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CAPITULO 12

SARA

Esta ha sido la mejor noche de mi vida, estoy en los brazos del hombre que amo, quisiera poder darle más, pero aún no me siento lista, me aterra pensar en tener relaciones sexuales, estoy segura de que él no me hará ningún daño, mientras él está dormido me abraza como si tuviera miedo de que me vaya a ir, mientras tanto yo lo observo dormir, me encanta su rostro, trasmite paz y tranquilidad, cuando estábamos cenando me hablo de su familia, ya sabía que son tres hermanos, él es el mayor de los tres, me hablo de su madre que al parecer es una maldita bruja con ellos y por eso su padre al morir no le dejo nada en la herencia y vive del dinero de sus tres hijos, según lo que me dijo, cuando su padre murió sus dos hermanos eran menores de edad y ella trato de hacerse cargo de la herencia, por suerte, su padre dejó establecido que el sería quien se hiciera cargo de sus hermanos mientras cumplían la mayoría de edad y no conozco a la señora, pero sentí una alegría cuando dijo eso, maldita, como va a querer quedarse con la herencia de sus hijos, mala madre. No sé a qué hora me quede dormida, la alarma está sonando, eso significa que son las 4:40 de la mañana, hora de irme a casa, no quisiera separarme de él, cuando estoy a su lado no tengo pesadillas y mis noches son tranquilas, pero es hora de volver a la realidad, como cenicienta, la diferencia es que mi príncipe me lleva hasta la puerta de la casa, lo despierto y me dice cinco minutos más por favor mi amor, yo también quisiera mucho más que cinco minutos, pero si queremos seguir juntos debemos irnos ahora, me paro de la cama, voy al baño, me lavo la cara, me quito la pijama, ah sí, ya tengo pijamas, ropa interior, implementos de aseo, zapatos y maquillaje en su casa, todo me lo ha comprado sin que yo supiera, me dijo que quiere que me sienta cómoda cuando venga, así que para dormir no tengo que dormir con esos ajustados vestidos, las primeras veces sentí mucha pena, me cambiaba en el baño y me metía corriendo bajo de las cobijas, me daba mucha vergüenza que me viera sin sostén, poco a poco he ido cogiendo más confianza, no me cambio frente a él, pero ya no me escondo, cuando hacemos noche de películas, siempre me pongo pijama y me siento a su lado, las pijamas son un poco reveladoras, tela de ceda, la mayoría son batas cortas de tiras, siempre me dice que me veo provocativa con ellas, y me sonrojo como un tomate, mientras yo estoy en el baño lavándome la boca, él se levanta y se pone un pantalón y una camiseta de cuello, entra al baño a lavarse la cara, me abraza por la espalda, me da un beso y me dice buenos días hermosa, quisiera que todas las mañanas estuvieras aquí conmigo, para que mi día sea realmente maravilloso, pero aunque yo pudiera hacer eso él no puede, entre su trabajo en el ejército, que por lo general, debe quedarse a dormir allá y sus viajes de negocios, pasaría mucho tiempo sola y tampoco quiero eso, le responso a su beso y sonrío, me agarra la mano y salimos de la casa, llevo mis zapatos en la mano, y una sandalias planas puestas, no quiero torturarme a esta hora de la mañana, el busca las llaves del carro mientras yo lo espero en la sala, tarda cinco minutos, que para mí son una eternidad, ya vamos tarde y mi mamá se va a levantar y si se da cuenta que no estoy en la casa, se arma la tercera guerra mundial, creo que me toca irme del país, cambiarme el nombre y hasta la cara para que no me encuentren, porque si lo hacen me matan y no es exageración, salimos de la casa y le digo tenemos cinco minutos para llegar y él me dice tranquila mi amor, vamos a llegar en tres y realmente le creo, es un loco al volante, me pongo el cinturón de seguridad, si tenemos un accidente no quiero salir volando por el parabrisas, en realidad, llegamos a mi casa en dos minutos y medio, es realmente sorprendente, debíamos gastarnos diez minutos, creo que ya estoy igual de loca a él, ya no me da miedo, le doy un beso, me despido, cosa que me duele hacer, y subo la escalera, entro a mi habitación, me quito la ropa, me pongo la pijama y me acuesto en mi cama, hago todo con la luz apagada, apenas me acosté, escuche a mi mamá que se levantó, eso estuvo realmente cerca, en ese momento recibí un mensaje suyo, decía hermosa tu mamá se acaba de levantar, eso estuvo cerca, le respondí que todo es mejor con adrenalina, no sé de dónde saque esas palabras, después de eso me quede dormida, sentí que había dormido una eternidad y en realidad si, miro la hora y son las diez de la mañana, mi estomago pide comida a gritos, me paro de la cama, entro al baño, reviso que no hayan rastros de maquillaje por ningún lado, peino mi cabello, me lavo la cara, me pongo ropa de casa y bajo, llevándome una gran sorpresa, mi amor estaba en la sala hablando con mi papá, entonces recordé que no revisé mi teléfono al despertarme, volví a mi habitación y en efecto tenía varios mensajes suyos, el primero a las siete de la mañana, buenos días otra vez preciosa, supongo que estas dormida pero ya te extraño, el segundo una hora después, princesa despierta, si no me respondes iré a tu casa, y así sucesivamente hasta el último que decía princesa voy llegando a tu casa, respiro profundo y mi cerebro me dice que este hombre está loco, pero mi corazón me dice loco y todo, así lo amas y pues es verdad, celoso, loco, posesivo, así lo amo.

CARLOS

Mientras comía con Sara le Conte un poco sobre el desastre que es mi familia, luego nos sentamos juntos la abrace y disfrute sus caricias en mis manos, disfrute sentir su calor cerca de mi cuerpo, pero más disfrute la vista que tenía, Dios sabe cuánto autocontrol fue necesario, sus senos se veían espectaculares, grandes, redondos, llamativos, en mi imaginación ellos me llamaban a tocarlos, a besarlos, a disfrutarlos, tuve que controlarme aunque no quería, le hice una promesa y pienso cumplirla, esperar hasta que ella este lista, ya era tarde cuando nos fuimos a dormir, ella entro en el baño, aun no es capaz de cambiarse frente a mí, aunque la he visto en ropa interior, siempre se duerme y su pijama se sube, he podido apreciar sus hermosas piernas y sus perfectas nalgas, al principio al parecer le daba pena que la viera sin sostén y en pijama, ahora ya ha entrado as en confianza y eso me gusta, no sé a qué hora me quede dormido, cuando desperté ella me estaba llamando, era hora de ir a dejarla a su casa, mientras ella entro al baño a cambiarse, aproveche para pensar en otras cosas, porque como la mayoría de los hombre amanecí con una erección, además con ella a mi lado y sin poder tocarla, eso es una tortura, después de calmarme entro al baño, la abrazo por la espalda y le doy un beso, deseo esto para todos los días de mi vida.

Salimos de prisa de la casa y llegamos en tiempo récord a la suya, la veo entrar por el mismo lugar por el que salió y perderse de mi vista, me quedo unos minutos en el carro y veo que la luz del piso de debajo de su casa se enciende, me asuste un poco, así que le envié un mensaje y mi sorpresa fue grande al ver su respuesta, "todo es mejor con adrenalina" y mi mente perversa no pensó en cosas sanas, yo me imagine muchas cosas apasionadas y ahí está de nuevo mi erección, necesito un baño de agua helada, es duro ser un hombre abstinente, pero por nada del mundo le voy a fallar a Sara, ella confía en mí y no voy a defraudar su confianza, vuelvo a la casa y me acuesto, me calmo con la ayuda de mi mano y me quedo dormido, cuando despierto son las siete de la mañana, le envió un mensaje y no responde, una hora después envió otro y nada, después envió varios mensajes y no hay respuesta, el miedo se apodera de mí y realmente me dirijo a su casa, llego y esta su papá en casa, iba saliendo para la iglesia pero yo llegue de improvisto así que nos pusimos a hablar, pregunte por ella de forma casual, él dijo que estaba durmiendo, seguramente anoche se quedó molestando en el celular hasta tarde hablando con los amigos o viendo televisión, en mi mente decía, si, se acostó tarde pero porque estaba conmigo, el único por el que se puede trasnochar es por mí, por ningún otro idiota, la conversación fluía bien y por el rabillo del ojo pude verla cuando bajaba la escalera, su cara de sorpresa fue magnifica, inmediatamente se devolvió a su habitación, cinco minutos después bajo calmada, y dijo buenos días Carlos, su papá la regaño, le dijo que yo era mayor, así que debe decirme don Carlos, ja si supiera que a solas me dice mi amor, cariño y que hemos amanecido juntos tantas noches, ese hombre se muere y no estoy exagerando, ella respondió muy confiada, es solo unos años mayor, si le digo don se va a sentir muy viejo, eso es para los ancianos y yo solo pude reír ante su respuesta, su papá casi la fulmina con la mirada, ella levanto los hombros, puso los ojos en blanco y se fue a la cocina, de allá nos preguntó si queríamos algo de tomar o de comer, yo dije que sí y su papá me miro, debe pensar que soy un muerto de hambre, pero pocas son las oportunidades que tengo para comer algo que ella prepare, media hora después llegó con una bandeja de wafles y jugo de mango, se sentó y comió con nosotros, se ve hermosa, lleva una blusa de tiras fucsia un sostén sin tiras negro, se nota por encima de su blusa, una minifalda negra en cuerina y a leguas se nota que lleva un cachetero de encaje, sé que esos son sus favoritos, yo le compre muchos de esos y de todos los colores, tengo la esperanza de en algún momento poder quitárselos.