En la noche de luna llena, en los callejones de la ciudad, Asher Frostblade, el asesino conocido como el "Asesino legendario", está gravemente herido. Ha caído en una emboscada que lo llevó a una trampa. Debido a la pérdida de sangre, Asher se desploma en el suelo y contempla la luna llena, que curiosamente tiene un color único: un rojo carmesí muy intenso. Mientras cierra los ojos y reflexiona sobre su vida y lo cruel que fue, finalmente muere. Sin embargo, una sensación helada lo envuelve al morir, como si una cubeta de agua fría cayera sobre su rostro y todo su cuerpo. "¿Dónde estoy?" Asher abre los ojos y se encuentra con un rostro desconocido. Tras observar y pensar cuidadosamente, se da cuenta de que ha reencarnado en un nuevo mundo lleno de magia y muchas otras cosas. Se promete a sí mismo que se volverá lo suficientemente fuerte como para no experimentar de nuevo una muerte como la de su vida anterior y para obtener la vida que siempre ha deseado.
Mis jadeos y el goteo de sangre eran los únicos sonidos en el callejón oscuro. Con la luz de la luna, podía ver mis heridas con claridad. Si no hubiera sido por esa maldita emboscada y traición, no estaría en este estado tan miserable.
No podía creerlo: yo, el asesino más temido de esta generación, caí en una trampa tan fácilmente. Todo parecía sospechoso desde el principio. Mi jefe me asignó una misión en mi día libre. No tenía que trabajar hoy, pero lo hice.
Nunca imaginé que todo sería una emboscada. Siempre fui el más confiable entre mis compañeros, incluso para mi jefe. Pero había un rencoroso: el jefe de la mafia, el asesino legendario que una vez fue el más fuerte. Cuando vi a los tres mejores asesinos de la mafia que eran los más fuertes justamente detrás de mi, fue entonces que me había dado cuenta que no podía contra ellos.
Y ahora estaba aquí, completamente herido. Las náuseas me invadían, la cabeza me daba vueltas y el frío se apoderaba de mí. Mi cuerpo estaba helado, y la vista comenzaba a fallar, pero me forcé a mantenerme despierto. Sentado en un rincón, apenas podía moverme. Estaba casi paralizado, como si ya estuviera muerto. Si no fuera por mi entrenamiento y resistencia, no estaría aquí.
¿De qué sirve tener un cuerpo resistente si la muerte no discrimina? Traté de mirar al cielo. La luna llena era diferente esta noche, un rojo carmesí que me cubría el rostro. El silencio del lugar era ensordecedor. Estaba en un muelle abandonado, rodeado de contenedores vacíos.
"Hasta aquí llego", murmuré. El frío se filtraba en mis huesos y mi respiración se volvía pesada. Mis párpados apenas se mantenían abiertos.
La sangre corría por todas partes. Tenía heridas de bala en la pierna, el brazo, el abdomen y las costillas. Al principio dolía, pero ahora no sentía nada. Era como estar bajo anestesia. Así que esto es estar al borde de la muerte. Nunca pensé que llegaría a este punto.
"¿Por qué tenía que ser así? Solo quería una familia… una familia, eso es todo. Ser libre, sin preocupaciones, sin más. Solo eso quería", susurré. Lágrimas resbalaban por mis mejillas mientras miraba la luna, que parecía mirarme de vuelta.
Todo era tan injusto. Fui traicionado. Nunca tuve una familia, crecí en un orfanato, y toda mi vida entrené para ser un asesino por obligación. No quería este destino, pero no tuve elección.
En medio de este caos, solo podía pensar en lo que no fue. No sentía nada, pero en este momento, la tristeza y la culpa me envolvían. Estaba ahogado en ellas.
"Si tan solo hubiera tenido una vida mejor", murmuré.
Una nueva vida, eso es lo que todos desean, pero solo es una ilusión. Todos quieren vivir en paz, pero para lograrlo hay que pagar un precio. La felicidad no se obtiene fácilmente. Yo no tuve padres ni familia, fui abandonado en orfanatos hasta que un asesino me adoptó. Me entrenó, pero ¿para qué? Solo para arruinar mi vida.
Pero si lograra tener una vida nueva, todo sería mucho más diferente que en esta vida, donde solo nací para el asesinato y ser traicionado al final.
"Ya… No puedo evitarlo…" murmuré mientras cerraba los ojos lentamente. La luz de la luna seguía reflejándose en mis pupilas mientras se cerraban. Todo terminó en una traición.
Lo único que quería era una vida tranquila, pero fui obligado a esto. No podía escapar porque me perseguirán a todas partes y no viviría tranquilo, sin preocupaciones, sin felicidad o una familia. Nada de eso podría tener; el trabajo de un asesino es de por vida, es imposible escapar de esa vida.
Lo único que quiero es una oportunidad más, una en la que no seré alguien como en esta vida. Quiero ser alguien que salve y no mate, pero siempre hay momentos en los que debo asesinar, todo por la supervivencia.
El más fuerte siempre lo tiene todo: familia, poder, todo. Pero en cambio, yo no tengo nada de eso y mi vida termina en una traición, algo que nunca quise tener, algo menos una traición o una trampa. Pero lo más lamentable de una traición es que alguien muy cercano te traicione.
"Esto sería un adiós. Si… tan solo hubiera algo más que la muerte, sería mucho mejor que esto," dije cuando finalmente cerré los ojos.
Había frío, mucho frío. Sentía que me desvanecía, todo mi cuerpo se sentía helado cuando cerré los ojos. No había nada. ¿Esto es la muerte o sería algo más? Pero si hubiera algo más que la muerte, sería mucho mejor. El frío cubría todo mi cuerpo. Era extraño; antes dejé de sentir frío. Quizás es la muerte que da mucho frío, un lugar donde el frío abunda.
Yo solo no quería morir, quería vivir. Me estaba helando. El frío se sentía como si estuviera vivo, pero había muerto. Cerré los ojos y dejé que la muerte me llevara. Entonces, ¿este frío es parte de la muerte o es algo más que la muerte? Pero, ¿qué es este frío que me atormenta en todo mi cuerpo? No sabía, ni tampoco sabía dónde estaba. Todo era oscuro. Había cerrado los ojos y también esperé a que algo sucediera, pero lo único que siento ahora es frío, un frío muy fuerte.
"Despierta, ¿no escuchaste, bastardo? Dije que despertaras," dijo una voz desconocida.
¿Acaso escuché mal? Una voz me habló. ¿Esto es la muerte o solo la muerte está jugando conmigo? Era obvio que debía haber muerto, pero aparte del frío, escuché la voz de una persona. Algo era diferente; sentía mi cuerpo, aunque estaba helado. Además, cuando cerré los ojos, dejé de sentir mi cuerpo. Entonces, ¿qué es esta sensación de sentir un cuerpo? ¿Qué estaba pasando?
¡¡Swiss!!
¡¡Goteo!!
De pronto, sentí como una cubeta de agua fría me salpicó en todo el cuerpo. El agua estaba helada. Alguien me tiró una cubeta de agua, pero ¿cómo podría estar pasando esto? ¿Acaso no estaba muerto o solo estoy alucinando? Entonces, ¿por qué primero la voz y ahora una cubeta de agua fría que me mojó todo el cuerpo? Se suponía que no sentía un cuerpo, pero ahora sí siento un cuerpo.
Más que muerto, sentía que solo tenía los ojos cerrados. Dejé todo de lado e intenté abrir los ojos. Cuando los abrí, había una persona. Tenía una ropa muy extraña, parecía uno de esos atuendos que usaban en la era medieval, pero más moderno. No sabía cómo explicarlo, pero era algo así como un atuendo medieval, pero medio moderno al mismo tiempo.
"Por fin despiertas, bastardo," dijo el sujeto desconocido frente a mí.
El sujeto tenía una cubeta de agua. Debió ser eso lo que sentí antes, el agua corriendo por todo mi cuerpo. Tenía los ojos muy abiertos, sentía pánico, pero sentía algo más, algo diferente. Era como si no fuera mi cuerpo.
Miré mis manos. No tenían cicatrices ni ampollas. Miré mi pierna, estaba sana, sin la herida de bala que tenía. Giré mi mirada a mis costillas, tampoco estaban heridas. Por último, miré mi brazo, estaba más que sano, sin nada. Pero, ¿por qué sentía dolor en todo mi cuerpo? Era como si me hubieran torturado muchas veces.
Levanté la mirada. El sujeto frente a mí tenía el ceño fruncido y estaba enojado, pero ni siquiera sabía quién era. Todo estaba muy extraño. Me encontraba en una habitación de madera, había un estante de libros, una cama y un escritorio de madera medio dañado. Al final, detrás del sujeto, había una puerta de hierro de color gris con una cerradura muy extraña, pero parecía ser muy fuerte.
Volví la mirada al sujeto, quien seguía con el ceño fruncido. De pronto, habló.
"¿Qué miras a todas partes, maldito bastardo?" dijo el sujeto.
Estaba enojado, no sabía por qué. Yo estaba en un estado débil, pero podía moverme. Solo sentía miedo. ¿Por qué siento miedo? Me incliné hacia adelante. Ahí estaba el charco de agua que el sujeto me había arrojado, pero lo que vi fue difícil de comprender.
"¿Q-Quién es este? ¿S-soy yo acaso? ¿Estoy soñando? ¿Esto es la muerte o qué demonios es esto?" dije, todo mi cuerpo temblaba.
"¿Qué murmuras? Si no bajas en cinco minutos, te mataré," dijo el sujeto mientras me arrojaba la cubeta.
Sonido sordo.
La cubeta cayó en mi cabeza, pero no le presté atención. Estaba viendo un rostro pálido. Este rostro era diferente, también era muy extraño. Tenía los ojos rojos y un cabello plateado. Si este rostro estuviera limpio y arreglado, sería demasiado guapo.
Dejé eso de lado. Tenía un rostro nuevo, pero ¿por qué estaba pasando esto? ¿Acaso era una vida nueva o solo un recuerdo de alguien más? Una idea surgió en mi cabeza.
"¿Acaso he reencarnado?" pensé.
El rostro era el de un niño, un niño que aparentaba tener unos 10 años, no más. Solo la reencarnación podría explicar este nuevo cuerpo. Había reencarnado en un mundo diferente. Pero, ¿por qué un mundo diferente? El color de cabello y ojos no existían a menos que las personas se tiñeran el cabello a otros colores. No sería raro, pero los ojos, esos eran reales y también el color.
Mi nuevo cuerpo era pequeño, el de un niño de 10 años. Todo esto era parte de una reencarnación. Esa era mi respuesta, no había otra que explicara este cambio repentino.
De pronto, me empezó a doler la cabeza. Repentinamente, un sinfín de recuerdos llenó mi mente. Entre los recuerdos, hablaban de este mundo, un mundo de fantasía como el de las novelas ligeras. En este mundo existe la magia y, al igual que en mi anterior vida, el más fuerte es el que gobierna todo. Aparte de eso, el nombre de este niño, mi nuevo cuerpo, se llama Asher, igual que el mío en mi anterior vida. ¿Acaso era pura coincidencia el nombre? Mismo nombre y apellido, todo era igual, pero en un mundo diferente y cuerpo diferente.
"Mi nombre es Asher Frostblade, el mismo nombre de mi vida pasada. ¿Es coincidencia? Bueno, no lo sé, pero ¿dónde está este lugar?" pensé. Miré la habitación y traté de levantarme. Cuando estuve de pie, había una ventana con barrotes.
Me asomé a la ventana y el lugar era increíble. Había nieve por todas partes, y al mirar hacia abajo, vi un acantilado. Esta habitación estaba justo al lado del precipicio. Mirando más allá, se deslumbraba un paisaje con pinos de tamaño descomunal, todos cubiertos de nieve. Era una vista impresionante.
El frío era demasiado fuerte. Después de admirar esa vista, caminé con mucha incomodidad y me senté en la cama.
"¿Qué está pasando? Es como estar dentro de una novela ligera donde el protagonista reencarna en otro mundo," pensé.
"Entonces, esos recuerdos de que en este mundo existe la magia son reales. En las novelas, los protagonistas que usan magia se concentran y obtienen algo llamado maná," pensé, llegando a una idea.
Enrosqué mis piernas y me puse en un estado de meditación, como en las novelas ligeras. Me concentré lo suficiente, mi respiración dejó de estar agitada, mi cuerpo dejó de temblar y me profundicé en la meditación. El ruido se desvaneció y cerré los ojos.
De pronto, dentro de mi conciencia, donde todo es oscuro, aparecieron partículas oscuras con mezcla de color morado. Eso debía ser el maná. Me concentré más y traté de pensar en que esas partículas venían hacia mí. Me concentré aún más y me sorprendió cuando las partículas se movieron y luego entraron por mi pecho. Se sentía cálido, una sensación muy cómoda. Todo mi cuerpo se relajó, mi piel se puso de gallina y sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo. Era agradable, muy agradable.
Las partículas comenzaron a acumularse hasta que empezaron a moverse por todo mi cuerpo. De pronto, sentí que mi cuerpo era más fuerte. Las partículas se movieron a un lugar, mi antebrazo, y luego empezaron a tomar forma. Era un círculo que envolvía mi muñeca. Todo pasó mientras tenía los ojos cerrados. Podía ver claramente todas esas partículas moviéndose, parecía algo así como uno de esos dispositivos que usan los médicos para ver el cuerpo humano.
Abrí los ojos y dije: "Esto… es maná. Así se siente tener magia corriendo por todo mi cuerpo… Es increíble," pensé.
Miré mi antebrazo, donde ese círculo se había creado cuando tenía los ojos cerrados. Lo observé y, en efecto, era un círculo de color negro y morado, un círculo delgado que rodeaba mi muñeca. En el centro del círculo había estrellas, diez estrellas en total, que recorrían en fila el centro del círculo.
Lo único que pensaba en ese momento fue:
"Esta es una oportunidad, una nueva vida. Esta vez seré el más fuerte y no dejaré que una traición me alcance en el futuro. Esta es una oportunidad que tengo, no será igual que antes, será diferente," pensé. Esa era mi respuesta en este mundo. No permitiría que muriera como antes y esta vez tendré lo que quería antes. También seré el más fuerte para que nadie se meta conmigo.