(Un poco de drama antes de recoger chicas)
Cuando Arthur desapareció, toque mis labios con la yema de mis dedos, sintiendo el calor que permanecía de nuestro beso, no pude evitar recordar el pasado.
Me senté en mi trono de diosa, y levante la vista para mirar la pantalla frente a mí, en ella, apareció la figura de Arthur, sentado con los ojos cerrados, meditando con paciencia y serenidad, no parecía una persona que iba a morir en horas.
Pasaron algunos minutos, y una chica se acercó a él, una cosa llevo a la otra y terminaron en la misma cama. Incluso después de la muerte, no cambia..., pervertido y mentiroso, no dudaba en usar palabras hermosas para engatusar a las mujeres y llevarlas a su cama.
Pensar que gasto la mitad de su vida, en tener sexo con una total desconocida, que decepcionante.
-"aahhh" Un suspiro resignado salió de boca.
En el fondo de mi corazón, muy en el fondo, supuse que con tan poco tiempo de vida, él racionaría y se arrepentiría de sus pecados... que tonta fui al creer que una persona así cambiaria, los humanos no cambian.
Por eso, no puedo, y no debo cambiar de opinión.
Una pequeña luz se envolvió en mi cuello, luego de un segundo, apareció un anillo de boda atravesado por una cinta de pelo roja, no se veía bien, pero no importaba, no era su valor estético lo que importaba, fue su valor sentimental.
Lo tome con la mano y lo presione contra mi pecho, recordando todo mi pasado.
Amor, resentimiento, anhelo, felicidad, tristeza, tantas emociones enfrascada en un solo objeto, y en un pasado. A veces deseo que nunca hubiera sucedido, pero al final, no importa cuanto odié ese pasado, o la persona que estuvo en él, todavía lo repetiría, una y otra vez, el amor..., es complicado.
El tiempo transcurrió sin piedad, cada segundo que pasaba, era un segundo más hacia su muerte, y el muy idiota, no se arrepentía, seguía siendo el mismo bastardo arrogante y obstinado, que tan difícil es decir, disculpas, lo siento, lo lamento, ¡bastaba con eso, y cambiaria su destino...!, pero no, al final de su vida, escupió en mi cara, se burló dé mi, y mostró esa sonrisa descarada..., esa sonrisa que tanto ame, y sigo amando.
Mis ojos se nublaron, y mis mejillas se calentaron, mi corazón se apretaba por el dolor de verlo morir..., pero no pude hacer nada, ya no puedo perdonarlo, ya está muerto.
Agite mi brazo, y la imagen desapareció en los confines del espacio-tiempo, para nunca más aparecer, esta sería la última vez que vería a Arthur.
Agarre mis rodillas y me enrolle como una bolita en mi trono, mis lágrimas no paraban de caer, estaba arrepentida y desperada.
No saben cuantas ganas tenía de retroceder el tiempo, y verlo de nuevo, pero no puedo, ya no se puede deshacer, su alma fue exterminada de la existencia misma, Arthur ya no existe, su concepto, su historia, la idea llamada Arthur, ¡fue eliminada!"
Una vez que su contador llegara a cero, no solo su cuerpo perecería, también su alma.
Déjame contarle una historia, la historia del anillo que tengo en mis manos.
Una diosa, aburrida del trabajo, decidió dar un pequeño paseo, nadie lo notaría. Fue un viaje emocionante y divertido, probando comida deliciosa y haciendo uno que otro amigo.
La vida era hermosa y divertida, excepto por los idiotas que copulaban como mosca a la miel, esos idiotas no conocían su lugar, un simple humano nunca podrá estar con una diosa.
La diosa solamente los ignoraba, no estaban a su nivel, pero claro, siempre están los idiotas que se quieren pasarse de listos, e intentaron usar medios deshonestos, varias veces intentaron violarla, y otras tantas veces drogarla, nunca funcionó, ella es una diosa, ¿cómo perdería ante simples humanos?,
Hasta que un día, lo conoció, un chico tranquilo y bueno, nunca la miro con lujuria, siempre la respeto y la trato con mucha amabilidad, además era muy guapo.
La diosa se impresionó, nunca vio a un humano tan bueno y divertido, y lo mejor de todo, cada día que pasaba con él, era el mejor día de su larga existencia, nunca antes se sintió tan feliz y amada
Por eso, la diosa comenzó a desconfiar, y pensó en usar sus poderes para descubrir la verdad.
Ella nunca los empleaba, le gustaba descubrir la verdad por su cuenta, además vivió muchos años y le era fácil comprender el corazón de las personas, y aún más fácil descubrir mentiros.
Pero..., justo antes de utilizarlos, ocurrió un accidente, unos hombres la rodearon, listos para raptarla y venderla al mejor postor. Ya era un hecho cotidiano, la belleza de la diosa era divina, no existía mujer en la tierra, que fuera más hermosa que ella.
Muchos hombres se enamoraron a primera vista, todos estos no dudarían en dejar a su pareja para perseguirlas, otros tantos, se volvieron locos de amor, e intentaron secuestrarla para que nadie más la viera.
De vuelta al accidente, que ya era muy común.
La diosa miró a sus secuestradores con desdén, no tendría piedad con los malvados. La diosa amaba la justicia y las buenas costumbres, no dudaría en asesinar si era por el bien mayor.
Todo iba a ser lo mismo de siempre, o eso pensó ella.
El hombre que lleno de felicidad sus días, apareció para salvarla, la diosa se quedó pasmada, ella nunca no lo vio venir, pero no se quejó.
Su semblante era tan heroico y valiente, se veía tan guapo, fuerte, seguro, cálido, era como un pequeño sol que calentaba su corazón.
Su corazón se aceleró y sus mejillas se sonrojaron, para ella, en ese instante, el hombre frente a ella, era su héroe, su hombre, nunca antes alguien se había puesto frente a ella para ayudarla, era la primera vez que alguien ponía la vida de ella antes que la del mismo.
El hombre luchó contra todos y los venció, pero en un momento de descuido, el hombre recibió un disparo, la diosa se congeló, estaba tan absorta en la escena del héroe salva a la belleza, que no se pensó en lo peligroso de la escena.
Cuando vio a su héroe sangrando, algo dentro de a diosa se descontrola, su sangre hervía como lava, y sus ojos se inyectaron en sangre, la diosa exploto en ira, y convirtió en polvo a todos las personas que la miraban, nadie quedo vivo, mucho menos la persona que lastimo a su héroe, ese recibió el peor castigo, su alma fue destruida de manera permanente.
Luego, uso sus poderes divinos para curar al hombre en sus brazos, ese día olvido algo muy importante, usar sus poderes para saber la verdad, si lo hubiera hecho, no hubiera caído en una trampa tan vil y cruel..., una trampa llamada amor.
Arthur, así se llamaba su héroe, su hombre, su primer amor.