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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime & Comics
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Mundo Shinobi - Amigos - 79

En medio del bosque, a las afueras de Konoha, Kain había arrinconado al shinobi que atento contra Hashirama. Estaban en medio de un claro, rodeados de árboles y arbustos. Ni siquiera los pájaros cantaban o las pequeñas criaturas que vivían en la tierra se asomaban. Todo estaba en silencio. El pequeño Kain de ocho años, con 1,30 mts de estatura contra un adulto que medía más de 1,90 mts. Al shinobi solo se le veían los ojos a través de un espacio que se formaba entre la pañoleta que le cubría la cabeza y la otra que le cubría la boca. Estaba en posición de combate, con un kunai en cada mano. Sus ojos estaban entrecerrados, de pupilas negras, así como su corazón, pensó Kain.

Kain metió sus manos a las mangas de su kimono, el shinobi se puso tenso, reafirmando su agarre sobre los kunais. Kain saco las manos de sus mangas con cinco kunais en cada mano.

-Déjame ir, niño- dijo el shinobi con voz torpe y ahogada por la pañoleta que le cubría la boca -esto no tiene nada que ver contigo-

Kain junto los kunais de su mano derecha en su mano izquierda y solo se quedó con uno en su mano derecha. Miró al shinobi con ojos fríos y lo notó nervioso y asustadizo. Kain bufo indignado ante tal apariencia antiestética.

-¿Cómo que no tiene nada que ver conmigo?- preguntó Kain y le lanzo un kunai a la pierna. El shinobi intento desviar el ataque con el kunai en su mano derecha, pero su defensa fue demasiado débil y el kunai solo fue rozado. Como consecuencia de eso, el kunai quedó incrustado en su pierna y él soltó un quejido de dolor.

-Dame nombres- dijo Kain con voz fría y arrogante -nadie puede atacar a mi tío y seguir viviendo. Por otro lado, eres solo un tonto oportunista y careces de habilidad-. Tomo dos kunais con su mano derecha y los levantó, enseñándoselos al shinobi -dame nombres-

El shinobi se dispuso a atacarlo de frente, pero antes de que siquiera pudiera dar un paso, tenía los dos kunais que le mostro Kain, clavados en su estómago.

-Te lo dije- repitió Kain con voz fría y expresión indiferente -dame nombres, no me hagas repetirlo otra vez-

El shinobi movió sus ojos hacia todos lados, buscando alguna forma de salvación. Sin embargo, su única esperanza era correr y para su mala suerte, el niño fue más rápido que él. De repente, sintió un dolor agudo en su pierna izquierda y vio que tenía tres kunais clavados a lo largo del muslo. Se puso en cuclillas y miró a Kain, el cual, sujetaba dos kunais en cada mano.

-Dame nombres- insistió Kain con expresión fría e indiferente

Sin embargo, el shinobi se negó y Kain frunció el ceño. Le lanzó los cuatro kunais en simultaneo y el shinobi, captando una breve sombra que se acercaba, lanzó un kunai con sello explosivo. El sello exploto y el peligro fue repelido. Se levantó una gran polvareda y el shinobi se lanzó contra Kain, en un intento desesperado de poder matarlo o en el mejor de los casos, noquearlo. Vivo valdría una fortuna, el dios shinobi pagaría lo que sea por el hijo del demonio Uchiha.

Sin embargo, fuera de sus expectativas, Kain se quedó de pie, frente a la polvareda. El shinobi sonrió por dentro, pensando en que el niño había sido demasiado ingenuo. Así que lanzó un puñetazo a la cara, pero en un solo instante, perdió de vista al niño y su rostro golpeo contra el suelo. Su cráneo golpeo tan fuerte que los huesos crujieron y se sintió mareado. Al mismo tiempo, su brazo con el que ataco estaba torcido hacia atrás mientras apuntaba al cielo. Por otro lado, el niño estaba parado sobre su espalda, le torcía el brazo y le pisaba el cuello. El shinobi quiso hacer fuerza y levantarse, pero Kain le pateo las costillas, rompiéndole un par en el proceso. El shinobi cayó de cara una vez más, mirando la tierra y con el brazo torcido. Se lo quiso dislocar para zafarse del agarre, pero antes de que pudiera hacer eso, Kain se lo disloco en un ángulo doloroso.

El shinobi soltó un alarido de dolor y miró a Kain de soslayo. El sol le daba justo en los ojos, así que solo pudo ver a sus espaldas una sombra.

-Eres un maldito demonio, igual que tu padre- grito el shinobi

-¿En serio? Ni idea- dijo kain con indiferencia -nunca lo conocí. Pero lo que sí sé, es que te atreviste a atacar a mi tío. Una pequeña rata e insignificante shinobi, se atrevió a atacar al dios shinobi ¿tienes mierda por cerebro? ¿Hay algo en tu cráneo? El abuelo Orochi me enseñó a diseccionar todo tipo de animales ¿Abrimos tu cerebro y vemos que hay dentro?. No te preocupes, al contrario de lo que piensa la mayoría de la gente, el ser humano puede vivir durante un par de horas con el cráneo abierto y los sesos al aire-

-Maldito mocoso endemoniado- grito el shinobi, asustado por la voz fría y la escalofriante promesa. Era solo un niño, pero daba más miedo que cualquier adulto que hubiera conocido antes.

Kain levantó su puño y lo golpeo en los pulmones, uno a la vez. El shinobi sintió como sus pulmones estallaron en sangre y se ahogaba. Kain se bajó de su espalda y lo dejo en el suelo. Camino hasta encontrar una roca a dos metros y se sentó para observar al shinobi agonizar. Retrajo su pierna derecha y la abrazo con sus manos mientras lo veía ahogarse.

-Dame nombres- dijo Kain -y te permitiré vivir otro día-

El shinobi coloco sus manos en su garganta y comenzó a hacer arcadas. Le hacía señas como que se estaba ahogando y no podía hablar.

-Tan inútil- dijo Kain, se puso de pie y camino hasta el shinobi, le dio un fuerte pisotón en la espalda que le hizo crujir los huesos y canalizo chakra a través de sus pies que emitió una luz verdosa. A los pocos segundos, el shinobi se estabilizo. Kain volvió a la piedra y lo vigilo desde su asiento durante un par de minutos.

A los diez minutos después, el shinobi se despertó. Miraba en la otra dirección, esperando que el niño se hubiera ido, pero desde su espalda lo escucho fuerte y claro.

-Dame nombres si no quieres morir-

El shinobi tirito y giró su rostro hacia el otro lado. El tierno niño de cabello blanco y ojos azules lo miraba desde su posición sentado, sobre la piedra. Su mirada era fría y su actitud similar a la de un águila, lista para caer sobre su presa.

-Misión "Dios shinobi"- dijo shinobi con voz débil, escupió saliva y noto un sabor metálico en su boca, seguramente sangre -entra a la villa y mata al dios shinobi. Esas eran las indicaciones que le dieron al líder de mi villa. No hay más información ni nombres. Todo fue hecho de forma clandestina, a través de la organización que lleva el negocio del libro bingo. Se nos dijo que se generaría un gran revuelo en el país del fuego, bajaría la vigilancia alrededor del dios shinobi y tendríamos que actuar en ese momento. Solo es eso, como puedes ver, he fallado-

-¿Sabes qué pasaría si mi tío muere?-

-La guerra-

Kain arrugo la nariz, en una expresión de furia. Se puso de pie y camino para darle un pisotón al tipo. Sin embargo, cuando se disponía a levantar el pie y reventarle los pulmones, se detuvo. Esto es algo que desaprobaría su tío, así que bajo el pie y le puso la mano sobre la espalda. El shinobi tirito al sentir la pequeña mano, pero cuando sintió como se sanaba, soltó un suspiro de alivio.

-Como se esperaba de un mocoso, eres un idiota-

-Tu eres el idiota- dijo Kain con indiferencia -quiero que vivas y veas el mundo que creaste con tus propias manos. Algún día mi tío morirá de forma natural y en ese momento, el mundo caerá en caos. Quiero que veas ese momento todas las muertes que lograron tus razonamientos sin sentido y mires la pila de cadáveres que hicieron toda la gente como tú, que pensó en el beneficio y olvido su futuro. Por el color de tu piel, lo tersa y humectada, diría que tienes unos treinta años. Debiste haber participado en los últimos años de los estados combatientes ¿Qué se siente despertar para luchar día a día? ¿Pensar que detrás de cada árbol, cada roca, cada esquina, se encuentra la muerte?-

El shinobi se quedó callado, esperando poder estar sano para poder vencer al mocoso y castigarlo por su ingenuidad. Una vez que Kain lo sano, se alejó a un par de metros del shinobi y este último se levantó. El shinobi sintió como si una especie de viento fresco lo rozara, pero lo ignoro y se concentró en el niño delante de él.

-Ignorante- grito y le lanzó un puñetazo a la cara, pero su puño solo golpeo el aire y el niño desapareció.

-Estoy acá- dijo Kain a sus espaldas.

El shinobi metió su mano a la mochila que llevaba en su espalda, a la altura de la cadera y saco un kunai. Se dio la vuelta y se lo lanzo al ojo derecho, pero al instante siguiente, el kunai apareció clavado en su propio ojo. Gracias a eso, el shinobi dio un alarido de dolor. Pensó en atacar con sus puños, pero otro kunai apareció clavado en su otro ojo. De nuevo grito en agonía y cayó sobre sus rodillas al suelo. Trato de quitarse los kunais, pero en el momento que toco los kunais, estos desaparecieron y se dio cuenta de que él estaba pie y el niño sentado sobre la roca mientras sonreía de manera astuta.

-¿Todavía no entiendes tu posición?- preguntó Kain -nunca tuviste oportunidad, nunca fuiste de importancia más que para entregarme tu información. Jamás tuviste oportunidad de vencerme. Si te perseguía en un principio cuando te atrape en el claro, solo prolongarías la carrera. Era necesario generar una oportunidad para que me atacaras y atraparte-

El shinobi dio un paso hacia atrás, sudando a mares. Si no tuviera control sobre sus emociones, gritaría de espanto. Pero retrocedió, un paso a la vez, un paso a la vez. Sin embargo, cuando quiso dar su quinto paso hacia atrás, cerró los ojos por un breve instante y al abrirlos, se encontró delante de Kain. No había retrocedido nada.

-Si no te doy mi autorización, te quedaras aquí para siempre. Así que apúrate y dame nombres ¿Dónde está tu base y quienes son tus superiores?- preguntó Kain con una sonrisa, guardo silencio por un instante y después grito furioso -¡dame nombres!-

El shinobi cayó de rodillas y empezó a hablarle sobre su base de operaciones, a unos kilómetros de Konoha. El escondite estaba bajo tierra y en ese lugar, tenían a un miembro de la familia real del país del Fuego.