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Viaje en busca del placer y diversión.

Es Mi primer fanfic, el mc, viajará por diferentes partes del mundo del universo del anime, manga, novelas japonesas y chinas, etc. MC manipulador. MC buscador de mujeres, gran harem. No dudará en manipular para conseguir la chica que quiere. El protagonista se queja mucho del resto de los mc de las otras novelas. No dudará en chantajear sexualmente a las mujeres que odia o de las que son sus enemigas. Muchos saltos de tiempo, intentaré ser lo más preciso posible, errores de ortografía que intentaré corregir con el tiempo. MC hipócrita a veces. La historia inicia en el mundo real, nace en China, pero luego es enviado a Japón y crece en ese lugar. Mundos actuales, mundo real, diablo 2, Oregairu, avatar. Tendrá la capacidad de convocar a algunos personajes de League of legends, pero no ira a ese mundo, este fanfic NO se enfocará en el mundo de diablo 2, que es parte del sistema. Este fanfic fue creado para la autosatisfacción. Mi primer idioma no es el ingles, y la gramática es mala. El Mc es un degenerado y no espera nada bueno de el, eso si, adora a sus esposas.

Odyosis · Anime & Comics
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136 Chs

Cap 80 (R-18)

Hanabi podía sentir toda su cuerpo relajarse gracias al agua caliente, ella estaba en una nube de placer..., hasta que León apareció y se hundió en al agua lentamente, dándole una vista increíble de su bien definido cuerpo.

El color rojo comenzó a apoderarse de ella nuevamente, primero la cara, y luego sus blancos hombros, que ya no eran blancos. Ella no pensaba que se avergonzaría tanto de ver a León semidesnudo, ya que Hanabi veía a León como un hombre mayor, como si fuera su padre.

León era casado, y eso hacía que Hanabi lo viera como alguien mayor, olvidando que solo tenían pocos años de diferencia.

¡Cálmate Hanabi, calmante!, sé que tiene un cuerpo increíble, y que es muy guapo, y que me trata tan bien, y que es tan varonil, y..., ¡calmante idiota!, él podría ser tu padre, pero..., ugg, no puedo dejar de mirar su cuerpo, no entiendo por qué me atrae tanto, ¿será porque no es de mi familia?..., eso es, ¡idiota Hanabi!, ahora te das cuenta de que tu jefe es en realidad un hombre adulto que no tiene relaciones de sangre, suspiro, me va a dar un infarto si sigo así. Pensó Hanabi, que quería salirse luego del agua caliente, porque sentía que sus pensamientos se irían por el camino equivocado.

Claro que Hanabi no era la única que miraba, León también lo hacía, él no podía negar que la rubia de ojos dorados era muy hermosa, y su cara ruborizada le daba un deseo increíble de dominarla. Quería volver a esa chica tímida, en todo una adicta a su polla.

Él pensaba en todas las formas con la que podría lograr su objetivo, incluso ahora podía ponerla contra la pared y follarla hasta la inconsciencia, él creía que si hacia eso, Hanabi nunca diría nada, y ocultaría todo. Los pensamientos de León se estaban descarriando, y su bestia se estaba levantando.

León tuvo que cerrar sus ojos, y respiro profundamente para relajarse, no era momento de corromper a la hermosa rubia, todavía no. En general le sería más fácil controlar sus deseos pervertidos, pero la pequeña pelea con Shizuka, lo ha tenido fuera de la cama durante una semana, y eso lo tiene frustrado. Pero hoy, acabaría su sequía cuando se reconcilie.

Hanabi jugueteaba con sus pies, y los miraba, intentando calmarse y evitar mirar al frente, aunque a veces sus ojos la traicionaban y daba pequeños vistazos fugaces. León estaba al tanto de las miradas, y del pensamiento de Hanabi.

-"¿Hanabi?"

"¡¿eh?!" La chica en cuestión, solo pudo responder con una voz idiota mientras daba un pequeño sobresalto de sorpresa.

-"¿Estás bien, te ves demasiado roja? Dijo León con una voz preocupada.

-"uhh, es.., ¡el calor, si el calor!" Respondió apresuradamente Hanabi, ella se sintió mal por tener pensamientos tan pervertidos, mientras su jefe solo se preocupaba por ella, o eso creía Hanabi, si supiera que su León era el más pervertido del mundo, seguro se sorprendería.

-"Entonces deberías salir o puedes desmayarte."

-"¿hm?, tiene razón León-sama."

Hanabi se levantó, y León hizo lo mismo, no podía desaprovechar la oportunidad de acercarse a Hanabi, de varias maneras.

Hanabi se le salió del agua, y camino hacia los vestidores, pero de la nada, sintió como un calor golpeaba su cara, y la mareaba, su visión se volvía borrosa, y no pudo apoyar bien sus pies, con paso inestable se resbaló y caía de espalda, ella se asustó, e intento agarrarse de algo, pero no había nada a su lado.

Cuando creía que todo estaba perdido, un brazo fuerte la tomo de la cintura, y la hizo sentirse cálida y protegida, una sensación que toda mujer por instinto desea. León quien era quien la tomo, la acerco a su cuerpo y la apretó contra su pecho.

-"¿Estás bien?"

Hanabi asintió, mientras se recuperaba, ignorando el hecho que estaba abrazando a un hombre semidesnudo. Segundos después, cuando se recuperó, sintió como sus manos tocaban algo duro y suave, era los pectorales de León. Ella continuó tocando, y siguió bajando porque le agradaba la sensación que generaban sus dedos, luego llego a los abdominales, y los tocaba y apretaba con rudeza.

León tampoco dejo de aprovechar la oportunidad, ya que no se aguantaba, cada toque que recibía lo ponia cachondo, más cuando ella se acercaba a su polla. Así comenzó a tocarla, sus dedos suavemente bajaron hasta llegar el trasero de Hanabi, lo amaso con cariño, mientras pequeños jadeos y gemidos salían de su Hanabi, que no dejaba de tocarlo.

Que es este sentimiento y porque me pica tanto la entrepierna y me siento tan caliente, ¿será fiebre?, pero nunca había tenido una fiebre tan agradable, este calor, están reconfortante, y León-sama es tan cálido, no puedo dejar de tocarlo. Pensaba Hanabi.

Ambos se frotaban el cuerpo con el del otro, tratando de sentir ese calor y lujuria que comenzaba arder en sus cuerpos, la toalla de Hanabi se levantó de a poco, mostrando sus gruesos muslos, que eran blancos con un tinte de rojo.

Pero no paraba ahí, la toalla seguía subiendo hasta que su coño, que estaba muy cerrado fue visible. León no podía resistirse, y su polla se puso dura, y casualmente su toalla se soltó, dejando su polla libre al viento, un poco más arriba del coño de Hanabi, que era más pequeña que León.

Hanabi noto que algo golpeaba su abdomen, y agacho la mirada para ver que era, cuando lo vio, se sorprendió, nunca antes había visto un pene, era su primera vez, descontado a su padre que se bañaba con ella cuando era pequeña, nada sexual claro, su padre era un hombre bastante recto, y no era un lolicon.

Volviendo al tema, Hanabi noto que entrepierna picaba cada vez más, y un calor golpeaba su abdomen. Ella levantó la cabeza, y miro al hombre que la abrazaba a los ojos, ella no podía apartar su mirada de esos ojos rojos que la miraban con pasión y deseo, una mirada que la volvía loca.

Nunca antes la miraron con tanto amor, algo que ella deseaba, no es que le faltara, sus padres la trataban bien. Pero es que ella siempre quiso que su amigo de la infancia la mirara, y que la amara, claro que eso nunca paso, el tipo era demasiado denso, y cuando se dio cuenta de que la amaba, se sentía inferior, y le daba miedo declararse.

-"Hanabi"

León susurró el nombre de la mujer en sus brazos, fue un susurro muy seductor, tanto que Hanabi no aguanto más, ella no sabía si estaba bien o mal, si era legal o si esto era engañar su amor infantil, ese amor que a durados años..., en estos momentos, ella quería sentir esos labios rojos que susurraron su nombre.

Y no dudo en acercarse, y robarle un beso a León, fue bastante torpe, y casi golpea sus dientes, pero León es un ser experimentado, y lo arreglo con gracia, evitando el golpe. Y claro, no se dejaria robar un beso, sin cobrar el precio adecuado.

León agarró con firmeza la cintura de Hanabi porque sabía que tendría las piernas débiles luego del beso apasionado que le daría.

Hanabi sintió como una lengua jugaba con sus dientes, exigiéndole que abriera más la boca, no solo eso, sintió la humedad de sus labios, la suave barba que cosquilleaba su mentón, ella cerro los ojos intentado que todos sus sentidos se enfocaran dentro de su boca, que era una fiesta de sensaciones.

León no paraba de besar esos labios tan rojos y sabrosos, que tenían a sabor a fresa, pero no bastaba con eso, su lengua ya estaba enroscada en la lengua de Hanabi, ambos tenían una batalla, donde León era el claro ganador.

Los segundos pasaban, hasta que ambos se separaron, no sin antes que León le diera un mordisco a los labios de Hanabi, que dejo escapar una sensual queja. Ambos tenían una mirada brillante y apasionada mientras se miraban, sus jadeos golpeaban la cara del otro. Querían seguir, pero antes de que Hanabi volviera al ataque, León la detuvo, tocando suavemente sus labios con su dedo.

Ella ladeó la cabeza, preguntando qué pasaba, Hanabi no quería parar de sentirse tan bien, para ella en estos momentos la moral o toda culpabilidad, no existía, estaba tan cachonda, y ansiosa de pasión y deseo que no pensaba en las consecuencias de sus actos.

-"¿Estás segura Hanabi?, si continuamos no podremos detenernos." Pregunto León como todo un caballero, uno falso claramente, ya que sabía la respuesta.

-"Sí, sí, sí, sigamos, quiero sentir más este calor tan agradable." Respondió sin duda Hanabi, mientras seguía tocando a León, y frotando sus muslos para calmar la picazón.

En realidad, Hanabi no era tan osada, era una chica recatada, tranquila, tenía algunos amigos, iba siempre que podía a la biblioteca para leer un libro. Era una mujer aburrida, y ella lo estaba sintiendo últimamente. Desde que León llego a su vida, un nuevo horizonte se expandió para ella, mostrándole cosas divertidas.

León no solo la trato como empleada, sino como una amiga, él la llevo a distintos lugares, que Hanabi nunca fue, ya que nunca la invitaron, o cuando ella lo hacía, se negaba, debido a que su amigo de la infancia no iba, por quedarse entrenado.

Hanabi vivía una vida monótona, por eso, cuando León la hizo sentirse tan libre y salvaje, no pudo negarse a abrazar esa sensación y sentimiento, que la volvía feliz y la llenaba por dentro. Hanabi quería cada vez más y más diversión, y aventuras salvajes, ella quería vivir libremente.

Por este motivo, los chicos malos se llevan a las chicas buenas y tranquilas, porque le dan algo nuevo, y le brindan nuevas experiencias. O a otras, les gusta sentirse dominadas, y dejarse llevar, eso les quita un peso de encima, ya que no tienen control de sus vidas, y ellas piensan que sus actos, no son su culpa. Claro que es una idea idiota, pero ellas lo creen, ese es su nivel de ingenuidad.

Y si no lo crees, puedes ver manga Hentai NTR, claro que no es un ejemplo realista, pero tiene detalles, que en realidad suceden en la vida real.

Volviendo con León que sujetaba el mentón de Hanabi, y la miraba a los ojos, le pregunto:

-"Segura, ¿no te importa las consecuencias?"

Ella no contesto, en cambio entrelazo sus brazos detrás del cuello de León, y lo acerco a él, besándolo con fuerza. León no vio venir eso, no pensaba que esta chica tan recatada, y que no paraba de hablar de su amor y amigo de la infancia, se volvería tan proactiva.

León pensó en todos los planes que tenía para el futuro, todas sus ideas para conquistar a Hanabi y hacerla suya. Ahora, todos esos planes se fueron a la basura, y hora de improvisar, a la mierda aguantarse y a la mierda fingir ser el chico bueno, le daría con todo, y mostraría lo que es un hombre.

Los muslos de Hanabi fueron agarrados por León, y la levanto, ella se agarró con firmeza a la cintura mientras sentía como un grueso y bulto jugaba directamente debajo de su coño, pero todavía no entraba. León bajo su mano, y agarro con fuerza sus nalgas, y metió un dedo entre ellas, solo centímetros lo separaba del agujero trasero.

Hanabi se retorció un poco, sentía como algo entraba en su parte trasera, quería quejarse de que estaba sucio, luego se acordó que se bañó, y dejo que León hiciera lo que él quisiera, ella no tenía experiencia sobre el sexo, Así que se dejaría llevar.

León metió el dedo dentro del apretado culo de su amante, era una sensación viscosa agradable, además, Hanabi comenzó a soltar un aroma erotico que lo volvía loco.

Ambos seguían besándose, mientras León se movía por la habitación, hasta que encontró un banquillo.

-"Pon tus manos contra el banquillo, y empuja tu trasero hacia mí." Ordeno León con dureza, algo que hizo que el coño de Hanabi, temblara de placer, ella no entendía por qué, pero ser dominada por el placer, era algo que no podía dejar de desear.

Hanabi puso sus manos contra el banquillo, levantó su trasero y abrió las piernas. Dándole una vista completa de sus dos agujeros a León. De su coño corría una gota de líquido, que soltaba un aroma afrodisiaco, además de ser un lubricante. El cuerpo de Hanabi se preparaba para recibir su primera polla.

O eso pensaba, porque la mirada de León cambio, y fue al agujero trasero de Hanabi que sintió un escalofrío en su cuerpo, un escalofrío muy agradable. León se acercó y le dio una fuerte nalgada, su mano dejo una marca roja en su blanca piel.

-"¡Eres una chica tan mala!"

-"¡ahhh!, lo lamento León-sama, lo siento, ¡ahhhh!, pero Hanabi es una chica mala ahora, ¡ahh!" Cada vez que hablaba, recibía una nalgada fuerte, pero ella en vez de dolor, sintió placer.

-"¡¿Quieres que te castigue?!"Grito León dando otra nalgada en su ya rojo trasero.

-"!ahhh!, siiiiii, castígueme León-sama, por ser una chica mala"

León asintió, él estaba muy excitado al tener a esta chica suplicando ser castigada. Su polla palpitaba, estaba desesperada por entrar en ese agujero rosado que lo miraba, era una mirada de "Ven si te atreves." Y como podría negarse León a tal acto de desafio.

Así que agarro su polla, y la puso fuera del agujero trasero de Hanabi, y "plop" con un suave movimiento, entro solo la punta. Pero es vasto para escuchar un agradable grito.

-"¡aahhhhhhhhhhhhhhhh, dueleeeeeeeee!"

Hanabi no sabía que dolía tanto el sexo, aunque no dolía tanto en realidad, era que León comenzó por su agujero trasero, uno que estaba muy apretado, y nunca usado, ni siquiera lubricado por completo.

León que escucho ese grito, solo podía gemir de placer, agarro con ambas manos la cintura de Hanabi, y lentamente iba metiendo su polla.

-"¡arrrrgg, duele, León-sama, duele!" Gritaba ella, pero León, no daría marcha atrás, quería tomar ese trasero apretado, y no lo dejaria ir.

-"Aguanta que este es tu castigo por ser una chica mala."

-"¡ahhhh!" Grito Hanabi cuando otra nalgada marcaba su trasero, León no paraba de dar bofetadas, a ese trasero que ondulaba, era su manera de ponerle su nombre, y márcalo como su propiedad, desde ahora nadie más tocaba a la rubia de ojos dorados.

Hanabi todavía tenía puesta la toalla, así que León la tomo y la desvistió, frente a ellos apareció un espejo, que se empañaba debido al vapor, Hanabi ni siquiera noto esto, estaba tan concentrada en su momento de dolor y placer que generaba su trasero al ser penetrado por una gran polla.

Con todo listo, León comenzó a hundir su polla en ese agujero nunca antes explorado, lento, pero a paso firme, centímetro a centímetro, las paredes internas eran tan apretadas, que a León le costaba entrar, pero el placer que generaba, no tenía comparación.

-"¡aaaah, ugggg, León-sama, me muero!" Hanabi no paraba de gritar, aunque sus palabras suplicaban que se detuviera, por dentro no dejaba de desear que fuera más duro, sus piernas no paraban de temblar y su coño no dejaba de soltar líquidos que de solo probarlo, pondría erecto hasta el hombre más impotente.

El sedoso cabello rubio ocultaba su cara, y sus ojos apenas eran visibles, pero no era necesario verlos, para saber que estaban cerrados, disfrutando cada centímetro de polla que entraba en ella, sus manos y uñas dejaban marca en el banquillo.

-"¡ohh! Gimió León cuando entro hasta el último centímetro, él estaba bastante eufórico, nunca pensó que esta chica virgen y tranquila, que se veía toda una dama fina de clase alta, podría con toda su polla, más por detrás. Pero no se quejaba, si Hanabi tenía un lado pervertido y masoquista, él sería lo suficientemente hombre, para satisfacerla.

Y sin aviso, León la saco hasta la mitad, ganándose varios gemidos, y luego con fuerza la introdujo hasta el fondo. La primera embestida, y Hanabi no podía creer lo bien que sintió, y aunque dolía, y sus piernas temblaban, no quería dejar de sentirlo, así que se mordió los labios, y puso fuerza en sus piernas, y levanto su trasero, era su forma de decir, no pares, sigue.

León no era tonto como el amigo de la infancia de Hanabi, que vomitaría sangre si viera la vergonzosa pose y las eróticas caras que hacia su amiga.

¡Pa!, la segunda embestida, y el ruido del golpe de carne contra carne, comenzaba a ser acto de presencia entre los dos, ¡pa-pa-pa! Las caderas de León iniciaron con su trabajo, y la polla entraba y salía, aunque con alguna dificultad.

-"¡AH, AH,NO, NO LEON-SAMA, ME VA A MATAR AAAAAH!" Hanabi no paraba de gemir, y gritar que se detuviera, pero León no hizo caso, y aumento la velocidad de las embestidas, entre más rápido, más placer y dolor generaba el agujero trasero de Hanabi.

León quería cambiar un poco, así que agarró el cabello de la rubia, y lo atrajo hacia él, Hanabi levanto la cabeza, y pudo ver su cara al espejo, ella se sentía tan avergonzada, nunca pensó que terminaría así este día, pero, ya todo estaba hecho, y solo podía disfrutarlo

El tiempo pasó, al igual que las embestidas, León no paraba de mirar el espejo, y de ver como se movían las modestas tetas de su amante.

-"¡ahh, León-samaaa, algo, algo viene!"

"pa, pa, pa, pa, slap, slap."

-"Déjalo ir, solo libéralo."

Grito León, que sujetaba con una mano el cabello, y otra estaba en la delgada cintura de Hanabi. León aumentó sus embestidas, quería que ella tuviera un orgasmo intenso, además, él también estaba en su punto, el trasero de Hanabi era tan apretado y cálido, que lo hizo venir antes de lo que pensaba, aunque no se quejaba, dejo que sus bolas se contrajeran, y su polla palpitaba, así liberando toda su carga dentro del de trasero de ella.

-"¡ohhh!"

-"¡aaah, vieeneeeeeeeeee!

Una gran línea de líquido salió del coño, llego unos metros casi hasta el espejo, la pobre chica estaba en una nube de éxtasis, mientras sus piernas temblaban y sus ojos se volvían blancos. León que seguía corriéndose agarro a Hanabi de la cintura, y la sostuvo contra su pecho.

Hanabi estaba demasiado débil para estar de pie. León miró el desastre que era la chica, y estaba satisfecho, el pelo mojado, y su cara sudorosa, un poco de baba caía de su boca. Su hermoso pecho con sus pezones rosados, eran algo pequeños, él no lo había tocado lo suficiente, así que aprovechó de amasarlo con cariño, ya que no era un pecho grande, un poco menor al promedio, pero todavía servía.

En cuanto a porque León partió por el sexo anal, era porque quería quitarle la virginidad, de una manera más especial, o especial para él, pero eso son planes para el futuro.

Algunos minutos pasaron, y León estaba sentado en un pequeño comedor, donde había varios platos servidos en cuanto a Hanabi, ya se había recuperado y bañado. Pero todavía no llegaba, o mejor dicho estaba detrás de la puerta, toda nerviosa por todo lo que había hecho.

León siguió comiendo, como si nada, esperando el momento que ella entrara.

Luego de unos minutos, Hanabi respiro profundamente mientras ponía una mano en su pecho, en sus ojos había resolución, abrió la puerta, y se dirigió directo hacia León. Se arrodilló, y se inclinó, su cabeza tocaba el suelo. Era un seiza perfecto.

-"Lo siento León-sama, deje que mi vulgaridad me controlara, e hice cosas incorrectas, lamento haberlo hecho caer conmigo, y haber hecho que engañara a su esposa."

Ahora que no estaba en ese estado de placer y su mente estaba clara, Hanabi estaba muy triste, y se sentía culpable, ella creía que todo lo que sucedió era su culpa, y en ninguno momento se le pasó por la mente culpar a su jefe León, después de todo, fue ella quien tentó y expuso su cuerpo semidesnudo, bueno, ese era el punto de vista de Hanabi.

En cuanto al punto de vista de León que tomaba un té con total tranquilidad, no le interesaba quien fuera el que inicio todo, estaba bastante satisfecho con el resultado.

León se levantó, acomodo su cabello que estaba un poco largo, y se acercó a Hanabi, puso su mano en el hombro, y la hizo levantarse, pero Hanabi se negaba, no tenía valor de mirarlo a la cara, tenía vergüenza y mucha culpa.

-"Levántate, y no te culpes, ambos deseamos que eso sucediera..., además, lo disfrutamos, ¿no es así?"

La cara de Hanabi se ponía roja, hasta sus orejas, recordando todo, ella lo disfruto, pero luego de unos segundos le volvió la culpa, y sus ojos se volvieron llorosos, y se inclinó otra vez.

-"Vamos, vamos, no te sientas mal, lo que hicimos, es algo natural, nada de lo que avergonzarte."

-"Sniff, yo, sniff, lo hice ser infiel." Dijo apenada.

León volvió a levantar a Hanabi, y le dio una sonrisa suave. Como si no creyera que fuera infiel, aunque si lo pensamos bien, León tiene muchas mujeres, y ellas aceptan la poligamia, o que ella no son las únicas, así que esto, no contaría como infidelidad, ¿o si?

-"No te preocupes por eso, ahora tenemos cosas más importantes en las que pensar."

-"Sniff, como que, sniff."

-"Por ejemplo.., ¿qué sientes por mí?"

Hanabi se quedó muda y aturdida mirando a los ojos de León, intentando procesar lo que escucho.

-"yo..., ¿lo que siento?"

León asintió, esperando que respondiera. Pasaron algunos segundos, para que Hanabi pensara en todo lo que a pasado desde el inicio, y aclarar sus sentimientos.

"Yo..., quiero..., que me toque como antes, me agrada eso, quiero que salgamos junto al parque..., me gusta cuando nos vamos juntos después del trabajo. Me agrada pasar tiempo con uste León-sama."

-"¡Hm!, comprendo.., ¿y qué tal tu amigo de la infancia?"

-"¡¿EHH?!" Hasta ahora, Hanabi recordó a Takashi, su querido amigo de la infancia y su primer amor, aunque a diferencia de lo que sentía con León, que era un amor más adulto, de esos lujuriosos, el amor que sentía hacia Takashi, era un amor, juvenil y puro.

-"Escucha Hanabi, pasaron muchas cosas, y seguro estás confundida, y no estás seguro de nada, ¿cierto?" Ella asintió. -" Bien, primero que nada, será imposible negar lo que paso, ya que no tenemos una máquina del tiempo, además, yo no me arrepiento, me agrado, pero, tienes que tener en cuenta, que solo te veo como un amante.

Hanabi recibió un flechazo en su pecho, cuando le dijeron que solo era la amante, después de todo, ella admitió que le gustaba León. En cuanto a León, miraba a HanAbi con tranquilidad, y pensaba, que tenía cierto parecido a Tachibana Hina, ambas se enamoraron de hombre mayor, solo porque les presto atención y ambas son tratadas como amantes. Aunque León, encontraba que Hanabi, era más inteligente, y más hermosa, además, él no tenía planes de abandonarla, ya le había puesto su nombre.

-"yo..., lo siento" Es lo único que respondió, mientras inclinaba la cabeza.

-"Porque te disculpas, mejor, siéntate y disfruta de tu propia comida, que es muy deliciosa."

-"Lo lamento" Volvió a disculparse, aunque estaba feliz de le gustara su comida.

-"Suspiro, sé que estás acomplejada, y miles de sentimientos pasan por ti, pero de nada servirá tirarte al suelo a llorar, lo mejor que puedes hacer en momentos como estos, es comer, y relajarse, mañana será un nuevo día. Y yo estaré a tu lado, para que resolvamos todo juntos"

-"Sniff, ¿no me abandonará?"

-"Claro que no, tengo una responsabilidad contigo, ahora come, bebe, relájate y olvida todo, como dije, mañana podemos resolver todo, ahora estamos con la cabeza caliente, y no llegaremos a ningún lado, ¿comprendes?"

-"Sniff, si León-sama."

León usó sus dedos para secar las lágrimas que quedaron en la mejilla, Hanabi no se alejó, cerro los ojos y disfruto el toque, a ella le gustaba sentir los suaves dedos de León en su mejilla, le daba confianza, y seguridad, le decía que todo estaría bien. Y eso, es lo más que necesitaba.

Ambos comieron en silencio, disfrutado de los deliciosos platos. Durante todo ese tiempo, no charlaron, solo hubo una que otra mirada incómoda y avergonzada de Hanabi, que seguía procesando todo lo que paso.

Pasaron los minutos, y casi una hora, y León la llevo a su casa, donde actualmente estaba. Se despidieron y León se fue, en cuanto a Hanabi, entro a su casa, intentando no dejar escapar un solo ruido, no quería ser escuchada por sus padres.

Si los viera, se pondría nerviosa, y eso llevaría a preguntas, y Hanabi no tenía idea, de que respondería, además, no podía decir lo que hizo con León, ya que ella temía que sus padres comenzaran acciones legales en contra de él, y que cayera víctima de la justicia, y fuera encarcelado. No olvidemos que León era su jefe.

Mirando a ambos lados, y con cuidado, logro su misión con éxito, y llego a su cuarto en silencio, miro su cama, y no dudo en acostarse, estaba tan cansada, en mente y cuerpo, que no seria sorpresa que se quedara dormida en segundos.

Lástima que sus pensamientos no la dejaban.

POV Hanabi

Me di vuelta en mi cama, y, mire al techo, era de color blanco, nada interesante, ahora porque lo miro. NO tengo idea, talvez quiero despejar mi mente, y olvidar todo lo que paso, pero..., eso es imposible, hoy por primera vez en mi vida, sentí algo increíble, y aunque a veces dolía, el placer era mayor.

Además, ugg, me confesé a mi jefe, nunca pensé que esas historias de romance que se contaban en la escuela, realmente pasarían..., y menos que me pasaría a mí, ufff.

Esta es una situación difícil, si nos descubren, le irá mal León-sama, y yo no quiero eso, además esta Takashi, que le diré.., acaso, aún siento algo por él..., creo que no puedo ir al colegio, no podría mirar su cara.

Busque en mi bolsillo, y saque mi celular, pensaba llamarlo, no so porque, tal vez quiero explicarle, si se lo digo, él me perdonaría, pero... de que me servirá eso, acaso..., quiero estar con él... ¡Arrrg, estúpidos pensamientos!

Mientras pensaba como idiota, mi celular sé cayo, cuando lo recogí, curiosamente estaba en la zona de la galería, comencé a mover las imágenes, y encontré una de León-sama, sí, le había tomado una cuando estaba distraído, no sé por qué, pero siempre la miro en la noche, me ayuda a dormir, no lo digo porque él sea aburrido, al contrario, es muy divertido, pero me relaja ver su cara.

¡ahhhhh!, enterré mi cabeza en la almohada, y movía en la cama como un gusano.

Quería dejar de pensar, pero no podía, ahora... con quien me quedo, con León-sama solo seré una amante, incluso tendré que esconderme, y con Takashi..., no lo sé, no veo un futuro a su lado, o más bien, no quiero pensarlo, porque sería muy aburrido, algo me dice que ser una ama de casa, mientras él sale por el mundo como deportista.

¿Qué hago?, alguien lo sabe, alguien ahí sabe la respuesta, suspiro, yo..., no sé que es lo que quiero..., suspiro, solo puedo hacer lo que dijo León-sama, dormir, y esperar a mañana, y pedir su consejo. Y con ese último pensamiento, me quede dormida.