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zafiro y Cedric: Juntos al fin

Al fin había recuperado mis recuerdos y regresado al pueblo donde me querían, ahora debía recuperar mi magia que estaba bloqueada, tenía que hablar con Cedric, pero no sabía cómo decirle y como si eso no fuera suficiente un nuevo enemigo se hacía presente.

DaoistObvp0c · Fantasy
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49 Chs

Lágrimas del alma III

Al llegar a mi cuarto una voz me hizo volver en si y al mirar atrás note a Manuel mientras sonreía decía:

Manuel: me alegra saber que volviste bien Zafi.

Mientras se acercaba sonreía y lo abrace con mucho cariño, pero como era lógico Manuel me conocía mejor que la palma de su mano y mientras aceptaba mi abrazo dijo

Manuel: sabes que conmigo no hace falta fingir, no estás bien… además no pareces la Zafi que conozco.

Mientras me daba un leve coscorrón asentí a su comentario y volviendo a mi voz algo triste le decidí contar lo ocurrido. Al entrar al cuarto hice lo de costumbre mirar a la ventana la noche estrellada mientras el se acomodaba en el borde de la cama y luego de un largo silencio dijo

Manuel: Se que te has puesto en su lugar, aunque no es fácil aceptar que alguien que amaste tanto te halla ocultado cosas, Zafiro se que lo hiciste por protegerlos pero a su vez con eso les decías que no confiaba en ellos, si yo fuera Cedric estaría igual de enojado y eso que no le has contado de los brazaletes, si quieres pasar página de verdad debes soltarlo todo.

Sabía que el regaño de el era porque también lo había preocupado, muy pocas veces veías a un Manuel tan comunicativo y de largo sermón, así que decidí soltarlo todo delante de la familia y poder cerrar de una vez ese pasado y soltar esas viejas cadenas.

Al salir del cuarto me quedé en shock ya que Kath había escuchado toda la conversación y mientras fruncía un poco el ceño dijo: se que todos debemos tener uno que otro secreto, pero la familia siempre debe estar unida.

Luego de esas palabras la abrace fuerte y note como ella me abrazaba feliz, entendí que la que más sufrió fue ella porque no estuve cuando más me necesito y eso en parte era de lo que más me culpaba y me hacía sentir débil.

Manuel al ver tal escena nos abrazo a ambas y dijo feliz: dos gotas de agua -de eso decide avisar a los demás y mientras se aleja dice- las veo en el comedor.

Y se fue dejándonos solas.

Bese su frente y le dije: mi niña bella tu y tu padre son mis soles y lo más importante para mi.

Vi como animada sonreía y sus ojos se iluminaban, así que bajamos juntas hasta el comedor donde tenía que ser honesta y de una vez dejar a mi pasado ir y mirar el futuro con la oportunidad que Lunita y los dioses me habían dado.