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Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 430

Kain viajo al sótano de la mansión en la capital Keishi, en la nación del Fuego. El lugar estaba oscuro, pero activo su sharingan y todo fue más fácil. Kain avanzó a las escaleras al final del sótano. Paso por al lado de la mesa de pool a la derecha y la mesa de póker con sus sillas a la izquierdo. Llegó a las escaleras y las subió al trote. Llego a la puerta y se detuvo.

En la interfaz visual de Kain vio cómo se levantaba la restricción de la puerta y sonó un pestillo. Kain estiro su mano, giro la manilla y abrió la puerta. Entonces salió al pasillo y cerró la puerta. En el pasillo él se encontró con las sirvientas que había contratado Rei-chan. Kain sonrió y agito su mano en señal de saludo.

Las sirvientas lo miraron y lo reconocieron, pero sus ojos se fueron al cuello en V de la polera oscura que dejaba ver la clavícula y parte del pectoral.

Kain avanzó sin darle mayor importancia, fue al recibidor de la mansión y en una mesa encontró lo que estaba buscando. Había un periódico y en la portada aparecía Rei-chan estrechando manos con un anciano, el anterior dueño totalitario del periódico. Rei-chan era la representante, pero la persona que compro el 40% del periódico fue Naomi con ayuda del banco Hoshino.

Kain hizo su camino de vuelta al sótano, de nuevo lo quedaron mirando las sirvientas. Kain sonrió y volvió a la habitación. Entro al sótano, cerró la puerta y se quedó en la puerta. En su interfaz visual se mostró como se activó de nuevo la seguridad.

—Llévame al cuartel general de anbus— dijo Kain

Al instante apareció un cuadro de dialogo que fue tiqueando todos los procesos enlistados y Kain desapareció del sótano.

Al instante siguiente apareció en una enorme sala acogedora. Eran las nueve de la mañana y no había tomado el desayuno. Así que fue al enorme ventanal de la torre subterránea. Daba la impresión de que era de noche, porque afuera estaba oscuro, pero los minerales en las paredes de la cueva emitían bonitos destellos. Varios pisos por debajo se veía el agua cubriendo la mitad inferior de la torre.

Kain se sentó a la mesa, dejo el diario encima y dijo —tres menú desayuno tradicional y té verde—

Al instante, aparecieron los tres menú repartidos en la mesa, pero Kain no lo toco. En su lugar, tomo la tetera y se sirvió un poco de té verde. Dejo la tetera en la mesa y tomo la taza con té verde. Le dio un pequeño sorbo, dejo la taza en la mesa y tomo el diario. Entonces se puso a mirar la imagen en blanco y negro de Rei-chan sonriendo mientras estrechaba la mano del anciano medio calvo con los ojos rasgados.

Kain abrió el diario y se puso a leer mientras esperaba.

A los cinco minutos aparecieron dos anbus en el centro de la habitación. Los dos con capucha oscura y mascaras. El más alto de los dos tenía una máscara de serpiente y el más bajo, tenía una máscara de escarabajo.

—Hola— dijo Kain sin apartar la mirada del diario

Los dos anbus se movieron a la mesa de Kain y cuando llegaron delante de Kain, este último las miró y ellas se detuvieron. Los ojos se movían de lado a lado observando a través de los agujeros en la máscara. Por lo general, Kain era de usar ropa tradicional, pero hoy vestía como civil. La polera manga larga oscura, el cuello en V, pantalón y las zapatillas shinobi de color café.

La primera en sacarse la máscara fue Nagisa. Su bonito rostro quedó visible con hermosos ojos verdes como los de Tsubaki, pero se asomaban por los lados unos mechones de color naranja.

—¿Y eso?— preguntó Nagisa con cierto asombro

—Oooh, esto, es algo que me hizo ponerme Akane ¿Te gusta?— preguntó Kain levantando la mirada mientras sonreía

Nagisa asintió, pero su estado de asombro fue quitado con una ligera palmada del anbu con máscara de escarabajo.

—Vamos, Shiori-chan— dijo Kain —porque no te quitas la máscara. Prepare de todo, si quieres se pueden duchar primero, después comemos y por último el informe—

El anbu con una máscara de escarabajo soltó un suspiro y negó con la cabeza. Ella se quitó la máscara y miró a Kain. Su rostro seguía siendo tierno y amable, pero ahora sus facciones eran las de una mujer. Solo su estatura se quedó en el 1.5 mts.

—Kain-sama, usted no aprende ¿Verdad?— preguntó Shiori, fiel a las reglas. Un anbu no tiene identidad mientras está en una misión.

—Aaaa, Shiori-chan, tú ya me conoces. Ahora, y más importante ¿Quieren desayunar ahora o tomar una ducha?—

—Quiero una ducha, Kain-sama— dijo Nagisa

—Entonces, vayan a tomar una ducha. Son las puertas al fondo de la habitación. Hay de todo. Yo calentare la comida y cuando estén listas, hablaremos de lo que pasa en la mansión de los Kato ¿Osamu está bien?—

—Sí, está bien— respondió Shiori como la persona a cargo de la operación —los movimientos de la familia Kato han sido cuidadosos y no se atreven a molestar a Kasumi. El problema es…—

—¿Kasumi?— preguntó Kain con una sonrisa en los labios

—Sí— dijo Shiori con cierto cansancio —por alguna razón tiene la necesidad de humillar a todas las mujeres de la familia Kato. Incluso rompió la vajilla conmemorativa de la madre del patriarca del clan. Si no la hubiéramos retirado, se hubieran peleado—

—Esa mujer disfruta del conflicto y del caos— dijo Kain y negó con la cabeza —bien, vayan a tomar una ducha—

Shiori asintió y camino al fondo de la habitación, eran más de cincuenta metros antes de alcanzar las puertas. Piso alfombrado, paredes blancas, techo plano y liso con luces empotradas. Estantes con libros, juego de sillones. Más parecía una recepción de lujo que el cuartel general de los anbus de Kain.

Nagisa se echó la capucha hacia atrás y su vibrante cabello naranja quedó a la vista —Kain-sama— dijo.

Kain la miró a los ojos, sonrió y se puso de pie. Nagisa solo medía 1.6, así que tuvo que levantar su rostro para mirarlo a los ojos. Kain acercó su mano y le tomo la punta de los dedos. Después le tomo la otra mano y se acercó. Nagisa sonrió de forma tímida, acercó su rostro, Kain el suyo y los labios coincidieron. Sin previo aviso, los dos desaparecieron del cuartel de anbus y aparecieron frente al lago, en lo alto de una montaña, en la nación del Rayo.

Kain se apartó de Nagisa y ella pudo ver donde estaban. Ella se ruborizo, pero sonrió de forma maravillosa. Se abrazó a Kain y lo beso.

A las once de la mañana volvieron al cuartel general en donde Shiori los esperaba mientras leía un libro. La comida se había enfriado, pero ella no la toco. Shiori tenía el cabello oscuro, liso y largo hasta la mitad de la espalda. El flequillo le cubría la frente, tenía ojos grandes y bonitos. Quien la viera sin la máscara y la capucha negra jamás se esperaría que alguien con una apariencia tan tierna, fuera un jounin de elite.

Shiori miró a Kain y Nagisa, ambos tenían el cabello mojado y su ropa se veía limpia. Kain se había cambiado y ahora llevaba una camisa blanca manga larga con los cuatro primeros botones abiertos. Un pantalón de tela oscuro y unas botas que tomaban el diseño de las zapatillas shinobis, con el talón y los dedos de los pies expuestos.

—¿Se divirtieron?— preguntó Shiori con tranquilidad, su voz era suave, era del tipo de persona que rara vez gritaba.

—Sí, un poco— respondió Kain con una sonrisa astuta, llevó a Nagisa a la mesa, se sentaron y él continuo —yo le dije a Nagisa que era mala idea, pero ella no me quería dejar ir—

—¡Kain-sama!— protesto Nagisa con una amplia sonrisa y un lindo rubor en las mejillas

Shiori vio el brillo en los ojos de Nagisa y entendió que esta muchacha realmente amaba a Kain. Era como si todo el tiempo pasara concentrada en lo que hacía, pero nunca pudo mostrar este brillo tan único.

—Kain-sama— dijo Shiori —a fin de año me caso ¿Qué me vas a regalar?—

—Mmm, estaba pensando en un super insecto, pero tú sabes que soy científico. Así que entiendo el riesgo que significa introducir una nueva especie en un ecosistema. Puede ser perjudicial, así que creo que voy a ir por la línea normal ¿Te gustaría dinero o algo material? ¿Si quieres te podría construir una casa?—

—No sé si a él le parezca correcto, los hombres son orgullosos para esas cosas—

—¿Él va a construir la casa por su cuenta?—

—No, pero la última vez que hablamos, dijo que le gustaba la casa del patriarca del clan Sarutobi—

—¿Lo ostentoso en forma de pagoda?— preguntó Kain —¿Qué pasa? ¿También le quiere agregar algunas carpas-dragón?—

Shiori se tapó la boca con la mano y soltó una risita al recordar lo fea que eran las estatuas. Ella negó con la cabeza y respondió —no, claro que no. Además, son tan feas. Yo no las quiero en mi casa, pero él quiere una casa como tu dijiste, con forma de pagoda—

—Mmm, podría ayudarte con eso, conozco varios constructores en la capital—

—No creo que sea posible, hay que construir varias habitaciones secretas para el entrenamiento de los miembros de la familia—

Kain asintió, era todo un arte (parte ciencia, parte ritual) producir shinobis manipuladores de insectos.

—Guardián— dijo Kain —saca los alimentos de la mesa y cámbialos por un nuevo conjunto—

Shiori y Nagisa vieron como los platos, tazas y palillos desaparecieron. Solo quedó la mesa con el mantel blanco y el diario que Kain había traído en la mañana. Kain tomo el diario y se lo presento a Nagisa para que pudiera ver a Rei-chan. No es como si fueran las mejores amigas, pero Rei-chan era amiga de todo el mundo. Así que la reacción de Nagisa fue una bonita sonrisa al ver a Rei-chan en la portada.

Por otro lado, Shiori quedó asombrada, no sabía que era "Guardián", pero era demasiado conveniente. Al instante siguiente aparecieron nuevos platos, la tetera y palillos. El aroma a comida recién hecha impregnaba el aire.

—Por favor, adelante— dijo Kain señalando con la mano

Shiori asintió, Nagisa dejo el periódico en la mesa y acomodo su silla más cerca de la mesa para comer.

Kain tomo la tetera y sirvió té verde para todos.

—Lo primero— dijo Shiori, tenía los palillos en mano y miraba a Kain. Este último asintió y ella continuo —han creado campos de tiro donde tienen esclavos aprendiendo a disparar las armas de fuego. Nosotros robamos un conjunto de cada una y las probamos. Son totalmente inútiles contra un chunin, pero pueden generar una severa contusión contra un genin—

—Eso quiere decir que los científicos se las arreglaron para aumentar la potencia del disparo. Seguramente deben tener a sus familias o peor aún, comenzaron a ejecutar a los miembros de su familia y por eso mejoraron tanto. No hay nada más estimulante que la muerte—

—No es perfecto— dijo Nagisa, Shiori y Kain la miraron. Nagisa llevó un bocado de arroz y vegetales cocidos a su boca. Los comió y agito su mano izquierda como si no pudiera creer lo deliciosa que estaba la comida. Sin embargo, ella se dio cuenta que la estaban mirando, se tapó la boca y se ruborizo. Nagisa trago su comida y continuo —diez de cada cien tiradores quedan con daños severos cada semana. La munición es imperfecta y a veces explota al momento de detonarla. La mayoría obtiene una lesión superficial, pero algunos con mala suerte han perdido dedos—

—Eso es un problema de manufacturación, no es un tema de los científicos— dijo Kain

—Así es— añadió Shiori —tiene dos conjuntos de esclavos. Los que fabrican las municiones y las armas (el grupo más numeroso, un total de trescientas cincuenta y ocho personas). El segundo grupo compuesto por cien esclavos que se dedican al entrenamiento shinobi y a practicar con las armas de fuego—

—¿Ninguno tiene chakra?— preguntó Kain

—Se prohíbe ese tipo de gente— dijo Shiori —el patriarca del clan Kato tiene miedo de que roben sus tesoros. Nosotros solo hemos podido penetrar sus defensas porque somos parte de la comitiva de Kasumi-sama. Ella es la hermana menor del daimio de la nación del Fuego. Solo el señor Kato se atreve a regañarla, pero es ridículo, es más como una súplica. Realmente están desesperados por realizar esta unión—

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