SUBASTA 3

—Aunque esta joya no tiene precio, ahora tenía un precio de reserva de 8 millones —anunció el presentador.

8 millones no era nada para la gente de Summerlane, ya que esta ciudad estaba llena de las personas más ricas del mundo.

El primer postor levantó su cartel:

—Diez millones.

—Doce millones —dijo otra persona.

—Quince millones.

—Veinte millones —y el precio siguió subiendo y subiendo.

Una vez que el precio alcanzó los treinta millones, solo quedaban unas pocas personas en pie. Después de todo, no todos estaban dispuestos a gastar decenas de millones en una simple joya, especialmente los hombres con mujeres que no les importaban.

Entre el coro de quejas de algunas mujeres alrededor, Mack levantó su bastón con una cara orgullosa y decidida y gritó:

—50 millones —lo suficientemente alto para que todos alrededor pudieran escuchar.

La gente alrededor miró al joven y al verlo, muchas personas que tenían sus manos levantadas de repente comenzaron a bajarlas. Ya habían perdido la esperanza.

Aunque tenían un pequeño problema ahora, la familia Yong era conocida como una de las mayores familias de la ciudad. Estarías condenado si planeas enfrentarte con el dinero antiguo.

Las mujeres miraban con celos y envidia a la hermosa y amable Nari que estaba sentada a su lado. Como siempre, Nari tenía su rostro humilde mientras sostenía las manos de Mack. Ella estaba más que orgullosa de que él fuera su hombre.

Oh, cómo deseaba poder ver la expresión en el rostro de Anna cuando viera los rumores de que estaban juntos en las noticias.

Su vida era más que perfecta en ese momento.

—Las mujeres alrededor comenzaron a susurrar entre ellas:

—¿No es esa Nari Dank?

—Oh qué mujer tan afortunada. No nació rica, pero ahora tiene una de las joyas más valiosas del mundo en su posesión —empezaron.

—¿Pero no está comprometido Mack Yong con Anna Sui? —preguntó una de las mujeres y Nari frunció el ceño ante esto. No le gustaba que se mencionara a Anna Sui en un momento como este.

—¿Quién es Anna Sui? —preguntó otra mujer.

—Es solo alguna chica mala que pensó que podía destruir a Nari. Por cierto, Anna y Mack han terminado, ¿no viste su última entrevista que desapareció de la red tan rápido como llegó? —la mujer le preguntó a la otra que tenía una mirada confundida.

Parece que la noticia no se difundió tanto como pensaron antes de que desapareciera sin dejar rastro —pensó Nari. Aunque sus ojos estaban en la joya, sus oídos se movían para escuchar lo que la gente tenía que decir.

—Como se dijo, Anna Sui engañó a Mack, él lo descubrió y rompió su compromiso —dijo la mujer.

—Oh, qué mujer sin vergüenza. Uno pensaría que cambiaría después de la lección que le dimos hace dos años, pero ahora ha perdido a un hombre tan guapo como Mack.

—Sí. Sabes que él es la única persona que la apoyó durante ese tiempo y ahora ella le hizo eso.

—Es una puta —la mujer concluyó.

—Es bueno que encontró a una mujer hermosa como Nari. Ella es una buena persona.

—Sí.

Nari sonrió ante los elogios que le lanzaban. Nadie incluso se dio cuenta de su relación temprana con Mack. Y nadie la juzgó por ello, más bien estaba recibiendo elogios por eso. Ella sostuvo la mano de Mack más fuerte y con orgullo mientras se lo mostraba a todas las mujeres. Quería hacerles saber que él era solo suyo.

—50 millones yendo una vez, dos veces...

Cuando todos pensaron que la joya era de Nari, una voz profunda y sexy resonó en los oídos de todos:

—500 millones.