre, utilizando la mochila de Trunks como almohada.

—Sé que esto tardará unos días, así que te dejaré que hagas lo que quieras con el mocoso, sólo dale el Agua Ultradivina al final, o tendré que tomarla yo mismo de tu cadáver, gato.

Fueron las palabras del príncipe Saiyajin mientras se daba una siesta

—Que Kami-sama me de un respiro, porque ustedes los Saiyajins y sus egos desmedidos me van a dar jaqueca. . .

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.

—¿Es esto verdad, Bulma? ¿Tú hijo se ha ido junto a Vegeta?

Decía un hombre pelado de poca altura sentado en una silla junto a otra mujer de cabello rubio, algo que destacar eran los anillos que estas dos personas llevaban.

—S-sí.

Bulma Briefs lucía fatal, desde su maquillaje arruinado hasta sus ojos llenos de un color rojo que consiguió de tanto llorar.

El hogar de los Briefs se mantenía en un nivel alto de preocupación, el abuelo de Trunks, el Sr Briefs, se recluyó en su laboratorio, mientras su mujer se quedó con Bulma para calmarla, tratando de guardar su dolor para sí misma.

—Entonces te dejó no una, sí no dos cartas..

Dijo un hombre de color verde con una vestimenta peculiar.

—M-mí Trunks..

Reconfortada por su madre, es decir, la abuela de Trunks, Bulma siguió sufriendo en su dolor.

Y a su alrededor, los guerreros Z se habían reunido, casi por completo.

Los únicos restantes eran Tenshinhan y Chaoz, quienes según Yamcha no tardarían en llegar hasta aquí.

Todos se encontraban en la sala principal puesto que esta era una reunión de emergencia por lo que todos temían.

¿Y qué era eso? Simple, que la razón por la que se fueron tanto Trunks como Vegeta no fuera una rutina de entrenamiento sí no una amenaza que se acercaba.

—¿Y tú Gohan, revisaste tú carta? Puede que contenga más información de esto.

Preguntaba Yamcha con algo de curiosidad recostado en una columna.

—No, recién llegué como el resto de ustedes, cuando Bulma me habló por teléfono vine en la Nube voladora. Y normalmente esto no me lo tomaría en serio, pero se han ido tanto Trunks como Vegeta. Así que tuve que dejar a mamá y a Goten en casa.

Agarrando la carta sobre la mesa con su nombre Gohan decidió abrirla sin pensarselo dos veces y leyó el contenido.

—¿Y? ¿Qué dice, Son Gohan?

Preguntó una mujer rubia con una figura algo. . . fuera de estado por lo que parecía ser un embarazo.

—Parte de la carta es Trunks insultándome por abandonar el entrenamiento, pero.. ¡Aquí está! El motivo de la carta, dice que se encontró con Androide 13 cuando... estábamos con Bulma y mí mamá. También dice que iba a hablar conmigo pero que decidió aceptar él, el reto, ya que yo había decidido vivir en paz y Vegeta lo arruinaría por su ego. Por eso decidió ser él, el contrincante del Androide 13.

Explicaba Gohan conflictuado ya que la carta en su mayoría se trataba de darle palos a este de parte de Trunks. Esto dejaba claro a todos que el niño había decidido ir por su cuenta a este duelo ya que ninguno de ellos era útil.

—Vaya que sabe cosas ese niño, tiene valor, eso me gusta. Ya que abandonaste tú entrenamiento, él mismo decidió ser el sacrificio.

Dijo un hombre alto de tres ojos entrando a la sala en donde la mayoría se puso contento de verlo.

—¡Tenshinhan, Chaoz, sí vinieron!—Se levantó Krillin para saludarlos.

Rápidamente el tosido de Piccoro los trajo de vuelta a la situación.

—Continúa, Gohan.

El nombrado asintió y siguió hablando.

—Parece que eligió a Vegeta como compañero porque es un loco obsesivo con ser más fuerte, entre sus opciones estaba papá, el Sr. Piccoro, incluso yo, según Trunks la decisión para descartar cada opción fue: Que papá estaba muerto y no sabía como acceder al Otro mundo, con Piccoro que su nivel no era tan grande y...

Gohan parecía estar cada vez más molesto al leer la carta, no con Trunks, sí no por su propia irresponsabilidad.

Un niño de cuatro años había decido tomar el peso del mundo porque todos los que estaban en él o eran unos irresponsables, o eran débiles, o eran unos obsesivos con el poder y su propio ego.

—Que no me eligió a mí porque había decidido dejar de entrenar y dejar la tierra desprotegida. La pelea será en un mes, y durante ese tiempo nos dejó un par de consejos.. entre esos entrenar todos juntos y no por separado como de costumbre, la máquina de gravedad, también está la habitación del tiempo, ir al otro mundo para ir con Kaio-sama, e inclusive ir a New Namek para desbloquear nuestro potencial.

Tomó algo de aire y declaró lo que parecía más importante.

—Parece que el objetivo de los androides rezagados son 17 y 18, por haber asesinado al Dr. Maki Gero.

Eso fue todo lo que se tenía que decir al respecto de la carta.

Siendo sinceros, Trunks tenía sus razones, pero aún así esto había sido una decisión estúpida, o eso pensaba Gohan.

—Qué mocoso con agallas. Te dijo todo lo que debía decirte en dos ocasiones sin contenerse.

Dijo Piccoro, mientras mantenía un rostro serio como de costumbre.

—¿Qué vamos a hacer, Gohan?

Preguntó Krillin, a lo que Piccoro respondió la pregunta del hombre de nulo pelo.

—¿Qué no es obvio? El mocoso en la carta ya lo dijo, buscar a 17, entrenar todos juntos y defender a la tierra mientras él se encarga del Androide 13.

Todos se sorprendieron porque Piccoro de todas las personas dijera "todos" sin malicia en sus palabras.

—Porque pese a que todos ustedes me parezcan irritantes, hemos demostrado fallar cuando la amenaza se presenta sí es que cada uno va por su lado, esa es la realidad. Así que haremos lo que está en la carta y dejaremos al mocoso y a Vegeta el enfrentar al Androide 13.

Parecía ser que entre todos los guerreros, el único con una idea de lo que debían hacer fue Piccoro.

O eso creían, ya que Tenshinhan habló.

—Me parece bien. Tampoco me caes muy bien, Piccoro, pero te debo esto, después de todo nos has ayudado hasta el momento. ¿Krillin, Yamcha, vienen?

El pelado miró a su esposa y esta asintió, por lo que el hombre de nulo pelo regresó al resto con un pulgar levantado.

Por otro lado, Yamcha suspiró.

—Y eso que tenía una cita con esta chica Maron.. Qué molestia. Pero bien, sí el hijo de Bulma está sacrificandose por el bien de la Tierra nosotros no debemos ser menos.

Esas palabras fueron más que suficiente para que todos se levantaran de sus lugares.

—¿Vienes, Gohan?

Preguntó Krillin quién caminaba hacia el resto de guerreros no sin antes besar en la frente a su mujer.

Gohan, por su parte, se quedó en su lugar aún sosteniendo la carta, paralizado, ya que el conflicto aún lo perseguía por más que quisiera huir y tener paz.

—¿Aún sigues con tú deseo de tener paz, Eh?

Preguntó Yamcha, quién luego de suspirar se acercó a Gohan para agarrarlo del cuello con su brazo.

—Te diré una cosa, chico. Las veces que he intentado alejarme de todo, buscar una vida normal, fue que de repente aparecieron mayores amenazas.. los Saiyajins, los androides y Cell. Cuando uno evita la realidad esta tiende a golpearnos aún más fuerte. Y te lo dice alguien que ya ha muerto. Sólo un consejo de tú veterano de confianza.

Después de estas palabras Yamcha se marchó afuera de la sala junto al resto.

Sólo quedaban Bulma y Gohan ahí.

—¿Qué me pasa? ¿Por qué me cuesta tanto moverme?

Dice en un susurro Gohan, tratando de entender por qué su cuerpo temblaba.

¿Era la emoción de pelear? ¿Sería este su instinto Saiyajin? ¿O era acaso el miedo que le gritaba por huir con tal de preservar su paz? En todo caso, sería su instinto humano.

Y de repente..

Una bofetada movió su rostro.

—¿¡Qué crees que estás haciendo!?

Pregunta Bulma con emociones mezcladas, ya sea la ira o la tristeza, daba igual, porque su enojo sería dominante.

—¡Mí hijo está arriesgando su vida por todos nosotros y lo único que te pide es que recapacites! ¡No te está diciendo que dejes la paz, sólo te pide que lo equilibres con tú entrenamiento, grandísimo estúpido!

Apunto de abofetear una vez más, allí estuvo el Androide 18 para detener esa muñeca que volaba con la intención de golpear a Gohan.

—Ya es suficiente, Bulma. Él no tiene la culpa por querer algo de paz después de lo que ha tenido que pasar.

La madre de Trunks asintió y volvió a romperse en lágrimas después de estas palabras, aún no disfrutaba de su hijo y tenía que verlo irse a una misión suicida.

—E-es sólo un niño. Él.. él no tendría que estar haciendo estas cosas..

Son Gohan por un momento recordó a su madre, quién lloraba por su hijo que se marchaba con Piccoro para derrotar a los Saiyajins.

Ella no lo aceptó y lloró, eso fue su culpa.

No pudo darle las palabras que ella deseaba oír, es más, al regresar tuvo que volver a irse sin preocuparle su opinión sólo porque tenía otro enemigo para derrotar.

Gohan rompió la carta en mil pedazos de la furia que lo llenaba.

Esta misma ira que no sentía desde hace cuatro años.

—Me voy.

Fueron las únicas palabras que pudo decir Gohan, caminando bajo la presión que tenía sobre sus hombros.

Esta vez, Gohan pudo entender tanto al chico como a la madre del chico.

—Lo traeré de vuelta, Bulma. Y eso es una promesa.

Fueron las palabras de Gohan mientras se alejaba de la corporación cápsula.

Esta vez no planeaba volver a verle la cara a Bulma no sin antes traerle a su hijo de vuelta.