Llevarse bien

Saya observaba su billetera, había buscado un trabajo a medio tiempo, pero no había encontrado nada, después de deducir el dinero de sus almuerzos pudo comprarle a Maya algunas necesidades básicas, pero no era lo que había planeado, hizo un puchero y siguió buscando empleos en el periódico, la florería estaba vacía y Lucy había salido a hacer un mandado, el jefe había salido a hacer un pedido así que ahora estaba solo en la tienda.

Su hermana se iría a la mañana siguiente, había pedido permiso para faltar así que quería dejar todo hecho antes de cerrar, no confiaba en las habilidades del jefe para cuidar las plantas y Lucy no podría hacerlo todo sola, así que abono algunas plantas y regó otras, registrando el crecimiento de cada una, cuando la campanilla sonó.

Al voltear se encontró con unos hermosos ojos verdes que podrían quitarle el aliento a cualquiera: el señor Moore había venido de nuevo. Con el tiempo Erick y Saya se habían familiarizado, incluso después de comer juntos hacía un par de días parecía que se habían acercado más, pero Saya no se engañaría pensando que eran amigos, ese alfa era un multimillonario, en sus manos estaba el trabajo de miles de personas, un pequeño vendedor que podía charlar un poco con él ya era la fortuna de su vida, pero Saya seguía feliz, incluso si no fueran realmente amigos podían contar como conocidos, el señor Moore incluso sabía su nombre.

Erick observó al niño que lo miraba feliz, en sus manos había una libreta que dejo rápidamente para acercarse a él. Después de comer juntos parecía que la distancia entre ambos se había acortado, y en ese momento se sintió bastante feliz pero ahora se sentía insatisfecho… quería ser más cercano, poder enviarle mensajes sin pensar en una excusa. Su contacto solo tenía un par de mensajes que habían sido respondidos con respuestas corteses, quería que el niño pudiese verlo como algo más que un simple cliente regular. Al menos el chico había accedido a llamarlo por su nombre

-Sr. Moo… quiero decir, Erick, llego… llegaste en un buen momento

El discurso de Saya era un poco incómodo, se estaba habituando a esta manera de dirigirse y aun cometía errores, pero se sentía muy feliz de poder llamar al señor Moore por su nombre, ya eran conocidos ¿cierto?

- Pequeño Saya, pareces bastante ocupado

Saya se sintió avergonzado al escuchar ese apodo, pero no podía hacer nada, en comparación al alfa de 1.90 era realmente pequeño, también era más joven, así que simplemente hizo como si no lo escuchara

-Si, mañana planeo tomarme el día libre

Erick alzo una ceja, el niño nunca se había tomado un día libre desde que lo conocía, además no parecía enfermo

- ¿Harás algo importante?

La sonrisa de Saya se ensancho, de hecho, el viaje de su hermana era lo más importante para él en estos momentos, le había costado convencer a su hermana de aceptar la beca, no podía darle el tiempo de arrepentirse, así que había comprado un boleto en la fecha más cercana que pudo

-Ir al aeropuerto

Saya estaba un poco avergonzado, para el señor… para Erick quién tenía aviones privados no sería emocionante ver abordar a alguien, él no lo entendería, tal vez estaba siendo un poco ridículo, se sonrojo pensando que estaba siendo infantil

- ¿Viajarás?

El rostro de Erick se oscureció, ¿el niño se iría? Pensando en no ser capaz de verlo se sintió incómodo. ¿A dónde iría? ¿Por cuánto tiempo?

Saya recordó que su hermana se iba sin decirle a Noah, ambos seguían enojados, aunque sabía que Erick no diría nada a Noah aun así prefirió ocultarlo, además no se olvidaba que Erick era un obstáculo potencial para la relación de su hermana así que evadió como lo haría con Maya

-Es un secreto

Erick vio al chico travieso y se sintió tentado de pellizcar sus mejillas, no importaba si no se lo decía, podía investigarlo… pero pensando en eso se sintió complicado, él nunca violaría conscientemente la privacidad de sus personas cercanas, ahora mismo se sintió incomodo al pensar en investigar a Saya. Parecía que el chico realmente le agradaba.

- ¿Estás ocupado después?

La pregunta de Erick puso alerta a Saya, la última vez gastó todo su dinero del almuerzo en un taxi, además no podía seguir aceptando invitaciones, ellos no eran tan cercanos y no haría gastar dinero a Erick, aunque esa cantidad no le importara al otro.

-Planeaba hacer algunas compras ¿Por qué?

Erick vio inmediatamente la evasión del otro, ¿No quería estar cerca suyo? Podría parecer narcisista, pero Erick estaba muy seguro de sí mismo, era talentoso, rico, guapo y bastante popular entre los omegas, incluso los omegas con pareja estarían dispuestos a pasar el tiempo con él, la única razón por la que podía pensar que un omega lo rechazaría era si estaba marcado, pero el aroma suave del niño no tenía el sabor de un alfa, su hermoso cuello estaba limpio, sin la marca hereje de nadie… ¿Por qué lo rechazaría? Pensando en una posibilidad preguntó

-Sobre lo de los destinados ¿Qué pasó al final?

El cuerpo de Saya se puso rígido, las veces que hablaron sobre eso Erick se ponía de mal humor, además él mismo tenía la mente culpable así que soltó vagamente

-Creo que a veces pensar demasiado solo complica las cosas, está bien aceptar las cosas mientras pasan

La mano de Erick froto el cabello de Saya tratando de borrar la irritación en su corazón, Saya que fue repentinamente tocado dio un paso atrás, no solía tener mucho contacto físico con la gente sobre todo si de alfas se trataba

-Eres muy joven, pensar demasiado en romance es malo, puedes comenzar cuando seas un adulto

Saya se observó a sí mismo, de hecho, se veía como un adolescente, pensando que el alfa lo trataba como un niño se explicó el anterior toque en el cabello y suspiró aliviado para sus adentros, después del asunto del acosador en la tienda de conveniencia había creado cierta incomodidad ante los alfas, él tampoco quería sentirse así pero no podía evitarlo

-Soy mayor de edad, tengo 21 años

Declaró el pequeño omega alzando la barbilla. Erick se sintió confundido en su corazón, la feromona que emanaba el niño pertenecía a alguien que no había tenido su primer celo, era demasiado delgada, era imposible que perteneciera a un adulto, pero viendo la carita seria del niño que no parecía mentir un signo de interrogación se formó en la cabeza de Erick, lo consultaría con Leah más tarde.

Afuera un trueno sonó, había comenzado a llover. Saya rápidamente guardo las plantas en la acera, eran plantas que requerían poca agua y podrían ahogarse si se dejaban ahí, para su sorpresa Erick ayudó.

-Le… ¿Te gustan las plantas?

Preguntó Saya al ver como Erick trataba cuidadosamente las macetas, la imagen de un hombre de 1.90 moviéndose rígidamente su cuerpo para evitar dañar a la planta era un poco graciosa. Erick vio que el niño estaba de buen humor y confesó

-Bastante, pero nunca he plantado una por mi cuenta, siempre estoy ocupado así que simplemente contraté jardineros para hacerlo. Aunque quisiera hacerlo por mi cuenta probablemente no vivirían

- ¿Quieres intentarlo?

Erick vio a Saya correr hacia adentro de la tienda y salir con una bolsa de semillas.

El jefe había comprado las semillas para intentar cultivarlas, eran semillas de manzanilla así que Lucy se había negado, después de todo eran una florería seria, no una farmacia naturista. Las flores de manzanilla eran como una flor que encontrarías a un lado de la carretera, aunque tenía bastantes usos medicinales no podía considerarse una planta exótica así que las semillas fueron desechadas y fueron a parar a las manos de Saya.

Erick observó como el niño cargaba una maceta y la llenaba de tierra. Le gustaba esa manera de llevarse bien.