webnovel

UN ETERNO FINAL

Un final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no importa, el cambio desaparece con el tiempo, solo el final preservara. Pero ¿Qué es el final? Adrián se preguntó, mientras miraba a su alrededor, todo loque conocía se habían vuelto parte de este desolado paisaje. ¿Es esto el final? Se siguió preguntando. “No, este no será mi final” - miro al cielo, el cual era rojo sangre, lo miro tan fervientemente, y cerro sus puños con un gran odio. Sus gritos empezaron a salir. ¡Yo decidiré que final quiero para mi vida! ¡Yo decidiré mi propio destino! – Grito hacia el cielo, diciendo que este no será su fin. El será propicio de su propia vida, de su propio final, de su ultimo suspiro.

Dario_Lidford · History
Not enough ratings
86 Chs

CAPITULO 8: CIUDAD ESTACIONES DIVERSAS

Cerca de una montaña, un joven con una cicatriz en su ojo, estaba en el patio protegiendo los animales del rancho.

El joven era alto, y con una musculatura decente. Mientras caminaba de un lado a otro, de pronto escucho una gran conmoción, la cual vino del bosque de al lado. 

Varias aves salieron volando, mientras que el rugido de un oso resonó por todo el lugar.

"Es, ese oso otra vez, no había contratado la abuela algunos cazadores para matarlo" – Hablo el joven, mientras miraba el bosque, esperando ver cuál era su próximo movimiento, pero a pesar de que espero, no hubo ningún movimiento después de ese rugido. 

El joven con gran valentía se acerco un poco para mirar dentro del bosque.

Cuando de pronto miro a lo lejos un cuerpo de un niño ensangrentado.

"¿Qué sucedió?" – El joven bajo rápidamente y miro el cuerpo del niño, al cual le faltaba gran parte de su antebrazo.

Además de que esta tenía varios moretones en su cuerpo. 

Podía notar que sujetaba una espada de madera, y una daga. 

"¿Cuánto tiempo estuvo aquí este cuerpo?" – Dijo el Joven, al ver que la daga y la espada de madera aun seguían en buen estado, estaba planeado robárselas para venderlas. Quizás así podría comprar su libertad. 

"Que estás haciendo, ese niño sigue vivo, tráelo de vuelta" – Pero justo en ese momento, la voz de una anciana sonó detrás del joven.

El joven se asusto al escucharla, inmediatamente asintió ante la anciana, y subió nuevamente al rancho. 

La anciana golpeo la cabeza del joven, mientras estos dos entraban a la casa.

Sin embargo, si se podría ver a lo lejos, se podría notar el cuerpo de varias personas, las cuales habían muerto hace tiempo, todos tenían garras de osos en sus pechos, pero lo mas misterioso fue que aun más lejos, se podía ver el cuerpo de un oso flaco, con varias cortes por todo su cuerpo, y flechas por toda su espalda. El oso era un poderoso animal feroz con una fuerza comparable al tercer nivel de la condensación del Qi, pero este había muerto, y parece que también toda su energía fue absorbida. 

El joven tendió el cuerpo de Adrián en una cama, mientras la anciana a la cual el joven llamaba abuela miro a Adrián. 

"Si no muere dentro de dos días, dale estas plantas, si muere entiérralo, si vive llámame" – La anciana dio varias ordenes al joven a su lado, mientras se marchaba, el joven simplemente asintió, no podía escapar, era un esclavo de la abuela. 

Y si bien conocía a la abuela, sabia que tomar al niño, no era otra opción, para que este fuera vendido, o vuelto un esclavo como él.

Este era su único destino, sabía que, si quería tener su libertad, podía hacer dos cosas, eso era comprar su libertad por mas de mil monedas, o trabajar para la abuela hasta que el muriera, sabia que la abuela lo vendería cuando ella sea mas vieja, solo para conseguir dinero para el retiro.

Pero ambas cosas eran peligrosas, varias de sus heridas fueron por las misiones que la abuela tomaba para él y no podía negarse, tenia un contrato de esclavo, el cual la abuela podía usar para matarlo en cualquier momento. 

Al pensar en esto, solo suspiro antes de volver afuera, a seguir vigilando, por suerte estos meses habían sido calmados.

Luego de dos días, Adrián seguía vivo, el joven trato de quitarle su daga y espada, pero Adrián los sujetaba con gran tenacidad. También le hizo comer algunas plantas, antes de salir de nuevo. 

Luego de dos días, la anciana fue llamada por el joven, la anciana miro a Adrián, quien se estaba recuperando de sus heridas, pero a la vez esas cosas moradas estaban por todo su cuerpo.

De pronto la anciana saco algo, era una píldora blanca, la anciana sintió que esto era demasiado, no sabia si gastar todo esto en un simple niño era bueno o malo. Después de todo esta píldora que tenía era única, se la había dado su esposo, pero realmente no tenía ningún uso más que sanar heridas. 

Aun así, decidió que los pros superaban a los contras. 

Después de todo, un niño esclavo costaba una gran cantidad de monedas.