webnovel

Solo Quiero Volver

La muerte es algo que nadie espera, mucho menos a una edad tan corta y por el capricho de otros. "Solo quiero volver" es el desarrollo de un chico el cual va a hacer lo necesario para regresar a su vida o hacer lo posible por conseguirlo. Traiciones, búsqueda de alianzas políticas y poder por uno mismo. Todo vale para obtener una meta tan simple como volver.

ALPls27 · Fantasy
Not enough ratings
130 Chs

88: Tocando fondo.

Reduje el tamaño de la burbuja hasta hacerla lo más pequeña posible... Después me dejé flotar... Era distinto del vacío, mucho más distinto. Ninguna de estas criaturas era inteligente. Y aún más, era obvio que no iba a poder pelear contra ellas. Por lo que necesitaba ya encontrar la salida de aquí... Necesitaba escapar y volver con los otros. Extrañamente tenía nostalgia por Rem y por Besta. Hasta los sentía un poco en mi interior y la sensación que ellos me daban era... Salvaje. Cómo si hubieran vuelto a un estado primario en el tiempo que no estuve.

Abrí mis ojos y pude ver otro leviathan, algo más pequeño que el anterior, nadando dentro de todo tranquilo... Seguro de si mismo, y como si hubiera devorado un banquete porque no estaba ni buscando alimento ni enfrentamiento... Me llamó la atención, lo suficiente como para querer seguirlo. También necesitaba comer algo, empezando porque el tamaño de las criaturas aquí era enorme y que me iba a costar matarlos sin magia o a puño limpio... Quizá también me daban una ventaja en mis estadísticas, pero por sus tamaños me iba a ser totalmente difícil matar uno.

Parecía una criatura joven, una que no le faltaba experiencia en reconocer presas más pequeñas que lo estaban siguiendo... Yo.

Aunque empezó a descender... Un poco, otro más... Y más. Parecía que estaba intentando tocar fondo lo más rápido posible, pero no entendía cómo iba a alcanzar el fondo sí... Luces... Luces del otro lado. La velocidad de la criatura aumentó mientras iba a las luces y yo lo seguía. Las alcanzó y por un instante... Todo era luz. Me cubrí mis ojos y miré hacia el lado totalmente contrario... Pude ver todo. Cada pez, cada crustáceo... Cada uno venía en mi dirección. Necesitaba entrar en los ofensiva... La burbuja empezó a ser más cuidadosa, cubriendo más mi cuerpo hasta hacer su forma. Necesitaba el poder luchar sin que la presión me destruya, y si, mi fuerza era capaz de contrarrestar la presión del agua.

Los esperé pacientemente, la primera embestida fue correspondida por un golpe en el centro de su cabeza, sentí aquellas escamas como diamantes, creadas en la presión más absurda que uno podía imaginar... Puños, patadas, incluso golpear con un arma enserio no les haría nada, necesitaba continuar con los golpes, con cada uno siendo lo más fuerte posible. Cómo golpear un bloque de hierro. No importaba lo necio que me sentía, golpeaba más, más... Sentí mis puños dejando su piel por momentos, sentí mis huesos golpeando contra ellos. Apreté mis dientes, tomé aire y continúe. Dos, tres, siete, veinte. Venían desde todas direcciones. La burbuja de aire se volvía cada vez más fina, y más fina. Mi concentración pasó de la burbuja a los golpes y a aguantar el dolor. La única luz que había era aquella que el leviathan me había mostrado. Y allí pude ver aquello que no quería. Unos ojos enormes, luz por todo su cuerpo, era... Gigante. Probablemente podría recorrer la tierra muchas veces. Y algo me hacía sentir que él era el portal hacia el siguiente piso. Pero no podía solo quedarme aquí y esperar que muera... No podía.

La sensación de mis puños pasó de ser caliente por mi sangre a un frío sepulcral, la presión se sentía como si una luna estuviera apretando cada centímetro de mi cuerpo, y mis ojos se abrieron. La burbuja desapareció, todo mi cuerpo estaba sufriendo y me sentí roto.

Pero en ese instante. Todo gracias a las dos luces. Miré algo tan o más maravilloso que el cielo, más que el infierno. El profundo abismo. Y caí... lo estaba tocando... Estaba tocando el fondo. Dí una sonrisa hacia aquella criatura que me permitió ver los horrores de un abismo, y perforé uno de sus cuerpos. Placas, placas gruesas y fuertes, eran lo que protegía a los peces que me intentaban comer. Les dí una probada. Sabían a metal, como si estuvieran hechos de ello. Y empecé a avanzar. Levantando el peso de mis hombros, bajo tal océano. Me acercaba a lo que sería la criatura más grande e imponente. Aquella que se arrastraba en este abismo. Ella me vió y yo la ví en un instante nos reconocimos entre nosotros como verdaderos rivales, porque ni siquiera era un bocado de esa cosa.

Mi paso se apresuró y su velocidad aumentaba, golpeamos y por fin lo noté, el poder que tenía el peso en diferencia de la fuerza. Cosas pequeñas, necesitan más fuerza, eso solo necesitaba su peso, pero aún así tenía una fuerza mayor a un titán.

Y ambos volvimos, lo hice retroceder un poco, y me abrió sus fauces, tentáculos me rodeaban y tuve que cortar, perforar y amputar cada uno, estaba ganando fuerza con cada segundo, con cada momento siendo sometido a ese lugar me volvía más y más poderoso. Y murió, fue devorado por mí. No. Fue consumido por mí. Y aparecí en otro lugar, en otro vacío.