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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Cambio - capítulo 31

Kain nunca supo si fue el karma por haber sido tan estricto con sus hijos en las otras vidas, pero ese día sufrió de principio a fin. Solo pudo aguantar gracias a la inigualable técnica de sanación de Hashirama. De lo contrario, hubiera muerto cientos de veces. Sin embargo, por muy excepcional que fuera la técnica, era imposible que restituyera la sangre. Así que como a eso de las cinco de la tarde, después de haber sido cortado, apuñalado y golpeado miles de veces, terminaron el entrenamiento. Para ese entonces Kain tenía un rostro pálido y las ojeras en sus ojos se marcaban negras como si alguien le hubieran dado de puñetazos.

Por otro lado, mientras Hashirama lo llevaba en brazos, Kain divagaba en su mente como si estuviera ido en sus pensamientos. Los gritos de Hashirama resonaban en su mente, los cortes ascendentes y descendentes, la expresión desesperación en su rostro y la angustia en su mirada. Cada grito de lucha que soltaba y disculpa que le daba por lastimarlo, hablaban diferentes discursos. Todos ellos decían "perdona, me he quedado sin tiempo". Después de eso todo se fue a negro.

Kain se despertó al otro día en el futón de su madre y abrazado por ella. Sentía su cuerpo apático, adolorido y cansado, con los parpados demasiado pesados para abrirlos. Solo se acomodó como un gato disfrutando del calor del sol y se zambullo en los brazos de su madre. No obstante, había cosas que hacer.

-Kain, Kain- dijo Naoko con una voz suave, pasando su mano derecha por el cabello de Kain y besándole la frente -Kain, tienes que levantarte-

-No quiero, madre- respondió Kain enfurruñado

-Tienes que levantarte, Hashirama-sama ya te está esperando-

Kain soltó un gemido de queja y negó mientras se zambullía en los pechos de su madre. Negó y se acurruco tratando de evadir el frio que se asomaba por fuera de las frazadas. Naoko soltó una risita, lo siguió abrazando durante un rato, pero llego Naori y los destapo. Entonces le dio dos sonoras nalgadas y le dijo en un fuerte tono -¡levántate ahora mismo!-

Kain tirito al ser expuesto al frio de la mañana. Abrió los ojos con dificultad y miró hacia arriba solo para encontrarse con la mirada enojada de su abuela. Naori lo miraba con los nudillos apoyados en cada lado de la cadera. Entonces Kain supo que si demoraba en levantarse estaría en problemas. Así que se vistió lo más rápido posible y se fue al comedor.

Una vez que llego, vio a Hashirama desayunando. Sostenía un cuenco con la mano izquierda y unos palillos con la derecha mientras masticaba lo que tenía en la boca. Kain se sentó en seiza frente a su porción y luego tomó su cuenco con sopa. Sin embargo, antes de que pudiera probar la sopa, fue interrumpido.

-¿Qué te demoro tanto, Kain?- pregunto Hashirama con voz profunda

-Me sentía cansado, tío. Te pido disculpas- respondió Kain agachando la cabeza

-Que no vuelva a pasar, tenemos cosas que hacer-

Entonces Hashirama siguió comiendo su arroz, sacando papas y verduras de otros cuencos. Kain lo miró con curiosidad, preocupado por tanto apuro, pero lo dejo ser y se dedicó a comer. Una vez que terminaron de desayunar, Mito y las otras mujeres recién se preparaban para tomar el desayuno. Por su parte, Hashirama y Kain salieron una vez más al patio trasero, hoy iban con ropa de civil. Ambos vestidos de forma similar. Gracias a las atenciones de Mito, Kain vestía kimono verde pasto y por encima un haori blanco. Por otro lado, Hashirama llevaba el gran pergamino enrollado que siempre cargaba en su espalda cuando le tocaba luchar. Lo cargaba en el hombro derecho y lo sostenía con la mano desde mismo lado. Con la otra mano sujetaba la mano de Kain mientras lo conducía al centro del patio. Aún quedaban los orificios que dejaron las armas en la tierra, pero todas habían sido removidas. Nunca sería posible entrenar de esa manera frente a Naori y Mito. Esta última sabía lo que paso ayer, pero por el bien mayor, se aguantó sus ansias de proteger a Kain.

En este momento eran las ocho de la mañana y el día estaba nublado. Una tenue neblina circulaba en el aire y llevaba el aroma a tierra mojada. Hashirama llegó a la mitad del patio y bajo del hombro el gran pergamino enrollado. Después soltó la mano de Kain y se arrodillo en el suelo, para después abrir el nudo que rodeaba el rollo y hacerlo rodar. El pergamino rodo por diez metros hasta quedar extendido en su totalidad. Toda la superficie estaba cubierta de sellos de principio a fin y a su vez, dividido en tres partes.

Hashirama estiro su dedo indicé de la mano derecha y señalo la primera parte del pergamino -todos estos sellos son de almacenaje ¿Mito ya te enseño a hacerlos? - pregunto, Kain asintió y Hashirama continuo -los primeros llevan suministros médicos, muy importantes, según mi experiencia, y más importantes que las armas. Los primeros siempre escasean en el campo de batalla, los segundos siempre están regados por todo el campo de batalla-

Kain vio como Hashirama apuntaba a todo el plano que medía dos metros de largo por un metro de ancho. En ese espacio había doce sellos repartidos uno al lado del otro. Después Hashirama se movió a la siguiente sección, casi del mismo tamaño.

-Ropa, agua y medicinas para combatir el envenenamiento. Yo soy fuerte y sería difícil que me envenenaran, pero cuando combato, rara vez lo hago solo-

-El tío siempre se preocupa por los demás- dijo Kain

Hashirama asintió y continuo -la última parte- dijo señalando con el dedo la sección más larga -son las armas. Siempre guardo una buena cantidad de todas ellas. Ninguna es de valor, pero todas tienen su utilidad. Desde ahora vas a empezar a pensar en cómo ordenar tu propio pergamino ¿Entendido? -

Kain asintió y con su buena visión noto que al final del rollo había una inscripción de cuarenta centímetros de ancho, por un metro de largo -¿Qué es eso, tío?- pregunto señalando con su pequeño dedo.

Hashirama entorno los ojos en la dirección para ver mejor, pero tuvo que caminar hasta allá y ver a que se refería. Entonces se agacho frente al sello y paso sus dedos mientras sus labios formaban una pequeña sonrisa. Kain camino para ganarse al otro lado del pergamino y lo quedo mirando expectante de su respuesta.

-Este es otro sello de almacenaje, pero contiene algo especial que solo te mostrare cuando estés más grande-

Kain frunció su pequeño ceño e hizo un puchero, pero asintió de todos modos. Después de eso, enrollaron el pergamino y lo sellaron con el cordel devolviéndolo a su estado original. Hashirama le enseño a Kain, que podía ocupar una tira de tela para pasarla por entremedio del rollo y llevarlo como si fuera una mochila. Kain lo intento, pero fue un fiasco, se veía demasiado raro, tanto que Hashirama se largó a reír. La tela original del pergamino era demasiado larga para Kain, el hecho es que el pergamino quedaba en el suelo y sobresalía demasiado de su espalda. Kain frunció el ceño al escucharlo reír con tanta fuerza, pero al rato lo suavizo, pensando que, a lo mejor, esto aliviaba las cargas. Él sabía que su tío tenía muchos problemas y estaba tratando de hacer lo mejor con miras al futuro. Entonces Kain se planteó ayudar esta aldea shinobi llamada Konoha. Todo por la buena voluntad que había demostrado este hombre.

Por la tarde, Kain estuvo estudiando con Mito y Naori. El tema que estaban tratando era algo especial que habían esperado verlo a futuro, pero había otra persona aparte de Hashirama que se estaba quedando sin tiempo. Mito estaba presente como una medida de resguardo, ya que lo qué hoy iban a estudiar podía perjudicar a Kain de por vida si se hacía mal. Eran sus miedos y no la realidad objetiva, ya que en estos momentos, Naori Uchiha era la persona que más sabia de Genjutsus en toda la aldea. Incluso más que Tobirama y Hashirama.

En ese momento todos estaban sentados en seiza dentro de una de las habitaciones que tenían para las reuniones. Naori estaba al frente a Kain, Mito a su izquierda y Naoko a la derecha. El tatami estaba helado por razones de la temporada y gracias a eso, Kain tenía los pies helados.

-Abuelita ¿Y si traigo cojines? - pregunto Kain con una pequeña sonrisa

Naori lo miró como una maestra estricta y alzo las cejas en señal de confusión. Entendía que hacía frio, pero esta reunión era de estudios, las comodidades eran innecesarias -No- dijo en un tono tajante -así está bien-

Kain asintió un tanto incomodo y se froto sus pequeños pies para que estos entraran en calor. Miró a su madre a la derecha, que como siempre tenía un rostro sereno como un estanque en calma. Después miró a Mito, la cual tenía una sonrisa amigable. Por otro lado, miró al frente, donde estaba su abuela y ella tenía un rostro imperturbable. Con su largo cabello ceniciento enmarcando su envejecido rostro. No era repulsiva como las otras ancianas de la villa, pero se le veían las arrugas en los labios y en la comisura de sus ojos. <<A lo mejor, era como siempre se jactaba la abuela, pensó Kain. A lo mejor ella era tan hermosa como dice. Bueno, si madre es hermosa, eso tiene que haber salido de algún lado>>. Sin embargo, sus pensamientos fueron develados y se ganó una bofetada en la cabeza.

-¿Por qué me pegas, abuelita?- pregunto Kain agarrándose la cabeza

-Porque estabas pensando algo grosero ¿cierto?- pregunto Naori con una mirada inquisitiva

-No, yo para nada-

Kain miró hacia el otro lado, y Naori entrecerró los ojos en una expresión de desconfianza. Después soltó un suspiro y le dijo -Kain, pon atención, te voy a enseñar lo que son los genjutsus o técnicas ilusorias-

Kain volvió a mirar a su abuela y esta vez puso un rostro serio. A lo que Naori asintió internamente en señal de agrado.

-Los genjutsus son habilidades shinobi que te permiten controlar los pensamientos de la otra persona y vivir cosas sin que pasen en el mundo real-

-¿Cómo es eso?- pregunto Kain, pero le llego otra palmetazo en la cabeza.

-No he terminado de hablar- dijo Naori -cuando termine, tendrás tu tiempo de hablar-

Kain se acarició la coronilla con la mano izquierda y asintió.

-Los genjutsus son en su mayoría, el control del flujo del chakra de la otra persona. Si controlas esto, puedes hacer vivir a la otra persona toda una vida de mentiras en un solo segundo y despertarla para darse cuenta que nada fue verdad-

-¿Para que serviría eso?- pregunto Kain. Naori levantó su mano derecha como ofreciéndole otra bofetada y Kain se cubrió la cabeza para que no le pegaran -lo entiendo, lo entiendo- dijo -me callare-

Naori tomo una profunda respiración para calmar su molestia, mientras que Mito a su derecha se tapaba la boca mientras reía. Naori frunció el ceño en señal de enojo y Mito le hizo el gesto de ponerse un cierre en la boca. No obstante, su sonrisa divertida era inequívoca. Por otro lado, Naori miró a su hija que estaba a su izquierda riendo de forma elegante y disimulada, en un tono bajo y tapándose la boca con la manga del kimono.

-Lo siento, oka-sama- dijo Naoko al notar la presión de la mirada. Con un rostro en calma le dio una breve sonrisa, que hizo relajarse a Naori.

-Si no se mantienen calladas, tendrán que irse- dijo Naori

-Sí- dijeron las dos mujeres al mismo tiempo, como si fueran las mejores amigas y se rieron de lo infantil que parecían. Naori negó con su cabeza, pero también sonrió al ver a su hija tener una amiga, era un pequeño alivio para toda madre.

-Bien- dijo Naori a Kain -como te iba diciendo, esto te sirve para hacer vivir a la otra persona ilusiones dentro de la mente de la otra persona. Esto quiere decir que si se ocupa de mala manera puedes dañar la mente de la otra persona. Una herida física se puede sanar en unos días y si el tratamiento médico es hecho por un experto como Hashirama-sama, en horas. Pero el daño en la psiquis de una persona puede durar años o a lo mejor, nunca curarse-

Entonces todos se pusieron más serios al escucharla.

Naori continuo -ahora te darás cuenta que un genjutsu puede ser increíble y que, si se hace por un experto, no hay diferencia con la realidad. Incluso a veces la gente se hiere en un genjutsu y la mente cree que es real, afectando al musculo que supuestamente fue herido para toda la vida-

Kain trago saliva de solo pensarlo y sintió frio en la espalda, generando como consecuencia un tiritón. Por su parte, Naori Uchiha asintió satisfecha, ya que esto le indicaba que el niño a pesar de ser tan joven, podía entender las consecuencias de caer en un Genjutsu.

Entonces Naori levantó su dedo y apuntó a Kain a los ojos. Al mismo tiempo, Mito se puso tensa y Naoko sintió un fuerte ardor sobre su cara como si estuviera frente a una hoguera. Por su parte, Kain sintió que el dedo de su abuela se movía lento y a medida que avanzaba se volvía más grande, al punto que le dio miedo y cerró los ojos y se cubrió con ambos brazos. No obstante, no le sucedió nada.

Una vez que Kain abrió los ojos y quito sus brazos, se dio cuenta que estaba de pie. Al mismo tiempo, se percató de que hacía calor y que a la distancia, se escuchan grillos. Levantó la vista y miró los alrededores. Era una casa similar a la de Hashirama, puertas correderas con piso de tatami. La puerta que daba al patio trasero estaba abierta y una niña cabello oscuro estaba sentada en la orilla del pasillo que pasaba por fuera de la habitación. Entonces la escucho cantar con una voz suave e infantil. La niña pataleaba con los pies colgando en el aire, al mismo tiempo que miraba hacia el cielo. Sin embargo, en el cielo estaba vacío y solo era una extensión de color celeste.

Kain camino hasta llegar al lado de la niña y vio que tenía un rostro sereno como el de un estanque en calma y en sus labios se dibujaba una pequeña sonrisa. Era tan inocente, tan amable.

De repente la niña detuvo su canción y miró hacia donde estaba Kain y pregunto -¿Eres tú, Oka-sama?-

Kain se quedó sin palabras. Ese rostro lo conocía muy bien, era joven, pero era el mismo que había visto desde que nació en este mundo. Le tiritaron los labios y quiso decir que sí, solo para hacerla feliz, pero alguien más contesto.

-Sí, Naoko, oka-sama ha vuelto- dijo una voz femenina y madura, entonces por detrás de Kain avanzo una mujer alta y delgada, de largo cabello purpura y hermosa silueta. Su rostro también era joven, pero podía decir con facilidad quien era. Sobre todo, por esa sonrisa al ver a su hija; era inconfundible para Kain. Las vio abrazarse una a la otra y sentarse juntas para que la niña continuara cantando.

-Es impresionante ¿no?- pregunto Naori anciana

Kain miró hacia todos lados y la vio acercarse por su derecha. Entonces ella se detuvo al lado de Kain y lo abrazo para acercarlo a su costado. Ambos miraron a una niña Naoko y a una Joven Naori cantar sobre la primavera, el canto de los pájaros y el agradable sol.

-Sí, es impresionante- respondió Kain después de un rato. Entonces el mundo se comenzó a desvanecer como si los colores se mezclaran hasta convertir todo en un mundo de puro blanco.

-La abuela dijo que los genjutsus eran un arma, pero ella me mostro sus hermosos recuerdos- dijo Kain en voz baja

-Así es, pero eso depende de cómo se utilice. Creo haber enfatizado que si se ocupa de mala manera, podía provocar daños irreversibles- Kain asintió y Naori continuo -viste mis recuerdos y los disfrutaste. Pero si la otra parte tiene la suficiente habilidad, puede ver tus recuerdos y utilizarlos en tu contra. Puede destruirte mostrándote algo que no quieres ver o algo que no deseas que pase. Sin embargo, esa es una de las formas más básicas de genjutsus-

Entonces Naori hizo como si cortara el aire en horizontal y Kain cerró los ojos por un instante, para abrirlos de nuevo y descubrir que estaba amarrado a un poste de madera. Se asusto y forcejeo para poder soltarse, pero era inútil. Así que levantó la vista y miró a su abuela que tenía una katana en su mano.

-¿Qué haces abuelita?- pregunto Kain asustado

-Enseñándote lo terrible que puede ser un genjutsu- respondió

Entonces Naori avanzo cargando la espada mientras su cabello ceniciento se mecía con cada paso que daba. Llego frente a Kain y sin previo aviso, lo apuñalo en el pecho.

-¡AAAAAA!- grito Kain en el mundo real y de repente noto que estaba en los brazos de Mito y Naoko.

-¿Qué pasa, Kain?- grito Mito asustada. Al mismo tiempo, Naoko estaba llorando a su lado.

Kain reacciono y por fin dejo de gritar, entonces miró hacia todos lados con una expresión asustada y por fin se relajó. Después de un rato, notó que su abuela permanecía frente a él mientras Mito y Naoko lo abrazaban por los lados.

-¿Cuánto tiempo paso, Mito?- pregunto Naori con voz calmada

-Ni siquiera un segundo antes de que Kain se pusiera a gritar-

Naori asintió y miró a Kain a los ojos -esta es solo la primera clase, espero que para la próxima tomes las cosas más en serio-

Kain traspiraba sudor frio por todo el cuerpo y podía jurar que sentía la puñalada en su pecho. Era un dolor punzante que le apretaba los músculos. Kain estiro su mano y la paso por debajo del kimono para tocarse la piel, pero no encontró nada. Estaba sano, liso y sin rasguño. La herida nunca existió, pero por alguna razón, la podía sentir como si todavía tuviera la espada atravesando su pecho.