SUBASTA 2

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Justo cuando Anna observaba cómo presentaban el primer artículo, en la multitud, vio dos figuras familiares sentadas entre el grupo de personas. Mack y Nari habían asistido juntos a la subasta. Ella resopló silenciosamente, ya no ocultaban lo que le habían hecho.

Así es como la gente los felicitará por ello una vez que salga la noticia. Incluso si la gente se entera de que Nari está embarazada, agradecerán a Dios por ello y aún tendrán algo horrible que decir sobre ella. Ella suspiró, tomando su vaso de jugo en la mesa.

Su mirada fría no se apartó de ellos. No podía creer que estos dos estuvieran juntos después de todo lo que Nari hizo y todas las promesas que Mack había hecho. La destruyeron sólo para poder estar juntos —apretó los dientes.

Anna parecía pensar en algo y luego se volvió hacia el hombre sentado a su lado.

Los ojos de Noah irradiaban calidez, ya que él ya la estaba mirando. Nada más importaba excepto la mujer a su lado. Era como si estuviera hechizado por ella.

Anna lo miró directamente —Voy a destruirlos de la misma forma que lo hicieron conmigo —. Se volvió para mirar a Mack y Nari y los oscuros ojos maquinadores de Noah la siguieron.

—¿Cómo los quieres, muertos? —preguntó él y los ojos de Anna se abrieron de par en par. Si él pudiera hacer las cosas a su manera, habría borrado a toda la familia Yong de la faz de la tierra solo para tener toda la atención de su esposa solo para él.

Estaba celoso de siempre compartir sus pensamientos con otros.

—Me ocuparé de ellos yo misma, no tienes que preocuparte por eso —. Ella le sonrió. Pensar que este hombre querría matar a alguien por ella. Estaba conmovida.

La identidad de Noah Declan era un misterio. Por eso ella no sabía quién era él al principio.

Pensar que este hombre le había ofrecido un trato de sociedad con la compañía de entretenimiento más grande solo por ser su esposa. Qué figura tan poderosa, pensó.

¿Se casó con la persona correcta? No tenía idea de quién era este hombre o de lo que era capaz, pero una cosa que ella sabía que él nunca haría era herirla de alguna manera.

—¿Estás segura? —preguntó Noah y ella asintió con una sonrisa.

Anna no tenía razón para hacer esto, pero dijo —No tengo ninguna relación con Mack, en absoluto —. Cualquier sentimiento que ella tuviera por Mack había muerto la noche en que él la traicionó. Todo lo que sentía por él en ese momento era vacío.

Había sido una tonta al dejar que su corazón latiera una vez por este hombre, pero ya no.

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La oscuridad en los ojos de Noah desapareció por completo y se inclinó más cerca—Lo sé —dijo con confianza, como si ya supiera que ella no tenía sentimientos por el hombre. Noah creía que no tenía rival en esta ciudad cuando se trataba del corazón de su querida esposa.

Noah levantó las manos para acariciarle el cabello—En una semana volverás al centro de atención y estarás en un baile al que ellos asistirán. Tengo todo listo físicamente, pero necesito que estés lista mentalmente. No te preocupes, no dejaré que te pase nada malo —dijo y Anna sonrió.

—Lo sé —Noah aprovechó la oportunidad para acercarse más a su esposa mientras sujetaba su cintura y la acercaba más a él. Estaba dispuesto a esperar todo el tiempo que ella quisiera, pero eso no significaba que dejaría pasar dulces oportunidades como esta.

El anciano Vincent, que había venido a ver a la chica y luego se iría, estaba allí sonriendo ante la acción de su nieto. La chica era una belleza, no es de extrañar que su nieto estuviera tan atraído por ella. Ella le parecía familiar pero no podía reconocer en dónde había visto ese rostro antes.

—Siéntate, creo que es hora de irnos —Paul recordó al anciano por milésima vez pero como siempre, el hombre lo calló con una mirada.

Paul estaba asustado por su vida. No es que no hubiera visto a su jefe enojado antes, sabe lo peligroso que es Noah cuando está enojado.

Si no hubiera visto al hombre transformarse en el mismo diablo, no creería que un hombre tan tranquilo alguna vez se enojaría.

Rogó a Dios que lo salvara esa noche. No podía morir así.

Coincidentemente, la última opción para la subasta llegó y fue presentada en el escenario.

—Es un zafiro raro —haciendo que el ambiente se tensara un poco más ya que cada dama en la sala quería el zafiro, incluyendo a Nari cuyos ojos brillaban ante la joya inestimable.

Un zafiro es una de las piedras más raras del mundo que incluso si uno se encontrara con otra persona con el mismo modelo no les importaría y se considerarían afortunados.

Las mujeres en la sala tiraban de las mangas de sus hombres, sus ojos expectantes pegados a la joya, apenas capaces de apartarse.

El anfitrión presentó—Este zafiro fue minado hace tres años, una joya rara que ha sido extraída durante cientos de años sin un propietario. Pero estoy seguro de que esta noche será de una dama muy afortunada —guiñó un ojo—. ¿Serás tú?

Susurros y murmullos silenciosos comenzaron entre la multitud de personas allí. Cada mujer quería la joya pero una que mostraba poco interés en ella —Anna solo quería ver a la dama que la obtendría esta noche.