—Perspectiva de Asher Frostblade.
Oscuridad, eso es lo que veía en este momento. Por supuesto, no estaba muerto ni nada de eso; simplemente tenía los ojos cerrados. De hecho, apenas estaba por abrirlos después de haberme desmayado al terminar de matar a Sebastián.
Pero sentía algo, no, no algo, sino más bien como si estuviera recostado en algo suave. Sentía que algo me acariciaba el cabello y, en vez de una almohada, era como si estuviera acostado en algo diferente.
"Mmm... ¿Qué será?"
Aún no había abierto los ojos, pero por alguna razón me sentía tranquilo. La suave caricia que sentía en mi cabello y en lo que sea que estaba acostado se sentía suave y cálido. Un aroma como a flores invadía el aire; no estaba seguro, pero creo que era ese olor o algo parecido.
En fin, me sentía tranquilo. No me dolía ningún músculo, no me sentía cansado y, más que todo eso, me sentía en paz.
*Sonido sordo*
En ese momento, escuché el sonido de las ruedas de un carruaje. En un instante, el lugar donde estaba comenzó a moverse y temblar un poco. Era como un masaje para mi espalda, más que nada.
Entonces sentí el brillo del sol cayendo justo en mi rostro. Decidí abrir los ojos lentamente. Por supuesto, el sol me cegó y no pude ver claramente en ese instante.
"Mmm, ¿qué es...?"
Sin terminar de hablar, miré el pecho de alguien justo frente a mis ojos. También vi el techo del carruaje. ¿Pero qué demonios es lo que estoy viendo?
"Definitivamente son pechos de mujer."
No pensé muy claramente en ese momento ya que mi cabeza estaba confundida. Simplemente vi los pechos de una mujer justo a unos centímetros de mi rostro. Por supuesto, no estaban expuestos; llevaba una camisa azul. Había un mechón de cabello junto al pecho, de color morado, lo que significaba que su cabello era de ese color.
Fue entonces cuando dos ojos morados me miraron fijamente. En ese momento tenía la mente en blanco y no reaccionaba a lo que tenía justo frente a mis ojos.
"Estás despierto", en ese momento una suave voz llegó a mis oídos. Era tan suave y dulce como la voz de una mujer muy amable.
"¿Qué...? ¿Dónde estoy? ¿Todavía estoy soñando?", murmuré en voz alta.
"Prf... Ese imbécil no se da cuenta, ¿o qué?", una risa escapó de alguien, pero sabía de quién era la voz.
Dik, en ese momento, se rió tan fuerte, y justo en ese momento la voz de Alicia llegó.
"Asher, no estás soñando. Estamos cerca de llegar a la ciudad imperial."
"¿Y por qué... no te levantas y te sientas? Estás recostado en las piernas de Emilia."
Emilia, ¿quién es ella? Entonces estoy recostado en las piernas de esa tal Emilia, la misma que me estaba viendo directamente a los ojos, con ojos morados y cabello del mismo color. Entonces es ella.
Rápidamente me levanté y me senté. Abrí ambos ojos por el asombro. Miré a mi lado, donde una chica de mi misma altura, con ojos morados y cabello morado, estaba sentada. Miré hacia abajo y me di cuenta de que estaba durmiendo en sus piernas. Entonces esa sensación, ese olor y esa caricia en mi cabello eran de ella.
"L-lo siento... No estaba pensando bien", por alguna razón mis palabras no salieron bien.
"Prf... Jajajaja", entonces, Dik, Alicia y Clara se rieron tan fuerte.
Los miré con la mirada en blanco. ¿Pero por qué se estaban riendo de mí?
Entonces esa sensación, no, esa emoción de vergüenza volvió a mí sin siquiera darme cuenta.
"¿Q-qué es...?", no pensé muy claramente.
Ahora que lo recuerdo, había visto a una niña, pero no la pude ver bien. Mi visión estaba borrosa en ese momento y, justo antes de desmayarme, logré sacar a Encrid y que tomara su forma humana en el momento adecuado.
Después de eso no recuerdo nada y desperté justo ahora en el carruaje, mirando a todos riéndose de mí.
"M-mi nombre es Emilia Merwin...", la voz de la chica llegó a mis oídos.
Entonces la miré a los ojos. Por alguna razón, ella tenía el rostro rojo mientras trataba de evitar mi mirada.
"Ah... Yo me llamo Asher Frostblade", respondí.
"E-entonces no eres de la realeza."
"No, no lo soy, aunque me parezco a ellos."
"Ya veo...", con una sonrisa tímida, Emilia miró hacia otro lado.
¿Ella estaba decepcionada o qué era esa reacción?
"Asher, no sé si sabes, pero ella es de una de las diez grandes familias."
"¿Diez grandes familias?"
Por supuesto, ¿quién no conoce las diez grandes familias? Aunque nunca supe los apellidos de ninguna de esas diez familias ni cómo se veían. Solo sabía sobre las diez grandes familias, nada más.
Entonces esta chica llamada Emilia Merwin es de una de las diez grandes familias.
Se dice que el patriarca de cada familia es un mago de noveno círculo, aunque no sé quiénes son ni sus nombres o apellidos. Solo sé que son diez familias con grandes poderes en todo el continente, por supuesto, después de la familia real que gobierna todo el continente.
Luego de eso, Alicia procedió a explicarme sobre los apellidos de las diez grandes familias.
Como se dice, son diez familias. Entre todas están: familia Hazard, familia Lacrontte, familia Merwin, familia Siegfried, familia Reinhard, familia Helaris, familia Decrof, familia Kroyd, familia Ariel y la familia Frosthelm.
Cada patriarca es un mago de cierto elemento del noveno círculo, su estatus es comparable al de los príncipes herederos.
"Entonces tú... eres una maga del primer círculo de tres elementos: aire, rayo y fuego," dije un tanto sorprendido.
"Así es, y desde hace casi una semana fui secuestrada por esos sujetos."
"Ya veo, entonces tú eres la siguiente patriarca de tu familia."
"Así es, mi posición en la familia es la más alta. Mis hermanos están compitiendo por el título de patriarca, pero yo tengo más oportunidades de ser la siguiente patriarca."
Mirando a Emilia, me sorprendí tanto. Justo frente a mis ojos tenía a alguien muy importante. La verdad, nunca esperé encontrarme con alguien de las diez grandes familias.
"Gracias a ustedes podré regresar a mi familia y también podré entrar a tiempo a la academia."
"..."
Ella dijo "academia."
"¿Dices la Academia Laosa, la academia de magos más grande de todo el continente?"
Ella me miró a los ojos y habló.
"Así es, tú también entrarás."
De hecho, tengo todo listo una vez que llegue a la ciudad Mengrana. Después de eso, tengo que reunirme con Oriana y, al siguiente día, presentarme ante el rey para que me dé el título de noble y de caballero. Luego podré entrar a la Academia Laosa.
De hecho, ya tengo todo. Solo es cuestión de tiempo de llegar, recibir mi título y, la siguiente semana, finalmente entrar a la academia.
"Por supuesto," respondí ante la pregunta de Emilia.
"Eso es genial, entonces nos podremos ver."
"Eso supongo, aunque creo que tendré compañía."
Recordando a Luna y Gloriana, quienes también entrarán a la academia. De hecho, si no fuera por Luna de entrar a la Academia, nada de esto tendría sentido. Nunca hubiera conocido a Alicia, Clara y Dik.
"¿Quiénes?" Emilia preguntó con la mirada muy curiosa.
La verdad, no sabía por qué ella estaba siendo tan amable conmigo. No entendía esa reacción, como si yo fuera un conocido de ella.
Entonces, respondiendo a la pregunta de Emilia, hablé.
"Creo que ya las conoces, son Gloriana y Luna de la familia Hazard."
"..."
La mirada de todos los que estaban presentes se puso en blanco.
En ese momento, una lluvia de preguntas llegó.
***
—Cambio de escena.
Después de una hora, finalmente había terminado de responder a cada pregunta que me hicieron.
Les conté cómo conocí a Gloriana y Luna, cómo conozco a Oriana y que también había visto en persona al rey y al director de la Academia Laosa en el mismo lugar. Por supuesto, todos estaban tan sorprendidos pero también angustiados.
Les dije que estuve en un mercado de esclavos. Por supuesto, nunca dije que reencarné, así que simplemente les dije que perdí mis recuerdos de todo mi pasado y que no sé quiénes son mis padres.
De hecho, aún siento curiosidad por saber quiénes son los padres del anterior Asher, el cuerpo en el que reencarné.
Quería saber cómo este niño había llegado a ese mercado de esclavos, quiénes eran sus padres y por qué no lo buscaron todo este tiempo. Quizás, porque ahora yo tengo el cuerpo de este niño y me he movido por todas partes por más de un año, los padres de este niño nunca me encontraron y, de hecho, es posible que me estén buscando.
"Entonces, no recuerdas a tus padres, no sabes quién eres ni de dónde vienes," dijo Alicia, su rostro estaba preocupado.
Por supuesto, todos estaban muy tristes por lo que les conté, cómo conocí a esas personas, la mentira de que perdí los recuerdos ya que no les puedo decir que fui un asesino de 25 años que murió y reencarnó en este cuerpo y que vengo de otro mundo.
"Aunque no siento nada," hablé en ese momento. Todas las miradas estaban puestas en mí.
"Eso significa, porque no tienes emociones."
De hecho, es porque fui un asesino sin nada en esa vida.
"Supongo que es así," respondí.
En ese momento, Emilia habló.
"Entonces, es por eso que estabas buscando los diez logros de caballero y poder entrar a la academia."
"Así es."
"Tienes un pasado misterioso para ti," la voz de Dik llegó.
"Por cierto, ¿cuánto falta?" Mirando hacia afuera, no pude ni siquiera ver si estábamos por ver esos grandes muros que rodeaban la ciudad imperial.
Lo recuerdo porque la primera vez que llegué a la ciudad, lo primero que vi fue el muro gigantesco, lleno de caballeros por todas partes y el enorme castillo que estaba en el centro de la ciudad.
"Tres horas, estuviste desmayado un día entero, ¿sabes?"
"..."
En ese momento no dije ni una sola palabra.
***
—Cambio de escena.
"Nos veremos en la academia la otra semana, entonces adiós."
Emilia se despidió desde un carruaje. La familia Merwin llegó rápidamente a la entrada de la ciudad imperial cuando se enteraron que Emilia regresó. Por supuesto, solo fue enviado un carruaje junto con un mayordomo y unos escoltas.
Después de unas horas, habíamos llegado a la ciudad. Fuimos al gremio y reclamé el último logro de caballero. Entonces llegó el momento de decir adiós a mis amigos.
"Nos volveremos a ver en unos cinco o seis años," dijo Alicia.
"Es una promesa, los buscaré cuando termine la academia," dije.
"Fue un largo tiempo, la verdad aún no me agradas," dijo Dik mientras miraba hacia otro lado.
"Espero que cuando nos volvamos a ver, seas un mago muy fuerte, porque si no, yo llevaré la delantera," dijo Clara mientras sonreía.
Por supuesto, ella parecía estar muy triste. Su rostro estaba pálido, al igual que el de Alicia. Las dos tenían grandes sentimientos por mí. Pasamos por muchas cosas durante todo este tiempo y este día era el día en que nos despedíamos.
"Recuerden, es una promesa, nos volveremos a ver algún día," en ese momento hablé mientras los miraba a los ojos.
"Toma esto, es un collar que siempre llevo, pero te lo regalo," Alicia me dio un collar.
El collar tenía una piedra roja, las cadenas del collar hechas de oro. En ese momento me lo puse y luego miré a Clara, que parecía que me diría algo.
"No tengo nada que pueda darte, pero..." En ese momento ella se me lanzó y me dio un gran abrazo.
"No nos olvides y tú recuerda... Ser el mejor mago cuando nos volvamos a ver," unas lágrimas salieron de su rostro.
Alicia, que vio todo, rápidamente se unió al abrazo. Dik habló.
"Bueno, está bien... aunque es muy incómodo."
Aunque preferiría que ese idiota no se uniera.
Pasaron los minutos, estando juntos frente a los tres, los miré y luego hablaron antes de irse.
"Esto es un adiós," dijo Alicia.
"Cuídate, Asher," Clara me dio una sonrisa.
"Entrena tu cuerpo todos los días y no tengas miedo," dijo Dik mientras se rascaba la oreja y miraba hacia otro lado.
"Gracias a los tres, pensé que haría todo esto solo, pero ustedes me acompañaron sabiendo que las misiones eran peligrosas. Adiós."
En ese momento miré la espalda de los tres; cada uno tomó un camino separado.
Alicia regresaría a su hogar donde viven los elfos, Clara regresaría con su familia y Dik, la verdad, nunca supe a dónde iba.
Entonces, viendo cómo lentamente las espaldas de los tres se alejaban, me giré y empecé a caminar en dirección al castillo.
"¿Qué es...?" Sentí unas gotas que salían de mis ojos.
Estaba... llorando.
Mientras las lágrimas salían de mis ojos, me las limpiaba con la manga de mi camisa. Fue una nueva sensación, una sensación que surgió de repente. Mi corazón se sentía dolorido, quizás porque me separé de ellos tres.
Después de todo, no los volvería a ver en mucho tiempo. Con esos pensamientos de tristeza y las lágrimas que salían de mis ojos, me dirigí al castillo donde Oriana me estaba esperando. Al día siguiente obtendré mi título de noble y mi título de caballero...