webnovel

34: segundo deseo

Jonathan estaba controlando su propia alma.

No sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero sí sabía que si se detenía, esa cosa lo devoraría o el ser oculto que sentía en las profundidades de su alma despertaría, con consecuencias impredecibles.

Persistió. Controló cada hilo de su alma, dirigiéndolos hacia el ente aterrador que estaba entrando por la grieta que causó en su alma.

El horror miró con sus incontables ojos la inmensidad del alma que invadía. Vio los hilos que se acercaban y trataban de enrollarlo para detener su avance.

Pero el ser se resistió a los incontables hilos y termino destruyendo todos.

Jonathan, al ver cómo ese horror destruía sus defensas, se sintió desesperado una vez más.

El ser indescriptible se sumergió completamente en el alma de Jonathan, avanzando hacia su núcleo sin encontrar resistencia suficiente.

"No, no, no... Por favor, no quiero morir, no así, no ahora. ¡no sin regresar a mi mundo!. ¡Deseo que ese maldito ser muera!. ¡No quiero morir, ¡no ahora!". Fueron los pensamientos que tuvo en su propio mar de desesperación. Temblaba con lágrimas amenazando con caer de sus ojos, sus manos apretadas de impotencia y su rostro contraído por la rabia que sentía de su propia debilidad.

Él ya había muerto una vez, y a pesar de haber revivido, esta muerte no sería como la anterior. Esta vez no sería su cuerpo el que se destruía; sería su alma, su alma sería devorada. No tenía esperanza de sobrevivir a la destrucción de su alma.

"¡¡TE DESEO UNA MUERTE HORROROSA, MALDITO MONSTRUO!!" Fueron las palabras que grito, su voz había pasado de la tristeza y desesperación a la furia y la rabia que sentía hacia el ser que lo quería devorar desde lo más profundo de su alma.

Pero sin que él lo supiera, sus palabras desencadenarian algo que no esperaba.

La niebla, que siempre permaneció tranquila en su alma, que solo había cambiado cuando él controlo parte de su alma, ahora se estaba agitando.

La niebla blanca grisasea comenzó a juntarse, formando una inmensa bola de niebla espesa que se dirigía al horror que intentaba llegar a su núcleo del alma para comerlo.

El ser notó el repentino cambio y soltó un rugido hacia la niebla que hizo estremecer el cuerpo inmaterial de Jonathan, haciéndolo caer de rodillas y agarrarse la cabeza.

Sus manos temblaron, sus ojos abiertos de par en par mirando el suelo de madera.

El no podía soportar el rugido del ser que amenazaba con volverlo loco en cualquier momento. Pero antes de que eso ocurriera, la niebla cubrió todo sonido y movimiento.

La niebla cubrió por completo al ente invasor, bloqueando todo sonido que tratase de salir de su interior.

Jonathan pudo notar a la figura cubierta por la espesa niebla luchando contra tentáculos que salían del interior de esta.

Esa cosa trató de resistir el aplastante poder de los tentáculos ilusorios que lo envolvían y despedazaban parte por parte. Se podían ver trozos de algo parecido a carne caer por doquier dentro de la cúpula de niebla.

Sin entender del todo los eventos que sucedían uno tras otro, cada uno más sorprendente y aterrador que el anterior, él solo pudo pensar en una cosa.

"¿Viviré?".

Su cabeza llena de otros pensamientos similares.

Su gran desesperación y lamentos, ahora ahogados por las preguntas sobre su supervivencia.

Él se calmo un poco, aún observando como el ser invasor trataba de huir hacia la grita en vano, la niebla no lo dejaría irse.

Se tomó un momento para recomponerse y mirar su propia alma. La anterior niebla que todo lo cubría y atenuaba, ahora parecía haberse disipado un poco. Su oscuro cielo ahora no tenía cientos y cientos de hilos etéreos cayendo de él. Todos o la gran mayoría se habían usado para tratar de parar al horror invasor, siendo destruidos en el proceso.

Miro el lugar oscuro del cielo donde estaba su núcleo de hilos etéreos, que ahora no tenía nada colgando de su única cuerda que salía de su parte inferior. No muy lejos del núcleo, se encontraba una cúpula inmensa de niebla, rodeando a una criatura igualmente titánica. La criatura estaba siendo asesinada y mutilada poco a poco por los poderosos tentáculos.

Pero su poder, a pesar de ser extremadamente superior al de un chico apenas durmiente, palidecía ante el poder del ser que controlaba la niebla.

Jonathan se estremeció y temblo ante el pensamiento de un ser capas de jugar de tal manera con otro horror que podía invadir las almas mismas de los demás.

Después de lo que pareció una eternidad, o quizás solo unos momentos, la criatura dejó de luchar. Parecía haberse rendido, con un tentáculo atravesando el centro de su cuerpo. De ese tentáculo, cayeron tres bolas de oscuridad brillante.

Y desde su núcleo de hilos, uno solo de estos salió de su interior. Se dirigía a los que aparentaban ser tres núcleos del alma corruptos.

Cuando el hilo etéreo toco los tres núcleos, estos se desintegraron en un mar de chispas blancas, todas las cuales fueron absorbidas por el hilo etéreo que se volvió a meter a su núcleo.

Del cielo comenzaron a caer incontables hilos una ves más, llenando su mar del alma una ves más con una lluvia de etéreos hilos, los cuales ahora estaban todos vacíos.

Jonathan está sorprendido y confundido por la escena que presenció.

'que se supone que significa eso, ¿Porque un hilo salió de mí alma y aparentemente absorbió los núcleos de ese monstruo.'

Su sorpresa por la escena duro solo un momento, porque después de ese segundo de pensamientos, el hechizo resonó en sus oídos:

[Has matado a un demonio corrupto, rey de las almas.]

[Has recibido un recuerdo.]

[Tu alma se envuelve con más hilos.]

[Tu alma reboza de hilos.]

[Se está tejiendo un nuevo núcleo.]

Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de lo que sucedió hace un momento. 'mi nculeo, absorbió la totalidad de la esencia de ese demonio corrupto.' fue el único pensamiento que tuvo antes de sentirlo.

"¿Qué es... qué es este ardor? ¿Por qué me arde el pecho? Esto... esto es..."

Cegado por el dolor, Jonathan no logro percibir el último mensaje que le dio el hechizo.

[Has desbloqueado...]

"¡¡AAGH AHHHAHAGG!!"

Antes de terminar su frase, el grito. Su alma tan tranquila como lo fue la primera ves que entro, ahora tenía en ella un eco del grito de su propio dueño.

Jonathan estaba tirado en el suelo de madera, sus manos tirando de su cabello, su cuerpo temblaba, sus ojos lagrimeaban y sus gritos salían tan fuertes que sus cuerdas vocales humanas se abrían desgarrado en segundos.

Era tan desgarrador que lo único en su mente era el dolor.

Sintiendo y pensando solo en la agonía que sentía en ese momento, Jonathan no se dio cuenta del evento hermoso que sucedía en su propio mar del alma.

En el oscuro cielo de su alma, innumerables hilos etéreos se estaban juntando, todos estaban formando en conjunto un hermoso tejido circular que se llenaba poco a poco con cada hilo que entraba en el.

Su nuevo núcleo de hilos se estaba tejiendo a si mismo encima de su cuerpo convulsionando.

"¡¡AAAAHHHH!!"

El dolor amenazaba con hacerlo perder la conciencia. Era una agonía tan grande que su sufrimiento parecía una eternidad.

El dolor se sintió como una parte de él durante lo que parecieron ciclos de eterno sufrimiento, pero solo habían pasado unos segundo.

...

Este infierno de dolor inmenso solo duró unos minutos. Pero para Jonathan, quien no estaba del todo acostumbrado a sentir tanto dolor, ese tiempo pareció una eternidad de tortura continua.

Cuando su dolor disminuyó, pudo volver a pensar en algo más que no fuera agonía o dolor.

"Esto es horrible." Sus manos temblaban y su cuerpo aún temblando levemente. Sus ojos aún tenían lágrimas saliendo de ellos.

El miraba sus manos, incapaz de procesar todo lo sucedido.

Después de lo que creyó que fueron horas, o quizás minutos, el logro calmarse lo suficiente como para pensar en la situación fuera de su alma.

'el demonio caparazón, él tenía que luchar contra ese demonio corrupto. Pero si el murió aquí, entonces no debió haber sufrido tantas heridas como en la novela. Esto es mí culpa, si alguien muere ahora, será completamente mí culpa. Todo por no mantener la compostura."

Los pensamientos de Jonathan eran un desastre, el creía que el demonio despertado que se suponía debería luchar contra el demonio corrupto hasta el amanecer no fuera herido de la misma manera que en la novela, sería su culpa.

Y si el demonio lograba matar a alguien, sería por haber intervenido en la historia, quizás causando un efecto indeseado. Si algún protagonista muere, la historia tomara un giro de 180 grados. No sé podía permitir eso.

Con un pensamiento, el salió de su mar del alma.

Cuando sintió de nuevo su cuerpo de carne y hueso, estaba recostado boca arriba en la rama del árbol donde abrió los ojos para encontrarse con ese demonio corrupto.

Se levantó rápidamente y miró a su alrededor, notando que no había nadie más a excepción de Cassia, quien estaba sentada y abrazando sus rodillas.

Corrió hacia Cassia, quien notó sus apresurados pasos y miró en su dirección. Luego habló, con un tono lleno de miedo y ansiedad.

"Jo-Jony, ¿qué pasó? ¿Qué pasó con Nephis y Sunny? ¿Derrotaron al demonio? ¿Dónde están todos? ¿Por qué solo te escucho a ti?"

Bombardeado por sus preguntas, se detuvo a su lado y la tomó de los hombros, tratando de calmarla un poco, y luego hablo.

"Escucha bien, cassia. No sé lo que me preguntas, estaba inconciente hasta recién. Necesito que me digas a dónde fueron todos, iré ayudar lo antes posible."

Su voz era firme y decidida, si el no quería cambiar mucho la historia original, entonces debía evitar la muerte de los protagonistas.

Cassia dudó y luego habló, su voz tensa y miedo en sus ojos azules.

"Ellos fueron a enfrentar al demonio. Hace un par de minutos, la niebla paró y dijeron que el demonio no estaba muy herido, él venía hacia nosotros. Ellos fueron a luchar contra el demonio." Sus palabras fueron apresuradas, su voz fallando y su cuerpo tembloroso.

"Iré a buscarlos, no te muevas de aquí." Su voz tranquila intentaba calmar a la niña ciega. Lo que pareció aliviar un poco a la chica, ya que su cuerpo pareció calmarse un poco.

Se concentró de nuevo en sus sentidos, más específicamente en su sentido de las almas. Su rango se amplió a un radio enorme a su alrededor.

A unos trescientos metros, sintió a seis almas, todas girando entre sí a gran velocidad. De inmediato corrió hacia donde se encontraban sus amigos peleando con el demonio.

Corrió y saltó de rama en rama hasta llegar al suelo de ceniza. Apenas tocó el suelo con sus pies, dio grandes pasos, levantando una estela de ceniza gris con cada paso.

Vio a sus amigos y notó al demonio centurión, que le faltaba una guadaña y una pinza. Dos de sus ocho patas traseras habían sido cortadas y una de sus patas delanteras estaba herida.

También vio cómo el demonio atacaba a Nephis con su guadaña, y esta lograba esquivarla apenas un instante antes de ser rebanada a la mitad.

Con su nueva velocidad por tener ahora dos núcleos y ser un monstruo latente, aceleró y llego en solo unos segundos al lugar de la batalla.