Mundo Shinobi - El fin de la paz - 117

Media hora después, Kain y Naomi volvieron entrar en el subterráneo. Esta vez pusieron velas por todos lados y los insectos de todo tipo, corrieron a las esquinas más oscuras. Naomi se quedó en el centro del subterráneo, sin nunca acercarse a ningún mueble o muralla mientras Kain se empezó a mover a lo largo del subterráneo, abriendo cajones y revisando papeles. La luz de las velas lo ayudaba, aunque no era perfecta.

Era extraño, muy extraño, pensó Kain. Había tres baúles llenos de lingotes de oro. Si se quedaba con todo eso sin reportarlo al patriarca Yamanaka, podría recuperar toda la inversión y le quedaría suficiente como para comprar dos tiendas más. Sin embargo, el dinero era una cosa vana. Lo importante eran los documentos escritos a mano que relataban sobre Konoha. Estos explicaban en detalle el estado de la economía, su cartografía y la estructura del poder. Tenían muchos registrados importantes, como los movimientos de Tobirama y sus subordinados. Hablaba de una gran cantidad de asesinatos, nombres, recompensas y cifras. En pocas palabras, todos eran documentos de gran valor, que las otras villas pagarían un alto precio para tenerlos. Sin embargo, nada de esto sería vendido. Era como si alguien, ajeno a las villas o los gobiernos estuvieran espiando a Konoha.

Sobre un escritorio había un documento a medio terminar. Sobre él, había una enorme araña venenosa. Kain la corto a la mitad con un solo movimiento de kunai y aparto los restos utilizando la punta. Después tomo el papel y se acercó a una vela.

Estimado señor,

Como anticipamos, Tobirama es alguien peligroso. Ha embaucado al señor feudal, prometiéndole el dominio absoluto sobre toda la nación del Fuego, sin los ministros ni nobles. Sin embargo, en mi humilde opinión, una vez que elimine a todos los nobles con el apoyo del daimio, este último se convertirá en un títere para los propósitos de Tobirama.

Cabe destacar que ya tiene el monopolio de la fuerza militar en todo el país y los shinobis que se quedaron con los nobles, en lugar de ser parte de la villa, están siendo cazados. En estos momentos podemos decir que las posiciones se han invertido y la nación del Fuego, es parte de Konoha y no a la inversa (como debiera haber sido). Sin embargo, y pese a esta terrible verdad, dudo que Tobirama tome el papel protagónico y se muestre como el señor del país. Tengo la certeza en un 80% de que utilizara al daimio como cara visible de la política hasta que ocurran demasiados errores y haya que sacrificarlo.

Como ser humano, solo puedo temer a Tobirama. Sin embargo, como shinobi, solo puedo homenajearlo como alguien muy por encima del resto. En pocos años ha logrado el dominio de la nación del Fuego y su presupuesto militar es 3 veces mayor que el de la villa de la nación del Trueno, que es el país más rico en el continente.

Por otro lado, la relación de los shinobis en el país del Fuego es totalmente diferente que en el resto del mundo. Mientras en el país del Trueno son meros empleados y en el país de la Tierra casi esclavos; en el país del Fuego son amos y señores. Si hoy hubiera guerra, pese a lo que diga el daimio y toda la nación, Tobirama tendría la última palabra e indicaría donde luchar, que lugares defender y que lugares abandonar. Es aterrador y maravilloso al mismo tiempo.

Si me permite decir…

La carta solo llegaba hasta ahí y Kain pudo entender por completo su contenido y a que se refería. Nadie, salvo él y otros pocos sabían la real situación de Konoha en la nación del Fuego. En estos momentos, en términos de recursos, autonomía y mando, Konoha era el mejor preparado para la guerra. Y si el resto de las naciones se enteraban de esto, formarían alianzas para destruir a Konoha en primera instancia y después luchar entre ellos para repartir despojos.

Kain sin dudarlo dos veces, acerco la carta a una vela y la quemo. Naomi lo vio desde el centro del subterráneo, pero al verlo tan serio, se mantuvo al margen.

-¿No vas a preguntar?- preguntó Kain en tono serio

-No- dijo Naomi de forma categórica -si Kain-kun quema el papel debe haber una buena razón. Por otro lado, creo en mi corazón que Kain-kun no es el tipo de persona que haría algo para lastimar a los demás-

Kain negó entre divertido y a gusto. Tomo el resto de las cartas y las guardo para leerlas en otro momento. Puede que haya algo útil entre medio de todos esos papeles. También tomo los baúles con lingotes de oro y los metió en sellos. Se preocupo de matar a cada insecto peligroso y de revisar cada centímetro del cuarto. Lo que era comprometedor lo leyó y lo quemo. Lo que era inofensivo y útil lo almaceno. Kain tuvo que quemar tantos papeles como el número de secretos que poseía Konoha. Era una cosa espantosa, al punto de que se juntó un montículo de cenizas de papel sobre el escritorio. Kain solo podía describirlo como "Tobirama estuvo moviéndose en secreto".

Por otro lado, le llamo la atención de que el viejo Yamanaka estuviera tan bien informado, incluso de cosas que hasta el propio Kain desconocía. Kain estaba alejado de los planes de Tobirama, pero solo tenía que conversar con alguien, abrir los oídos a un rumor y enlazar los puntos. Después de eso, ocurriría un gran movimiento que traería prosperidad a la villa. Ese era más o menos el modo de operar de Tobirama. La gran mayoría, si no todos, solo lograban dilucidar lo que pasaba una vez que todo había sucedido. Le guste o no le guste a Kain, Konoha necesita a Tobirama. Solo por eso, Kain protegería a Tobirama y sus secretos. Tobirama era alguien que iba en contra de los ideales de su tío Hashirama. Sin embargo, si Kain deseaba que el sueño de su tío perdure, necesita que Tobirama cumpla su parte en el gobierno de Konoha. Al menos, de momento.

Como a eso de las cinco de la tarde, Kain termino de revisar toda la información y guardo lo que sería útil. Naomi lo vio trabajar durante todo el rato y ella solo se quedó a su lado, mirando y pensando en que podría contarle a su padre todo lo que Kain había encontrado. Sin embargo, Naomi quería pensar que estaba siendo cómplice de Kain. Que esto los uniría de forma irremediable y los ataría para siempre. Ese era el anhelo en su corazón, así que apago su conciencia y decidió hacer como que no había visto nada.

-Ok, con eso fue todo- dijo Kain soltando un suspiro, sonrió. Ya se estaban extinguiendo las velas así que pensó que era momento de retirarse. Miró a Naomi que seguía de pie, esperando que terminara. Kain tomo una profunda respiración y agacho la mirada, pensando en Naomi y su relación. A lo mejor, si hacia algo que cambiara lo que pensaba el padre de Naomi sobre él, podrían tener algo. Sin embargo, eso solo se vería a futuro.

Kain camino hasta Naomi, la miró a los ojos y ella se ruborizo. Kain la tomo de la mano, después la llevo a todas las velas que aún seguían encendidas y las fue apagando una a una. Entonces se fue acercando a la escalera y la llevo todo el tiempo de la mano. Una vez que salieron del subterráneo, Kain se detuvo, se miraron a los ojos y notaron que estaban todos sucios. Naomi que portaba el haori blanco de Kain, vio que había pasado a ser beige.

-Lo siento, Kain-kun- dijo Naomi -lo lavare y te lo devolveré limpió-

Kain hizo una pequeña sonrisa, se acercó a ella, le tomo las manos en un gesto suave, siempre mirándola a los ojos. Naomi se puso más colorada, su corazón latía como un tambor. Al mismo tiempo, Kain reviso los sellos que tenía en su haori y fue sacando cada pergamino que tenía guardado en ellos. Saco todo lo que fuera importante o tuviera algún valor académico y lo traspaso a los sellos de su kimono.

-Te lo puedes quedar- dijo Kain sosteniéndole las manos

-¿En serio?- pregunto Naomi súper emocionada -pero, pero…-

Kain negó y dijo -es para ti. Eres mi cómplice ahora, recuérdalo-

Naomi asintió súper feliz al escuchar esas palabras. Al instante siguiente, Kain avanzó a paso lento hasta que sus labios quedaron a unos centímetros de los de Naomi. Ella miraba lo labios de Kain y después subía la mirada a los ojos. Todo parecía tan irreal, como si estuviera soñando. Sin embargo, el movimiento de Kain y el contacto de sus labios, le dijo que era real. Kain la beso en un intercambio suave y largo. Naomi cerró los ojos dejándose llevar por la sensación. Ella levanto sus manos y las entrelazó por detrás del cuello de Kain.

Solo una vez que Naomi sintió que le faltaba el aire, abrió los ojos y se apartó un poco. Entonces miró a Kain entre jadeos, vio los intensos ojos azules y supo que estaba despierta. Que este mágico beso fue real y ahora eran algo.

-Te amo, Kain-kun- dijo Naomi embriagada por el sentimiento

Kain solo sonrió y levantó su mano derecha para apretarle la nariz en un gesto suave. Naomi frunció el ceño e hizo su rostro hacia atrás.

-Es muy pronto para decir eso- dijo Kain sonriendo -solo me has conocido a mí, Naomi. Además de que somos muy jóvenes-

-No te miento- dijo Naori preocupada de que Kain creyera que solo lo decía por decir.

-Lo sé, pero es el calor del momento. Vuélveme a decir eso en veinte años y te creeré de todo corazón-

-¿No me crees?-

-No es eso, es solo que las palabras abarcan mucho, pero las acciones hablan mejor-

-Está bien, Kain-kun, te demostraré que te amo-

-No- dijo Kain tornando su rostro serio. Naomi se asustó y Kain continuo -no quiero que me demuestres nada. Quiero que en primer lugar seas feliz y después de eso, compartamos nuestra vida. Entonces, después de vivir los suficiente, sabremos realmente si hubo amor o no-

El rostro de Naomi paso del susto a la felicidad y le dijo -está bien, seré feliz, pero también quiero que seas feliz. Y cuando lo seas, que compartas esa felicidad conmigo ¿bien?-

-Bien- dijo Kain, se acercó de nuevo a Naomi y le dio un pequeño beso en los labios.