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Querido Capitán:

Hace días que lo veo molesto, incluso cuando había regresado de su tan esperada misión con la teniente Matsumoto. ¿Le pasó algo?

Créame cuando le digo que me preocupa su salud, la molestia y el rencor no son bueno...

Oh por cierto, ayer vi a su teniente con el capitán Hitsugaya. ¿Cree que estén saliendo?

Aunque lo dudo, ya que el capitán Hitsugaya sólo la ve como una amiga.

P.s: no debería estar celoso del capitán Hitsugaya, yo creo que su teniente le aprecia.

Atentamente:

"Una Shinigami cualquiera"

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| CAPÍTULO DOS. |

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El capitán del tercer escuadrón leyó aquella carta con el ceño fruncido, le molestaba que esa tal "Shinigami cualquiera" creyera que él estaba celoso de la "salida" que su teniente tuvo con el capitán de otro escuadrón.

—Tsk, yo no estoy celoso de Hitsugaya— murmuró molesto mientras guardaba la carta en el cajón.

No entendía porque comenzaba a guardar las cartas que aquella Shinigami dejaba en su escritorio. Tampoco sabía porque no simplemente le ponía una trampa para saber su identidad.

—¿Capitán Ichimaru?— la voz de su teniente se escuchó del otro lado de la puerta.

—Pasa Kobayashi-san— dijo él mientras soltaba un suspiró, retomando aquella sonrisa zorruna que siempre tenía.

—¿Le pasa algo?— preguntó preocupada —U-usted nunca me llama por mi apellido— agregó nerviosa.

Si bien desde aquel día en el que lo dejó solo con el papeleo para irse a su "salida" con el capitán del décimo escuadrón, Ichimaru no la trataba como antes. Incluso había hablado con la teniente Matsumoto para que ella averiguara que pasaba con el peliblanco, pero ni siquiera ella logró saberlo.

—¿Por qué pasaría algo? Simplemente la llamé por su apellido y ya— agregó sin importancia mientras seguía revisando los documentos que le acababan de llevar.

—Ah bueno, etto... Kira-kun me contó que le llegaron nuevos documentos— habló siendo ignorada por el peliblanco —¿Q-quiere que le ayude?— preguntó nerviosa.

—No gracias, ya puedes retirarte— respondió sin mirarla.

—E-está bien, con permiso capitán Ichimaru— dijo mientras salía de la oficina dejando al peliblanco solo.

Tara camino hasta su habitación dispuesta a escribirle otra carta. Sabía que algo le pasaba, y si ni ella, ni Matsumoto lograban saberlo; quizá "Shinigami cualquiera" si lo conseguiría.

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