- La nave partirá dentro de una hora- le respondió el Kantiano con un tono de ira mientras la miraba con odio detrás de su máscara- No podrás llegar ni entrar a tiempo, Zero imbécil
Frunciendo su entrecejo mientras lo miraba con una gran severidad, Zero- One tomó con fuerzas de la armadura del Kantiano y lo levantó con su solo brazo mientras le respondía:
- Nunca digas nunca Kantiano- parándolo sin dificultad, añadió- ahora activa tus inhibidores de dolor y condúceme al interior de esa nave antes de que sea tarde.
Sabiendo que no tenía sentido el enfrentarla, Higail obedeció el pedido de Zero-One. unas pequeñas jeringas que se encontraban en el interior de su armadura se clavaron en su cuerpo y largaron un potente analgesico que logró dormir sus nervios, pudiendo reincorporarse con suma facilidad. Sin perder tiempo trató de golpear a Zero-One, pero antes de poder mover un musculo, comprobó con pesar que ella se le había adelantado, su puño se encontraba brillante mientras que una sonrisa se dibujaba en su rostro.
- Oh disculpa- sonrió de manera desafiante Zero-One- pero es que me pareció que querías hacer algo
- Solo indicarte el camino- le contestó Higail comenzando a caminar siendo seguido por ella.
Los golpes habían cesado, ¿Cuánto tiempo lo torturaron? Debieron ser unos diez o veinte minutos, pero para Charles fue una eternidad. Sentía como su cuerpo se encontraba debilitado y como su voluntad poco a poco iba quebrandose de a poco. En dos oportunidades se obligó a sí mismo a revelarse, aguantando la paliza de aquellos soldados hasta que el mismo cuerpo le dijese que confesara lo que le pedían que confesase. De los veinte minutos que tuvo, pudo confesar en tan solo diez todo lo que pudo serle interesante para el Imperio Kantiano sobre la tecnología de aquella colonia. Por desgracia el tiempo volaba y los hombres no podían seguir divirtiéndose con él, por eso era hora de pasar a la fase dos.
- Dime ¿Por qué lo haces? - le preguntó Zero a Higail mientras caminaban, las Tropas Kantianas se estaban replegando a donde se encontraba la nave madre, era claro que pensaban huir
- ¿Por qué no? - le contestó Higail sin mirarla mientras caminaba a donde se encontraba una nave de transporte, la ciudad se encontraba en llamas a su alrededor- realmente a los Aliados les gusta hacer preguntas estúpidas, ¿Cuál es la siguiente? ¿Por qué el cielo es azul o por qué el agua moja?
Zero rio un poco al oír a Higail decirle eso, largando un pequeño suspiro de felicidad, le explicó:
- No, no me refería a eso. Lo que quise decir es ¿Cuáles son los motivos por los cuales quieres masacrar a otros Higail? Todos los miembros del Imperio tienen sus motivos. Algunos por ambición, otros por poder y otros solo porque eso fue lo único que conocieron en sus vidas ¿Cuál es el motivo que tienes para servir en el ejercito Kantiano?
- ¿Por qué no me matas de una vez? - le preguntó Higail molesto
- Porque te necesito para entrar a la nave- sonrió Zero-One, añadiendo- aparte, sería un poco aburrido para ambos el caminar en silencio hasta la nave madre, ¿No crees?
Tras un momento de incomodo silencio Higail le respondió:
- ¿Realmente te importa los motivos? Al fin y al cabo, no son asunto tuyo
Sonriéndole, Zero asintió y le dijo:
- Es verdad, no son un asunto mío, pero, como bien te dije, no me gusta estar aburrida ¿Y a ti?
Viendo que no tenía sentido el resistirse, Higail comenzó a hablar.