Pasantías con Last laser: Parte 2

Luego de intentar por casi tres horas y no lograr ningún avance, Doryoku entendió que esta prueba era mucho más difícil de lo que parecía, algo que no lo sorprendió conociendo a Last laser.

Era horrible estar sentado mientras eras hostigado y observado desde todos los ángulos, tanto que Doryoku no podía concentrarse en buscar ya que cualquier ruido o incluso brisa lo ponía alerta instintivamente ante un ataque sorpresa.

Aún así no todo era perdida ya que luego de tantos intentos fallidos, finalmente pudo encontrar al menos el camino a seguir.

Y lo primero de todo era... acostumbrarse casi como siempre, para tener una mente más clara y poder pasar la primera prueba, Doryoku debía acostumbrarse y reconocer que probablemente nadie lo ataque... Probablemente.

Era más fácil decirlo que hacerlo, sobretodo sabiendo lo precavido que es Doryoku, por lo que el resto del día solo lo pasó sentado e intentando acostumbrarse con sus ojos cerrados.

En un momento dado, Doryoku sintió hambre por lo que sabiendo que eso solo ponía peor su concentración, este decidió ir a la cocina a buscar algo de comer.

Al abrir sus ojos este se sorprendió al darse cuenta de que era de noche, concretamente las 9:00 p.m. por lo que Doryoku estuvo casi 12 horas intentando sin casi ningún avance.

Last laser le dijo acerca de que podía usar la cocina sin problemas si sentía hambre, en alguna hora que ahora mismo no estaba muy seguro cual era.

En fin, Doryoku llegó a la cocina y sintió bastante más calma, ya que aunque aún se sentía observado la sala de estar era mucho peor.

La cocina estaba ridículamente acomodada con total precisión al igual que la sala de estar, solo que aquí habían más objetos y era mucho más notorio.

Doryoku buscó algunos ingredientes y preparó unos panqueques, algo clásico pero bastante efectivo, aunque cabe destacar que se tardó más tiempo dejando todo tan preciso como estaba antes que cocinando.

Luego de tomar su plato y sentarse en una pequeña mesa en el centro de la cocina, Doryoku empezó a comer tranquilamente mientras indagaba más a fondo en la habitación con bastante curiosidad.

Había un reloj con una gallina, y Doryoku estaba seguro de que era el adorno más propio de una cocina que se podía tener, eso y un imán de una flor en la nevera.

Mientras miraba a su alrededor investigando cada detalle, Doryoku dirigió su vista sobre los estantes y pudo ver una pequeña caja de cristal, la cual parecía contener algo dentro.

A simple vista la caja era muy bonita, parecía tener varios gravados y figuras talladas que la hacían bastante elegante, pero a esta distancia era casi imposible saber específicamente cómo era.

En ese momento Doryoku negó con su cabeza intentando ignorar la curiosidad y sabiendo que un objeto de cristal cerca de él era simplemente una receta para el desastre, por lo que simplemente siguió comiendo mientras miraba por la ventana la actividad nocturna.

Aún así, la curiosidad estaba ahí y no se iba, lo cual le dió a Doryoku otro motivo para aprender a controlar sus emociones cuanto antes.

Doryoku terminó de comer y limpió su plato para luego intentar alejarse de la tentadora caja misteriosa de cristal.

Ahora que lo recordaba, aún tenía su mochila en su espalda, por lo que este la dejó en una esquina de la cocina, tratando que esta esté lo más simétrica posible.

Y justo junto a la esquina de dónde Doryoku puso su mochila, había un pequeño banco para alcanzar la altura de los estantes y por consecuente la caja.

'Te maldigo banco del demonio' pensó Doryoku con bastante molestia con el pobre banco que no tenía la culpa de ser tan conveniente.

Doryoku tomó el banco y lo llevó silenciosamente hasta la dirección de la caja de cristal, para luego ponerlo en el suelo sin hacer ningún ruido y mirar a su alrededor como si estuviese robando galletas.

Al verla más de cerca, Doryoku se impresionó al notar lo detallada que esta era, hasta el punto en el que este pensó que era alguna obra de arte.

Los detalles parecían estar entre flores y nieve, una combinación extraña pero que de alguna forma aquel que talló la caja de cristal logró juntar perfectamente.

Al mirar dentro de la caja Doryoku pudo ver a un colibrí de cristal, el cual estaba hecho con extrema delicadeza hasta el punto en el que parecía real, con colores rojos y verdes que lo adornaban.

Doryoku acercó su mano para tomar la pequeña caja de cristal y...

"Oye chico, ¿quién te dijo que podías tocar eso?" dijo Last laser haciendo que Doryoku dé un pequeño salto del susto y se baje del pequeño banco al instante.

"¡Lo siento Laser-sensei!" dijo Doryoku bastante apenado y nervioso mientras se disculpaba varias veces por su comportamiento.

Al ver la expresión extremadamente culpable del chico, Last laser solo pudo soltar un suspiro cansado y decir...

"Esa figura es muy delicada chico, por eso el estante es incluso aprueba de cualquier temblor, el más mínimo toque o movimiento brusco podría romperla" dijo Last laser con tono explicativo y más calmado para no seguir exaltado a Doryoku.

"Además... Esa figura es probablemente lo más importante para mí en esta casa, es un regalo de alguien que apreciaba mucho" dijo Last laser con tono un poco nostálgico, para luego subir las escaleras y seguir con su trabajo.

Esas palabras... Tuvieron bastante impacto en Doryoku, tanto que este instintivamente puso su mano en su pecho en dónde suele estar su corbata de color vino aunque esta no lo acompañara ahora.

El regalo de alguien a quien aprecias mucho, era uno de los pocos sentimientos que Doryoku entendía y había vivido, por lo que este entendió al instante el valor de aquella caja.

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Luego de aquella escena, Last laser volvió a su habitación y siguió trabajando por un par de horas más.

'Hay uno que me observa desde mis 12:45, un novato aunque al menos respeta la distancia del resto' pensó Last laser notando al instante la dirección de todos los investigadores a su alrededor mientras se encontraba sentado en su mesa de trabajo y mirando discretamente a la ventana frente a él.

Justo en ese momento Last laser sintió un poco de sed y volvió a bajar las escaleras con bastante cansancio.

Y al llegar a la cocina este se encontró con Doryoku aún en exactamente el mismo lugar que se encontraba hace unas horas.

"No era para tanto chico" dijo Last laser negando con la cabeza por la a veces insana precaución del chico.

"P-pero no quería romperla" dijo Doryoku con bastante nerviosismo al moverse aún.

Last laser caminó frente a él, abrió la puerta del refrigerador y tomó una botella de agua para luego cerrar este bruscamente, haciendo que Doryoku se exalte bastante.

"¿Lo ves? El estante contra los terremotos es muy útil" dijo Last laser con bastante calma mientras bebía un poco de agua.

"Lo siento, sé lo que se siente tener algo que aunque sea material sea muy valioso por algo más" dijo Doryoku esta vez moviéndose con más libertad y disculpándose de nuevo.

"Es bueno ver que aprendiste de tus errores, pero por el amor de Dios deja de disculparte" dijo Last laser ya un poco molesto por las continuas disculpas de Doryoku.

Doryoku estuvo apuntó de decir algo de nuevo, pero un segundo después de pensar, este decidió ir a dormir mejor en la habitación de invitados.

Y ese fue el primer día del entrenamiento de Doryoku, uno bastante extraño para variar.

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Al día siguiente en la mañana, Doryoku se encontraba de nuevo en el centro de la sala de estar intentando descubrir la dirección de alguno de los informantes a su alrededor.

No era una perdida de tiempo estar ahí aunque no hubiera avance, hubo varios momentos en los que la presión descendía en lo que Doryoku imaginaba que era un descanso por turnos, y esos momentos eran una oportunidad de oro para concentrarse en un lugar en específico.

Incluso así, no pensar en otra cosa era complejo, por lo que Doryoku respiraba lentamente y con calma para no perder el control y la concentración.

En un momento dado, algunas miradas desaparecieron, por lo que Doryoku frunció en seño y se concentró lo máximo posible para intentar descubrir el origen de al menos una de ellas.

Doryoku empezaba a sudar un poco por el esfuerzo mental que este ejercicio le daba, pero justo un momento después, este abrió sus ojos y se levantó rápidamente para mirar por una de las ventanas frente a la entrada del hogar, notando un sutil movimiento en un arbusto cercano.

Doryoku sonrió levemente ante esto, aunque decidió seguir por un rato más para desarrollar más confianza en sus habilidades, tomando asiento en la sala de estar de nuevo.

Luego de unas horas, encontrar a aquel investigador en específico era bastante más sencillo, aunque la sencillez de encontrarlo hacia más difícil centrarse en las otras presencias.

"¿Cómo vas chico?" dijo Last laser de repente, el cual estaba sentado en el sofá leyendo un libro y causando que Doryoku dé otro pequeño salto del susto.

'Ugh, supongo que así se siente Okā-chan cuando me muevo sin hacer ruido' pensó Doryoku entendiendo finalmente porqué su madre siempre le da un sermón al aparecer de repente.

"Logré descubrir a uno, está en esa dirección" dijo Doryoku con tono calmado mientras apuntaba a la dirección en donde estaba aquel arbusto.

"Bastante bien, aunque para tu desgracia ese es el más novato de todos" dijo Last laser con reconocimiento, pero luego dando un fuerte golpe de realidad.

"¿Podría decirme al menos cuántos investigadores hay alrededor?" dijo Doryoku llorando internamente mientras buscaba cualquier muestra de piedad.

"Supongo, no es cómo si eso te ayude mucho" dijo Last laser encogiéndose de hombros mientras bebía un poco de té.

"Actualmente hay 7, 4 de ellos son novatos, uno de ellos es terrible el cual es el que tú pudiste rastrear y los últimos dos son bastante buenos aunque aún les falta un poco de práctica" dijo Last laser con tono tranquilo como si fuese un paseo por el parque detectar a tantas personas.

"¿Alguna recomendación?" preguntó Doryoku soltando un suspiro cansado y acomodándose bien en su lugar.

"Tómate al menos un descanso al día, aunque parezca extraño para estar nervioso también debes tener cierta concentración" dijo Last laser con tono de advertencia mientras seguía disfrutando de su té.

"Supongo que este es el mejor momento, ya llevo al menos una hora ¿no?" preguntó Doryoku con bastante cansancio y algo de curiosidad.

"Son las 5:00 p.m. chico, este es mi té de las tardes" dijo Last laser con tono tranquilo mientras levantaba su tasa de té y Doryoku tenía los ojos en blanco.

"Seh, es hora del descanso" dijo Doryoku levantándose de su lugar y caminando hacia la cocina para preparar algo de comer y llamar a su madre antes de que lo olvide.

"Acomoda bien todo, ayer me encontré el cartón de leche en 89° en lugar de 90 y fue un día bastante malo" dijo Last laser con tono de advertencia y algo molesto mientras Doryoku buscaba su escuadra en su mochila.

El resto del día, fue bastante simple en realidad, nada nuevo que comentar.