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Mi madre es una yandere

Sigue la historia de la hermosa vida de nuestro protagonista en sus intentos de aventuras, mientras su madre, la mujer mas fuerte y hermosa del multiverso, quien tiene un grave problema de Son-con, intenta evitarlo.

Eroos · Anime und Comics
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14 Chs

Letal

"Quiero dulces..."

Murmuro Argenis con un puchero en su cura, cerrando los ojos para observar más allá del cielo, donde puede apreciar a su madre aun dormida en el planeta, para luego bajar la mirada para seguir observando a sus juguetes.

"¿Mn?"

Inclinando la cabeza en confusión, Argenis mira hacia una chica con anteojos que camina unos cuantos kilómetros bajo el.

La chica en si no es lo que le llamo la atención, lo que lo atrajo son las imágenes sobre ella, que se repiten rápidamente una y otra vez, causándole una inmensa curiosidad.

Descendiendo lentamente del cielo, Argenis llega frente a la mujer, mirando sobre ella con curiosidad, mientras ella lo mira con shock por su repentina aparición.

"¿Qué es eso?"

Pregunto Argenis a la mujer, apuntando sobre la cabeza su cabeza.

"..."

Pero ella no respondió, se quedó mirando fijamente al pequeño niño frente a ella con shock, observando con atención todos los peculiares rasgos de él, para luego respirar profundamente y hablar con algo de miedo en su voz.

"¿¡K-kami!?"

Pregunto ella con temor, retrocediendo levemente.

"¿Kami? ¿Qué es un kami?"

Inclinando la cabeza en confusión, pregunto Argenis, acercándose un poco a ella, mientras flota libremente sobre el suelo, causando que la mujer vuelva aturdirse.

En este momento la mujer llego a creer estar delirando, su madre solía contarles historias de pequeña las historias sobre los dioses de su país, como el Dios Kitsune, pero al crecer llego a comprender que solo eran fantasías o mitos, pero el día de hoy al regresar a casa, un pequeño niño zorro llego volando frente a ella, con marcas de rojo oscuro en todo su cuerpo, pintando su cuerpo desnudo. Es una suerte que haya pasado un tiempo desde que Argenis mato a los hombres y la sangre que lo rodeaba ya se allá secado en él, causando que confundiera la sangre con pintura o tatuajes, porque si viera su aspecto en ese momento, hubiera gritado aún más fuerte que el antiguo hombre calvo, donde lo más seguro es que su destino hubiera sido el mismo.

"S-son seres muy fuertes y mágicos"

Respondió la mujer de manera nerviosa, alejándose lentamente del pequeño zorro que flota hacia ella.

"Oh... mamá dijo que soy muy fuerte, aunque no sé qué es ser mágico"

Respondió Argenis, mirando con curiosidad la cara de la mujer.

"Quiero dulces... ¿Tienes dulces?"

"N-no, lo s-siento"

"Oh..." Susurro tristemente Argenis, bajando sus orejas y dejando caer sus colas en el proceso.

"¡P-pero tengo en mi casa!"

Grito de manera nerviosa la mujer, sintiéndose mal al ver la apariencia deprimida del pequeño niño zorro.

"¿¡Verdad!?"

Exclamo Argenis con entusiasmo, mientras flotaba de manera rápida alrededor de la mujer.

"¡S-si!"

Asintió la mujer con nerviosismo, apretando su bolso por la pura ansiedad que siente frente a un dios.

"¡Vamos a por los dulces!"

Exclamo con alegría Argenis, mientras su cuerpo brillo completamente por un segundo para luego aparecer flotando en su forma zorro, dirigiendose de inmediato dentro de la camisa de la mujer para acurrucarse con alegría entre sus pechos.

"¿¡Q-que haces!?"

Grito la mujer con pánico, tratando de sacar al pequeño zorro dentro de su camisa, solo para fallar miserablemente.

"¡Me aburro, llévame!"

Exclamo Argenis desde dentro, acurrucándose entre las suaves bolas que le dan calor.

Una vez acomodado, Argenis saco la cabeza de la camisa para mirar a su alrededor con satisfacción, sintiendo que lo que acaba de hacer fue una de sus mejores ideas.

"¿Qué haces? ¿Por qué no te mueves?"

Pregunto Argenis con insatisfacción, levantando la mirada hacia la aturdida mujer.

"¡V-voy!"

Exclamo ella con nerviosismo, caminando rígidamente hacia la dirección de su hogar.

En el camino la mujer no dejaba de mirar de reojo al pequeño zorro entre sus pechos, que mira todo a su alrededor con curiosidad, sintiendo aprensiva al saber que esta frente un dios o algo similar, pero aún más nerviosa al saber que lo está llevando a su casa, sin saber ni siquiera si él es bueno o no.

Aunque es comprensible su situación, no todos están preparados para ocasiones como estas, donde un niño zorro baja del cielo para pedirte dulces de la nada, más si ese niño zorro al parecer es un dios, prácticamente la mujer tomo las decisiones en modo automático por el shock que recibió.

"¿C-como te llamas?"

Pregunto ella después de unos segundos, pero sin dejar de caminar hacia su hogar.

"¡Argenis!"

Exclamo el pequeño zorro con emoción.

"¿Argenis...? No parece japones..."

"¿Que es japones?"

Pregunto Argenis con duda, girando su cabeza hacia ella.

"Son todas las p-personas que viven en Japón"

"¿Que es Japón?"

"U-un país y un país es donde viven muchas personas"

"Oh..."

Asintió Argenis, perdiendo el interés al instante para luego voltear su mirada hacia su alrededor.

"M-mi nombre es Saki Yoshida..."

Hablo Sakí, sintiendo que debe ser grosero no presentarse cuando la otra persona ya lo hizo, más aún si la otra persona es un dios.

"¿¡Ustedes tienen nombres!?"

Girando su cabeza, Argenis pregunto con asombro.

"¿S-sí?"

"Woah... ¿Debería nombrar a mi camión también...?"

Susurro Argenis, sintiendo que ha cometido un error al saber que estos juguetes tienen nombres mientras su camión no.

"Llegamos..."

Hablo Saki, sacando una llave de su bolso para entrar en casa, mientras el pequeño zorro mira el exterior de la casa con curiosidad, percatándose al instante que la casa no es muy diferente a la que tenían con su madre.

Con la puerta ya abierta, Saki entra en silencio y con cuidado, sacándose de manera rápida los zapatos escolares en la entrada, mientras miraba con nerviosismo los alrededores de la casa.

Confirmando que no hay nadie a la vista, Saki se afirma el pecho con cuidado para evitar que el zorro salga y avanza de puntillas hacia la escalera del segundo piso, con la idea de entrar a su habitación sin alarmar a sus padres.

"¿Hija?"

Pregunto una mujer con extrañeza, mirando hacia la niña que abría ampliamente los ojos en horror.

"¿S-sí?"

Respondió Saki, girando la cabeza robóticamente hacia su madre, sintiendo que su corazón late locamente por algo que ni ella comprende.

"¿Qué haces?"

Pregunto la mujer con extrañeza, mirando fijamente a su hija quien actúa de manera demasiado rara.

"¿¡N-nada!?"

Respondió nerviosamente Saki, apretando aún más a Argenis entre sus pechos, causando que la mujer junte las cejas con sospecha.

"¡Qué haces!"

Grito Argenis con molestia, saliendo a la fuerza de los pechos de la mujer para luego saltar frente a ella y mirarla con molestia en su cara de cachorro.

"¡Dijo mamá que no debo arruinar mi pelaje!"

Exclamo Argenis con los ojos llorosos, acercando una de sus colas frente a su cara, percatándose que está totalmente despeinada por sus movimientos anteriores.

Mirando su cola con tristeza, se transforma rápidamente a su forma de niño humanoide, para luego sentarse rápidamente en el suelo mientras acaricia su cola con suavidad, mirando de vez en cuando a Saki con sus ojos al borde de las lágrimas.

"Lindo..."

Murmuro Saki, estupefacta al mirar por primera vez la apariencia sin sangre de Argenis, olvidándose al instante que su madre estaba frente a ella.

*Pum*

Pero cuando Saki se estaba perdiendo más y más en la apariencia del niño frente a ella, se escuchó un fuerte golpe a su lado, obligándola a mirar de reojo hacia la fuente, percatándose con miedo que su madre estaba tirada en el suelo con los ojos bien abiertos mientras se agarraba el pecho, completamente tiesa e inmóvil.

"¿¡M-mamá!?"

Exclamo con horror Saki, corriendo rápidamente hacia ella, pero siempre observando de reojo al pequeño zorro a su lado, deleitándose incluso de su olor que ya inundo la sala.

"¡Mamá!" Grito Saki, agitando con fuerza a su madre "¡¡¡MAMÁ!!!"

Pero no importa cuánto grito y agito su madre, esta nunca respondió sus llamados, estaba completamente quieta y sin signos vitales en su cuerpo.

"M-mamá..."

Susurro en shock Saki, agitando a su madre cada vez menos, mientras sus ojos se enrojecían a un ritmo increíble.

"N-no... por favor... d-despierta..."

Murmuro Saki aturdida, agitando aun el cuerpo de su madre, mientras las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos, causando que sus ojos se nublen al instante.

"¿Mn?"

Inclinando la cabeza en confusión, Argenis dirigió su mirada hacia la mujer que despeino su pelaje, curioso de que la mujer en el piso comparta el mismo nombre que su madre.

Levantándose del suelo, camina lentamente hacia las mujeres, mirando con curiosidad la mujer tendida en el suelo, sintiendo de alguna forma que una energía desconocida para él se mueve un poco dentro de su cuerpo.

"¿Que paso?"

Pregunto Argenis con curiosidad, mirando con fascinación a la mujer en el suelo.

"E-ella..." Susurro Saki con lágrimas en sus ojos, mirando aturdida a la mujer en el suelo "Murió..."

"¿Morir? ¿Qué es eso?"

"..."

"¿Que es morir?"

"..."

"¡Responde!"

Grito Argenis con frustración, mirando con enojo a Saki.

"¡¡¡QUE NO ESTA VIVA!!!"

Grito Saki con odio, a la vez que sus lágrimas ya fluían sin cesar, para luego abrir ampliamente los ojos al recordar que debe llamar a la ambulancia.

"¿Porque tiras agua por tus ojos?"

Pregunto Argenis con duda, sintiendo que esta mujer es igual de rara que su madre, que puede sacar agua de su agujero.

"¡¡¡ESPERA!!!" Grito Saki, deteniendo al instante su idea de llamar una ambulancia al mirar a Argenis que acerca su cara a la de ella "¿Eres un dios, no? ¿Puedes revivir a mi madre?"

"¿Que es revivir?"

Interrogo Argenis con emoción, sintiendo que Saki es realmente agradable al enseñarles antas cosas nuevas.

"¡Que volverá a vivir!"

Exclamo Saki con descuido, sin tener la capacidad emocional para explicar todo de manera detalla al saber que su madre acaba de morir por razones desconocidas.

"Vivir... Vida..."

Murmuro Argenis aturdido, mirando el cuerpo de la mujer en el suelo, para luego mirar a la mujer a su lado que lo mira con expectativa.

Acercándose un poco a la mujer, siente que una energía que antes no sentía empezaba a moverse lentamente dentro de él y siguiendo sus instintos, mueve su mano hacia el estómago de la mujer, guiando un poco de su energía hacia ella.

Un segundo después de Argenis inyectara su energía, la mujer en el suelo volvió a respirar profundamente, para luego dirigir su mirada hacia Argenis y volver a mirarlo de forma aturdida, pero al igual que antes, dejo de respirar y murió.

"..."

Mirando a Saki con duda, Argenis vuelve a insertar la energía dentro del cuerpo de la mujer, causando que esta vuelva a respirar al instante, volviendo a mirar de forma aturdida a Argenis, pero esta vez por suerte, no murió.

"Lindo..."

Murmuro ella en shock, acercando su mano de manera temblorosa hacia una de las colas de Argenis.

"¡No!"

Exclamo Argenis, alejándose al instante de ella para aparecer detrás de Saki, mirando desde su hombro con cautela a la mujer que aun miraba aturdida donde él estaba.

Sinceramente este capitulo tuve que forzarlo mucho, lo reescribi y edite aproximadente 15 veces, para nunca quedar satisfecho, de alguna manera tenia que introducir a la protagonista del hentai pero no pude encontrar la manera mas natural de hacerlo, lo lamento.

Pero con la familia principal ya introducida estoy completamente libre del bloque (Eso creo) asi que puedo subir capitulos de manera natural (Eso espero).

Gracias por leer y disculpa la demora.

:)

Erooscreators' thoughts