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1.

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Querido Capitán:

Hoy lo vi pasar mientras charlaba con el capitán Aizen, amo esa sonrisa de ojos cerrados que siempre tiene. Se veía muy alegré supongo que hablaba con el capitán Aizen de su próxima misión con la teniente Matsumoto.

Me alegra que usted se sienta feliz aunque sea a lado de otra chica.

Quizá no me conoce, soy su subordinada. No me prestaría atención. Pero eso no me importa, al menos mis cartas llaman su atención ¿verdad?

En fin, quisiera que supiera quien soy. Pero me da pena que solo piense que soy una niñata cualquiera que pertenece a su club de fans.

P.s: Salude a la teniente Matsumoto de mi parte

Atentamente:

"Una Shinigami cualquiera"

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| CAPÍTULO UNO. |

El capitán del tercer escuadrón leyó aquella carta con sorpresa. ¿Cómo esa "Shinigami cualquiera" sabía sobre su misión con la teniente Matsumoto?

—Hmm— hizo una mueca pensativo —¿Quién podría ser?— se preguntó mientras guardaba la carta en el cajón derecho de su escritorio.

La puerta fue tocada suavemente, él logro reconocer ese Reiatsu. Era su teniente.

—¿Capitán Ichimaru?— su voz se escuchó al otro lado de la puerta.

—Adelante Tara-chan— respondió él dándole acceso a su oficina.

Enseguida una temerosa chica de cabello negro hasta los hombros entró a la oficina.

—Capitán...

—Qué bueno que llegas— interrumpió él mientras despegaba la vista de esa pila de documentos que tenía en su escritorio —Necesito que me ayudes con todos estos documentos— agregó.

—Ah bueno, capitán...— nerviosa apartó la mirada —Yo venía a informarle que saldré con Hitsugaya-kun a pasear— agregó sonrojada.

Gin sonrió como naturalmente lo hacía, quería dar a entender que no le afectaba el hecho de que su teniente saliera con el capitán de otro escuadrón.

—Está bien— respondió despreocupado —Cuando termines regresa, para poder terminar con todos estos documentos— ordenó mientras seguía leyendo la pila de hojas amontonada en su escritorio.

—Así lo haré capitán Ichimaru— dijo ella con una sonrisa mientras salía de la oficina.

Cuando Ichimaru la vio salir sintió como toda la furia se acumulaba en su interior. Frustrado golpeó la pared fuertemente, creando un hueco en está.

Suspiró guardando la compostura para continuar con su labor. Mientras su teniente se iba con el capitán del décimo escuadrón.