Lilith

Lilie estaba cubierta con una manta color blanco sobre el sofá de la sala. Al costado estaban Mike y Ali sobre un colchón de aire. Dormían juntos bajo la misma manta. No podía parar de pensar en qué pasaría si ella se daba cuenta de que no estaba en casa. Que sería lo primero que pasaría. Llamar al telefono de casa una vez. Esperaría otra media hora para volver a llamar esperando que si yo estaba ocupada, habría llegado a la sala para esperar la siguiente llamada. Después había dos opciones, una, llamar a minth, la otra era tomar un autobús hasta el castillo y viajar 4 horas hasta llegar a casa. Si llamo a Minth, ella podría mentir para cubrirla o preocuparse por su paradero y en ese caso habría dos mujeres volviéndose locas por su ausencia. También estaba la posibilidad de que estuviera tan borracha que no hubiese llamado en lo absoluto, en ese caso si estaba por la mañana en la casa todo estaría arreglado. Si confiaba en lo olvidadiza que eva podría llegar a ser, se tranquilizaba. Pero sabía que posiblemente Eve ya estaba en camino, y era solo cuestión de tiempo para que ese día llegara. El día en el que de nuevo abandonan todo y se mudan a un nuevo lugar con la intención de cambiar, aunque sabía que de nuevo, Eve se convertiría de nuevo en una prostituta.

La claridad del afuera comenzaba a colarse dentro, Lilie no pudo evitar quedarse despierta toda la noche, y ahora solo le quedaba aguantar el peso de sus párpados al caminar. Merlin cocinaba en el fogón de afuera, Mike y Ali no estaban, tampoco estaba Nari. Tenía miedo de despedirse, pero también estaba molesta porque Nari no estaba, una vez más, en un momento importante. Se acercó a la mesa como lo hacía siempre esperando a que Merlín comenzara la conversación, pero ella también estaba molesta, quizá por la ausencia de nari, o su actitud.

-Merlin, me voy

Lilie jugaba con el mantel de la mesa mientras la observaba con nerviosismo, no sabía qué esperar aunque sabía que para merlín no era diferente como cualquier otra despedida

- mhmm, debes estar preocupada por tu familia, es la primera vez que te quedas la noche un jueves. Si quieres, puedo llevarte a casa y hablar con tu mama.

-hmm, no, me voy sola.

-quieres llevar comida?

-no.

Merlin continuó revolviendo el arroz en el aceite

-Merlin.

-hm?

-ya me voy

-¿no te despediras de Nari?

- no esta.

- hmm, si. Hasta la otra e?

-si Merlín, gracias.

Se levantó de la mesa y pensó, si pudo haber llegado a la casa a la 1pm, seguro fue a buscar a minth, debía estar allá. No estaba equivocada, de hecho, se encontraba drogada en la cama de un burdel. Y a su costado Minth, la única bartender que ayudaría a una mujer como ella.