Capítulo 10: El accidente
Narra Mía
Y sin darme cuenta, pasó una semana desde mi reconciliación con Axel. Nuestra relación iba mejor que nunca y no había un día en que no nos viéramos, tanto en la escuela como en su casa. Su hermana siempre se quedaba cuidando a mi hermano y Manuel ya le había tomado cariño. Aunque Axel solo me presentó como su amiga, creo que en el fondo, Jessica ya comenzaba a sospechar.
Un día, fuimos a un restaurante lujoso, el mismo donde tuvimos nuestra primera cita. Pasamos una noche mágica y al salir, nos estábamos besando apasionadamente cuando, de repente...
Siento que él se aparta de mí de golpe, grita y me empuja.
- ¡¡¡¡¡¡Cuidado!!!!!!
Axel me empujó y un carro pasó por encima de él. El sonido de la colisión me dejó aturdida y paralizada por un momento. Cuando finalmente reaccioné, corrí hacia él, gritando su nombre.
Mientras saco mi celular que cae de mis manos para llamar a la ambulancia, corro hacia Axel y lo intento levantar. Sin embargo, debido a sus heridas, no puedo hacerlo y me doy cuenta de que está envuelto en sangre.
- Amor, Amor ¡Responde! Abre los ojos por favor ¡No me dejes! Te amo ¡Por favor despierta! Mis lágrimas caen una tras otra, Axel estaba envuelto en sangre y la ambulancia tardaba mucho en llegar.
De repente veo que las puertas del auto que lo chocó se abren y veo que una chica sale del auto. ¡¡¡No puede ser!!!, es ella. Es la chica que lo besó, es su exnovia. No podía creer lo que estaba viendo, mi corazón se llenó de dolor y rabia al mismo tiempo.
- ¡Axel! ¡Axel! ¿Pero qué he hecho? ¡Reacciona por favor! - gritaba la chica, mientras yo la miraba con desconfianza.
Yo me quedo mirándola, no se me ocurre nada que decir, tenía olor a alcohol y se veía borracha, luego de un tiempo llego la ambulancia, subieron a Axel a la ambulancia y yo subí con él.
- Cariño, resiste – Dije acariciando su mejilla, mientras las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas.
Llegamos al hospital y llevaron a Axel al quirófano... Pasaron horas y horas, y yo, simplemente miraba el quirófano, en un estado de shock y tristeza profunda.
Finalmente, el doctor sale y en ese momento vi que también estaba llegando Julia, la exnovia de Axel.
- Doctor ¿Cómo está, Axel? ¿Se pondrá bien? – Dijimos las dos al unísono, con la esperanza de recibir buenas noticias.
Las lágrimas aún caían de mis ojos.
- ¿Son familiares del paciente? – Pregunto el doctor
- Yo soy su novia – Conteste primero que Julia, mientras yo me quedaba en silencio, sintiendo un nudo en mi garganta.
- Y yo su ex – Contesto Julia cortante, mientras me miraba con desprecio.
- Entiendo, el paciente ya no está en riesgo… - dijo el doctor, mientras yo cerraba los ojos y respiraba profundo, tratando de controlar mis emociones.
- Gracias a Dios – Interrumpí, tratando de mantener la calma.
- Pero sufrió algunas fracturas, al igual que un buen golpe en la columna.
- ¿Puedo verlo? – Dijimos las dos al unísono
- En este momento el paciente esta inconsciente, y solo una puede pasar a verlo – Dijo el doctor en tono serio – y creo que es conveniente que pase la novia – Dijo mirándome
- Gracias – Dije con un nudo en la garganta, mientras Julia me miraba con desprecio y se alejaba.
- Por aquí Señorita – Dijo y me llevó a la habitación de Axel.
Al llegar a la habitación, me acerqué a él y le acaricié el cabello mientras le daba un beso en los labios.
- Hola, amor - Le dije con una sonrisa.
- ¿Estoy en el cielo? – Escuché un pequeño murmullo de Axel – Porque creo que estoy viendo un ángel – Dijo sonriendo mientras me miraba.
No pude evitar sonreír.
- ¿Cómo puedes hacerme reír en un momento así?
- Me gusta verte reír – Dijo y después se quedó dormido otra vez.
- ¡Axel! ¡Axel! Doctor, ¿qué pasa? - Exclamé con desperación
- Descuida, es normal. Acaba de sufrir un golpe fuerte y todavía no está del todo estable. Además, hay un detalle que no le he dicho, Señorita - Dijo el doctor en tono serio.
- ¿Qué sucede, doctor? - Pregunté con preocupación.
- El paciente tendrá que usar una silla de ruedas por un tiempo - Respondió el doctor.
- ¿Silla de ruedas? – Dije con la voz quebrada.
- Sí, lo siento… con permiso – Dijo y se retiró.
En ese momento llegó aquella chica que causó el accidente de Axel, su ex.
¿Qué hace esta mujer aquí? ¿Cómo logró llegar hasta aquí si solo nos permitieron pasar a una? - Pensé.
- Lo siento – Dijo bajando la mirada.
- No debes disculparte conmigo, sino con él – Respondí mirando a Axel.
Pasaron dos días y Axel ya estaba estable. Llegué a su habitación y nuestros ojos chocaron como imanes. Me acerqué a él y delicadamente tomé su cara para besar sus labios.
- Mía – Habló en voz baja.
- Shhhhh – Dije poniendo mi dedo índice sobre sus labios – No digas nada, aquí estoy contigo.
- ¿Dónde estamos? - Preguntó Axel.
- En el hospital. ¿Recuerdas el accidente? - Respondí.
- Sí – Dijo mirando a los lados – ¿Julia? ¿Tú qué haces aquí?
- Vine a disculparme. ¡Realmente lo siento! Todo el costo del hospital no te preocupes, todo está a mi cuenta - Dijo Julia.
- ¿Así que fuiste tú?
- Sí, de verdad lo siento. No sé qué me pasó
- Amor, ¿nos dejas a solas un momento? – me pidió Axel mientras tomaba mis manos con cariño.
- Sí – dije antes de salir de la habitación, aunque podía escucharlos desde afuera.
Narra Axel
El accidente que casi lastima a Mía me llenó de rabia hacia Julia, sabiendo que ella lo había provocado.
- En serio lo lamento mucho – dijo Julia apenada.
- Julia, no quiero que te vuelvas a meter en mi vida. No quiero que vuelvas a cruzarte en mi camino, así que por favor, jamás vuelvas a aparecer frente a mí, ni mucho menos frente a Mía, ni en nada relacionado con mi vida - dije elevando la voz.
- ¿Mía? ¿No es el nombre de aquella estudiante? - preguntó Julia.
- Sí, no te voy a mentir, me enamoré de mi alumna - confesé.
- Julia iba a hablar, pero la interrumpí:
- La amo más de lo que alguna vez pude amarte a ti.
- Está bien, no volveré a cruzarme en tu vida y ya pedí mi traslado de la escuela", dijo Julia.
- Me parece perfecto - dije con firmeza - Ahora, si me disculpas, necesito estar a solas con Mía.
Julia asintió con la cabeza antes de salir de la habitación.
Narra Mía
Jamás había conocido esa parte de él o más bien, no sabía que él tenía un lado así.
Entiendo, gracias por la aclaración. Aquí te dejo una posible forma de mejorar el texto:
Julia abrió la puerta y pasó frente a mí sin siquiera mirarme.
- Hola, amor ¿Puedo pasar? - toqué la puerta que ya estaba abierta.
- Sí, cariño. Julia ya no nos volverá a molestar otra vez, así que quita esa cara de preocupada... - dijo Axel con una sonrisa.
- Es que te debo dar una noticia y no sé cómo la tomarás - dijo Mía, bajando la mirada.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Axel con una mirada preocupada.
- No podrás caminar por un tiempo y tendrás que usar esa silla de ruedas que está en la esquina - señaló la silla.
- ¿De qué estás hablando, cariño? ¡No puedo dejar de caminar! - exclamó Axel, incrédulo.
- El impacto del golpe fue grave, lo siento - explicó Mía con tristeza en su voz.
- Lo siento, amor. Solo seré un estorbo para ti... - dijo Axel con voz quebrada.
Al escuchar esas palabras salir de sus labios, fue inevitable no besarlo.
- ¡No digas estupideces! ¡Yo te amo! Te amaré siempre, sin importar los obstáculos - le dije con firmeza.
Me acosté a su lado, abrazándolo.
- ¡Te amo tanto! No sé qué hice para merecer a alguien tan lindo como tú - me besó tiernamente.
Recosté mi cabeza en su pecho y comencé a besar su mandíbula.
- ¡Me gusta eso! - dijo Axel con los ojos cerrados, y me di cuenta de que disfrutaba que lo besara.