Capítulo 111: Demonio

```—¿Eres la Diosa de la Naturaleza? —preguntó Gabriel. Puesto que la mujer parecía notar sus extrañas expresiones, Gabriel se preguntaba si ella también podía oírlo.

Incluso si fuera un sueño, tenía mucha curiosidad por saber qué desorden estaba tratando de mostrarle su mente.

—¿Por qué te diriges a mí con ese título distante como lo hacen los plebeyos? —la mujer parecía confundida, siendo tratada como la Diosa de la Naturaleza—. Llámame Eileen como siempre haces.

—¿Eileen? —Gabriel frunció el ceño—. ¿Dónde estamos?

Gabriel solo podía ver un campo verde tan lejos como alcanzaba la vista. Parecía un lugar al que nunca había ido antes, incluso en la vida real.

—Je, por supuesto, no puedes reconocer este lugar. Hace mucho tiempo desde la última vez que viniste aquí. Cuando viniste la última vez, esta tierra solía ser árida, pero hoy, es lo que ves. Esta es la belleza de la naturaleza —Eileen se dejó caer sobre la suave hierba junto a Gabriel.