Nacidos en el siglo 28, después de que la Alianza Interplanetaria tuviese su primer contacto con el imperio Kantiano en el 2379 D.C y tras la batalla del sistema espacial Akigrar, los Zero eran lo mejor de lo mejor dentro de las tropas de la Alianza. Considerados como un ejército en un solo hombre, los Zero eran considerados como la última esperanza y aquellos que eran capaces de enfrentar hasta lo imposible. Los Zero se componían de noventa y nueve miembros de cada planeta y galaxia dentro de la Alianza, siendo cada uno de ellos un guardián de cada uno de esos sectores. De blanca armadura y capacidades sin igual dentro de todo el universo, Un Zero poseía un entrenamiento estricto y especial en donde tenían que mostrar su resistencia tanto física como psicológica para poder pertenecer a esa unidad. No todos podían ser un Zero y aquellos que lo conseguían tenían que continuar demostrando su valía junto a su resistencia al tener que enfrentar a su mayor adversario: ellos mismos.
Los niveles de poder de los Zero eran medidos en base a su número. Aunque ellos eran lo mejor de lo mejor dentro de las unidades militares, al punto de que un solo Zero podía vencer a todo un batallón enemigo con los ojos vendados, lo cierto era que aun dentro de ellos habían Zeros más poderosos que otros. Los Zeros iban desde el Zero- 99 hasta el Cero absoluto. Cuan menor era el número, mayor era su poder. El grado de Zero era ya de por sí un honor y el espíritu de competencia que ellos tenían era uno basado en la amistad, el honor y el respeto, quienes osaban ir en contra de esos principios solo por vanidad u orgullo eran relevados de su rango. Sin embargo, era algo muy raro que un Zero tuviese algo cercano a un sentimiento similar a la envidia, muchos decían que eso se debía a que casi ninguno era un ser humano sino extraterrestres con otro tipo de cultura más aceptable dentro de la moral humana. Los Zeros más poderosos y guardianes de los sectores más importantes de la galaxia eran: Zero- Trhee, Zero- Two y Zero- One. Siendo capaces de lo imposible, aquellos Zero podían vencer a seres capaces de destruir la cordura de los humanos con su sola presencia. Siendo comandados por el Comandante Zero, aquel cuyos poderes eran similares a los de un Dios, los Zero eran llamados para pelear contra las fuerzas Kantianas y salvar a los demás.
La mejor parte de ser un Zero era que se podía subir de nivel hasta llegar al Cero absoluto. Con entrenamiento, practica y a la vez astucia, los Zero podían mejorar y volverse más fuertes de lo que ya eran, mediante meditación podían adquirir una gran sabiduría espiritual, pudiendo ascender al siguiente nivel. Muchos dentro de la Alianza, al menos dentro del planeta tierra se preguntaban como era que los Zero al tener poderes casi divinos no se encargaban de acabar con la amenaza Kantiana y la respuesta los dejaba completamente estupefactos: Los Kantianos eran un mal necesario.
La creación se encontraba en un constante equilibrio entre las fuerzas de la luz que estaban en constante choque contra las fuerzas de la oscuridad. El Ying y el Yang. Sin embargo, cuando una de las fuerzas tomaba demasiado poder por sobre la otra, entonces el pequeño circulo que se encontraba dentro de aquel costado comenzaba a crecer para poder tomar su debido lugar dentro del equilibrio divino, pudiendo de esa manera mantener el orden. Si el Imperio Kantiano era destruido o peor, reformado, entonces el pequeño circulo negro dentro de las fuerzas de la luz comenzaría a crecer para ocupar su lugar, lo que significaba que la Alianza se corrompería por completo, convirtiéndose en una ruina como castigo por alterar el orden establecido y, por ende, todo lo que la humanidad logró, sería destruido en un abrir y cerrar de ojos. Para que la Alianza Interplanetaria pudiese existir era necesario que el Imperio Kantiano también lo hiciera, siendo un combate que duraría milenios. Sin embargo, dicha sabiduría era inentendible para las colonias, para los planetas aliados y para los mismos humanos. Por esa razón debían existir héroes que inspiraran a un bien mayor, héroes que trajeran esperanza a los demás y héroes que se encargaran de mantener el equilibrio cósmico al punto de tener que sacrificarse y aceptar su destino como un futuro villano para que la Alianza junto a todo lo que representaba no fuese destruida. Los Zero eran esos héroes. Y en ese momento de gran destrucción, era el deber de Zero- One el tener que cumplir su rol dentro del orden cósmico y evitar que la oscuridad lo dominara todo en aquella pequeña colonia espacial