-Hola Ángela-le digo a mi vecina acercándome hacia ella para meternos en el coche.
-Hola Olivia. ¿Qué tal el día?
-Pues muy aburrido como siempre.
-¿Y el examen, qué tal te ha salido?
-Pues yo creo que muy bien la verdad.
(Suena el claxon del coche de Carlos)
-Hola hermano mío- le dice Alejandra a su hermanohermano mientras se sienta en el asiento del copiloto.
-Hola chicas-le responde él.
De camino a casa no intercambiamos palabra alguna.
Subimos en el ascensor y le vuelvo a preguntar a Carlos cuanto le han costado los pasteles para devolvérselo.
- Tres euros- me contesta.
-Vale pues, vente a mi casa y te los doy.
-En cinco minutos bajo,que voy a aserme un poco que he quedado.Así bajo y me voy directamente.
-Está bien, como prefieras- digo en un tono un poco confundida.
Entro a mi casa y cuando voy a saludar a mi madre veo que está en el salón con Sofía.
-No sé que hacer. ¿Tú crees que debo revisarle otra vez la mochila? -dice la madre de Pablo a mi madre.
-¡Hola hija! ¿Cuándo has llegado? -dice mi madre haciendo como si no me hubiese enterado de lo que estaban hablando.
-Hola, acabo de llegar. ¿No habéis escuchado la puerta?
-No, la verdad es que estábamos hablando de nuestras cosas y no nos hemos enterado de tu llegada-me dice Sofía.
-Ya... ¡Ah sí mamá! Tienes que darme tres euros para Carlos que esta mañana se me ha olvidado el almuerzo y me ha comprado unos pasteles.
-Vale, cógelos de mi monero.
Busco el monedero de mi madre y cojo el dinero cuando de repente tocan el timbre.
-Será Carlos, abro yo. -digo en voz alta.
Abro la puerta y efectivamente era Carlos. Llevaba puesta una camisa blanca, unos vaqueros pitillos negros y unos zapatos bastantes elegantes a diferencia de los que suele llevar. Lo que más me ha sorprendido es que va muy repeinado. Se ha echado el pelo para atrás y hay que admitir que va muy guapo.
-Toma el dinero y que disfrutes de tu cita.
Me dispongo a cerrar la puerta cuando Carlos coge la manivela y la vuelve a abrir.
-Espera, Espera. ¿No me vas a invitar a pasar? - me dice.
-¿Para qué quieres pasar?
-Tengo que hablar con tu madre.
Entonces entra y cierro la puerta.
Mientras se dirige al salón le pregunto:
-¿Sobre qué tienes que hablar con mi madre?
-Eso no es de tu incumbencia -me responde al igual que le he respondido yo esta mañana al preguntarme para que había ido a la papelería.
-Hombre sí es de mi Incumbencia saber qué vas a hablar con la mujer que me ha parido. ¿No crees? -le contrarespongo yo
-¡Hola Carlos! ¡Vaya sorpresa! ¿A qué se debe tu visita? -dice mi madre.
-Pues verá ¿puede llevar usted mañana al colegio a su hija y a mi hermana? Es que tengo que ir al hospital a hacerme unos análisis.
-Sí claro, yo las acompaño mañana. Gracias por avisarme.
-Gracias a usted por hacerme el favor. -le agradece Carlos.
No se porque Carlos siempre ha tratado a mi madre de usted mientras que yo a la suya le hablo de tú. Supongo que al ser más mayor que yo se ve en la obligación de tratarle a mi madre con cortesía.
Lo acompaño a la puerta para despedirme de él.
-Por cierto yo no he dicho que tenga una cita.
-Bueno como ibas tan arreglado lo he supuesto. Cuando quedas con los amigos siempre vas en chándal así que no ha sido tan difícil imaginarlo. ¿Conozco a la pobre chica que se ha visto obligada a quedar contigo? -le pregunto en un tono burlón.
-Se llama Marta, y está encantadisima de quedar conmigo, enanita.
-Mira que bien, que os lo paséis bien y ojalá te atragantes con un pistacho.
Cierro la puerta de un golpe. Al instante oigo al otro lado de la entrada:
-¡No te pongas celosa enana!
Pongo los ojos en blanco y me voy a mi cuarto.
-¡Adiós Olivia, yo ya me voy también! -me dice Sofía.
-¡Adiós Sofía, que tengas una buena tarde! -me despido de ella.
-Una pregunta, me ha dicho Pablo que mañana se queda a dormir aquí así estudiais toda la tarde. ¿Eso es cierto o es otra mentira de las suyas?
-No no, si que es verdad. -le respondo intentando que suene convincente.
-No sabía yo nada de eso.-me dice mi madre.
-Es que lo hemos estado hablando hoy y todavía no he tenido tiempo de decírtelo.
-Pues me quedo más tranquila si tu me lo confirmas Olivia. Ya sabes como es Pablo. -me dice Sofía saliendo de la puerta.
Cuando se va por fin me meto en mi cuarto y empiezo a repasar el temario para el examen de Lengua de mañana.